El documento argumenta que la educación mixta es el camino hacia la igualdad de género y que es importante que la familia y la escuela trabajen juntos para dar una educación que promueva el desarrollo personal y psicológico de niños y niñas. Propone desmontar prejuicios de género mediante la razón, no generalizar, implicar a niños y niñas en tareas del hogar, y dar el ejemplo a través de la propia conducta.

3. la Coeducación es el camino
a seguir para lograr la
igualdad entre hombres y
mujeres, en donde es de vital
importancia tener claro qué
EDUCACIÓN le estamos
dando a nuestro/as niñ/as.

4. Es por ello que tanto la familia
como la escuela (los dos
contextos más influyentes y
donde más tiempo pasa el niñ@)
deben ir de la mano, ya que son
herramientas clave en el
desarrollo personal y psicológico
de tod@ niñ@.

5. La educación es amor,
ciencia, arte, respeto,
espontaneidad,
tolerancia, creatividad,
ternura, paciencia,
etc…

6. 1. Observar y escuchar

7. 2. Desmontemos los prejuicios entre los
niños
AL TRATAR DE
RAZONAR UN
PREJUICIO:
¿Por qué?

8.  “¿Por qué es de mujeres?
 ¿Los niños no tienen manos?
 ¿Por qué no van a saber fregar?”

9. 3. No se puede generalizar
Debemos ajustar sus afirmaciones y
sus comportamientos. Además, debemos hacerles
comprender que las generalizaciones inducen a error.
Cada persona es única e irrepetible, y tiene
virtudes, defectos y capacidades propias,
independientemente de si es hombre o mujer.

10. 4. Implicar a los niños y niñas
en las tareas del hogar

11. 5. Compartir la información,
debatir con ellos
Poner en común la información que llega a nuestros
hogares.
1. Esto genera un hábito de conversación, un punto de
encuentro diario para los integrantes de la familia.
2. Contrastar las opiniones de todos invita a la
escucha atenta y nutre la capacidad crítica.

12. Nos ayuda a entender
cómo son,
qué ven,
qué piensan y
cómo se sienten.

13. 6. Comprender nuestras propias
limitaciones en cuanto a género

14. 7. Responde sus dudas

15. 8. Juegos “unisex”
Muchos juegos tradicionales no necesitan
herramientas, ni tienen roles definidos: el pañuelo, la
gallinita ciega, el rescate... son divertidos, no
entienden de género, ¡y no pasan de moda!

16. 9. Da ejemplo
Ellos nos observan como ávidos espectadores, repiten
nuestras palabras e imitan nuestros comportamientos.
Ven cómo nos relacionamos:
 con ellos
 con nuestra pareja
 con nosotros mismos
 con el entorno familiar
 con la sociedad.

17. Evitemos roles, tópicos, lugares comunes respecto al
género, y dejemos que vayan creando sus propias
opiniones desde el respeto y la empatía por lo
diferente.
Los patrones de comportamiento se heredan.

18. 10. El aprendizaje nunca se acaba
Para enseñar hábitos, debemos ser
nuestra mejor versión posible. Y
para ello tenemos que desaprender,
criticarnos, ver y comprender la
realidad de nuestro entorno y
cambiar lo que no funciona.