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  1. EL CEREBRO ES EL SOPORTE FÍSICO DE LA MENTE En el cerebro reside todo lo que una persona fue, es y puede llegar a ser, lo que ha vivido, aprendido y memorizado, su conciencia y su metaconciencia. También están allí sus habilidades y dificultades, lo que acepta y rechaza, lo que ama y cómo lo ama, lo que está presente y lo que cree haber olvidado. No es en el corazón, sino en el cerebro, donde se encuentra la predisposición para el rencor o el perdón, para sentir miedo o valentía, para ser optimista o pesimista, para sentirse alegre o deprimido. Aunque todos los seres humanos vienen al mundo con esta extraordinaria computadora, su desarrollo dependerá de lo que cada uno perciba, experimente y procese a lo largo de su vida, ya que, cuando nacemos —exceptuando la información genética—, todos los cerebros están programados biológicamente para realizar las mismas funciones. Lo que diferencia el cerebro de una persona del de otra es la intrincada estructura de redes neuronales que se va formando a medida que las células se comunican entre sí como resultado de los estímulos que reciben del medio ambiente. Cuando nacemos, esas redes son pocas y pequeñas, pero con el tiempo algunas se irán ampliando, otras se mantendrán, y también se crearán redes nuevas gracias a un fenómeno que se conoce con el nombre de neuroplasticidad, es decir, el cerebro se modifica segundo a segundo a medida que interactúa con el entorno. Este fenómeno explica por qué cada cerebro es único y diferente de los demás. Durante el desarrollo cerebral, hay factores que el individuo no controla, como los genéticos y los ambientales (durante la niñez). Después, al crecer, la morfología del cerebro se va modelando en función del tipo de información que procesa. Esto nos permite afirmar que cada ser humano se crea su propia arquitectura cerebral. Dado que la base con la que cada uno viene al mundo sólo es un punto de partida, no existe determinismo en el desarrollo cerebral. El cerebro es moldeable, así que todos podemos alcanzar un alto nivel de desarrollo siempre que queramos hacerlo. ¿Qué es el cerebro? El cerebro es una de las estructuras más extraordinarias y complejas que existen en la naturaleza. La ciencia está avanzando mucho y ahora ya conocemos sus partes y cómo éstas se relacionan entre sí. Además, en el sistema nervioso, el cerebro es el encargado de recibir los estímulos que llegan tanto del exterior (a través de los sentidos) como del interior (preconceptos, ideas, valores, etcétera). Cada persona interpreta el mundo a partir de lo que ve, siente, huele, oye y toca, y de la interrelación de estas percepciones con lo que existe en su mundo interno. A través de la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, el cerebro capta, procesa e interpreta la información que llega del exterior, generando las respuestas que originan pensamientos, razonamientos, decisiones, sentimientos y acciones.
  2. ¿Cómo es el cerebro y dónde está? El cerebro está dentro del cráneo. Es una especie de masa gelatinosa rodeada por un líquido llamado cefalorraquídeo cuya función principal es sostenerlo y protegerlo. Cuando se extrae este líquido, se observa un tejido de color gris rosáceo compuesto por millones de células nerviosas que se conectan formando las redes que controlan las funciones de la mente. Si pudieras presenciar una clase de anatomía cerebral, verías que el cerebro está dividido en dos partes, llamadas hemisferio izquierdo y hemisferio derecho, unidas por una estructura que se conoce como cuerpo calloso. El cuerpo calloso actúa como un puente que comunica ambos hemisferios: es imprescindible para que la información del hemisferio izquierdo pueda utilizarla el derecho, y viceversa. La superficie de ambos hemisferios está cubierta por la corteza cerebral. A pesar de su reducido tamaño, en esta parte del cerebro se calcula que hay unos treinta mil millones de neuronas que forman una red que tiene aproximadamente... ¡un trillón de enlaces! A nivel funcional, la corteza incluye áreas motrices, somatoestésicas (sensibilidad corporal, como la que procede de la piel y los músculos), del lenguaje, sensoriales (visual, olfativa, auditiva y gustativa) y asociativas que integran la información. Entre estas últimas se encuentran las áreas de asociación y las que se ocupan de relacionar e interpretar la información que recibimos a través de los sentidos. A un nivel más alto, estas áreas intervienen en las funciones cognitivas más elevadas. Por ejemplo, el área de asociación que se encuentra en el lóbulo prefrontal está relacionada con la planificación y el pensamiento abstracto, mientras que en el lóbulo parietal están las áreas que utilizamos para leer y hablar. Como la corteza es muy grande en relación con el tamaño del cráneo, a medida que crece se pliega sobre sí misma. Estos pliegues y zigzags le dan su aspecto arrugado y forman las regiones anatómicas en las que se ha dividido para estudiarla: el lóbulo parietal, el lóbulo temporal, el lóbulo occipital y el lóbulo frontal. El cerebro en el sistema nervioso humano El cerebro forma parte del sistema nervioso. Las clasificaciones anatómicas y funcionales lo dividen en dos grandes partes: el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. El sistema nervioso central es una estructura muy compleja que procesa millones de estímulos por segundo, adaptando las respuestas del cuerpo tanto a las condiciones externas como internas. Comprende el encéfalo (en cuyo interior se encuentra el cerebro) y la médula espinal, que está protegida por las vértebras y se ocupa de llevar casi todo el caudal de información del cuerpo hacia el cerebro. El sistema nervioso periférico está compuesto por una ramificada red de nervios formados por fibras aferentes (que envían estímulos y señales al cerebro) y fibras eferentes (que envían señales desde el cerebro al resto de los miembros o a un centro inferior de procesamiento). De hecho, incluye todas las partes del sistema nervioso que no son el encéfalo y la médula espinal. El sistema nervioso periférico se divide en dos grandes partes:
  3. SNP somático: Responde al ambiente y relaciona el organismo con él; abarca todos los nervios espinales que inervan la piel, las articulaciones y los músculos que se controlan de forma voluntaria. Por ejemplo, si tocas sin querer una superficie caliente, tus reacciones serán automáticas: tu rostro expresará dolor e inmediatamente retirarás la mano. En tu interior, el contacto de la mano con esa superficie se traducirá en señales neurales que viajarán por los nervios sensoriales. En la médula espinal, estas señales se transmitirán a las neuronas, ya que el sistema nervioso central y el periférico interactúan siempre. Algunas de estas neuronas conectarán con la parte del cerebro que las interpreta como dolorosas y otras con las neuronas motoras que controlan los músculos de la mano, y harán que la retires en cuanto te duela. Este ejemplo tan simple muestra cómo el sistema nervioso registra, distribuye e integra la información para provocar un comportamiento que responde a procesos de enorme complejidad y que se producen ¡en milisegundos! SNP autónomo: También se llama involuntario, vegetativo o visceral, porque está relacionado con el medio interno del cuerpo. Lo forman las neuronas que inervan los órganos, los vasos sanguíneos y las glándulas. Este sistema es básicamente eferente, pues transmite impulsos nerviosos desde el sistema nervioso central al periférico y controla actividades que no podemos dominar de forma voluntaria, como las del corazón o las de las glándulas. También se conoce como sistema adrenérgico o noradrenérgico, ya que se ocupa de preparar al organismo para que reaccione ante situaciones que provocan miedo o estrés. LA FUNCIÓN DEL CEREBRO La principal función del cerebro es mantener vivo al organismo. Todo lo que hacemos, pensamos y sentimos tiene que ver con procesos cerebrales que responden a funciones específicas con el objetivo de cumplir con esta tarea. Las neurociencias clasifican estas funciones en tres grandes grupos: SENSITIVAS: El cerebro recibe estímulos de los órganos sensoriales, los procesa y los integra para formar percepciones. MOTORAS: El cerebro controla los movimientos voluntarios e involuntarios del organismo. INTEGRADORAS: El cerebro genera actividades mentales, como el aprendizaje, la memoria y el lenguaje. Todos estos procesos dependen de las células interconectadas que forman el sistema nervioso. Como el corazón, los pulmones y el estómago, el sistema nervioso se compone de células especializadas. Estas incluyen células nerviosas (o neuronas) y células gliales (o glía). Las neuronas son las
  4. unidades funcionales básicas del sistema nervioso y generan señales eléctricas llamadas potenciales de acción que les permiten transmitir información rápidamente a largas distancias. La glía también es esencial para la función del sistema nervioso, pero su principal función es apoyar a las neuronas. EL SISTEMA NERVIOSO HUMANO En los seres humanos y otros vertebrados, el sistema nervioso se puede dividir principalmente en dos secciones: el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. El sistema nervioso central (SNC) consiste del encéfalo y la médula espinal. En el SNC es donde ocurre todo el análisis de la información. El sistema nervioso periférico (SNP), compuesto por las neuronas y partes de las neuronas que se encuentran fuera del SNC, incluye neuronas sensoriales y neuronas motoras. Las neuronas sensoriales llevan señales hacia el SNC y las neuronas motoras llevan señales enviadas por el SNC.
