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DOCENTE : CARLOS SANTILLAN SALDAÑA
PROGRAMA DE ESTUDIOS : PRODUCCIÓN AGROPECUARIA
AREA : APLICACIONES EN INTERNET
SIXTO GUELAC SANTILLAN
2023-I
Photo by Marianna Lupina
TORMENTO EN LA OSCURIDAD
18 de julio del 2021, alguien toca a mi puerta es como un leve golpe
que retumba y estremece la tranquilidad de mi alma solitaria ¿Quién
podrá ser? Me preguntaba mientras que los golpes parecían hacerse
cada vez mas fuertes, dejadme tranquilo, no estoy en condición de
recibir a nadie, acaso uno no puede tener un momento de
tranquilidad, le grite, los toquidos cesaron mientras que mi alma
parecía retomar su tranquilidad, esto terminaría de pronto, los
toquidos retomaron su molesto sonido haciéndose cada vez mas
bulliciosos, me levante de golpe eh impaciente me dirigía hacia la
puerta, pero que necedad de impacientar la tranquilidad en mi
habitación refunfuñe algo molesto entre dientes, al abrir la puerta
no vi otra cosa más que la inmensa oscuridad la cual era cubierta
por una densa y espesa neblina, la frialdad de la noche azotaba mi
adormitado cuerpo y un escalofriante aire empezaba a rodearme,
como una madre a su hijo en su regazo, la luna se encontraba en el
punto más alto del firmamento mientras que las nubes la rodeaban
tratando de opacar su resplandor eh impedir que diese luz a la
negregad de la noche, vaya que noche más majestuosa susurre, sin
embargo la razón por la que me había levantado no se encontraba,
no había nada allí, por mas que mirase a cualquier lado no
lograba ver otra cosa que no sea la majestuosa oscuridad de
una noche de invierno, a lo lejos se escuchaban el graznido
de las aves nocturnas, las cuales hacían que la oscuridad
prevaleciese espeluznante, ha de ser imaginación mía
repuse dirigiéndome nuevamente hacia mi habitación,
me encontraba algo pensativo, por mas que buscaba la manera de darle
una explicación a lo ocurrido no encontraba la manera de comprender
lo que estaba pasando, ya una vez acostado volví a sumergirme en los
recuerdos, recuerdos los cuales solían visitarme cada noche en la que
me encontraba en una rotunda y despiadada soledad, mi martirio de
cada noche, la llaga que apretaba y la cicatriz que aun no sanaba por
completo eran aquellos momentos los cuales vivirían eternamente en
mi subconsciente, recuerdos tan bellos, tan solo y nada más que
recuerdos de las veces en las que fui feliz, todo aquello conllevaba hacia
lo mismo, ya que de alguna manera u otra terminaba por recordarla, con
su radiante sonrisa, su esplendida belleza y con la dulzura de siempre,
mis ojos se iluminaban por las gotas de lagrimas que brotaban de lo más
recóndito de mis recuerdos hacia ella, tenía la mirada puesta hacia el
techo, imaginaba a ella sonriéndome, era consiente que su recuerdo era
demasiado dulce. que a pesar de la amargura y el dolor de no tenerla a
mi lado me lograba hacer sonreír, la nostalgia de no poder estrecharla
con mis brazos estremecía mi corazón, todo esto se esfumaría mas
pronto de lo que me había imaginado, había algo que me estaba
regresando al mundo mortal, era el aullido de los perros los que
irrumpieron en ese momento, aullaban atemorizados, como si se verían
amenazados por algo o alguien, pero había algo más, ¡Oh! Aguarda, ay
alguien detrás de la puerta de mi cuarto, alguien esta manipulando la
puerta buscando la manera de abrirla, alguien me quiere dejar expuesto
entre mi estremecedora soledad y la frialdad de la oscura noche, estaba
angustiado mi cuerpo empezó a sudar, las rodillas me temblaban y el
temor comenzó a posesionar mi frágil cuerpo.
