El pasado 2 de febrero se abrió una puerta a la esperanza para Pablo Ibar, cuando el Tribunal Supremo de Florida anuló la condena a muerte de Seth Peñalver, procesado junto a él por un triple crimen que jura que no cometió. 23 febrero 2006 Noticias de Gipuzkoa
Proyecto por la Regionalización y la Función Municipal
Esperamos que el Supremo de Florida anule la condena a muerte de Pablo antes del verano
1. 8 SOCIEDAD GIPUZKOA Noticias de Gipuzkoa Domingo, 26 de febrero de 2006
C Á N D I D O I B A R
PADRE DE PABLO IBAR, CONDENADO A MUERTE EN ESTADOS UNIDOS
“Esperamos que el Supremo de Florida anule la
condena a muerte de Pablo antes del verano”
El pasado 2 de febrero se
abrió una puerta a la espe-
ranza para Pablo Ibar, cuando
el Tribunal Supremo de Flori-
da anuló la condena a muerte
de Seth Peñalver, procesado
junto a él por un triple crimen
que jura que no cometió.
Su padre, Cándido, espera
que él siga la misma suerte
JONE GUINDO
Cándido Ibar vive en Georgia (Atlan-
ta), a siete horas en coche de la pri-
sión en la que se encuentra su hijo.
El hermano del mítico boxeador zes-
toarra José Manuel Ibar Urtain con-
fía en que en un plazo no superior a
cuatro o cinco meses se levante la
pena capital que pesa sobre Pablo y
pueda celebrarse un nuevo juicio, en
el que quede probada la inocencia de
su hijo. Mientras tanto, vive volcado
en su trabajo de carpintero y asegu-
ra que hace tiempo que, ni siquie-
raporafición,juegaalapelo-
ta, el deporte que le llevó
a dar el salto de Zes-
toa a Estados Uni-
dos, mientras su
h e r m a n o
triunfaba en
el ring.
Hace unas
semanas se armó un revuelo impor-
tante, cuando saltó a los medios la
falsa noticia de que se había anu-
lado la condena a muerte de su hijo.
¿Cómo vivieron ese momento?
Parece ser que un periodista de Flo-
rida entendió mal a la mujer de mi
hijo, Tanya, y difundió que era
Pablo y no su compañero quien se
había librado de la pena de muerte.
Nosotros nos dedicamos a aclarar a
todos los que nos llamaron que se
estaban confundiendo. No nos lle-
vamos ninguna desilusión porque
sabíamos desde el principio que no
era verdad, aunque sé que mi fami-
lia de Zestoa sí llegó a creer que al
que le habían anulado la condena
era a Pablo. En una hora atendí más
de 40 llamadas procedentes de Espa-
ña. No puedo imaginar qué pasará
el día en que la noticia sea verdad.
Ójala llegue pronto ese momento.
¿Tienen esperanzas de que el caso
de Pablo siga el mismo camino?
Eso esperamos. Si la justicia fun-
ciona, por la misma
razón que se han considerado dudo-
sas las pruebas aportadas para con-
denar al compañero de mi hijo, se
reconocerá que las que han servido
para inculpar a Pablo no son váli-
das.
¿Cuándo espera que se resuelva la
apelación de su hijo?
Por lo que nos ha dicho el abogado,
parece que el Tribunal Supremo de
Florida puede emitir un fallo antes
de irse de vacacioness. Puede que
la sentencia esté al caer o que tarde
entre cuatro o cinco meses.
Y será el inicio de un nuevo proce-
so...
En el mejor de los casos, Pablo sal-
drá del corredor de la muerte, irá a
otra prisión y podrá someterse a un
nuevo juicio. Suponiendo que todo
salga bien, nadie nos quita dos años
más de espera. Ya sólo nos queda
una baza y tenemos que jugarala
bien. Yo me estoy haciendo viejo y
hay veces en las que pienso que pue-
de que no vea a mi hijo en la calle.
Son más de diez años de sufrimien-
to acumulado.
¿Cómo ha recibido su hijo la noticia
de que se ha levantado la pena de
muerte sobre su presunto cómplica?
Está más animado. Sería un golpe
muy duro que a él no le pasara lo
mismo. No queremos hacernos
falsas esperanzas, pero es ine-
vitable ilusionarse.
¿Cómo es su día a día en el
corredor de la muerte?
Está en una celda de tres
por seis pies. Dos veces a la
semana le dejan salir una
hora para jugar a basket.
Le despiertan a las cinco
para darle un pequeño
desayuno, a las 11 almuer-
za y entre las 4 y las 5 cena.
Se dedica a leer y contestar
la correspondencia que
recibe, la mayoría proceden-
te de España. Hace series de
500 abdominales para mante-
nerse en forma, colgando una
sábana de la puerta para ayudar-
se. Tres veces a la semana le dan
cinco minutos para
ducharse. La mayor ale-
gría la recibe los sába-
dos, cuando va a
visitarle su mujer,
su hermano
Michael, yo...