  5. Diagrama del sistema nervioso humano. Sistema nervioso central: las partes del sistema nervioso en el encéfalo y la médula espinal. Sistema nervioso periférico: las partes del sistema nervioso fuera del encéfalo y la médula espinal. En el diagrama también se indican los ganglios, cúmulos de cuerpos celulares en el SNP, y los nervios, conjuntos de axones que viajan por la misma ruta. Los
  6. ganglios marcados se encuentran cerca, pero no dentro, de la médula espinal. Los nervios marcados son los nervios espinales. Los axones de neuronas periféricas que recorren una ruta común se agrupan y forman nervios. LA NEURONA Las funciones básicas de una neurona Todas las neuronas tienen tres funciones básicas:  Recibir señales (o información).  Integrar las señales recibidas (para determinar si la información debe o no ser transmitida).  Comunicar señales a células blanco (músculos, glándulas u otras neuronas). Estas funciones neuronales se reflejan en la anatomía de la neurona. ANATOMÍA DE UNA NEURONA Las neuronas, como otras células, tienen un cuerpo celular (llamado soma). El núcleo de la neurona se encuentra en el soma. Las neuronas necesitan producir muchas proteínas y la mayoría de la proteínas neuronales se sintetizan en el soma. Varias extensiones (apéndices o protuberancias) se proyectan desde el cuerpo celular. Estas incluyen muchas extensiones ramificadas cortas, conocidas como dendritas y una extensión separada que suele ser más larga que las dendritas, conocida como axón. LAS DENDRITAS Las dos primeras funciones neuronales, recibir y procesar la información recibida, generalmente ocurren en las dendritas y el cuerpo celular. Las señales recibidas pueden ser excitatorias, es decir tienden a provocar que la neurona dispare (generar un impulso eléctrico), o inhibitorias, o que tienden a impedir que la neurona dispare. La mayoría de las neuronas reciben muchas señales en todas sus ramificaciones dendríticas. Una sola neurona puede tener más de un conjunto de dendritas y puede recibir varios miles de señales. El que una neurona dispare un impulso depende de la suma de todas las señales inhibitorias y excitatorias que recibe. Si se logra activar la neurona, el impulso nervioso, o potencial de acción, se conduce por el axón. LOS AXONES Los axones tienen varias diferencias con respecto a las dendritas.
  7. Las dendritas tienden adelgazarse conforme se alargan y suelen estar cubiertas de pequeños bultos llamados espinas. En contraste, el axón suele conservar el mismo diámetro en la mayor parte de su longitud y no tiene espinas. El axón surge del cuerpo celular en un área especializada llamada cono axónico. En neuronas motoras e interneuronas, es ahí donde inicia el potencial de acción. Por último, muchos axones están cubiertos con una sustancia aislante especial llamada mielina, que les ayuda a transmitir rápidamente los impulsos nerviosos. La mielina nunca se encuentra en dendritas. Cerca de su extremo, el axón se divide en muchas ramas y desarrolla estructuras bulbosas conocidas como terminales axónicas (o terminales nerviosas). Estas terminales axónicas forman conexiones con las células blanco. Estructura de una neurona. En un extremo del cuerpo celular (y de hecho, alrededor de casi toda su periferia) se ramifican muchas protuberancias pequeñas llamadas dendritas. Desde el otro extremo del cuerpo celular, en un lugar llamado cono axónico, se extiende el axón, una protuberancia larga, delgada y con forma de tubo. El axón está envuelto en mielina, que enfunda algunas secciones del axón pero deja desnudas algunas otras entre las porciones cubiertas. En su extremo lejano, el axón se divide en muchas terminales axónicas. Cada una forma una sinapsis con una dendrita o el cuerpo celular de otra neurona. La
  8. célula a la que pertenece la terminal axónica (la célula que envía) se llama célula presináptica y la célula a la que pertenece la dendrita o el cuerpo celular (la célula que recibe) se llama célula postsináptica. Entre las dos células existe un espacio a través del cual se comunican. Cuando llega el potencial de acción a la terminal axónica, se provoca la liberación de moléculas de neurotransmisor en la célula presináptica. Estas se difunden al otro lado de la sinapsis y se unen a receptores en la membrana de la célula postsináptica. LA SINAPSIS Las conexiones neurona a neurona se forman sobre las dendritas y el cuerpo celular de otras neuronas. Estas conexiones, conocidas como sinapsis, son los sitios donde se transmite información de la primera neurona, o neurona presináptica, a la neurona blanco o neurona postsináptica. Las conexiones sinápticas entre neuronas y células del músculo esquelético generalmente se llaman uniones neuromusculares y las conexiones entre neuronas y células del músculo liso o glándulas se conocen como uniones neuroefectoras. En las sinapsis, la información se transmite como mensajeros químicos llamados neurotransmisores. Cuando un potencial de acción viaja por el axón y llega a la terminal axónica, provoca que la célula presináptica libere un neurotransmisor. Las moléculas de neurotransmisor cruzan la sinapsis y se unen a receptores de membrana en la célula postsináptica y transmiten así una señal excitatoria o inhibitoria. De esta forma, el axón y sus terminales desempeñan la tercera función neuronal básica: comunicar información a células blanco. Al igual que una sola neurona puede recibir señales de muchas neuronas presinápticas, también puede hacer conexiones sinápticas con numerosas neuronas postsinápticas mediante diferentes terminales axónicas. Las neuronas forman redes Una sola neurona no puede hacer mucho por sí misma y la función del sistema nervioso depende de grupos de neuronas que trabajan juntas. Las neuronas individuales se conectan a otras neuronas para estimular o inhibir su actividad y forman circuitos que pueden procesar la información entrante y producir una respuesta. Los circuitos neuronales pueden ser muy simples, compuestos de solo unas pocas neuronas, o pueden componerse de redes neuronales más complejas. Las neuronas individuales hacen conexiones con neuronas blanco y estimulan o inhiben su actividad, lo que forma circuitos que pueden procesar la información entrante y producir una respuesta. ¿Cómo se "hablan" las neuronas entre sí? La acción sucede en la sinapsis, el punto de comunicación entre dos neuronas o entre una neurona y una célula blanco, como un músculo o una glándula. En la sinapsis, el disparo de un
  9. potencial de acción en una neurona —la neurona presináptica, o emisora— provoca la transmisión de una señal a otra neurona —la neurona postsináptica, o receptora—, lo que aumenta o disminuye la probabilidad de que la neurona postsináptica dispare su propio potencial de acción. Esquema de la transmisión sináptica. Un potencial de acción viaja por el axón de la célula presináptica o emisora, y llega al terminal axónica. La terminal axónica es adyacente a la dendrita de la célula postsináptica o receptora. Este punto de estrecha conexión entre axón y dendrita es la sinapsis. ¿Transmisión eléctrica o química? A finales del siglo XIX y principios del XX, hubo mucha controversia sobre si la transmisión sináptica era eléctrica o química. Algunas personas pensaban que en señalización de la sinapsis participa el flujo directo de iones de una neurona a otra, o transmisión eléctrica. Otras personas pensaban que dependía de la liberación de sustancias químicas de parte de una neurona, lo que causaba una respuesta en la neurona receptora; es decir transmisión química. Ahora sabemos que la transmisión sináptica es tanto eléctrica y química, ¡ambas en la misma sinapsis! Hendidura Sináptica Las neuronas no forman redes continuas, sino que existe un pequeño espacio entre ellas (sinapsis) que debe atravesar el impulso nervioso para pasar de una neurona a otra. La sinapsis es la zona de transferencia de información de una neurona a otra. Tiene tres elementos: La neurona anterior (componente presináptico), cuyo axón libera neurotransmisores a la neurona siguiente. Espacio o hendidura sináptica.