De pronto la puerta cedió ante la insistencia de ser abierta, un
estruendoso sonido se hizo escuchar mientras que las bisagras
rechinaban dando aspecto a una escena de ultratumba, la puerta
empezó a abrirse suavemente acompañada por el incesante rechinar
de bisagras y el peculiar aullido de los perros, quise gritar, pedir
ayuda, sin embargo mis labios no respondían, estaban inmovilizados
por el temor, no se trata mas que de una simple pesadilla pensé, y
haciendo un gran esfuerzo logre pellizcarme para de esta manera
despertarme, más al no lograr conseguirlo me percate, realmente
estaba ocurriendo, el temor se hizo aún más fuerte y la
desesperación de no poder hacer y tampoco decir nada me
conllevaron al pánico envolviéndome en un estado de angustia y
aberración, mi mirada se encontraba fija hacia la puerta, la cual ya se
encontraba abierta en su totalidad, mis ojos palpitaban y no daban ni
tan si quiera una pestañada estaba mirando con total estupefacción,
aun incrédulo de lo que estaba sucediendo, sin embargo no veía más
que la densa negregad de la noche mientras que un viento frio se
apoderaba de la habitación, al ver tal escena respire tranquilidad por
unos momentos, la cual sería alterada por el sonido del crujir de las
tablas de madera y la de unos pasos acercándose hacia mi
habitación, intente ponerme de pie eh ir y cerrar la puerta, más mi
intento resultaría una vez más inútil, puesto que mis piernas las
sentía acalambradas eh incapaces de corresponder al intento de
algún movimiento, de pronto alguien se presento en la puerta, tan
solo logre distinguir su sombra la cual se encontraba camuflada en la
oscuridad, empezó a dirigirse hacia mi a pasos lentos.
Como si me estuviese dando un poco mas de tiempo para
reaccionar, mientras que mis intentos por hacerlo eran cada vez
más inútiles, logro llegar hasta mi cama sentándose al filo de ella,
era un sujeto alto, vestía una manta negra que cubría todo su
cuerpo incluyendo la cabeza, la cual estaba protegida por una gorra,
sin embargo no lograba ver su rostro, ¿Estas listo? Me pregunto,
mientras que mis intentos de responder a tal pregunta fueron
inútiles, se puso de pie colocando su mano sobre mi frente,
quedándome profundamente dormido al instante, logre despertar
unas horas más tarde, levantándome y sentándome al filo de la
cama, pasaba mis manos por mi rostro, recordando todo aquel
suceso horrible por el cual había pasado, tratando de alguna
manera darle sentido, me levante y de inmediato me dirigí hacia la
cocina a saludar a mi madre con un abrazo, sin embargo, ella no
reaccionaba, actuaba como si yo no estuviese presente y no me
estuviese sintiendo, ¿Madre pasa algo? Pregunte, más ella seguía
en sus quehaceres si darme la más mínima importancia, me sentía
ignorado totalmente, me plantee reprochar su actitud hacia mí, sin
embargo, cuando me dispuse ah hacerlo fui interrumpido por
alguien que empezaba a llamar, ¡Mama! ¡Mama! Se dejo escuchar
una voz y ella dejando todo de lado se dispuso a salir de prisa hacia
la puerta, la voz que gritaba era la de mi hermano el cual se
encontraba en mi habitación, , mi madre haciendo caso a su
llamado subió de prisa las escaleras dirigiéndose hacia donde él se
encontraba, quedándome solo en la cocina, de pronto escuche un
fuerte sonido que venía desde mi habitación era como si algo o
alguien se hubiese desplomado. Sin pensarlo y con algo de prisa me
dirigí hacia mi habitación al llegar vi a mi madre desmayada sobre
los brazos de mi hermano, mientras que el trataba de hacerla volver
en sí, volví a escuchar unos pasos los cuales se acercaban una vez
