1. Martin Vivas
Junio 2023
Práctica con evaluación entre pares
Una situación de crisis de liderazgo en la que estuviste involucrado. Si observaste que
alguien más manejo algo muy bien o muy mal, puedes escribir sobre eso en su lugar.
Esta experiencia particularmente siento que me marco mucho dentro de mi vida no tan
solo como individuo sino también como líder, como jefe y sobre todo como gerente de obra.
Tenía pocos meses de haberme graduado del colegio con tan solo 18 años y poca experiencia
en construcción mi padre quien en ese entonces tenía bajo su cargo dos proyectos ubicados en
provincias diferentes acudió a mí para que siendo una persona de su confianza ocupara el rol
de gerente de obra en unos de sus proyectos a lo cual yo de forma muy positiva respondí que
sí, en mi primer día mi padre me presento con todo el personal de forma muy respetuosa y
con la mayor educación, pero sobre todo con mucho profesionalismo, ese primer día teniendo
a mi papá al lado explicándome ciertos temas de la obra y ayudándome con el personal fue
bastante sencillo, pero no podía sacar de mi cabeza esa imagen de mi padre siendo tan serio
con los trabajadores, desde mi punto de vista yo consideraba ese comportamiento poco
agradable, no ofensivo, pero definitivamente muy profesional.
Los días siguientes a ese yo ya que hacía cargo de la obra por mi cuenta pagando al personal,
dando las instrucciones e incluso manejando la caja, así como la compra de los materiales. Sin
embargo, adopte una posición diferente a la de mi padre con el personal pensando que si era
más agradable con ellos estarían más dispuestos a colaborar, hoy en día recuerdo esa
experiencia y me doy cuenta de lo equivocado que estaba ya que como mi padre bien decía
“tú les das la mano y ellos te toman todo el brazo”.
A medida que mi comportamiento cambiaba con los trabajadores empecé a darme cuenta que
sus actitudes también estaban cambiando, lo que empezó como una iniciativa mía para
ganarme la admiración y el compromiso del personal se terminó convirtiendo en una pesadilla,
ya que de pronto tenia a todos los trabajadores a mi cargo totalmente fuera de control, sin
ganas de trabajar, con pereza y peor aún sin una líder que los guiara, la situación rápidamente
se me escapo de las manos a tal punto que no solo me afectaba a mí y a mi imagen sino
también al negocio. Tan pronto note lo mucho que se había empeorado la situación trate de
corregirla, pero por desgracia era demasiado tarde.
Así que, fui con mi padre al día siguiente y le comenté lo que estaba sucediendo y de forma
muy humilde le pedí su ayuda y el siendo una persona experimentada entendió lo que estaba
sucediendo y me comento que desde el principio el suponía que algo así podría suceder. A la
mañana siguiente mi padre y yo nos levantamos muy temprano, fuimos a la obra y desde el
primer momento mi papá tomo una actitud seria y determinante con los trabajadores, los
reunió, les hablo con una postura firme y nuevamente puso la jerarquía y los rangos dentro del
trabajo en orden.
En ese momento entendí que, si es muy importante tratar con el mayor respeto a las personas,
también es importante mantenerse fuerte frente al personal de trabajo para de esa manera
desarrollar un ambiente laboral sano en el que el respeto y la obediencia no falten.