Este documento presenta los conceptos de autogestión educativa y capacidad de gestión de sistemas. Argumenta que los sistemas sociales son demasiado complejos para ser explicados por modelos simples y que los gestores educativos necesitan reconocer los patrones de conexión dentro de los sistemas. También señala que en organizaciones que aprenden, la gestión de formación debe enfocarse en promover la autoorganización y cultura de aprendizaje entre los empleados.