  10. Neurona posterior a la sinapsis (componente postsináptico), que contiene receptores que captan los neurotransmisores liberados desde otras neuronas. Dos neuronas adyacentes están unidas mediante la sinapsis. Cuando el impulso nervioso llega al extremo del axón (componente presináptico), las vesículas que contienen los neurotransmisores los liberan en la hendidura sináptica, el pequeño espacio que queda entre las dos neuronas, adhiriéndose a los receptores específicos de las dendritas (componente postsináptico) de la siguiente neurona. Neurotransmisores En la transmisión química ocurre la liberación de mensajeros químicos conocidos como neurotransmisores. Los neurotransmisores llevan información de la neurona presináptica o emisora, a la célula postsináptica o receptora. Las sinapsis generalmente se forman entre las terminales nerviosas — terminales axónicas— de la neurona emisora y el cuerpo celular o las dendritas de la neurona receptora. Esquema de la transmisión sináptica. Un potencial de acción viaja por el axón de la célula presináptica o emisora, y llega a múltiples terminales axónicas que ramifican del axón. La terminal axónica es adyacente a la dendrita de la célula postsináptica o receptora. Este lugar de estrecha conexión entre axón y dendrita es la sinapsis. Un solo axón puede tener múltiples ramificaciones, lo que le permite hacer sinapsis con varias células postsinápticas. Del mismo modo, una sola neurona puede recibir miles de entradas sinápticas de muchas neuronas presinápticas o emisoras diferentes. Dentro de la terminal axónica de una célula emisora hay muchas vesículas sinápticas. Estas son esferas membranosas llenas de moléculas de neurotransmisor. Hay un pequeño espacio entre la terminal axónica de la neurona presináptica y la membrana de la célula postsináptica, este espacio se llama espacio o hendidura sináptica.
  11. Imagen que muestra la terminal axónica de la célula presináptica que contiene vesículas sinápticas con neurotransmisores. En el otro extremo del espacio sináptico hay una célula postsináptica cuya superficie está cubierta de receptores (canales iónicos activados por ligando) para el neurotransmisor. Imagen que muestra lo que sucede cuando el potencial de acción llega a la terminal axónica, y se provoca un flujo de iones y la despolarización de la célula post sináptica. Paso a paso: 1. El potencial de acción alcanza la terminal axónica y despolariza la membrana. 2. Se abren los canales de calcio activados por voltaje y los iones de calcio entran.
  12. 3. El ingreso de iones de calcio hace que las vesículas sinápticas liberen el neurotransmisor. 4. El neurotransmisor se une a los receptores en la célula objetivo (lo que provoca la entrada de iones, en este caso positivos). Las moléculas de neurotransmisor liberadas desde las vesículas al exterior difunden por el espacio sináptico y se unen a las proteínas receptoras en la célula postsináptica. La activación de los receptores postsinápticos provoca la apertura o cierre de canales iónicos en la membrana celular. Esto puede ser despolarizante —el interior de la célula se vuelve más positivo— o hiperpolarizante —el interior de la célula se vuelve más negativo— según qué iones participen. En algunos casos, estos efectos sobre el comportamiento del canal son directos: el receptor es un canal iónico activado por iones, como en el diagrama anterior. En otros casos, el receptor no es un canal iónico, pero activa canales iónicos mediante una vía de señalización. TERMINACIÓN DE LA SEÑAL Una sinapsis solo puede funcionar con eficacia si hay alguna manera de "apagar" la señal una vez que se envió. La terminación de la señal permite a la célula postsináptica regresar a su potencial de reposo normal, lista para recibir nuevas señales. Para poder terminar la señal, el espacio sináptico debe limpiarse del neurotransmisor. Hay varias maneras diferentes de lograr esto. El neurotransmisor puede ser degradado por una enzima, la neurona presináptica lo puede recaptar, o simplemente puede difundir hacia otro lado.
  13. La recaptura por la neurona presináptica, la degradación enzimática y la difusión, disminuyen los niveles de neurotransmisores, y finalizan la señal. Cualquier cosa que interfiera con los procesos que terminan la señal sináptica puede tener importantes efectos fisiológicos. Por ejemplo, algunos insecticidas matan a los insectos mediante la inhibición de una enzima que degrada el neurotransmisor acetilcolina. En una nota más positiva, se utilizan fármacos que interfieren con la recaptación del neurotransmisor serotonina en el cerebro humano como antidepresivos. La cocaína inhibe la recaptación del neurotransmisor Dopamina. Neurotransmisores y receptores Diferentes tipos de neurotransmisores y sus diferentes tipos de receptores a los que se unen. Introducción ¿Sabías que hay miles de millones de neuronas —y billones de sinapsis— en tu asombroso cerebro? (Con razón puedes aprender cualquier cosa, ¡incluyendo neurobiología!) Las sinapsis son sinapsis químicas, lo que significa que mensajeros químicos transportan la información desde una neurona a la siguiente. Los neurotransmisores son los mensajeros químicos que liberan las neuronas en las sinapsis para poder "hablar" con las células vecinas. También
  14. las proteínas receptoras en las células blanco les permiten "escuchar" el mensaje. Neurotransmisores convencionales. Hay muchos tipos diferentes de neurotransmisor y ¡se siguen descubriendo nuevos! Los mensajeros químicos que actúan como neurotransmisores convencionales comparten ciertas características básicas: se sintetizan en la neurona presináptica, se almacenan en las vesículas sinápticas, se liberan cuando entra Calcio en el axón terminal en respuesta a una potencial de acción y actúan uniéndose a receptores en la membrana de la célula postsináptica. Diagrama de una sinapsis que muestra los neurotransmisores almacenados en vesículas sinápticas dentro del axón terminal. En respuesta a un potencial de acción, las vesículas se fusionan con la membrana presináptica y liberan neurotransmisores en el espacio sináptico.
  15. Estructura de la dopamina Los efectos de un neurotransmisor dependen de su receptor En general, algunos neurotransmisores se consideran "excitatorios", al aumentar la propensión de que una neurona dispare un potencial de acción. Otros suelen considerarse "inhibitorios", al disminuir la propensión de que una neurona blanco dispare un potencial de acción. Sin embargo, los términos "excitatorio" y "inhibitorio" no son categorías perfectamente definidas en que las que podemos clasificar los neurotransmisores. Por el contrario, un neurotransmisor a veces puede tener un efecto excitatorio o un efecto inhibitorio, dependiendo del contexto. ¿Cómo puede pasar eso? Resulta que no solo hay un tipo de receptor para cada neurotransmisor. En realidad, un determinado neurotransmisor suele interactuar y activar múltiples proteínas receptoras diferentes. Si el efecto de un determinado neurotransmisor es excitatorio o inhibitorio en una sinapsis dada depende de qué receptor o receptores están presentes en la célula postsináptica.
