El poema describe el encuentro del narrador con un caballero que aparenta ser pordiosero pero que en realidad es frío, arrogante y egoísta. A pesar de las súplicas del narrador para que el caballero tome conciencia de cómo lo lastima con su indiferencia, mentiras y duda, el corazón del narrador ya no puede creer ni perdonar al caballero que sembró la desilusión.