Este documento resume los principales fundamentos morales desde una perspectiva filosófica. Define la templanza como el punto medio entre el libertinaje y la insensibilidad, y la fortaleza como la virtud que permite soportar y atacar frente a las adversidades. Explora conceptos como la libertad, la equidad, la justicia y la prudencia, analizando sus definiciones, evoluciones históricas y tipos. Concluye que estos fundamentos morales establecen los parámetros éticos para medir la conducta humana y determinar el bien.
3. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 2
1.INTRODUCCIÓN
Indudablemente los pensamientos éticos están íntimamente ligados a la
condiciones étnicas socio-culturales que van a incidir de manera directa en la
justicia y la autodeterminación de los seres humanos que son los únicos
elementos de nuestro mundo que pueden participar en estos.
Este trabajo tiene como meta orientar a todos los alumnos del curso de
Filosofía y Ética Profesional que lo lean, sobre el comportamiento ético de la
autodeterminación moral.
2.FUNDAMENTOS MORALES
Para hablar de los fundamentos de la moral debemos remontarnos a tiempos
donde los filósofos y pensadores de la humanidad fueron estableciendo los
parámetros para poder medir en realidad cual es la verdadera definición de la
moral y de donde esta proviene definiendo límites que nos dan las pautas,
siempre pensando que está íntimamente ligada a la ética.
Llegamos al siglo XXI con un problema de doble moral, la diferencia socio
culturales y étnicas y el derecho a la vida tan defendido hoy en día donde la ética
se entiende como un hecho político y la globalización que excluye a la mujer, es
bien difícil hablar de ética y de moral ya que hay una diversidad de criterios éticos
en vigencia.
2.1. TEMPLANZA
La templanza es el Punto medio entre el libertinaje y la insensibilidad.
Consiste en la virtud de la moderación frente a los placeres y las
penalidades.
4. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 3
Es considerada una virtud especial en la mayoría de las
clasificaciones de la ética tradicional. Aristóteles se ocupa de ella
explícitamente. Santo Tomás de Aquino la incluye como una de las
cuatro virtudes morales cardinales, después de la prudencia, la justicia y
la fortaleza; como toda virtud moral, se considera un justo medio entre
dos extremos viciosos, en este caso la insensibilidad y la intemperancia.
La templanza es la virtud cardinal que recomienda moderación en la
atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes
creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene
los deseos en los límites de la honestidad. En un sentido más amplio, los
académicos la definen como sinónimo de «moderación, sobriedad y
continencia».
Del latín temperantia, la templanza está relacionada con la sobriedad
o moderación de carácter. Una persona con templanza reacciona de
manera equilibrada ya que goza de un considerable control sobre sus
emociones y es capaz de dominar sus impulsos.
Es la virtud racional del control, que regula y modera al hombre
trabajador ante la debilidad de cometer acciones que pongan en riesgo
su bienestar y lo coloca en los límites de la honestidad. Significa también
sobriedad, moderación y discreción ante las pasiones.
La virtud de la fortaleza está ya presente en el pensamiento ético
griego. Designa, según las circunstancias, la fuerza de ánimo frente a
las adversidades de la vida, el dominio de las pasiones, la capacidad de
imponerse en la dirección de la cosa pública. Aristóteles, en la Ética a
Nicómaco, pone de relieve dos funciones fundamentales de la fortaleza:
soportar y atacar.
5. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 4
Tomás de Aquino se inspira directamente en la concepción
aristotélica, introduciendo con todos sus derechos a la fortaleza en el
cuadro de la reflexión cristiana, entendiéndola bien como energía dirigida
a vencer el miedo que se deriva de la presencia del mal o bien como
ánimo para enfrentarse contra el mal y derrotarlo. La fortaleza se opone
por tanto a la pusilanimidad y a la inconstancia y tiene su sello supremo
en el acto del martirio.
En la época moderna se ha venido afirmando una concepción limitada
de la fortaleza, en cuanto que la moral burguesa hace coincidir la
resistencia contra el mal con una especie de pasividad dominada por el
resentimiento.
Esta concepción engendra, por otra parte, la tendencia opuesta a
exaltar el anticonformismo y el simple coraje físico, confundiendo la
fortaleza con una actitud militarista.
Así pues, es necesario redefinir hoy sus contornos aprovechando las
lecciones del pasado y abriéndose a las nuevas condiciones de vida
personales y sociales. Frente a las continuas amenazas a que se ve
sometida la vida, tanto biológica como moral, crecen las situaciones de
ansia y de angustia. El riesgo de perder la identidad y de caer en el sin-
sentido exige que la fortaleza sea ante todo lucha por la defensa de la
propia dignidad de hombres. Por otra parte, las situaciones de creciente
injusticia y de desequilibrio económico suponen que tiene que traducirse
en una forma concreta de proyección en lo social, dirigida a dar una
solución a los graves problemas que pesan sobre la vida civil, tanto a
nivel nacional como mundial. La fortaleza es capacidad de reaccionar
ante las situaciones deshumanizantes y empeño en promover, en todos
los ámbitos, los derechos humanos fundamentales.
6. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 5
2.2. LA FORTALEZA
2.2.1. Definición
Si la prudencia y la justicia determinan el bien y lo ejecutan,
la fortaleza y la templanza conforman el “êthos” (carácter) del
sujeto.
La fortaleza tiene, según Santo Tomás, dos vertientes:
aguanta y emprende. Da más importancia a la primera por lo
que supone de continuidad en el esfuerzo, en tanto que el
emprender sucede impulsivamente.
Aquí se trasluce el influjo estoico (aguanta y abstente)
sobre la escolástica. Pues el concepto aristotélico de fortaleza
dista mucho de ser defensivo: Su ideal de valentía y virilidad
desconoce el pasivo “aguante”.
La fortaleza escolástica sintetiza dos virtudes distintas para
los griegos, aunque afines: la “andreia” (fortaleza propiamente
dicha) y la magnanimidad. Aristóteles concibe la
magnanimidad como el “ser o creerse capaz de grandes
empresas”. Pero si en él se manifiesta como espíritu de
conquista para adquirir honores, en los estoicos tomará ya un
matiz negativo, pesimista de virtud a la defensiva, frente a un
mundo hostil.
En el cristianismo, la magnanimidad significa grandeza
interior del hombre en cuanto criatura, lo cual demanda un
efecto exterior, el honor. Es la manera racional de esperar
aquellos bienes naturales, de cuya consecución nos sentimos
capaces. La magnanimidad, como todo hábito, pertenece al
orden de la praxis “agere”, obrar); si la consideramos en la
orden de la “poiesis” (“facere, hacer otras cosas), resulta la
magnificencia.
7. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 6
Según investigaciones sociológicas, la economía de la
donación, montada sobre la magnificencia, es anterior a la
economía burguesa-mercantil del contrato individual, del “do ut
des” (doy para que des).
Señalemos también que la magnanimidad en sentido
griego era de difícil asimilación para el espíritu cristiano con su
valoración de la humildad y el “comptemptus mundi” (desprecio
del mundo). Dos virtudes cristianas que, por otra parte, suenan
bastante raras al hombre secularizado de hoy.
2.2.2. Valoración histórica y virtudes adyacentes.
La valoración histórica de la fortaleza apenas ha sufrido
vaivenes, ya que en los griegos fue una virtud cardinal.
Aristóteles la define como el justo término medio entre la
temeridad y la cobardía. Platón la funda en el estrato vital del
“thymos”: vida, apetito, ánimo.
La fortaleza ha sido estimulada, sobre todo, por el Estado
guerrero. Aristóteles habla de una “fortaleza cívica”,
consistente en arriesgarse por mantener las propias
convicciones.
La transcendencia de la fortaleza se ha puesto de relieve
en el existencialismo. Según Marcel, sólo en el compromiso
total (“engagement”) se nos revela lo más profundo de la
realidad, y en especial la humana. Pero para tal compromiso
se precisa valentía. Jaspers señala que las relaciones
humanas sólo alcanzan su plenitud y autenticidad cuando el
hombre se abre y se entrega corriendo el riesgo de ser
ridiculizado y desdeñado. La franqueza supone ánimo y
valentía. Lo mismo necesita el hombre para encararse consigo
mismo y romper la costra de la “mala fe” (Sartre).
8. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 7
Si el ánimo es siempre para algo, activo, la fortaleza, en
cambio, es pasiva, se muestra resistente. Lo contrario de la
fortaleza o valentía es la cobardía, ceder al miedo, no atreverse
al compromiso. Lo contrario de ánimo, en cambio, es el
desánimo, cansancio, abatimiento, timidez, poquedad. El
desánimo parece, pues, debilidad, más que falta moral. El
ánimo, por tanto, brota de la vitalidad, la fortaleza tiene que ser
adquirida.
El ánimo admite un término medio, para no caer en la
presunción, osadía, ligereza, frivolidad. La fortaleza en cambio,
como represión de la debilidad, es absoluta, no admite término
medio.
La audacia se distingue del ánimo en que pertenece al
proyecto y no a la realización, de una empresa; consiste en un
comportamiento (guerra, negocios, ciencia…) que, confiando
en la fuerza de lo bien pensado, avanza en el terreno de lo no
comprobado todavía por la experiencia. Degeneración de la
audacia es la insolencia; y, sobre todo, la temeridad. Insolencia
es siempre la pretensión de un subordinado frente al
representante de una autoridad (adulto, maestro, jefe…)
La constancia está íntimamente relacionada con la
fortaleza; preserva al hombre de las influencias exteriores que
pretenden moverle a abandonar sus propósitos. Por eso se
relaciona con la fidelidad. Es más pasiva que la fortaleza; se
acredita mejor en la paciencia y resistencia que en la acción.