  16. LA ADICCIÓN COMO FORMA DE APRENDIZAJE CONDICIONADO CONDICIONAMIENTO CLÁSICO Y OPERANTE Desde que nacemos estamos en interrelación constante tanto con nosotros mismos como con el mundo que nos rodea y mediante esa interrelación vamos aprendiendo diferentes formas de actuar, de sentir y de pensar que van a ir formando nuestra posibilidad, que por supuesto puede estar en continuo cambio durante toda la vida. Condicionamiento Clásico El condicionamiento clásico un proceso de aprendizaje mediante el cual el organismo aprende a responder ante un estímulo que antes no respondía por asociación con otro estímulo que si producía esa respuesta. Ejemplo de los perros de Pavlov Pavlov fue el que descubrió el proceso de condicionamiento clásico en un estudio con perros. Cuando se da de comer a un perro hambriento, éste empieza a segregar un flujo de saliva procedente de determinadas glándulas. Esto es lo que llamamos reflejo de salivación. Podemos decir que la comida es un estimulo incondicionado que provoca una respuesta incondicionada de salivación. Estimulo incondicionado (EI): Nos referimos a un estímulo que por naturaleza provoca una determinada respuesta que no necesita haber sido aprendida anteriormente. Respuesta incondicionada (RI): Nos referimos a la respuesta que el estímulo incondicionado evoca. (Ejm: EI – comida RI-salivar/EI-Alcohol en sangre RI- Embriagadez/ EI- muerte de un ser querido-RI-Tristeza) Pero esto no es todo. Pavlov se dio cuenta de que los perros también salivaban cuando la comida todavía no había llegado a sus bocas: simplemente ver la comida u olerla provocaba la misma respuesta de salivación que tener la comida en la boca. Esto le llevó a desarrollar una serie de experimentos en los que descubrió como se producían asociaciones entre diferentes estímulos y respuestas, consiguiendo que una campana provocara la misma respuesta de salivación que la comida. ¿Cómo hizo esto? ¡Muy sencillo! Durante repetidas veces tocó la campana (estimulo neutro) justo antes de presentar la comida (estimulo incondicionado) a los perros de manera que consiguió asociar el sonido de la campana con la comida consiguiendo que después de varios días repitiendo este proceso, el
  17. sonido de la campana sin necesidad de presentar comida después, provocara el mismo reflejo de salivación que la comida. El estímulo neutro que supone inicialmente la campana se convierte en un estímulo condicionado. Este estímulo condicionado provoca una respuesta condicionada de salivación. Estímulo condicionado (EC): Estímulo previamente neutral, que adquiere la propiedad de provocar una determinada respuesta al ser asociado con otro estímulo que ya provocaba esa respuesta. Respuesta condicionada (RC): Respuesta aprendida frente a un estímulo que antes del proceso de asociación con otro no la provocaba. Probablemente estés pensando ¿Y esto en que puede afectarme a mí? Ejemplos aplicados a la vida real: Ej1: Un niño que ve películas de miedo en su habitación y tiene pesadillas recurrentes y le agarra miedo ir a dormir o a la cama por asociación con esas pesadillas. Ej2: Alguien que acaba de recibir una mala noticia se encuentra muy agobiado y se mete al subte. Puede establecerse una asociación entre estado de agobio producido por la noticia y el lugar, haciendo que la próxima vez que esa persona se meta al subte tenga un ataque de pánico. Ej3: Una persona se pega un atracón de cerezas que le indigestan, a partir de ahí cada vez que piensa en cerezas se le revuelve el estómago.
  18. Hay que tener muy en cuenta las diferencias individuales en este proceso. Algunas personas tienen más facilidad para asociar determinados estímulos que otras. Así como algunas personas necesitan muchos ensayos (repeticiones de EI y EN (estimulo neutro) juntas para condicionar)), otras con un solo ensayo pueden establecer una asociación. También influye mucho el nivel de activación del momento, cuando estamos activados emocionalmente es más fácil establecer asociaciones que cuando no lo estamos. Condicionamiento Operante El condicionamiento operante es un proceso de aprendizaje mediante el cual asociamos determinadas conductas (a estas conductas las llamamos respuestas operantes ya que operan con el medio) con las consecuencias que las siguen. Estoy hablando de conducta en su sentido más amplio, incluyendo también los pensamientos. Incluyo pensamientos dentro de la definición de conducta ya que un pensamiento no es más que aquello que yo me digo a mi mismo por lo tanto es una conducta que se puede trabajar y modificar igual que cualquier otra. Es más probable que un comportamiento se vuelva a repetir si le siguen consecuencias positivas (Reforzamiento de la conducta) y es más improbable que se repita si le siguen consecuencias negativas (Castigo de la conducta). Es importante que estas consecuencias sean contingentes a la respuesta para que influyan sobre ella, es decir que se den inmediatamente después. Sin embargo, no todas las consecuencias positivas actúan como refuerzo, ni todas las negativas como castigo. Un refuerzo o un castigo por definición son eventos que aumentan o disminuyen la probabilidad de que una determinada conducta se dé. Por lo tanto, si un evento positivo no aumenta la probabilidad de que se de esa conducta, no está actuando como refuerzo, y si un evento negativo no disminuye la probabilidad de que una conducta se dé, tampoco está actuando como castigo. También es importante saber que las consecuencias a corto plazo pesan mucho más sobre nuestra manera de comportarnos que las consecuencias a largo plazo. Por eso es tan difícil seguir una dieta, ya que si te comes un bollo la consecuencia inmediata que tendrás será gratificante sin embargo a largo plazo no conseguirás lograr tu objetivo de perder peso (Si inmediatamente a comer un bollo engordáramos unos gramos, poca gente comería bollos). En situaciones con refuerzos muy diferidos en el tiempo es importante tener mucho autocontrol y recordarnos a nosotros mismos (trayendo el refuerzo al presente) lo que lograremos si seguimos unos determinados pasos. Refuerzo positivo: Proporcionar algo agradable para incrementar la probabilidad de que una conducta ocurra. (Dar una chuchería o un elogio a un niño después de hacer los deberes)
  19. Refuerzo negativo: Quitar algo desagradable para incrementar la probabilidad de que una conducta ocurra. (Si haciendo los deberes el niño se libra de poner la mesa, suponiendo que no le gusta poner la mesa) Castigo positivo: Proporcionar algo negativo para disminuir la probabilidad de que una conducta ocurra (Dar un cachete al niño cuando se porta mal) Castigo negativo: Quitar algo positivo para disminuir la probabilidad de que una conducta ocurra. (Quitarle la paga al niño cuando se porta mal) Estímulo discriminativo: Estímulo ante el cual es más probable que una conducta sea reforzada (El niño pide cosas a los padres delante de la familia porque es más probable que las consiga en esa situación) CIRCUITO DE RECOMPENSA (y placer?) El sistema de recompensa del cerebro es el encargado de mediar la sensación de placer en el organismo. Este sistema se activa frente a estímulos o acciones que generan placer en el individuo. Principalmente, este sistema tiene una función adaptativa, ya que genera placer en el individuo cuando este realiza actividades relacionadas con la supervivencia, tales como comer alimentos deliciosos o mantener relaciones sexuales; aunque también actúa frente a otras acciones gratificantes como hacer deporte, jugar a videojuegos, ir de compras o consumir drogas. En muchos casos se activa incluso al pensar en la recompensa que se pretende obtener. La motivación está muy relacionada con el sistema de recompensa, ya que se encarga de dirigir el comportamiento hacia el cumplimiento de objetivos y la obtención de recompensas. De esta forma, el individuo realizará unas u otras acciones según le acerquen o alejen a dicha recompensa. Este sistema está compuesto de diversas áreas y estructuras conectadas, entre las cuales destacan fundamentalmente el Área Ventral Tegmental, el Núcleo Accumbens y la Corteza Prefrontal. El neurotransmisor fundamental que actúa en este sistema es la dopamina, aunque también actúan otros como el GABA y el glutamato. Las neuronas dopaminérgicas son las consideradas como neuronas de la Recompenssa, y tienen diferentes patrones de disparo, mediante los cuales se obtiene la sensación de “placer”. El sistema de recompensa también influye sobre la memoria y el aprendizaje, ya que el individuo recuerda y repite las acciones que le generan placer, y evita aquellas que le producen una sensación desagradable. Por último, diversas alteraciones en el sistema de recompensa se relacionan con enfermedades tales como la depresión, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, así como también con la adicción a diversas drogas, alcohol y juegos de azar.
