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1. ¿Cómo determinar que está obrando una maldición? (Parte 1)
1.- Versículo para Memorizar:
"Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus
estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán." (Deuteronomio
28:15)
2.- Enseñanza Bíblica:
En el capítulo 28 del libro Deuteronomio, a partir del versículo 16, podemos encontrar una larga lista de
Maldiciones fruto de entrar en rebeldía con los mandatos de Dios o bien, de manifestar incredulidad.
La presencia de varios elementos llevan a pensar que en un individuo está operando una maldición y que es
necesario romperla, ya que de lo contrario seguirá obrando en la persona y puede afectar a su familia y a las
generaciones futuras.
En las Lecciones que veremos a partir de hoy, estudiaremos con base en las Escrituras, algunas de estas
Maldiciones.
2.1.- Problemas mentales o emocionales:
Un pastor amigo que ha estudiado a fondo el asunto de las Bendiciones y las Maldiciones, y con quien dialogaba
hace algunos días, me dijo: "Fernando, si entráramos a cortar las Maldiciones que pesan sobre muchos pacientes de
clínicas siquiátricas, los médicos se quedarían sin clientela".
Es un asunto serio, sin duda, ya que en muchas familias –por generaciones—se dan enfermedades clasificadas como
"herencia genética". Los médicos sólo atinan a decirle a sus consultantes que deben resignarse y asumir un
tratamiento que les ayude a sobrellevar la dolencia.
En el libro del Deuteronomio, capítulo 28 se menciona el hecho de que personas que asumieran una actitud rebelde
serían castigados con locura, turbación de espíritu o del corazón (versículos 28 y 34.
Igualmente serían expuestos a turbación de espíritu o de corazón, manteniendo una intranquilidad permanente
(versículos 20 y 28).
Advierte el profeta Moisés que caerían sobre ellos, es decir aquellos que no cumplieran los mandatos de Jehová, el
temor y la tristeza (versículo 65) así como también la desesperación del alma (versículo 65).
En conjunto estas maldiciones afectan el corazón, el alma y la mente de quienes las enfrentan. Su mundo interior
se ve conmocionado por fuerzas del mal que toman dominio por la desobediencia.
La persona pierde el control de sus pensamientos, de sus reacciones y por supuesto, de sus emociones. El estado de
agobio, confusión y depresión se convierten en auténticas "fortalezas".
¿Hay solución? Por supuesto. Está en Jesucristo quien nos libera de todas las ataduras que puedan pesar sobre
nuestra familia y por ende, sobre nosotros.
2.2.- Enfermedad crónica o hereditaria
El carácter de hereditario al que aluden los médicos al explicar una enfermedad recurrente en los miembros de
una familia, se refiere al hecho de que pasa de una generación a otra.
Esta condición está descrita en los versículos 21, 22, 27, 28, 35, 59 y 61. Le invito para que se tome el tiempo
necesario de leer el pasaje bíblico y los versos específicos a los que acabo de hacer referencia.
Se trata de una malignidad que obedece a factores que no son físicos sino de orden sobrenatural.
No obstante en medio de estas características que pueden ser evidencia de que alguien está bajo maldición, o tal
vez una familia, es importante volver nuestra mirada a Jesucristo quien tiene el poder para romper esas operaciones
de maldad que puedan estar causando tanto daño en la salud del individuo.
3.- Lecturas Devocionales:
Lunes: Mat. 5:33-37; Martes: Luc. 16:1-15; Miércoles: Luc. 22:24-30; Jueves: Jn. 12:20-26;
Viernes: Ro. 6:15-23: Sábado: 1 Co. 1:10-17; Domingo: Gá. 1:6-12.