TEMAS AVANZADOS DE APRENDIZAJE
“EVALUACIÓN AUTENTICA”
Por:
Martha Alicia Peralta Peralta
170993
Profesora: María Cristina Álvarez Moran
Puebla,Pueblaa 3 de Octubre de 2010.
Introducción
La escuela es un lugar donde los cambios se hacen presentes gracias a la interacción que
existe desde el ámbito social, cultural, político, tecnológico, religioso hasta el
curricular, siendo situaciones que permiten que el proceso de enseñanza y aprendizaje
así como lo es el proceso de evaluación de los aprendizajes, establezca dichos cambios.
La evaluación ha estado presente en el contexto educativo, además de estar vinculado
con el concepto de calidad para la educación, por ello, las nuevas propuestas
constructivistas, de competencias, entre otras, integran en la evaluación autentica la
posibilidad de determinar e interactuar y así dirigirse al logro de conocimientos,
habilidades y actitudes del alumno.
Es por ello que la “Evaluación constituye un momento de la planeación, entendida ésta
como una acción racional dotada de propósito, identifica a la evaluación con la última
etapa del proceso natural del conocimiento que concluye con la emisión de juicios
informados, en este sentido la evaluación conduce a un juicio sobre el valor de algo y se
expresa mediante la opinión de que ese algo es significativo” (Condemarín, Mabel,
2000), así, la evaluación es esencialmente comparativa, la cual supone la adopción de
un conjunto de estándares y la especificación del grupo contra el cual el objeto es
comparado.
En este sentido es importante que se considere que la evaluación autentica debe
orientarse a determinar si el individuo posee dichas cualidades y, sobretodo, si las aplica
de forma significativa en su contexto, social, cultural, académico y laboral.
EVALUACIÓN AUTENTICA
En el proceso de planeación y organización curricular o instruccional, la evaluación es
el medio fundamental para conocer el grado de alcance de los objetivos fijados, es por
ello que la información que resalta del proceso evaluativo sea la base para establecer los
procedimientos, las políticas y las estrategias que orientan la evaluación de cualquier
nivel educativo.
La evaluación es un término que se utiliza comúnmente en el proceso educativo; sin
embargo, el significado que se le atribuye a este concepto es muy pobre. Al escuchar la
palabra evaluación, tendemos a interpretarla como sinónimo de medición del
rendimiento, desde el punto de vista cuantitativo, haciendo a un lado y olvidando que
todos los elementos que participan en el proceso educativo comprenden el campo de la
evaluación, ya que no debe limitarse solo a comprobar resultados, sino a conocer lo que
el alumno es, así como los procesos que sigue este.
La evaluación es una oportunidad de hacer docencia, de hacer educación desde el
momento en el que se constituye la base para tomar decisiones acerca de lo que el
alumno puede y debe hacer para continuar su formación, haciendo énfasis en el proceso
evaluativo, ya que este se debe adaptar a las características personales de los alumnos,
tomando en cuenta los aprendizajes en su conocimiento, habilidades y actitudes que se
refieren a “aprender a convivir y aprender ser”. (Carreño Huerta, Fernando 1995, p.20)
Ahora bien, "La evaluación auténtica, contribuye una instancia destinada a mejorar la
calidad de los aprendizajes y aumentar la probabilidad de que todos los alumnos
aprendan” se considera la evaluación como un aspecto inseparable de la enseñanza y
del aprendizaje, por lo tanto, constituye una actividad formadora, que permite regular
los aprendizajes;” (Sequeida Julia, 2000,p.15) es decir, comprenderlos,
retroalimentarlos y mejorar los procesos involucrados, por tanto deben evaluar
aprendizajes contextualizados, la cual implica que no debe considerarse un proceso
separado de las actividades diarias de enseñanza, sino que debe ser vista como una
parte natural de la enseñanza y el aprendizaje, es decir, que tiene lugar cada vez que el
alumno toma la palabra, lee escucha o produce un texto, en el contexto de una actividad
determinada.
A continuación se presentan algunas características de lo que es una evaluación
autentica:
Es una instancia destinada a mejorar la calidad de los aprendizajes.
Constituye parte integral de la enseñanza.
Evalúa competencias dentro de contextos significativos.
Se realiza a partir de situaciones problemáticas.
Se centra en las fortalezas de los estudiantes.
Constituye un proceso colaborativo.
Diferencia evaluación de calificación.
Constituye un proceso multidimensional.
Utiliza el error como una ocasión de aprendizaje.
Tradicionalmente la evaluación era un procedimiento externo en el que aprende, donde
la responsabilidad era del educador, los alumnos dependían solamente del profesor
para obtener la apreciación de sus desempeños, muchas veces, como un rol controlador,
para mantenerlos disciplinados en la tarea con la única intención era tener buenas
calificaciones al fin del año escolar y no los impulsaba a ser activos participantes del
proceso de elaboración e interpretación de los resultados de sus desempeños, mientras
que una verdadera evaluación es cuando la constituye un proceso compartido entre
profesor y alumno, donde se apoya a los estudiantes a mejorar su aprendizajes, a
participar en la toma de decisiones, a entender sus propias competencias y necesidades,
a responsabilizarse de su propio aprendizaje.