  20. ESTRUCTURAS DEL SISTEMA DE RECOMPENSA CEREBRAL El sistema de recompensa está formado un conjunto de estructuras en el cerebro, las cuales son responsables de generar la sensación subjetiva de placer y la obtención de la recompensa. Este sistema tiene el objetivo de conseguir que el individuo quiera repetir una serie de comportamientos para asegurar la supervivencia. Gracias a la sensación placentera que recibimos al realizar acciones tales como mantener relaciones sexuales o comer algo delicioso, buscamos repetirlas y así conseguimos asegurar la supervivencia mediante la reproducción y el consumo de alimentos. Además de activarse ante comportamientos básicos, el sistema de recompensa también actúa en otras acciones que nos hacen sentir bien y nos aportan placer, como es el caso de las etapas de inicio en el consumo de ciertas drogas. El principal neurotransmisor que actúa en este sistema es la dopamina (aunque también participan otros). El sistema de recompensa también recibe el nombre de sistema mesolímbico dopaminérgico, ya que conecta el mesencéfalo (Área Tegmental Ventral) con el sistema límbico (Núcleo Accumbens), conectándose con otras estructuras tales como la corteza prefrontal, el hipocampo y la amígdala. Por tanto, el sistema de recompensa no se encuentra ubicado en una única zona cerebral, sino que está formado por un conjunto de estructuras situadas en diferentes zonas del cerebro e interconectadas entre sí. Las dos estructuras más importantes son el Área Ventral Tegmental (VTA) y el Núcleo Accumbens (NAc), pero participan otras. Esquema general de las áreas del sistema de recompensa.
  21. El Sistema dopaminérgico del Área Ventral Tegmental ha sido implicado en recompensa de estimulación cerebral, recompensa de alimento, estimulación psicomotora, aprendizaje y formación de memoria y comportamiento dirigido a objetivos (motivación). Otra zona importante en el sistema de recompensa es el cuerpo estriado. Diversos estudios demuestran que la exposición a estímulos primarios tales como gustos o sonidos agradables, o secundarios como juegos de azar genera un aumento de la actividad estriatal. El cuerpo estriado está compuesto por el estriado dorsal y el estriado ventral. El Estriado Ventral está compuesto fundamentalmente por el bulbo olfatorio y el núcleo accumbens. El Núcleo Accumbens (NAc) es un núcleo cerebral subcortical (grupos neuronales por debajo de la corteza), y su función es la de integración límbicomotora (Instinto-Acción). El núcleo accumbens recibe proyecciones del hipotálamo lateral, corteza prefrontal, corteza motora, hipocampo, tronco encefálico, amígdala y área ventral tegmental. El hipotálamo es el componente fundamental del sistema límbico, que es todo el circuito neuronal que controla el comportamiento emocional y los impulsos de las motivaciones de alimentación, supervivencia y reproducción. Sistema límbico.
  22. Hay evidencias de que lesiones en el hipotálamo lateral producen pérdida de los comportamientos de apareamiento, alimentación y bebida, lo que refleja la importancia de esta zona en la supervivencia. El hipocampo es una región alargada por la cual las señales sensitivas recibidas tienen la capacidad de poner en marcha reacciones conductuales con diversos propósitos. La estimulación de distintas partes del hipocampo puede dar lugar a casi cualquiera de los diferentes patrones comportamiento, como el placer, la ira, la pasividad o el impulso sexual excesivo. Además, el hipocampo tiene funciones en el aprendizaje y la memoria. Estudios demuestran que la extirpación del hipocampo provoca la pérdida de la capacidad de nuevos aprendizajes (amnesia anterógrada) y mantenimiento de la memoria a largo plazo. Es un mecanismo neuronal crítico para la toma de decisiones ya que determina la trascendencia de las señales sensitivas recibidas. Si un estímulo neuronal tiene importancia emocional para la supervivencia, activará al hipocampo, y es probable que su contenido se memorice. De esta forma, la persona se habitúa a los estímulos indiferentes pero aprende rápidamente cualquier experiencia sensitiva que genere placer o dolor. De esta forma, el hipocampo participa de la traducción de la memoria de corto plazo en memoria a largo plazo. La Amígdala es una estructura límbica constituida por múltiples núcleos pequeños y situados en el polo anteromedial de cada lóbulo temporal. La activación ocurre ante reacciones de ira, huida, castigo, dolor intenso y miedo. La extirpación de la amígdala en animales genera pérdida de temor (se vuelve manso), curiosidad por todo, olvidos con rapidez de los castigos condicionados, tendencia a llevarse cualquier cosa a la boca e impulso sexual intenso. En general, parece que la amígdala es un área encargada de aportar conocimiento para el comportamiento, que opera a un nivel inconsciente. También parece remitir al sistema límbico cuál es el estado actual de la persona en relación con el medio que lo rodea y con sus pensamientos. A partir de esta información, la amígdala prepara la respuesta de comportamiento adecuada de esa persona para cada ocasión. La Corteza Prefrontal (PFC) también participa del sistema de recompensa. Aunque las neuronas presentes a lo largo de la corteza cerebral disparan en respuesta a estímulos gratificantes, la principal área cortical asociad con la recompensa es la corteza orbitofrontal. También se activa frente a los castigos, generando la inhibición de diversas respuestas motoras. El Pálido Ventral es una estructura que se encuentra dentro del globo pálido, y recibe eferencias del estriado ventral. Participa durante el aprendizaje y los comportamientos de recompensa-incentivo. Es un área muy estudiada en relación a las conductas adictivas, al igual que el estriado ventral. La glándula pituitaria o Hipófisis es una glándula endocrina encargada del control de las funciones de otras glándulas. El hipotálamo se encuentra justo
  23. encima de la hipófisis y determina qué hormonas libera esta. Esta glándula tiene la capacidad de provocar la liberación de beta-endorfinas y oxitocina, que generan alivio del dolor y regula las emociones. DESCUBRIMIENTO DEL SISTEMA DE RECOMPENSA En 1954, James Olds y Peter Milner realizaron un estudio sobre el control del sueño-vigilia y su relación con el área reticular del mesencéfalo. Para ello intentaron estimular dicha zona en el cerebro de una rata mediante unos electrodos, pero accidentalmente se equivocaron y colocaron los electrodos en el septum. La rata se colocó en una caja, y se le dio a cada esquina de la caja una letra (A, B, C y D). Cuando la rata se acercaba a la esquina A, se le estimulaba mediante un choque eléctrico. Al cabo de varios choques eléctricos, la rata volvía muy frecuentemente a esta misma esquina buscando una nueva estimulación. Además, comprobaron que, si la estimulación se realizaba al acercarse a otra esquina, el resultado era el mismo, la rata se acercaba a esta nueva esquina. Olds continuó investigando, y diseñó una caja en cuyo interior había una palanca. Dicha palanca se conectaba mediante un electrodo al septum de la rata, y cuando era presionada se generaba la estimulación de esta zona. El resultado fue que la rata llegaba a presionar unas 7000 veces la palanca buscando la autoestimulación. En experimentos posteriores se descubrió que las ratas preferían estimularse antes que realizar otras actividades tales como comer, beber, aparearse o cuidar de las crías. No paraban de presionar la palanca hasta que desfallecían exhaustas. Posteriormente, se realizaron estudios experimentales en monos y humanos de una forma similar a los descritos en ratas para la búsqueda de las zonas cerebrales que participaban de los mecanismos de recompensa y castigo. En resumen, el “centro de la recompensa” del cerebro fue descubierto por casualidad luego de que las ratas buscaban la autoestimulación eléctrica de una zona cerebral determinada. Posteriormente, se realizaron experimentos en monos y humanos que demostraron la asociación entre dichas zonas con la
  24. sensación de placer. Todo ello condujo a la idea de que hay un circuito de recompensa identificable anatómicamente. Tras los experimentos, se realizaron diversos estudios para relacionar la estimulación que se producía en las ratas con las vías del cerebro responsables de inducir la recompensa. El resultado de dichos estudios fue que la mayoría de las regiones que originaban la autoestimulación se disponían en la trayectoria de los axones dopaminérgicos que se originan en el área tegmental ventral (VTA) y se proyectan hacia el núcleo accumbens y la corteza prefrontal, lo que corresponde al sistema dopaminérgico mesolímbico. Vía dopaminérgica mesocorticolímbica. Otros estudios apoyaron esta teoría. La utilización de fármacos bloqueadores de los receptores dopaminérgicos, reducen la autoestimulación, por lo que los animales se autoestimulan para conseguir la liberación de dopamina en el cerebro. Estos estudios consistían en que una rata hambrienta presionara una palanca para recibir una porción de alimento, y esta respuesta se atenuaba en gran medida mediante antagonistas del receptor de dopamina. Por otro lado, se descubrió también que los animales presionaban la palanca para recibir una inyección de anfetaminas, que genera un aumento de la liberación de dopamina a nivel cerebral. Este incremento de dopamina puede relacionarse con una experiencia afectiva positiva y estimulante. El consumo de alcohol y de cocaína también aumenta la liberación de dopamina de forma directa. Además, acciones tales como jugar a videojuegos y apostar también aumentan la liberación de dopamina.