Podemos verlo
de nueve a tres,
“Si Pablo sale de la
cárcel, regresaré con mi
familia a Zestoa. Todos
tenemos ganas de
iniciar una nueva vida”
“Ya sólo nos queda una
baza y tenemos que
jugarla bien. Si hay un
nuevo juicio, se alargará
al menos dos años”
C R O N O L O G Í A
● Diciembre de 1968. El mismo
año que Urtain debuta en el boxeo,
su hermano Cándido Ibar llega a
Estados Unidos y triunfa como
jugador profesional de cesta punta.
● Abril 1972. Nace Pablo Ibar, fruto
del matrimonio de Cándido con su
primera mujer, Cristina Casas, de la
que se separa en 1983.
● Junio de 1994. Se produce el tri-
ple crímen del propietario de un local
nocturno de Florida relacionado con
el narcotráfico y dos modelos que se
encontraban en su domicilio. Una
cámara de seguridad capta 22 minu-
tos de imágenes en las que se apre-
cia a dos individuos con la cara tapa-
da que cometen los asesinatos.
● Julio de 1994. Ibar es detenido y
acusado de estos asesinatos por su
parecido físico con uno de los hom-
bres que aparecen en el vídeo, a
pesar de la mala calidad de las imá-
genes. El procesado niega en todo
momento su participación en el crí-
men.
● Abril-Diciembre de 1997. Primer
juicio. Tras 9 meses de deliberacio-
nes, el jurado no alcanza un veredic-
to unánime, por lo que el proceso es
considerado nulo. El segundo acusa-
do, Seth Peñalver, sigue la misma
suerte que Pablo Ibar.
● 1999. El sobrino de Urtain se casa
con Tanya Quiñones, su novia de
adolescencia, que declaró en el juicio
que estuvo con él la noche que ocu-
rrieron los hechos de los que se les
acusa. Este año Seth Peñalver es
declarado culpable y condenado a
muerte. El juicio a Pablo Ibar se pos-
pone por problemas personales de
su abogado defensor.
● 2000. Se celebra el juicio a Pablo
Ibar, que es condenado a muerte a
pesar de que no hay pruebas de
ADN, huellas dactilares o pelos
tomados en el lugar de los hechos
que prueben su participación en los
asesinatos. El joven ingresa en el
corredor de la muerte de la peniten-
ciaria de Raiford, en el norte de Flo-
rida. Para apelar la sentencia, la
familia decide contratar los servicios
del abogado Peter Raven, que en
2003 logró la puesta en libertad de
Joaquín José Martínez, sobre el que
también pesaba la pena capital.
● Febrero de 2006. El Tribunal
Supremo de Florida anula la conde-
na a muerte de Seth Peñalver por la
debilidad de las pruebas en las que
se basa su condena a muerte y
ordena que se repita el juicio. La
familia Ibar espera una resolución
similar para Pablo antes del verano.
Ibar durante una visita. FOTO: EITB
“No me arrepiento de
haberme marchado a
EEUU, aunque a veces
lamento no haber
regresado a tiempo”
FOTO: EFE
en una sala con un montón de
mesas para otros familiares, donde
hay máquinas de hamburguesas
para que podamos comer algo con
él. Para Tanya, su esposa, los viajes
ya forman parte de su rutina. Todas
las semanas coge el avión para ver-
lo. Tiene mérito que una chica de 29
años siga esperándole.
¿Cuánto dinero necesitarán para
seguir contando con los servicios
del abogado Peter Raven si se cele-
bra un nuevo juicio?
Hemos necesitado 160.000 dólares
para la apelación, y calculamos que
para lo que llega después hará fal-
ta al menos el doble.
¿Cómo es el trato con un aboga-
do-estrella?
Raven es muy tratable y bastante
humano, comparado con otros, que
te tratan como un expediente más.
Nunca ha dejado de atendernos
cuando hemos acudido a él. Ade-
más, está convencido que Pablo
jugó con su su hijo al fútbol cuando
eran jóvenes. Yo no consigo acor-
darme, pero él está seguro.
¿Cómo se plantean la vida cuando
acabe este suplicio?
El día que Pablo salga a la calle ten-
go pensado volver con mi famlia a
casa. Yo tengo muy claro que quie-
ro morir con los míos, en Zestoa. Y
si estuviera en el pellejo de Pablo,
no me lo pensaría dos veces. Tal
como le han tratado, no me queda-
ría ni un día en Estados Unidos.
Además, su mujer está enamorada
de España. Es muy probable que
ellos también inicien una nueva
vida fuera de Florida. Todos tene-
mos ganas de hacerlo.
¿Se ha arrepentido alguna vez de
haber abandonado Euskadi?
No me arrepiento de haber venido
a Estados Unidos, aunque a veces sí
lamento no haber regresado a tiem-
po. Pero no hay vuelta atrás y no tie-
ne sentido pensar mucho en eso.