Ahora bien, es importante también hacer mención a la diferencia abismal entre
evaluación y calificación, ya que hablar de cada una de estas hace referencia a
diferentes procesos, la evaluación auténtica no desecha la elaboración de pruebas, ésta
sigue siendo válida para algunas competencias y conocimientos de los alumnos, siempre
y cuando evalúen competencias dentro de contextos significativos y de situaciones
problemáticas, si no es de esta manera solo resultan insuficientes, cuando se las
considera como única fuente de información y evaluación, por ello es importante
adaptarlas a sus características y conocimientos previos y los contextos donde ocurre el
proceso aprendizaje, desarrollar estrategias pedagógicas adaptadas a los diferentes
ritmos, estilos de aprendizajes, también implica reorientar el trabajo escolar como son
las actividades de búsqueda de información, de construcción, situar la comprensión y
construcción de significados, identificar y resolver problemas para tomar decisiones,
centrada en las fortalezas de los estudiantes y los ayuda a identificar lo que ellos saben y
lo que son capaces de lograr.
Un ejemplo claro sobre estas nuevas propuestas pedagógicas es la utilización de
portafolios, en la que se permite evaluar el producto y el proceso de aprendizaje a lo
largo del tiempo reuniendo evidencias del aprendizaje de los alumnos, favoreciendo y
respondiendo a sus necesidades educativas.
Berrocal, F 2001 usa una enlista las características de desempeño estudiantil que deben
tenerse en cuenta al efectuar una evaluación auténtica:
Construcción de una Respuesta: El estudiante construye las respuestas
basándose en sus experiencias personales en relación a una situación.
Habilidades Intelectuales de Orden Superior: Se construyen respuestas para
preguntas abiertas, haciendo uso de destrezas en análisis, síntesis y evaluación.
Autenticidad: Las tareas tienen un verdadero significado, presentan retos, e
involucran actividades que reflejan buena instrucción, con frecuencia importante
en el contexto del mundo real.
Integración: Las tareas requieren una combinación de destrezas que integran
materias con otras del currículo.
Proceso y Producto: Las respuestas potenciales sino para explorar soluciones
múltiples a problemas complejos.
Profundidad en Lugar de Amplitud: Las evaluaciones sobre el desempeño se
construyen a lo largo del tiempo con una variedad de actividades que reflejen
crecimiento, madurez y profundidad, conducentes al dominio de estrategias y
procesos para resolver problemas en áreas específicas, bajo el supuesto de que
estas destrezas se transferirán a la solución de otros problemas.
De acuerdo a lo anterior las reformas académicas y curriculares del sistema educativo
mexicano, pretende que la evaluación se realice de esta manera en los diferentes niveles
educativos, orientados a la elaboración de actividades de autoevaluación y
coevaluación, haciendo públicos estos dos tipos de evaluación, lo que inmediatamente
hace referencia al carácter participativo del alumno, donde la responsabilidad recae en
él, de sus logros de aprendizaje y reconoce al profesor solo un carácter de mediador,
orientador, guía, entre los conocimientos previos y los nuevos, teniendo esto como
requisito del proceso de construcción y comunicación de significados.
Estos nuevos paradigmas de evaluación, recomienda la autoevaluación, ya que ella
desarrolla en los estudiantes el dominio de estrategias metacognitivas, que le permitan
tomar conciencia sobre el qué, el cómo y el para qué se está aprendiendo y entender así
sus propios procesos cognitivos.
Conclusión:
La evaluación auténtica es un elemento importante, en el cual el docente puede
demostrar de manera efectiva la capacidad de los estudiantes ante los retos que debe
enfrentar en su vida cotidiana.
Su aplicación no es diferente o difícil de realizar, ya que cuando el docente se empieza a
ubicar en este tipo de evaluación , las actividades se hacen mucho más dinámicas y fácil
de registrar, en experiencia personal, realizando modificaciones sustanciales a los planes
y programas de estudio y centrando los procesos de evaluación en situaciones reales en
las que los alumnos dosificaran sus tiempos, esfuerzos y materiales para el desarrollo de
competencias contextualizadas en las que, demuestran de manera práctica todas y cada
una de las habilidades, capacidades, conocimientos y actitudes ante determinados
problemas de su entorno sociocultural.
En este sentido, se ha logrado encontrar elementos que faciliten la evaluación, para que
esta llegue a ser auténtica y un claro ejemplo de este tipo de evaluación es el portafolio
electrónico que se realizo, que consiste en la aportación de producciones de diferente
temas, a través de las cuáles informan del proceso personal seguido por el estudiante,
permitiéndonos ver reflejados los esfuerzos y logros, en relación a los objetivos de
aprendizaje y criterios de evaluación establecidos previamente.
Además de fungir como modelo de enseñanza - aprendizaje, se fundamenta en la teoría
de que la evaluación marca la forma cómo un estudiante se plantea su aprendizaje,
permitiéndonos valorar de manera evidencial y tangible el avance o cambio que
seguimos desde el inicio del curso hasta el final del curso.
La evaluación debe convertirse en un proceso educativo y en una investigación
sistemática en la que participan alumnos, maestros, discutiendo y reflexionando
críticamente sobre los factores que integran la evaluación, en función del logro de los
objetivos, tareas y acciones desarrolladas en todo el proceso docente-educativo.
Bibliografía
Enfoques y Principios Teóricos de la Evaluación, Fernando Carreño Huerta,
Trillas, 2005.
Hacia una Evaluación Educativa. Aprender para Evaluar y Evaluar para
Aprender, Julia Sequeida, Wladimir Rojas, Claudio Núñez, Pontificia
Universidad Católica de Chile, 1999.
Evaluación de los Aprendizajes. Un Medio para Mejorar las Conductas
Lingüísticas y Comunicativas, Mabel Condemarín, 2000.
La Evaluación de la Calidad del Aprendizaje. Facultad de Psicología, Berrocal,
F. UCM. 2002.
La Evaluación dentro del Proceso Enseñanza-Aprendizaje, Pérez Loreto, L. La
Academia 2001.