Tema 5. El papel del docente frente a la evaluación
1. Tema 5. El papel del docente frente a la evaluación.
2. En términos precisos, debe entenderse que evaluar con intención
formativa no es igual a medir ni a calificar, ni tan siquiera a corregir.
Evaluar tampoco es clasificar ni es examinar ni aplicar tests.
Paradójicamente, la evaluación tiene que ver con actividades de
calificar, medir, corregir, clasificar, certificar, examinar, pasar test, pero
no se confunde con ellas. Comparten un campo semántico, pero se
diferencian por los recursos que utilizan y los usos y fines a los que
sirven.
Desde el interés de la racionalidad práctica y crítica, caracterizada por
la búsqueda de entendimiento, la participación y la emancipación de
los sujetos, en la educación no puede darse la evaluación sin el sujeto
evaluado, dando por supuesta la presencia del sujeto evaluador.
3. En el ámbito educativo debe entenderse la evaluación
como actividad crítica de aprendizaje, porque se asume
que la evaluación es aprendizaje en el sentido que por ella
adquirimos conocimiento (ALVAREZ MÉNDEZ, 1993ª).
El profesor aprende para conocer y para mejorar la
práctica docente en su complejidad, y para colaborar en el
aprendizaje del alumno conociendo las dificultades que
tiene que superar, el modo de resolverlas y las estrategias
que pone en funcionamiento.
El alumno aprende a partir de la propia evaluación y de la
corrección, de la información contrastada que le ofrece el
profesor.
4. La evaluación que aspira a ser formativa tiene que
estar continuamente al servicio de la práctica para
mejorarla y al servicio de quienes participan en la
misma y se benefician de ella. La evaluación que no
forma y de la que no aprenden quienes participan
en ella debe descartarse en los niveles básicos de
educación.
La evaluación debe ser un ejercicio transparente en
todo su recorrido, en el que se garantiza la
publicidad y conocimiento de los criterios que se
han de aplicar.
5. Colaboración:
Significa, trabajo, responsabilidades y beneficios
compartidos. Por ello no se puede entender
indivisible de las reflexiones en torno al bien común,
la justicia, la inclusión, la realización personal y la
toma de decisiones de manera informada y
democrática.
6. La comunicación:
Es la capacidad humana para hacer común una idea o
mensaje entre dos o más personas. Los mensajes que
se expresan verticalmente conllevan más la
percepción de una imposición que de algo común, es
decir, un diálogo.
Asertividad
Técnica de comunicación que les permite a los
individuos afirmar su ser en el mundo. La persona
asertiva es la que habla clara, directa, positiva y
propositivamente;
7. Inclusión:
En un ámbito de colaboración otorga la sensación de
que se puede participar con descubrimientos,
soluciones y creatividad a la colectividad, lo que
otorga al trabajo el sentido de realización.
Sólo a través de la inclusión se tejen y fortalecen las
relaciones sociales necesarias para la colaboración.
La empatía:
Es la capacidad de poder comprender las emociones
de las otras personas y desde ahí entenderlas. Se trata
de una habilidad que se desarrolla de la mano de
nuestro propio proceso de autoconocimiento y está
ligada a un saber orgánico e integral.
8. Trabajo colegiado:
Permite usar de la manera más eficiente y productiva
la información proveniente de los distintos niveles de
evaluación, compartir problemáticas, experiencias,
soluciones, materiales, lecturas y decidir sobre las vías
para organizar el trabajo de educación continua de
forma colectiva, de modo que sus alcances beneficien
a todo el equipo docente; realizar más trabajo con
menos esfuerzo.