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Parábolas de la misericordia
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¡Las Parábolas de
la Misericordia
para niños!
Parábola del Buen Samaritano
(Lc 10, 29-37)
Santiago de Compostela
Año Jubilar de la Misericordia
“Y,¿quiénesmi
prójimo?”
4. 4
El jubileo o año santo es un año especial
en que se busca vivir con mayor
intensidad el perdón y la reconciliación . Es
un año en el que todos los cristianos somos
invitados a vivir un perdón total -llamada
indulgencia- y a profundizar la relación con
Dios y con el prójimo. Por ello, también es una
invitación a la conversión .
Esta celebración del jubileo tiene su origen en el judaismo.
Consistía en una conmemoración de un año sabático que se realizaba
cada cincuenta años. Durante ese año, los esclavos eran liberados, se
restituían las propiedades a quienes las habían perdido, se perdonaban
las deudas, las tierras debían permanecer sin cultivar y se descansaba.
El primer año jubilar fue convocado en el 1300
por el Papa Bonifacio VIII. Los jubileos siguientes se
conmemoran cada 25 o 50 años, con el objetivo de
que cada persona viva al menos uno en su vida.
¿Sabes qué esun Jubileo?
¿Sabes quién convocó el
primer año jubilar?
Estos son los jubileos ordinarios. Los años santos ordinarios celebrados
hasta hoy han sido 26.
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del año 2016, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
Este Año Santo de la Misericordia comenzará el 8
de diciembre de 2015 y terminará el 20 de noviembre
Será un Año Santo de la Misericordia. Lo
queremos vivir a la luz de la Palabra del
Señor: “Sed misericordiosos como el Padre” (cf.
Lc 6,36). Esto especialmente para los confesores:
¡mucha misericordia!”
espiritual ; y tenemos que recorrer este camino. Por
eso he decidido convocar un Jubileo extraordinario
que tenga en el centro la misericordia de Dios.
El jubileo proclamado por el papa Francisco
es un año santo extraordinario dedicado a la
misericordia.
“Queridos hermanos y hermanas, he pensado
con frecuencia de qué forma la Iglesia puede
hacer más evidente su misión de ser testigo de
la misericordia.
Es un testigo que inicia con una conversión
Pero los jubileos pueden ser ordinarios o
extraordinarios. Los ordinarios, acontecen en
un período de tiempo ya establecido. En cambio,
el año santo extraordinario, se proclama como
celebración de un hecho destacado.
El último fue el Jubileo del año 2000,
proclamado por Juan Pablo II.
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El rito inicial del jubileo es la
apertura de la Puerta Santa de la
Basílica de Roma. Se trata de una puerta que se abre solamente durante
el Año Santo, mientras tanto permanece sellada.
El Papa debe tocar la puerta con un martillo tres veces mientras
dice: “Abridme las puertas de la justicia, entrando por ellas confesaré
al Señor”.
Pero... ¿Qué
sucede al
comienzo
del Jubileo?
El rito de la
apertura de la
Puerta Santa ex-
presa simbólica-
mente que, du-
rante el tiempo
jubilar, se ofrece
a los fieles una
“vía extraordi-
naria” hacia la
salvación .
Cuando se abren ,
se entona el Te Deum
y el Papa atravesará
esta puerta junto a sus
acompañantes.
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¿Qué nos pide el Papa
que hagamos en este
Año de la Misericordia?
El Papa nos dice que debemos practicar “las
obras de misericordia” y además “vivir in-
tensamente la oración , el ayuno y la caridad en
la Cuaresma, así como el sacramento de la confesión , para que, arre-
pentidos, podamos recibir mejor las gracias del Año Jubilar”. (MV 17)
Pero, ¿qué son
las Obras de
Misericordia?
Las Obras de Misericordia son acciones que
hacemos con amor por los demás. Son 14
y se dividen en dos grupos:
a) Corporales
Dar de comer al hambriento
Dar de beber al sediento
Vestir al desnudo
Visitar a los enfermos
Alojar al que no tiene casa y al
peregrino
Visitar a los presos y redimir al
cautivo
Enterrar a los muertos
b) Espirituales
Enseñar al que no sabe
Dar buen consejo al que lo
necesita
Corregir al que se equivoca
Perdonar las injurias
Consolar al triste
Sufrir con paciencia los
defectos de los demás
Rezar por los vivos y por los
difuntos
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¿Q
ué es una parábola? Las parábolas son relatos, historias
escuetas, comparaciones basadas en la experiencia
cotidiana de la vida, claras, sencillas, y su finalidad
es transmitir una enseñanza del modo más comprensible y fácil de
recordar. Es decir, son pequeñas historias o comparaciones que servían
para que la gente sencilla, del pueblo, aprendiese lo que Jesús les
quería enseñar.
