1. Primera Ponencia Vanitsa Droguett
«El mayor bien del hombre es una mente inquieta»
“Necesitamos eso para que el hombre sea hombre... que es mucho más importante que el mero
hecho de vivir” 1
El gran deseo de la humanidad es ser libre. Sin embargo, presisar loslímites de su significado
es difícil. Muchas veces piensan que ser libres es escapar de las prisiones que los rodean. Escapar
de su mente o de las restricciones impuestas por la sociedad.
No sabe lo que significa la libertad. Es un robot.2
La libertad, parte por desprendernos de las barreras mentales que nos imponen las
organizaciones y la sociedad las cuales buscan, de esta manera autoritaria, estabilizar nuestra
conducta y pensamientos para atraparnos, limitándonos, adaptándonos para encajar en una
sociedad mediocre que no alienta el talento por miedo a lo diferente.
Y después de esto, imperó realmente la perfección, puesto que, por toda la faz de la Tierra, [...] no
había -fallecido Cranwitz- ni un solo pensamiento fuera de lugar, ni una sola idea inusitada, que
alterasen la placidez universal; aquella placidez que significaba que por fin se había conseguido el
vacío exquisito de la uniformidad.3
¿Cómo podemos escapar?
Para lograr la libertad de las cadenas sociales, primero debemos liberar nuestro verdadero
ser, ése que contiene oculto el potencial para alcanzar la cima. Reflexionemos, conectémonos con
nuestro interior, lleguemos al núcleo y encontremos ese lienzo vacío —el cual no es ausencia, sino
un principio— inmaculado de los perjuicios de la sociedad, que nos dará la oprtunidad de re-crear a
una nueva persona con la fuerza para moldear su felicidad y su futuro por su propia mano.
Sólo alguien que desea la libertad puede ser libre.4
Alcazanzar ese grado de instrospección, puede resultar una titánica tarea, pero cuando se
logra el autoconocimiento, se adquiere la conciencia de aquellos quienes pueden comunicarse
consigo mismos para explotar su potencial. Con esfuerzo y disciplina podremos mejorar
continuamente nuestras habilidades y adquirir competencias cada vez más complejas y, si
explotamos esa cualidad única que nos destaca —nuestro estilo— dejaremos nuestra marca, una
huella permanente en los demás.
Y seremos capaces de crear. Y no tendremos que ser esclavos de una organización que
aplana las cimas para crear planicies domesticadas, ahogándonos. Y construiremos nuestro futuro
como líderes, no seguidores.
Creeremos en nuestros sueños, no como meras ilusiones, porque podremos lograrlos y
decirles —declararle a nuestro interior— que bajo nuestra mano y nuestras propias decisiones los
haremos crecer. Porque nosotros somos la estructura que será la base de lo que podamos lograr.
Porque nosotros somos los límites a nuestra propia capacidad para innovar y lograr el éxito.
Porque nuestro mayor tesoro es nuestra mente.
Y una mente libre nunca encontrará fronteras para crear.
1 Asimov, Isaac. The Greatest Asset. Compre Júpiter y otro relatos. Editorial Bruguera. 2002.
2 Asimov, Isaac. The Bicentenary Man. Visiones de Robot. Plaza & Janés Editores. 1992
3 Asimov, Isaac. 2430 D.C. Compre Júpiter y otro relatos. Editorial Bruguera. 2002.
4 Asimov, Isaac. The Bicentenary Man. Visiones de Robot. Plaza & Janés Editores. 1992