  25. APRENDIZAJE POR CONDICIONAMIENTO Y DOPAMINA El área tegmental ventral libera dopamina en un primer momento, luego del logro de la recompensa, pero luego, una vez aprendido el mecanismo, se libera dopamina frente a la expectativa de obtenerla, por los estímulos condicionados que avisan que la recompensa está cerca. ¿Ante qué tipos de estímulos responde el sistema de recompensa? Como se ha comentado anteriormente, en el sistema de recompensa del cerebro participan las neuronas dopaminérgicas (DA) que se originan en el mesencéfalo y se proyectan a las regiones del cerebro como la corteza prefrontal, el núcleo accumbens y el caudado. La sensación de recompensa que se genera al realizar diversas acciones se asocia con aumentos en los niveles extracelulares de dopamina en estas regiones. Las alteraciones en la neurotransmisión dopaminérgica en estas zonas disminuyen los efectos gratificantes de los estímulos no condicionados (estímulos que generan una recompensa por si mismos). Sin embargo, además de los estímulos no condicionados, los estímulos asociados a la recompensa o estímulos condicionados (estímulos que asociamos a diversas actividades que nos generan una recompensa, por ejemplo un timbre que indica la hora de comer) también generan un aumento de la dopamina. Por tanto, parece que un componente del aprendizaje relacionado con la recompensa consiste en la adquisición por estímulos condicionados de la capacidad de producir actividad que conduce a la liberación de dopamina y sus consecuencias postsinápticas en las regiones del cerebro anterior inervadas por aferencias dopaminérgicas. ¿De qué factores depende la recompensa? La recompensa puede variar según diversos factores, como son la magnitud, la probabilidad, la incertidumbre, el retraso y el esfuerzo. La activación del núcleo accumbens aumenta proporcionalmente según estas características de la recompensa prevista. La magnitud se refiere al tamaño de la recompensa en relación con la necesidad previa de la misma. Como por ejemplo, cantidad de comida en relación al hambre que se tenía previo. La probabilidad se refiere a la posibilidad de que ocurra una recompensa anticipada (aprendida previamente). Los individuos generalmente valoran las recompensas con alta probabilidad. La probabilidad suele estar relacionada con la incertidumbre, ya que una probabilidad moderada puede generar un estado de incertidumbre máximo, por ejemplo una probabilidad del 50% es poco informativa acerca de si un resultado dado ocurrirá o no.
  26. El retraso se refiere a la cantidad de tiempo hasta que se puede obtener la recompensa esperada, y los individuos generalmente valoran menos las recompensas cuánto más largas sean las demoras. Estudios iniciales encontraron evidencias de que la activación del estriado ventral aumentó cuando las recompensas fueron inmediatas y disminuyó con el retraso de la recompensa. Un estudio posterior determinó que mientras la activación del núcleo accumbens aumenta con la magnitud, la activación de la corteza prefrontal disminuye con el retraso de las recompensas. El esfuerzo se refiere a cuánto debe trabajar un individuo para obtener la recompensa anticipada, y generalmente se valoran menos las recompensas que requieren un esfuerzo considerable. La actividad de las neuronas dopaminérgicas depende también de la expectativa de recompensa. Estudios recientes muestran que estas neuronas envian una señal de error de predicción de recompensa que refleja la discrepancia entre el valor real de recompensa obtenido y el valor esperado. Las neuronas dopaminérgicas disparan de forma más intensa tras recompensas no esperadas. Esta respuesta se reduce cuando la recompensa está totalmente prevista. Además, la actividad se suprime cuando se omite una recompensa prevista. A partir de esto, se propuso la hipótesis de que las neuronas dopaminérgicas señalan las discrepancias entre las recompensas esperadas y las reales, es decir, calculan el error de predicción de recompensa. NO ES LO MISMO RECOMPENSA QUE PLACER. Inicialmente se pensó que la actividad dopaminérgica en este circuito mediaba la experiencia de placer de un organismo en respuesta a estímulos gratificantes. Algunos autores están comenzando a abandonar esta perspectiva tras los últimos estudios, pasando a considerar al sistema dopaminérgico como el motor que facilita el comportamiento dirigido a objetivos para obtener recompensas, en oposición al mecanismo por el cual un organismo disfruta hedónicamente o consume una recompensa. Por ejemplo, las lesiones de las sinapsis de dopamina en el cuerpo estriado ventral no afectan a la sensación de placer en ratas. Además, los ratones con depleción de dopamina aun prefieren el agua con sacarosa sobre el agua regular, y también demuestran preferencia en el consumo de morfina. Por el contrario, alterar el funcionamiento dopaminérgico tiene un fuerte efecto sobre la motivación de un individuo para buscar estímulos gratificantes. Algunas investigaciones más recientes indican que el circuito dopaminérgico de recompensa está principalmente implicado en la búsqueda motivacional y el deseo de recompensa, y no en la sensación de recompensa. Dichos estudios proponen que los neuroquímicos implicados en las experiencias hedónicas placenteras son los opioides endógenos y no la Dopamina.
  27. LA CONDUCTA MOTIVADA La motivación cumple un papel imprescindible en el sistema de recompensa. Antes de disfrutar de la recompensa, el individuo debe sentirse motivado a realizar acciones que tienen como finalidad la obtención de la misma. ¿Qué es la motivación? La motivación es un proceso interno que mueve a un sujeto a realizar unas u otras conductas según los deseos o necesidades que tenga. Es la causa que genera el comportamiento tanto el inicio de una actividad como en el cambio de la misma. Está muy estrechamente ligada a la supervivencia, ya que tiene un papel fundamental en la toma de decisiones, y nos ayuda a adaptarnos y responder al entorno. El fin último de la motivación está en la obtención de una recompensa, y el individuo tomará unas u otras decisiones según le acerquen o le alejen a la recompensa que desea obtener y hacia la cual se siente motivado. La motivación se encuentra presente en las elecciones que toma el individuo diariamente respecto a la comida, el trabajo, la preferencia sexual, etc. La motivación por tanto se puede definir como la activación y dirección del comportamiento de un animal hacia una recompensa u objetivo determinado, dándole al animal la energía y el impulso necesarios para superar los costes físicos involucrados (escalar, pelear, cazar) así como dirigir la concentración del animal hacia la actividad que es realmente relevante sobre otras actividades posibles (alimentación, bebida). La motivación que mueve al individuo hacia la obtención de una recompensa será mayor cuanto mayor sea la necesidad del organismo. La iniciación de una conducta determinada para cubrir una necesidad recibe el nombre de conducta motivada, y podemos inferir cuanta motivación tiene un individuo a partir de la cantidad de trabajo que realiza para alcanzar su objetivo.
