Sin luz no habría fotografía, de ahí que la
palabra fotografía tenga como significado “escribir
con luz”.
La luz es nuestra principal materia prima.
La luz
Supongamos que tenemos
una caja de zapatos totalmente
cerrada (a oscuras), y en una de
sus caras más amplia practicamos
un pequeño agujero con un
alfiler. La luz del exterior entra en
la caja. Si por ejemplo, colocamos
un objeto delante del orificio,
dentro de la caja, en la cara
contraria al orificio, se formará
una imagen invertida del objeto
que tenemos en el exterior.
¿Cómo ocurre esto? Sabiendo
que la luz viaja en línea recta, los
rayos que vienen de la parte
superior del objeto serán
recogidos en la parte inferior de
la caja de zapatos.
Pero claro, esto es muy
rudimentario, y la imagen que se
forma está poco definida,
dispersa. Por eso se empezó a
usar lentes sustituyendo ése
arcaico orificio. Unas lentes
convergentes (como las de una
lupa) que se ocupan de
concentrar más luz y converger
los rayos, para que de esta forma
la luz se dirigiese de forma más
precisa al lugar de incidencia
formando imágenes más
parecidas a la escena original. Es
exactamente lo que hacemos
cuando intentamos enfocar una
escena con nuestras cámaras
actuales, disponer las lentes para
conseguir una imagen nítida y con
suficiente luz.
Nos falta el último
elemento para tener sentadas las
bases de la fotografía; el material
fotosensible. Sin éste, lo único
que hemos estado haciendo hasta
ahora es representar objetos o
escenas. Desde que se empezaron
a usar lentes en la cámara oscura
hasta que se inventó un material
fotosensible pasaron más de
trescientos años. El material
fotosensible se ocupa de captar y
fijar la imagen, y en la actualidad
lo podemos diferenciar entre
materiales analógicos (película) y
digitales (sensores). Tema del que
también trataremos más
adelante.
Apertura de diafragma
Para regular la entrada de
luz a la cámara podemos
modificar o bien la velocidad de
obturación o bien la apertura del
diafragma el llamado numero f,
que nos indica la luminosidad del
objetivo, o sea, la capacidad del
mismo de meter luz a la cámara, a
través del diafragma
Velocidad de obturación
“La velocidad a la que se
abre y se cierra el obturador de
una cámara”
A mayor velocidad de
obturación (más velocidad con la
que el obturador se abre y se
cierra), menos luz llegará al
sensor o película de la cámara.
Por el contrario, a menor
velocidad de obturación (menos
velocidad con la que el obturador
se abre y se cierra), más
luz llegará al sensor o película
Isometría
Cambiar el ISO implica
cambiar la sensibilidad de la
cámara ante la luz.
Pensemos en el sensor. Sin
lugar a dudas es una de las piezas
más delicadas y complejas de
nuestra cámara. El de una cámara
réflex habitual mide alrededor de
23.6 × 15.8 mm, los de las
cámaras compactas son mucho
más pequeños. En tan poquita
superficie contienen millones de
microscópicas células sensibles a
la luz, los píxeles.
Imaginemos que
cada uno de ellos
funciona como un
cubo que se puede
llenar de luz. Eso
ocurre cada vez que
pulsamos el
disparador; cada
uno de esos cubos
se llena de luz, pues
cuando disparamos
se abre el
obturador y la luz circula a través
de la lente directamente hacia el
sensor durante el tiempo que el
obturador deja el paso abierto.
En el sensor, los cubos “se
llenan” de luz. La imagen se
procesa y se graba en la tarjeta de
memoria. Todo en décimas de
segundo. Si analizamos la
cantidad de luz en los “cubos” del
sensor, veremos que cada uno de
ellos contiene una cantidad
determinada
El ISO tiene relación
directa con el ruido de una
imagen. Si subes el ISO a
niveles altos se notarán
granos gordos en tu
imagen. Que a un
determinado nivel
de ISO se note más o
menos el ruido depende
de la calidad del sensor.