más hacia mí, y en la puerta vi la figura de mi hermana,
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Quien acababa de despertar, y aun bostezando no lograba entender que
estaba ocurriendo, ¿Qué pasó? Pregunto, mientras mi hermano algo
molesto replicaba, acaso no logras verlo, al instante que ella se dirigía hacia
mi cama y mirando hacia ella dejo caer lágrimas, las cuales empezaron a
deslizarse por sus mejillas, yo me encontraba perplejo sin comprender nada
de lo que acontecía, decidí dirigirme hacia mi cama para lograr entender
aquel alboroto, y de pronto allí me vi acostado, con el cuerpo rígido y con el
rostro aún más pálido que de costumbre, mis pulmones estaban quietos,
como si fuesen piedras, no hacían ni el más leve movimiento, a pesar de
aquel repugnante y odioso silencio ya no se lograba percibir el leve latido
de mi corazón, empecé a llorar y a desesperarme, no es un sueño me dije,
estaba aterrado, si bien es cierto había anhelado estar en el estado en el
que me encontraba ahora, al ver el sufrimiento y el dolor que se apoderaba
de mis seres queridos me sentía completamente devastado, era algo difícil
de explicar, nuevamente sentí que empezaba a debilitarme, ahora era mi
alma la que estaba perdiendo el sentido, desplomándome así sobre la
áspera madera, no tenía idea alguna de lo qué había ocurrido y mucho
menos el tiempo que había transcurrido mientras me encontraba
inconsciente, apenas estaba recobrando el conocimiento y lograba percibir
una dulce y melodiosa voz que se dirigía hacia mí, mientras que alguien
sacudía mi cuerpo, no lograba descifrar lo que me estaba diciendo puesto
que mi cuerpo estaba algo adormitado y mi subconsciente algo confundido,
ya al regresar a mi naturalidad logre descifrar aquello que me estaban
expresando, ¡Hijo! ¡Hijo! Despierta, el desayuno ya está servido aquella voz,
era la voz de mi madre.

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Tormento en la oscuridad

  • 1. Photo by Eugenia Porechenskaya DOCENTE : CARLOS SANTILLAN SALDAÑA PROGRAMA DE ESTUDIOS : PRODUCCIÓN AGROPECUARIA AREA : APLICACIONES EN INTERNET SIXTO GUELAC SANTILLAN 2023-I
  • 2. Photo by Marianna Lupina TORMENTO EN LA OSCURIDAD 18 de julio del 2021, alguien toca a mi puerta es como un leve golpe que retumba y estremece la tranquilidad de mi alma solitaria ¿Quién podrá ser? Me preguntaba mientras que los golpes parecían hacerse cada vez mas fuertes, dejadme tranquilo, no estoy en condición de recibir a nadie, acaso uno no puede tener un momento de tranquilidad, le grite, los toquidos cesaron mientras que mi alma parecía retomar su tranquilidad, esto terminaría de pronto, los toquidos retomaron su molesto sonido haciéndose cada vez mas bulliciosos, me levante de golpe eh impaciente me dirigía hacia la puerta, pero que necedad de impacientar la tranquilidad en mi habitación refunfuñe algo molesto entre dientes, al abrir la puerta no vi otra cosa más que la inmensa oscuridad la cual era cubierta por una densa y espesa neblina, la frialdad de la noche azotaba mi adormitado cuerpo y un escalofriante aire empezaba a rodearme, como una madre a su hijo en su regazo, la luna se encontraba en el punto más alto del firmamento mientras que las nubes la rodeaban tratando de opacar su resplandor eh impedir que diese luz a la negregad de la noche, vaya que noche más majestuosa susurre, sin embargo la razón por la que me había levantado no se encontraba, no había nada allí, por mas que mirase a cualquier lado no lograba ver otra cosa que no sea la majestuosa oscuridad de una noche de invierno, a lo lejos se escuchaban el graznido de las aves nocturnas, las cuales hacían que la oscuridad prevaleciese espeluznante, ha de ser imaginación mía repuse dirigiéndome nuevamente hacia mi habitación,
