El sistema inmunitario tiene la capacidad de reconocer y destruir células malignas, pero los tumores a menudo desarrollan estrategias para evadir o suprimir la respuesta inmune. La respuesta inmunitaria contra el cáncer puede involucrar tanto el sistema inmunitario innato como el adaptativo. Las células del sistema inmunitario, como los linfocitos T y las células asesinas naturales (NK), son capaces de reconocer y destruir células cancerosas. Estas células pueden reconocer antígenos específicos expresados en la superficie de las células tumorales y desencadenar una respuesta inmunitaria dirigida a eliminar el cáncer. Sin embargo, los tumores pueden desarrollar mecanismos para evadir la respuesta inmunitaria. Pueden producir moléculas inhibidoras, como las proteínas PD-L1, que interactúan con receptores inhibidores en las células inmunitarias y las desactivan. Esto crea un entorno inmunosupresor que permite que el tumor evite ser reconocido y atacado por el sistema inmunitario.
El sistema inmunitario tiene la capacidad de reconocer y destruir células malignas, pero los tumores a menudo desarrollan estrategias para evadir o suprimir la respuesta inmune. La respuesta inmunitaria contra el cáncer puede involucrar tanto el sistema inmunitario innato como el adaptativo. Las células del sistema inmunitario, como los linfocitos T y las células asesinas naturales (NK), son capaces de reconocer y destruir células cancerosas. Estas células pueden reconocer antígenos específicos expresados en la superficie de las células tumorales y desencadenar una respuesta inmunitaria dirigida a eliminar el cáncer. Sin embargo, los tumores pueden desarrollar mecanismos para evadir la respuesta inmunitaria. Pueden producir moléculas inhibidoras, como las proteínas PD-L1, que interactúan con receptores inhibidores en las células inmunitarias y las desactivan. Esto crea un entorno inmunosupresor que permite que el tumor evite ser reconocido y atacado por el sistema inmunitario.