El documento describe el valor que Dios le da a cada persona. Según Lucas 15:7, hay más gozo en el cielo por un pecador arrepentido que por noventa y nueve justos. Aunque las personas se encuentren lejos de Dios por el pecado, Él siempre ofrece una nueva oportunidad. Jesús murió en la cruz para salvar a todos, mostrando el gran valor que tiene cada individuo.
1. El valor de una persona
1.- Base Bíblica: Lucas 15:7
2.- Versículo para Memorizar:
"Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos
que no necesitan arrepentimiento" (Lucas 15:7).
3.- Enseñanza bíblica:
Cuando vamos a la Biblia, específicamente en el Evangelio de Lucas capítulo 15 en los versículos del 1 al 6,
encontramos un interesante relato. Es el de un pastor que deja su rebaño para ir en procura de la corderita
que se ha extraviado. Y cuando la halla, manifiesta su alegría por el acontecimiento.
Es una forma sencilla y práctica de mostrarnos el Señor Jesús, el valor que tiene cada persona delante de
Dios. Él afirmó: "Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por
noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento" (Lucas 15:7).
Puso de manifiesto que la decisión que asume alguien de volverse de la vida pecaminosa en la que se
encuentra inmerso, honra y glorifica al Supremo Hacedor, porque Él más que nadie conoce el valor que tiene
todo humano.
Hasta tal punto tiene significación, que envió a su amado Hijo Jesús para que muriera en la cruz para salvar
al pecador.
3.1.- Dios ofrece una nueva oportunidad
Cada persona que usted mira, es amada por Dios. El asunto está en la condición que el o ella se encuentra;
cerca o distante del Padre. No obstante, Él siempre ofrece una nueva oportunidad. Mantiene las puertas
abiertas para que entren por ella quienes se arrepienten de su estado pecaminoso.
Como diría alguien con quien hablé de este asunto, el Señor se preocupa por sacarlos del lodo para que
experimenten una vida maravillosa.
3.2.- ¿Valora usted a las personas?
El amado Hijo de Dios conocía plenamente el valor de cada individuo hasta tal punto que se sacrificó por
todos nosotros en la cruz, en el Calvario. Esa es la razón por la que le hablaba a cada quien conforme a su
necesidad.
El asunto fue ilustrado cuando dijo: "Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría,
por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa" (Mateo 10:42). En otra ocasión
expresó que "Aún los cabellos de vuestra cabeza están contados" (Lucas 12:7).
Estas afirmaciones del Maestro deben llevarnos a reflexionar respecto a cuál es la valoración que hacemos de
las personas.
¿Tenemos en cuenta que son seres humanos que como nosotros sufren, ríen o sienten temor?¿Somos
tolerantes y comprensivos con ellos? Y algo más: ¿Estamos haciendo algo para que se conviertan a Jesucristo?
La respuesta está en manos de cada quien y, sea cual fuere, positiva o negativa respecto al tema que
estamos abordando, debe conducirnos a un cambio de actitud. Lo esencial: reconocer el valor que tienen las
personas.