  • 3. me encontraba algo pensativo, por mas que buscaba la manera de darle una explicación a lo ocurrido no encontraba la manera de comprender lo que estaba pasando, ya una vez acostado volví a sumergirme en los recuerdos, recuerdos los cuales solían visitarme cada noche en la que me encontraba en una rotunda y despiadada soledad, mi martirio de cada noche, la llaga que apretaba y la cicatriz que aun no sanaba por completo eran aquellos momentos los cuales vivirían eternamente en mi subconsciente, recuerdos tan bellos, tan solo y nada más que recuerdos de las veces en las que fui feliz, todo aquello conllevaba hacia lo mismo, ya que de alguna manera u otra terminaba por recordarla, con su radiante sonrisa, su esplendida belleza y con la dulzura de siempre, mis ojos se iluminaban por las gotas de lagrimas que brotaban de lo más recóndito de mis recuerdos hacia ella, tenía la mirada puesta hacia el techo, imaginaba a ella sonriéndome, era consiente que su recuerdo era demasiado dulce. que a pesar de la amargura y el dolor de no tenerla a mi lado me lograba hacer sonreír, la nostalgia de no poder estrecharla con mis brazos estremecía mi corazón, todo esto se esfumaría mas pronto de lo que me había imaginado, había algo que me estaba regresando al mundo mortal, era el aullido de los perros los que irrumpieron en ese momento, aullaban atemorizados, como si se verían amenazados por algo o alguien, pero había algo más, ¡Oh! Aguarda, ay alguien detrás de la puerta de mi cuarto, alguien esta manipulando la puerta buscando la manera de abrirla, alguien me quiere dejar expuesto entre mi estremecedora soledad y la frialdad de la oscura noche, estaba angustiado mi cuerpo empezó a sudar, las rodillas me temblaban y el temor comenzó a posesionar mi frágil cuerpo.
  • 4. De pronto la puerta cedió ante la insistencia de ser abierta, un estruendoso sonido se hizo escuchar mientras que las bisagras rechinaban dando aspecto a una escena de ultratumba, la puerta empezó a abrirse suavemente acompañada por el incesante rechinar de bisagras y el peculiar aullido de los perros, quise gritar, pedir ayuda, sin embargo mis labios no respondían, estaban inmovilizados por el temor, no se trata mas que de una simple pesadilla pensé, y haciendo un gran esfuerzo logre pellizcarme para de esta manera despertarme, más al no lograr conseguirlo me percate, realmente estaba ocurriendo, el temor se hizo aún más fuerte y la desesperación de no poder hacer y tampoco decir nada me conllevaron al pánico envolviéndome en un estado de angustia y aberración, mi mirada se encontraba fija hacia la puerta, la cual ya se encontraba abierta en su totalidad, mis ojos palpitaban y no daban ni tan si quiera una pestañada estaba mirando con total estupefacción, aun incrédulo de lo que estaba sucediendo, sin embargo no veía más que la densa negregad de la noche mientras que un viento frio se apoderaba de la habitación, al ver tal escena respire tranquilidad por unos momentos, la cual sería alterada por el sonido del crujir de las tablas de madera y la de unos pasos acercándose hacia mi habitación, intente ponerme de pie eh ir y cerrar la puerta, más mi intento resultaría una vez más inútil, puesto que mis piernas las sentía acalambradas eh incapaces de corresponder al intento de algún movimiento, de pronto alguien se presento en la puerta, tan solo logre distinguir su sombra la cual se encontraba camuflada en la oscuridad, empezó a dirigirse hacia mi a pasos lentos.
