La violencia física impregnó la cultura bárbara y era aceptada como forma de control social y resolución de conflictos. Tanto la violencia privada como la estatal estaban legitimadas, y el castigo corporal era común en las escuelas y el hogar, donde los padres tenían un poder casi absoluto sobre los hijos. La sociedad veía con indiferencia e incluso comprensión los actos violentos entre individuos.
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
La violencia en el siglo xix
1. La violencia física
En la cultura bárbara la violencia física
impregnó todo. Era la forma de controlador
social.
Hubo una violencia privada y una estatal que
recibió su legitimación legal y moral.
Este es el reinado del castigo del cuerpo, la
forma de poder más obvia y elemental.
2. La violencia física privada
El uso del cuchillo era irremediable y se
mataba a un hombre por cualquier antojo.
Los niños jugaban a las batallas porque era lo
que veían de los mayores, y estos juegos a
menudo eran peligrosos.
El reglamento de las escuelas pública
prohibía: “llevar los niños navajas u otros
instrumentos punzantes o cortantes”
Los crímenes frecuentemente quedaban
impunes y contaban con la complicidad de la
sociedad
3. “La indiferencia o simpatía de la sociedad hacia
los “asesinos” más bien parece comprensión
de que la violencia física es un método legítimo
de ejercer poder, natural, además, en una
cultura del cuchillo-herramienta y del cuchillo-
arma de combate, una forma admisible de
dirimir los conflictos individuales. El duelo a
facón, versión criolla del lance caballeresco,
sólo difería de éste en el instrumental: el
fundamento era el mismo: la violencia física era
moral, tan moral como hoy nos puede parecer
ejercer sobre otro presión psicológica, hecho
que practicamos todos los días.”
4. Los niños y la vagancia
En 1837 la vagancia de los niños y sus
juegos, ocasionó que se pidiera a la Policía
su intervención:
Ordenó apresar a los muchachos hasta que
sus padres los reclamaran. Si reincidían eran
colocados en un taller de artes y oficios.
Se usaba la coacción física para lograr la
concurrencia de los niños a la escuela.
5. Los padres y los hijos
Los padres habitualmente castigaban
físicamente a sus hijos y daban la potestad
al maestro para hacer lo mismo, incluso se
lo pedían.
El padre gozaba de poderes casi absoluto. Era
un Dios al que se respetaba y adoraba.
El desapego paterno hacia los hijos era
común. Los comerciantes ricos solían
mandar a sus hijos a estudiar al exterior
desde temprana edad.
6. La cultura bárbara y la escuela
“La violencia física del maestro, clave del
sistema pedagógico 'bárbaro', no se agotaba
en el castigo del cuerpo del niño, se ejercía
también sobre el alma. Por eso era que el
método elegido para dominar la inteligencia
del educando era apresarla: el estudio se
hacía en base a ejercicios memorísticos, el
aprendizaje de respuestas que debían
decirse exactamente (…) incluso con las
inflexiones en el tono de voz que los signos
de puntuación indicaban”
“La letra con sangre entra” (dicho de la época)
7. El castigo de los maestros y padres era
externo, corporal, sin limitar interiormente sus
tendencias innatas al juego.
La 'barbarie' fue el reinado de las bandas y de
las travesuras. El juego preferido era el de
recrear los levantamientos políticos entre
blancos y colorados.