2. El punto es un signo de empleo
importantísimo, mediante el cual
indicamos una pausa mayor en nuestro
escrito, ya sea porque terminamos un
enunciado, o porque hemos concluido el
tema que estábamos desarrollando.
3. Según lo anterior, el punto puede ser de
diversas clases:
Punto
Seguido
Separa oraciones
simples dentro
de un párrafo
Aparte
Se coloca al final
del párrafo, cuando
se va a cambiar
la idea o se verán
aspectos distintos
de la misma
Final
Es el punto
con que se termina
cualquier texto.
4. El sapo
Salta de vez en cuando, sólo para comprobar su radical
estático. El sapo tiene algo de latido: viéndolo bien, el
sapo es todo corazón.
Prensado en un bloque de lodo frío, el sapo se sumerge
en el invierno como una lamentable crisálida. Se
despierta en primavera, consciente de que ninguna
metamorfosis se ha operado en él. Es más sapo que
nunca en su profunda desecación. Aguarda en silencio
las primeras lluvias.
Y un buen día surge la tierra blanda, pesado de
humedad, henchido de savia rencorosa, como un
corazón tirado al suelo. En su actitud de esfinge hay una
secreta proposición de canje y la fealdad del sapo
aparece ante nosotros con una abrumadora cualidad de
espejo.
Descripción.
Utiliza punto
seguido.
4 oraciones
diferentes,
separadas por
punto y
seguido.
Finaliza con
punto y aparte.
Descripción
del
despertar.
Uso de
punto final.
5. Después de punto siempre hay que
escribir mayúscula.
Si el punto corresponde a una
abreviación o a una sigla, sólo escribirás
mayúscula si lo que sigue es un nuevo
párrafo.
Los signos de interrogación y
admiración equivalen a punto, por lo que
no se requiere de otro de estos signos
después de aquellos.