  • 5. Como si me estuviese dando un poco mas de tiempo para reaccionar, mientras que mis intentos por hacerlo eran cada vez más inútiles, logro llegar hasta mi cama sentándose al filo de ella, era un sujeto alto, vestía una manta negra que cubría todo su cuerpo incluyendo la cabeza, la cual estaba protegida por una gorra, sin embargo no lograba ver su rostro, ¿Estas listo? Me pregunto, mientras que mis intentos de responder a tal pregunta fueron inútiles, se puso de pie colocando su mano sobre mi frente, quedándome profundamente dormido al instante, logre despertar unas horas más tarde, levantándome y sentándome al filo de la cama, pasaba mis manos por mi rostro, recordando todo aquel suceso horrible por el cual había pasado, tratando de alguna manera darle sentido, me levante y de inmediato me dirigí hacia la cocina a saludar a mi madre con un abrazo, sin embargo, ella no reaccionaba, actuaba como si yo no estuviese presente y no me estuviese sintiendo, ¿Madre pasa algo? Pregunte, más ella seguía en sus quehaceres si darme la más mínima importancia, me sentía ignorado totalmente, me plantee reprochar su actitud hacia mí, sin embargo, cuando me dispuse ah hacerlo fui interrumpido por alguien que empezaba a llamar, ¡Mama! ¡Mama! Se dejo escuchar una voz y ella dejando todo de lado se dispuso a salir de prisa hacia la puerta, la voz que gritaba era la de mi hermano el cual se encontraba en mi habitación, , mi madre haciendo caso a su llamado subió de prisa las escaleras dirigiéndose hacia donde él se encontraba, quedándome solo en la cocina, de pronto escuche un fuerte sonido que venía desde mi habitación era como si algo o alguien se hubiese desplomado. Sin pensarlo y con algo de prisa me dirigí hacia mi habitación al llegar vi a mi madre desmayada sobre los brazos de mi hermano, mientras que el trataba de hacerla volver en sí, volví a escuchar unos pasos los cuales se acercaban una vez más hacia mí, y en la puerta vi la figura de mi hermana,
  • 6. Lorem Ipsum dolor sit Quien acababa de despertar, y aun bostezando no lograba entender que estaba ocurriendo, ¿Qué pasó? Pregunto, mientras mi hermano algo molesto replicaba, acaso no logras verlo, al instante que ella se dirigía hacia mi cama y mirando hacia ella dejo caer lágrimas, las cuales empezaron a deslizarse por sus mejillas, yo me encontraba perplejo sin comprender nada de lo que acontecía, decidí dirigirme hacia mi cama para lograr entender aquel alboroto, y de pronto allí me vi acostado, con el cuerpo rígido y con el rostro aún más pálido que de costumbre, mis pulmones estaban quietos, como si fuesen piedras, no hacían ni el más leve movimiento, a pesar de aquel repugnante y odioso silencio ya no se lograba percibir el leve latido de mi corazón, empecé a llorar y a desesperarme, no es un sueño me dije, estaba aterrado, si bien es cierto había anhelado estar en el estado en el que me encontraba ahora, al ver el sufrimiento y el dolor que se apoderaba de mis seres queridos me sentía completamente devastado, era algo difícil de explicar, nuevamente sentí que empezaba a debilitarme, ahora era mi alma la que estaba perdiendo el sentido, desplomándome así sobre la áspera madera, no tenía idea alguna de lo qué había ocurrido y mucho menos el tiempo que había transcurrido mientras me encontraba inconsciente, apenas estaba recobrando el conocimiento y lograba percibir una dulce y melodiosa voz que se dirigía hacia mí, mientras que alguien sacudía mi cuerpo, no lograba descifrar lo que me estaba diciendo puesto que mi cuerpo estaba algo adormitado y mi subconsciente algo confundido, ya al regresar a mi naturalidad logre descifrar aquello que me estaban expresando, ¡Hijo! ¡Hijo! Despierta, el desayuno ya está servido aquella voz, era la voz de mi madre.