EL PODER DE CRESER EN EL CONOCIMIENTO DE LA GUERRA ESPIRITUAL.

1. Significado de la Guerra Espiritual?
• «La guerra espiritual, es el análisis y participación activa en el
conflicto invisible entre las fuerzas opuestas del bien y el mal, entre
las estrategias de Satanás y las estrategias espirituales de la iglesia
para vencer a las tinieblas.
La guerra espiritual, es más que un mero análisis de principios
espirituales, e incluye, la participación activa a través de la
aplicación de estas estrategias en la vida y el ministerio personal y
de la iglesia.»

2. • Mantener a los creyentes ignorantes de sus engaños respecto a esta
guerra espiritual, es una estrategia efectiva de Satanás .
Pablo dice, que es importante conocer las estrategias de Satanás...
(2Cor. 2:11). Debemos entender las «bases bíblicas» de la victoria
sobre Satanás y su ejército, para desarrollar un combate inteligente.
2 Corintios 2.11 (RVR60) para que Satanás no gane
ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus
maquinaciones.

3. • UN Principio Clave para el entendimiento de la
guerra espiritual es : Reconocer que todas las batallas
de la vida, sean físicas, espirituales, emocionales,
mentales, financieras o con personalidades humanas
son solamente señales exteriores de una causa
espiritual.
Ejército de Cristo

4. 1.Dios tiene un plan para enrolar sus soldados para la guerra espiritual.
Este plan se centra en dos (2) conceptos básicos: ARREPENTIMIENTO de
Pecados y CONVERSIÓN hacia Dios (Justificación), fundamento imprescindible
para la victoria de la iglesia sobre Satanás.
2. Cuando el soldado de Jesús peca, cae bajo la esclavitud
espiritual del poder de Satanás .ATÁNDOLE Y
NEUTRALIZÁNDOLE EN EL PODER QUE CRISTO LE HA DADO, y
NADA NI NADIE podrá librarle, SOLO EL PODER DE JESUCRISTO
mediante el ARREPENTIMIENTO, CONVERSIÓN y RECIBIR
PERDÓN DE PECADOS lo REDIME, rescatándole para Él. (Ro.
6:16, 17, 20; Gál. 4:7; Ti. 3:3; 2Pe. 2:19, Hech. 3:19; Sal. 142:7).

5. Romanos 6.16–17 (RVR60)
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois
esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la
obediencia para justicia? 17Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del
pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual
fuisteis entregados;
Gálatas 4.7 (RVR60) Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también
heredero de Dios por medio de Cristo.
Tito 3.3 (RVR60) Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes,
extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia,
aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
Hechos de los Apóstoles 3.19 (RVR60) Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean
borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de
refrigerio,

6. Salmo 142.7 ( Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;
Me rodearán los justos,
Porque tú me serás propicio.
3. El pecado, es la ÚNICA condición espiritual que CONVIERTE al soldado de Cristo en
CAUTIVO de Satanás.
El pecado, es el propósito final de Satanás en el soldado de Cristo, y para ello utiliza la
MENTIRA y el ENGAÑO, estrategia que desde Edén le sigue dando buenos resultados.
4. «Pero Satanás se levantó contra Israel, e INCITÓ a David a que hiciese censo de
Israel…¿Para qué procura mi señor esto, que será para pecado a Israel? …Más la
orden del rey pudo más que Joab». (1 Cró. 21:1, 3, 4)
«Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué LLENÓ Satanás tu CORAZÓN para que MINTIESES al
Espíritu Santo, y SUSTRAJESES del precio de la heredad…No has MENTIDO a los
hombres, sino a Dios.?» (Hch. 5:3, 4b)
«Y cuando cenaban, como el diablo YA HABÍA PUESTO EN EL CORAZÓN de
Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase,…»

7. «POR ESTO los hijos de Israel NO PODRÁN HACER
FRENTE A SUS ENEMIGOS, sino que delante de
sus enemigos volverán la espalda, POR CUANTO
HAN VENIDO A SER ANATEMA; NI ESTARÉ MÁS
CON VOSOTROS, SI NO DESTRUYEREIS EL
ANATEMA de en medio de vosotros…no podrás
hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis
quitado el anatema de en medio de vosotros»
(Josué 7:12-13)