  28. LA RECOMPENSA O EL CASTIGO EN EL COMPORTAMIENTO, EL APRENDIZAJE Y LA MEMORIA La gran mayoría de acciones que realizamos están relacionadas de una u otra forma con la recompensa o el castigo. Si la acción resulta gratificante, buscaremos seguir llevándola a cabo en el futuro, en cambio si la acción es desagradable pretenderemos evitarla. Por tanto los “centros de recompensa y castigo” constituyen uno de los mecanismos de control más importantes sobre nuestras actividades corporales, nuestros impulsos, nuestras aversiones o nuestras motivaciones. La recompensa es un componente central para impulsar el aprendizaje basado en incentivos, las respuestas apropiadas a los estímulos y el desarrollo de conductas motivadas. Diversos experimentos realizados en animales han demostrado que cuando una experiencia sensitiva no genera ni recompensa ni castigo sobre el individuo, apenas se recuerda. Tras experimentar un estímulo sensitivo, se produce la excitación de diversas zonas de la corteza cerebral. Si dicha experiencia sensitiva no genera sensación de recompensa o castigo, la repetición de la misma acaba conduciendo a la extinción casi total de la respuesta en la corteza cerebral, es decir, el animal queda habituado a este estímulo sensitivo y a partir de entonces lo ignora. Cuando un estímulo sensitivo sí genera una recompensa o castigo, en lugar de indiferencia, la respuesta de la corteza cerebral se va volviendo cada vez más intensa con la repetición del estímulo. En lugar de desvanecerse pasa a reforzarse. En conclusión, se generan huellas de memoria potentes para las sensaciones que sean gratificantes o desagradables, pero se adquiere una completa habituación frente a los estímulos sensitivos indiferentes. Los “centros de recompensa y castigo” por tanto, participan en la selección de la información
  29. que aprendemos, de la que normalmente se desecha más del 99% y se selecciona menos del 1% para retenerla. La memoria tiene la capacidad de guiar las conductas motivadas, ya que puede afectar a la toma de decisiones mediante el recuerdo de experiencias anteriores y la forma en que se lograron o no los objetivos propuestos en el pasado. Por ello, la memoria tiene importancia en la toma de decisiones futuras por el individuo. Cuanto mayor sea el valor de la recompensa obtenida y la novedad de la misma, mayor será el recuerdo generado en la memoria. Dicha información sobre la recompensa obtenida se transmite por proyecciones dopaminérgicas desde el área ventral tegmental hasta el estriado y el hipocampo. Estudios más recientes realizados en ratas mostraron que la mera estimulación de las neuronas dopaminérgicas del área ventral tegmental, provoca el aprendizaje del valor recompensante obtenido. EL SISTEMA DE RECOMPENSA EN LA ADICCIÓN A DROGAS Los estudios de las adicciones han demostrado que la zona cerebral involucrada en los trastornos adictivos se localiza en la zona del cerebro donde se encuentra el circuito de recompensa cerebral. Las señales asociadas previamente con el consumo de la droga pueden hacer que el sistema dopaminérgico se vuelva activo y produzca la experiencia subjetiva del deseo. El proceso que despierta el deseo por la droga no sería consciente. La hipótesis dopaminérgica de la adicción propone que el sistema dopaminérgico mesolímbico (sistema de recompensa) desempeña un papel en el deseo de la droga. Las neuronas dopaminérgicas del área tegmental ventral del mesencéfalo se proyectan al núcleo accumbens de los ganglios basales, hacia el sistema límbico, incluido el hipocampo, y hacia la corteza frontal. Estas regiones cerebrales pueden por tanto desempeñar un papel en la adicción, ya que el sistema mesolímbico dopaminérgico es considerado como el centro cerebral de la recompensa y de la gratificación. Su estimulación es responsable de las farmacodependencias, en la cual el sujeto intenta encontrar el efecto euforizante, al principio, y luego evitar un efecto doloroso de la abstinencia. La drogadicción se caracteriza por el uso compulsivo de drogas de abuso, y se sugiere que se da la interrupción del sistema de dopamina en el núcleo accumbens por el consumo crónico de estimulantes del mismo. Estudios sugieren que individuos que toman psicoestimulantes sufren una interrupción en la capacidad de la corteza prefrontal para permitir la inhibición y flexibilidad del comportamiento. Esta condición podría encerrar al individuo en un estado perseverante de búsqueda de drogas del que no se puede escapar fácilmente.
  30. LA ADICCIÓN COMO ENFERMEDAD DEL CEREBRO Las recientes investigaciones básicas y clínicas han proporcionado clara evidencia de que la adicción podría ser mejor considerada y tratada como una enfermedad adquirida del cerebro. Las investigaciones guiadas por el modelo de enfermedad cerebral de la adicción han llevado al desarrollo de métodos más eficaces de prevención y tratamiento y deberían ser acompañados por la misma suerte en políticas de salud pública más informadas. Sin embargo, a pesar de la evidencia científica, los avances en el tratamiento y los cambios en las políticas de algunos países, el concepto de la adicción como una enfermedad del cerebro todavía está siendo cuestionado. El concepto de la adicción como una enfermedad del cerebro desafía valores profundamente arraigados sobre la autodeterminación y la responsabilidad personal que el uso de drogas señaló como un acto hedonista voluntario. Desde este punto de vista, la adicción resultaría de la repetición de conductas voluntarias de búsqueda de placer. ¿Cómo, entonces, podría ser el resultado de un proceso de enfermedad? Los avances en neurobiología han comenzado a esclarecer los mecanismos que subyacen a las profundas alteraciones en la capacidad de toma de decisiones y en el equilibrio emocional mostrado por las personas con adicción a las drogas. Estos avances también proporcionan información sobre las formas en que los procesos biológicos fundamentales, cuando se interrumpen, pueden alterar el control del comportamiento voluntario, no solo en la adicción a las drogas, sino también en otros trastornos relacionados de la autorregulación, como la obesidad y el juego patológico y videojuegos - las llamadas adicciones conductuales. Aunque estos trastornos también manifiestan comportamientos compulsivos, con alteración de la autorregulación, el concepto de la adicción conductual es aún controversial, sobre todo en lo relacionado con la obesidad. Las nuevas investigaciones también han comenzado a mostrar cómo y por qué el uso voluntario y temprano de drogas puede interactuar con factores ambientales y genéticos para dar lugar a la adicción en algunas personas pero no en otras. ETAPAS DE LA ADICCIÓN Para propósitos heurísticos, hemos dividido la adicción en tres etapas que se repiten:  Atracón/Intoxicación  Abstinencia/Afecto negativo  Anticipación/Craving (Deseo) Cada etapa se asocia con la activación de circuitos neurobiológicos específicos y con características clínicas y de comportamiento consecuentes
  31. ETAPAS DEL CICLO DE ADICCIÓN Los atracones e intoxicación Todas las drogas adictivas conocidas activan regiones de recompensa en el cerebro causando un fuerte aumento en la liberación de dopamina. A nivel del receptor, estos aumentos provocan una señal de recompensa que desencadena el aprendizaje asociativo o condicionamiento. En este tipo de aprendizaje pavloviano, las repetidas experiencias de recompensa son asociadas con los estímulos ambientales que las preceden. Con la exposición repetida a la misma recompensa, las células dejan de disparar dopamina en respuesta a la propia recompensa y, en lugar de ello, disparan una respuesta anticipada a los estímulos condicionados (referidos como "señales") que en un sentido pueden predecir el suministro de la recompensa. Este proceso implica los mismos mecanismos moleculares que fortalecen las conexiones sinápticas durante la formación del aprendizaje y la memoria. De esta manera, los estímulos ambientales que están vinculados en varias ocasiones con el uso de drogas - incluyendo entornos en los que se ha tomado una droga, personas con las que se ha tomado, y el estado mental de una persona antes de que fuera tomada - pueden llegar a provocar una respuesta condicionada con oleadas rápidas de liberación de dopamina que desencadenan ansia por la droga que motivan conductas de búsqueda de drogas, y conducen a los "atracones" pesados de la droga. Estas respuestas condicionadas se vuelven profundamente arraigadas y pueden desencadenar antojos (ansia) fuertes de una sustancia mucho tiempo después de que su uso se haya detenido (por ejemplo, debido a la encarcelación o al tratamiento) e incluso frente a las sanciones contra su uso.
