Panel de hogares - indicadores de cambio de operador móvil 19.05
El cambio de la televisión
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Tablet, Móvil, Tele, Ordenador: los contenidos
omnipresentes
Casi 20 años han pasado desde que Nicholas Negroponte augurara que en el
futuro no habría distinción entre la televisión y los ordenadores. Mucho ha
llovido desde entonces, pero lo que parece claro es que su profecía ha
terminado por cumplirse y que la convergencia en los usos de los dispositivos
junto con la irrupción de Internet ha cambiado para siempre el panorama de
los medios tal y como muchos de nosotros lo habíamos conocido.
Así, la televisión está cambiando desde un modelo tradicional -en el que las cadenas marcaban las
directrices a seguir y la experiencia del consumidor era inflexible- a un modelo en el que los nuevos
agregadores permiten a los consumidores decidir qué quieren ver y elegir y mezclar sus propios
servicios. Todo apunta a la consolidación de un nuevo modelo, de un nuevo paradigma en el que le
consumidor toma las riendas.
Según un estudio realizado por Ericsson1 sabemos que el consumo de televisión en streaming se
acerca al consumo lineal de televisión: el 75% de los entrevistados declaran consumir vídeo en
streaming varias veces a la semana, mientras que el 77% consume televisión lineal con la misma
periodicidad.
Por otro lado, el incremento de las suscripciones a servicios de vídeo on demand está dinamizando
el aumento de visionado de contenidos audiovisuales. La IAB, por su parte, en su 2ª Estudio sobre
televisión conectada2, afirma que 1 de cada 4 usuarios (24%) declara ver menos televisión
tradicional desde que posee una televisión conectada. Además, el 30% de los usuarios ha dejado de
ver por completo en televisión tradicional los programas que puede ver en televisión conectada.
Definitivamente el contenido es el rey. En el pasado, la televisión era la única plataforma a través de
la cual se podía acceder a contenidos de vídeo. Hoy, casi cualquier contenido puede ser consumido
en cualquier plataforma. Los servicios de suscripción de VOD (vídeo on demand) como Netflix han
cambiado radicalmente el negocio, así como la aparición y uso de grabadores (DVR) que permiten
decidir cuándo y cómo se consume el vídeo. Esto ha incidido directamente en la cantidad de vídeo
consumido. O si no, que se lo digan a los amantes de los maratones de series. Es decir, no hay
grandes barreras de entrada al consumo masivo de una serie de televisión (todas las temporadas
incluidas). A la disponibilidad de contenidos en términos de volumen, hay que añadir la accesibilidad
desde multitud de plataformas, casi en cualquier momento.
Por otra parte, el consumo de televisión se ha mantenido constante en los últimos años, mientras
que ha crecido el consumo de contenidos audiovisuales en dispositivos móviles, en detrimento del
consumo en ordenadores de sobremesa.
Una tendencia interesante que se detecta es el denominado place shifting: ver en continuidad un
mismo contenido a través de diferentes dispositivos (empezar viendo un episodio de una serie por
ejemplo en el móvil, mientras voy en el metro, continuar viéndolo en mi (smart) TV y ver cómo
termina en la tablet). Un 36% hace esto al menos una vez a la semana. Pese al claro incremento en el
consumo de vídeo, las principales barreras para consumir vídeo en movilidad están relacionadas con
1
An Ericsson Consumer Insight Summary Report, September 2014
2 2º Estudio sobre televisión conectada, IAB, 2014
2. 2
factores de coste: o bien la tarifa de datos es cara, o lo es el servicio de suscripción.
La prueba de este fenómeno convergente y cambiante en la planificación de medios es que en las
agencias ya no hablamos de inversión en televisión y de inversión en internet de forma
independiente, hablamos de inversión en audioviosual, donde la publicidad en vídeo on line ha
tomado gran protagonismo, ya que se ha constituido como el complemento perfecto para optimizar
la cobertura incremental de una campaña lanzada de forma principal en televisión o para alcanzar
en Internet a aquellos que son impactados en televisión con frecuencias bajas.
Llegados a este punto, desde luego que no sabemos cómo será el futuro de los medios, pero si de
algo estamos seguros es que será apasionante.