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Ds
1. Necesidades sociales y algunos de sus modelos de diagnóstico.
Yesica Arciniegas Yela
Natalia Obando López
Sahara Ortega España
Alisson Rincón Ordoñez
Mary Villarreal Arteaga
Universidad Mariana
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Programa de Trabajo Social
San Juan de Pasto, Colombia
2021
2. Necesidades sociales y algunos de sus modelos de diagnóstico.
Yesica Arciniegas Yela
Natalia Obando López
Sahara Ortega España
Alisson Rincón Ordoñez
Mary Villarreal Arteaga
Trabajo presentado a la asignatura de Diagnóstico Social
Patricia Belalcázar
Docente
Universidad Mariana
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Programa de Trabajo Social
San Juan de Pasto, Colombia
2021
3. Necesidades sociales y algunos de sus modelos de diagnóstico.
La evolución de la misma sociedad ha despertado en los teóricos sociales la curiosidad de justificar
cómo se encaminan nuestras acciones, nuestros deseos, y en consecuencia cómo la búsqueda de
nuestro propio bienestar direcciona las demás acciones, asimismo entendemos que estamos
predispuestos a tener una dependencia a algo o alguien que nos genera satisfacción y bienestar, y
esta dependencia es la que consideramos como necesidad, éstas nacen y se desarrollan en lo social
lo que las convierte en factores indispensables para el desenvolvimiento individual y en la
reproducción social. Cuando se habla de unas necesidades sociales básicas directamente
entendemos que aluden a un carácter básico, que refieren a la supervivencia e integridad que tiene
el ser humano al ser considerado ser social, sin embargo algunos autores realizan una clasificación
para un mejor entendimiento, Bunge (1999) continua con unas necesidades sociales básicas y
unas necesidades secundarias las cuales señala que se basan en las preferencias o deseos y que no
son de carácter universal como las primeras, y por otro lado tenemos a Keynes (1981) quien las
clasifica en unas necesidades absolutas que se presentan en todos los individuos y las necesidades
relativas las cuales son imposibles de satisfacer ya que a medida que el ser humano evoluciona,
éstas se elevan cada vez más.
Lo que hace a las ciencias sociales ser tan interesantes y bellas es que no hay nada completamente
comprobado, los seres humanos resultan tan inciertos y ahí está el verdadero desafío, tratar de
englobar cada particularidad en un todo para así facilitar su entendimiento, es por esto que en un
tema aparentemente común y cotidiano como las necesidades sociales encontramos diferentes
modelos de diagnóstico, unos con similitudes y otros que han tomado de los primeros modelos para
fortalecerse y complementarse, en primer lugar se encuentra el modelo jerárquico de Maslow,
quien da el primer paso direccionando la investigación hacia las necesidades y la motivación,
Maslow clasifica las necesidades en dos grupos que a su vez se integran en unos determinados
niveles, en orden ascendente encontramos en primer lugar las necesidades básicas o de déficit,
integrada por niveles de la siguiente manera: 1. Necesidades fisiológicas, básicas para mantener la
vida humana y la supervivencia de la especie (alimentación, respiración, equilibrio, relaciones
sexuales); 2. Necesidades de seguridad y protección (seguridad física, en la salud, empleo,
ingresos, propiedad privada); 3. Necesidades de afiliación y afecto y pertenencia, se encuentra
el desarrollo afectivo de las personas y su nivel relacional para agruparse; 4. Necesidades de
estima, logro y reconocimiento, (respeto propio, confianza, competencia, logros, independencia);
el segundo grupo Maslow lo clasifica como necesidades de orden superior o de desarrollo,
conformada por los siguientes niveles: 5. Necesidades cognitivas, 6. Necesidades estéticas, 7.
Necesidades de autorrealización y 8. Necesidades de trascendencia; a partir de la organización
de este modelo, se entiende que el ser humano para alcanzar el segundo grupo de necesidades debe
preocuparse por escalar cada una de las necesidades biológicas, psicológicas y sociales básicas
anteriores y si no se satisfacen esto influye en su comportamiento y en su autodesarrollo; al ser el
4. primer modelo es muy propenso a ser modificado a medida que pasa el tiempo, Alderfer toma este
modelo como base pero propone otro a partir de tres niveles fundamentales: 1. Necesidades de
existencia (supervivencia que se atiende con recursos limitados), 2. Necesidades de relación
(afiliación, aceptación y contacto social) y 3. Necesidades de crecimiento (creatividad del
individuo para proporcionar un sentido de realización personal), con la característica de
frustración-regresión, es decir, contrario de lo que decía Maslow de que si no satisfacía una
necesidad se quedaba estancado en ese nivel, Alderfer plantea que, cuando un nivel de necesidad
de orden superior se ve frustrado se incrementa el deseo de la persona por satisfacer una necesidad
de nivel inferior (regresión). Dándole un giro a estos modelos aparece Elizalde con el modelo de
Desarrollo Humano, en el cual cambia el estilo de modelo jerárquico a un modelo sistémico lo que
alude a que todas las necesidades tienen el mismo rasgo de importancia, no hay jerarquía, es decir,
todas reciben atención simultanea sin embargo se puede presentar momentos de “urgencia” en una
necesidad especifica pero resultan temporales (umbral pre-sistema), Elizalde resume las
necesidades generales en unas áreas fundamentales que son: la subsistencia, protección, afecto,
entendimiento, participación, ocio, creatividad, identidad y libertad, asimismo presenta la
clasificación de los modos en que se dan respuesta a estas necesidades denominados satisfactores,
cabe mencionar que estos varían con el tiempo y la cultura, aquí encontramos cinco tipos: 1.
Destructores, quienes no satisfacen una necesidad e impide la satisfacción de otras, 2. Pseudo-
satisfactores, dan una falsa sensación de satisfacción, 3. Inhibidores, satisfacen una necesidad
pero impiden la satisfacción de otras, 4. Singulares, solo satisfacen una necesidad y son
indiferentes a las otras, 5. Sinérgicos, satisfacen una necesidad y además contribuyen a la
satisfacción simultanea de otras; con esta clasificación tan importante que nos brinda Elizalde
permite hacer un análisis crítico de la comunidad para así poder proyectar la potenciación de
recursos, igualmente cambia las perspectiva que se tiene de necesidad al presentarlas no solo como
carencia sino que pueden convertirse en potencialidades. Con estas características, el modelo de
desarrollo humano ha demostrado ser una herramienta muy útil para programas de desarrollo
comunitario, ya que su fin al ser de carácter sistémico es adoptar un enfoque integral, donde se
aprovecha y potencializa todos los características particulares de cada comunidad, de igual manera
es importante mencionar el papel que tiene el factor económico en el desarrollo de la organización
comunitaria ya que no solo es el aporte de dinero sino que además se busca el impulso hacia una
auto dependencia y el aprovechamiento máximo de los propios recursos a futuro, ventajas que el
modelo jerárquico no brinda, ya que invita a tomar las necesidades como una carencia y atenderlas
de una manera asistencial que tiende a ser temporal y no atiende las necesidades por completo,
además se debe aclarar que el modelo de Maslow no cuenta con base empírica que lo compruebe
mientras que el modelo de Elizalde si se ha comprobado en diferentes comunidades.