  32. Como ocurre con otros tipos de aprendizaje por motivación, cuanto mayor es el atributo de motivación asociado con una recompensa (por ejemplo un medicamento), mayor será el esfuerzo que una persona esté dispuesta a ejercer y mayores serán las consecuencias negativas que él o ella estarán dispuestos a soportar con el fin de obtenerlo. Sin embargo, mientras que las células de dopamina dejan de disparar el consumo después de repetidas "recompensas naturales" (por ejemplo, la comida o el sexo) saciando el impulso para proseguir, las drogas adictivas pueden eludir la saciedad natural y continúan aumentando directamente los niveles de dopamina, un factor que ayuda a explicar por qué los comportamientos compulsivos son más propensos a surgir cuando la gente usa drogas que cuando persiguen una recompensa natural. Abstinencia y afecto negativo Un resultado importante de los procesos fisiológicos condicionados involucrados en la adicción a las drogas es que las recompensas saludables normales y naturales pierden su antigua potencia motivacional. En una persona con adicción, los sistemas de recompensa y motivación se transforman reorientándose -a través del condicionamiento- a centrarse en la respuesta más potente de la dopamina producida por la droga y sus señales. El escenario de la persona con adicción se restringe a una de las señales y desencadena el consumo de drogas. Sin embargo, esta es sólo una de las formas en que la adicción cambia la motivación y el comportamiento. Durante muchos años se creyó que con el tiempo las personas con adicción podrían ser más sensibles a los efectos gratificantes de las drogas y que este aumento de la sensibilidad se reflejaría en los niveles más altos de dopamina en los circuitos cerebrales del proceso de recompensa (incluyendo el núcleo accumbens y el estriado dorsal) que los niveles en las personas que nunca han tenido una adicción a las drogas. Aunque esta teoría parecía tener sentido (plausibilidad), la investigación ha demostrado que es incorrecta. De hecho, estudios clínicos y preclínicos han demostrado que el consumo de drogas provoca aumentos mucho menores en los niveles de dopamina en presencia de la adicción (tanto en animales como en seres humanos) que en su ausencia (es decir, en personas que nunca han usado drogas). Esta versión atenuada de dopamina hace al sistema de recompensa del cerebro mucho menos sensible a la estimulación y por tanto a las recompensas no relacionadas con las drogas y, como resultado, las personas con adicción ya no experimentan el mismo grado de euforia con una sustancia que el que tuvieron cuando empezaron a usarlo. Es por esta misma razón que las personas con adicción a menudo se convierten en menos motivadas por los estímulos cotidianos (por ejemplo, las relaciones y actividades) que habían encontrado previamente motivadoras y gratificantes. De nuevo, es importante tener en cuenta que estos cambios se convierten en profundamente arraigados y que no se pueden revertir de inmediato a través de la simple terminación del consumo de drogas (por ejemplo, la desintoxicación). Además de reconfigurar el sistema de recompensa del cerebro, la exposición repetida a los efectos reforzadores de la dopamina de la mayoría de las drogas lleva a adaptaciones en los circuitos de la amígdala extendidos al prosencéfalo basal. Estas adaptaciones dan como resultado aumentos en la reactividad de
  33. una persona para destacar y dar lugar a la aparición de emociones negativas. Este sistema "anti-recompensa" está alimentado por los neurotransmisores involucrados en la respuesta al estrés, como el factor liberador de corticotropina y la dinorfina, que ordinariamente ayudan a mantener la homeostasis. Sin embargo, en el cerebro adicto, el sistema anti-recompensa se vuelve hiperactivo, dando lugar a la fase altamente disfórica de la adicción a las drogas que se produce cuando los efectos directos de la droga desaparecen o la sustancia se suspende. Por lo tanto, además de la atracción directa y condicionada a las "recompensas" del consumo de drogas, hay una correspondencia intensa que los empuja mediante la motivación para escapar de las molestias asociadas con los efectos secundarios de su uso. Como resultado de estos cambios, la persona sufre transiciones de adicción a tomar drogas simplemente para sentir placer, a "drogarse" para obtener un alivio transitorio de disforia. Las personas con adicción a menudo no pueden entender por qué se siguen tomando la sustancia cuando ya no les parece agradable. Muchos afirman que continúan para escapar de la angustia que sienten cuando no están en estado de embriaguez. Por desgracia, aunque los efectos de acción corta del aumento de los niveles de dopamina provocada por la administración de las drogas alivian temporalmente esta angustia, el resultado de los atracones repetidos es profundizar la disforia durante la retirada, lo que produce un círculo vicioso. Anticipación y Craving (Deseo) Los cambios que se producen en los circuitos de recompensa y emocionales del cerebro están acompañados por cambios en la función de las regiones corticales prefrontales, que están involucradas en los procesos de ejecutivos. En concreto, la baja regulación de la señalización de la dopamina que embota la sensibilidad de los circuitos de recompensa al placer también se produce en las regiones cerebrales prefrontales y en sus circuitos asociados, perjudicando seriamente los procesos ejecutivos, entre las que destacan:  Capacidad de autorregulación  Toma de decisiones  Flexibilidad en la selección y el inicio de la acción  Atribución de relevancia (la asignación de valor relativo)  Seguimiento de error La modulación de los circuitos de recompensa y emocionales de las regiones prefrontales se interrumpe adicionalmente por cambios neuroplásticos en la señalización glutamaérgica. En las personas con adicción, la señalización alterada de la dopamina y el glutamato en las regiones prefrontales del cerebro debilita su capacidad de resistir los impulsos fuertes o de dar seguimiento a las decisiones de abandonar el consumo. Estos efectos explican por qué las personas con adicción pueden ser sinceros en su deseo e intención de dejar de usar una sustancia y, sin embargo, al mismo tiempo ser impulsivos e incapaces de seguir adelante con su decisión. Por lo tanto, la señalización alterada en los circuitos de regulación prefrontal, junto con los cambios en los circuitos involucrados en la recompensa y en la
  34. respuesta emocional, crean un desequilibrio que es crucial tanto para el desarrollo gradual del comportamiento compulsivo en el estado de la enfermedad en adictos como en la incapacidad asociada de reducir voluntariamente el consumo de drogas teniendo un comportamiento reiterado a pesar de las consecuencias potencialmente catastróficas. Factores biológicos y sociales que intervienen en la adicción Sólo una minoría de las personas que usan drogas en última instancia pueden convertirse en adictos - al igual que no todo el mundo tiene el mismo riesgo para el desarrollo de otras enfermedades crónicas. La susceptibilidad es diferente porque las personas difieren en su vulnerabilidad a diversos factores genéticos, ambientales y de desarrollo. Muchos factores genéticos, ambientales y sociales contribuyen a la determinación de la susceptibilidad única de una persona para el uso de drogas, para sostener el consumo de drogas, y para someterse a los cambios progresivos en el cerebro que lo caracterizan. Los factores que aumentan la vulnerabilidad a la adicción incluyen:  Antecedentes familiares (presumiblemente a través de la heredabilidad y las prácticas de crianza de los hijos).  Exposición temprana al consumo de drogas (la adolescencia es uno de los períodos de mayor vulnerabilidad).  Exposición a entornos de alto riesgo (por lo general los entornos sociales estresantes con mala relación familiar y apoyos sociales, restringidas alternativas de comportamiento, entornos en los que hay fácil acceso a las drogas, las actitudes permisivas hacia el consumo de drogas, y ciertas enfermedades mentales (por ejemplo, los trastornos del estado de ánimo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, psicosis y trastornos de ansiedad).
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