La constancia, según Santo Tomás, está más relacionada con
la perseverancia, que con la paciencia; es, añade, la virtud
propia del héroe, junto a la magnanimidad. Tuvo gran
importancia en el mundo romano, Edad Media y Barroco.
9. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 8
La discreción es la actitud nacida de una determinada
responsabilidad y debe ser realizada en un esfuerzo
consciente; corresponde a una situación profesional. La
tolerancia es una virtud tardía (después de la Reforma) que se
ha formado primero en el terreno profesional. “En este sentido,
la tolerancia es, de hecho, una difícil virtud que hay que
adquirir, que sólo surge en las culturas ya maduras y cuya
pérdida puede ser un signo infalible de la caída en una nueva
barbarie”.
2.3. LIBERTAD
El término libre deriva del vocablo latino liber, que significa «libre»,
aunque también alude a la persona con capacidad de procrear, algo
similar a lo que hoy día nombraríamos como adulto. Liber era, pues, el
sujeto que se incorporaba a la vida en comunidad. Su libertad le
obligaba, sin embargo, a cumplir con ciertos deberes como ciudadano,
como «cabeza de familia», pero para la sociedad de la época, el hombre
libre era, en primer lugar, el que no poseía la condición de esclavo, era
dueño de sus actos y responsable de los mismos ante la comunidad y
las leyes. La libertad se entendía, en este caso, como la posibilidad de
poder tomar decisiones y llevar a cabo acciones sin imposiciones
externas.
Existen, pues, dos sentidos básicos del término libertad:
• Libertad negativa, entendida como limitación. Se produce
cuando un individuo no encuentra oposición para realizar algo.
Es el sentido que se deriva de frases como: «Puedes irte, nadie
te lo impide, eres libre». Las limitaciones físicas no influyen.
Nadie suele sentir como falta de libertad la imposibilidad de
pasear tranquilamente durante horas por el fondo del mar o de
volar para no coger el metro. Es más, se suele decir que somos
libres para intentarlo y sufrir las consecuencias.
10. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 9
• Libertad positiva, entendida como un poder hacer. Se refiere a
la capacidad que tiene un sujeto de poder llevar a cabo una
acción, de elegir esto o lo otro. Define en qué sentido somos
dueños de nuestras acciones o no lo somos. Una persona puede
decidir ir a una fiesta en lugar de estudiar la P.A.U. Es libre de
hacerlo.
11. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 10
2.4. EQUIDAD
2.4.1. DEFINICIÓN
El término equidad hace
referencia a la igualdad de
ánimo. El concepto se utiliza
para mencionar nociones de
justicia e igualdad social con
valoración de la
individualidad. La equidad
representa un equilibrio entre
la justicia natural y la ley positiva.
2.4.2. CONCEPTO
Intenta promover la igualdad, más allá de las diferencias en
el sexo, la cultura, los sectores económicos a los que se
pertenece, etc. Es por ello que suele ser relacionado con la
justicia social, ya que defiende las mismas condiciones y
oportunidades para todas las personas, sin distinción, solo
adaptándose en los casos particulares.
12. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 11
2.4.3. TIPOS
EQUIDAD DE DERECHO: Dentro de la Ciencia del
Derecho el valor de equidad adquiere una gran
importancia. Si bien no responde a una de las fuentes
de Derecho suele ser utilizada como un medio o técnica
para corregir la ley. Esta herramienta permite adaptar la
norma a las necesidades particulares de cada caso. Es
decir que la ley se aplica según ciertas circunstancias.
EQUIDAD ECONÓMICA: Desde las Ciencias
Económicas se habla de equidad como la justicia que
debe aplicarse al tratamiento de impuestos de las
personas. Esto quiere decir que las cargas impositivas
deben variar según cada caso particular para alcanzar
verdaderamente la equidad.
EQUIDAD DE GÉNERO:
Se hace referencia a la
igualdad y justicia, en la
que las personas sin
importar su sexo, puede
hacer valer sus derechos y
poseen las mismas oportunidades y responsabilidades.
POLÍTICA DE EQUIDAD SOCIAL:
Se hace referencia a:
Salud, es decir que la misma sea asequible para
todos los habitantes de un estado.
Educación, que todo aquel que lo desee posea la
oportunidad de acceder a los tres niveles de educación.
Oportunidades laborales, que sean puestos
dignos.
13. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 12
Las condiciones de vida, son también
elementales, y no solo hacen referencia a una buna
vivienda, sino que también acceso a agua potable,
electricidad, redes de desechos cloacales etc.
Por ejemplo, de equidad:
Si una empresa se encuentra en una situación monopólica,
tendrá la capacidad de fijar los precios de sus productos o
servicios a su antojo. El gobierno, por su parte, deberá
establecer las condiciones necesarias para que la actividad
comercial se realice con equidad.
2.5. JUSTICIA
2.5.1. Noción
Tres dimensiones tienen la justicia o ajustamiento en el
pensamiento griego, según esté realizada:
a) Por los dioses y el destino
b) Por un hombre respecto a otro (justicia propiamente
dicha)
c) Por el hombre respecto a las partes de su alma (justicia
en sentido platónico), que solo metafóricamente puede
ser considerada justicia.
Si la justicia es “el hábito consistente en la voluntad de dar a
cada uno lo suyo”. Ello implica que hay un orden objetivo
ontológico, anterior a la virtud de la justicia. Por eso, Santo
Tomás estudia antes el derecho, objeto de la justicia.
14. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 13
La justicia no es, pues, un ideal, sino la realización de algo
objetivo, real. Si la fortaleza y la templanza pueden
considerarse subjetivas, pues se ordenan al sujeto, la justicia
es tan objetiva como la prudencia, si ésta determina el orden
realmente justo, aquella lo realiza.
La ética aristotélico- tomista habla sobre especies y partes
subjetivas de la justicia. Pero de la justicia no se hablará hasta
el siglo XIX. Esas dos especies son la justicia conmutativa
(orden de las partes respecto a las partes) y la distributiva
(orden del todo respecto a las partes).
Modernamente, amenazan a la justicia dos escollos. El escollo
marxista de creer que la realización perfecta del “a cada uno lo
suyo” va a traer la “edad de oro” de la humanidad;
efectivamente, ello garantizará la dignidad personal, pues el
hombre necesita un mínimo de bienes para realizarse y
perfeccionarse; pero esto no basta para la felicidad del hombre.
El otro escollo es el de un espiritualismo farisaico (bastante
común en los países católicos latinos) que postergan la justicia
y la dignidad humana en aras de una caridad malentendida,
pues esta ha de ser complemento de aquella, no un
sucedáneo.
2.5.2. Evolución histórica.
Desde Platón, la justicia es considerada como la virtud
suprema. Pero analizada de cerca dicha supremacía, al pronto
se torna problemática desde muchos ángulos de vista. Así, por
ejemplo, si se la compara con la virtud del amor, pierde su
supremacía, debiendo supeditase a él. Lo mismo ocurre si se
considera que para que se dé la justicia se requiere una
relación entre varios hombres. El hecho, por tanto, de que en
la tradición platónico-aristotélica haya ocupado la justicia un
primer puesto, supone, sin duda, una determinada concepción
del hombre que hemos de tener en cuenta.
15. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 14
La justicia platónica consiste en el justo equilibrio entre las tres
partes del alma: la racional, la irascible y la concupiscible.
Concepto de justicia, como se ve, completamente ajeno a la
mentalidad actual.
Y al estudiar Platón ese equilibrio en que para él consiste la
justicia, no le importa el cómo (se produce dicho equilibrio); sino
el qué (es o en qué consiste), y aquí surge el viejo ideal de la
armonía y de la medida. Por esto precisamente es la virtud
suprema, porque sirve para asignar su “justo” puesto a las
demás virtudes, como un principio general que las preside a
todas.
16. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 15
2.6. PRUDENCIA
Es la virtud
de actuar
Pretende
De forma
Justa
PrudenciaDe forma
adecuada
aas
Con
cautela
una buena atención, que
se tenga en cuenta las
competencias y el
temperamento de los
colaboradores para su
ubicación, valorando
adecuadamente sus
diferencias
Ejemplo entre un
Racional y un emotivo
En el ámbito
laboral
El racional piensa con la
cabeza, valora la lógica,
resuelve los conflictos
teniendo en cuenta lo justo y
lo correcto
El emotivo es subjetivo piensa
con el corazón, valora la
armonía y la ayuda.
Ambos son un
complemento
Ambos son un
complemento
Con conductas
imprudentes es
probable que no
solo ponga en
riesgo su propia
existencia, sino
que también
represente un
peligro parala
vida de otros.
17. FILOSOFÍA Y ÉTICA FUNDAMENTOS MORALES
Pág. 16
3.CONCLUSIÓN
Según los dilemas morales que hemos visto durante la presentación del
trabajo, llegamos a la conclusión que depende de la perspectiva de cada
individuo para poder tomar una decisión o la otra, ya que cada acción realizada
por los individuos tendrá su repercusión, esto es, una consecuencia.