Las parábolas se clasifican en:
Parábolas del Reino
Parábolas de la Misericordia
Parábolas del Reino
Las Parábolas
de Jesús
Son relatos que nos hablan del Reino
de Dios, a través de ejemplos vivos,
y de imágenes tomadas de la vida
ordinaria con contenidos ricos y
amplios.
Porejemplo:laparáboladelsembrador,
la parábola del grano de mostaza, la
parábola del trigo y la cizaña...
Parábolas de la Misericordia
Estas parábolas no van dirigidas a
los pecadores, sino a los justos. Son
relatos que nos presentan la bondad,
la misericordia y el perdón de Dios.
Es una llamada a todos, “porque
la misericordia se muestra como la
fuerza que todo vence, que llena de
amor el corazón y que consuela con
el perdón”. (MV 9).
Parábola del
grano de mostaza
Parábola del
hijo pródigo
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Las parábolas de la misericordia que veremos son:
Los dos deudores (Lc 7, 36-50)
El buen samaritano (Lc 10, 25-37)
En busca de la oveja y el dracma perdidos (Lc 15, 1-10)
El padre misericordioso (Lc 15, 11-32)
El rico anónimo y el pobre Lázaro (Lc 16, 19-31)
El juez y la viuda (Lc 18, 1-8)
El fariseo y el publicano (Lc 18, 9-14)
Protagonistas de nuestra
siguiente parábola:
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Parábola
“El buen Samaritano“
“Un maestro de la Ley, que que-
ría ponerlo a prueba, se levantó y
le dijo: «Maestro, ¿qué debo hacer
para conseguir la vida eterna?»
Jesús le dijo: «¿Qué está escrito en
la Escritura? ¿Qué lees en ella?»
El hombre contestó: «Amarás al Se-
ñor tu Dios con todo tu corazón , con
toda tu alma, con todas tus fuerzas
y con toda tu mente; y amarás a tu
prójimo como a ti mismo.»
Jesús le dijo: «¡Excelente respuesta!
Haz eso y vivirás.»
El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: «¿Y quién es mi pró-
jimo?»
Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén
a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de
sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto.
Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vio, dio un ro-
deo y siguió.
Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, dio un rodeo y
pasó de largo.
Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio, pero éste se
compadeció de él .
Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo
montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó
de cuidarlo.
Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole:
«Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.»
Jesús entonces le preguntó: «Según tu parecer, ¿cuál de estos tres se hizo
el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?»
El maestro de la Ley contestó: «El que se mostró compasivo con él .» Y
Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo»”.
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En el texto de esta parábola, podemos leer cómo luego de que unos
bandidos golpearan a un hombre y lo dejaran medio muerto, pasaron
a su lado tres persoas. Sigue los hilos y ayuda al hombre que cuidó y
curó las heridas del homre herido.
¿Sabes cómo es conocido
el hombre que ayudó al
que estaba herido’
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En este juego, la puntuación de cada
lata equivale a la suma de las dos
latas sobre las que está apilada. Cada
lata suma al menos un punto. Anota
las puntuaciones que faltan y calcu-
la el total que conseguirá el chico si
derriba todas las latas. El resultado
final son el cuarto y quinto número
de una de las parábolas de la Mise-
ricordia. ¿De cuál?
¿Quieres ayudar a atrapar a uno de los bandidos que atacaron al
hombre de la parábola? El pasquín de la izquierda es el que se realizó
a partir de la descripción que dió el hombre. Pero, el de la derecha,
es una copia que hizo un copista, y como puedes ver, contiene errores.
¿Serás capaz de encontrar los 10 que contiene?
¿Me creeríais si os digo que yo ví a
este hombre no hace mucho, camino
de Jericó?
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¿Qué palabras sobre el texto se ocultan tras este revoltijo de letras?
Descifra el código efipcio para averiguar qué frase se esconde tras él .
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Busca en esta SOPA DE LETRAS las siguientes palabras
de la parábola:
SAMARITANO
MAESTRO - LEY
PRUEBA - VIDA
ETERNA - JESÚS
ESCRITURA
HOMBRE
CORAZÓN -
ALMA - FUERZAS
MENTE- PRÓJIMO
PREGUNTA
RESPUESTA
CAMINO
JERUSALÉN
JERICÓ - MANOS
BANDIDOS - ROPAS
SACERDOTE
RODEO
SAMARITANO
HERIDAS -
ACEITE VINO -
ANIMAL POSADA
- DOS MONEDAS
POSADERO - TRES
SALTEADORES
COMPASIVO
Siguiendo los movimientos del caballo de ajedrez, (se mueve en for-
ma de L, es decir 3 cuadros horizontales y uno vertical o viceversa) y
empezando por donde marca la flecha, podrás leer qué le responde el
maestro de la Ley a Jesús luego de escuchar la parábola.
EL SI SE
MOS EL COM
PA QUE VO
CON TRO
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Nuestra amiga la abeja Runi, al atravesar el panal de miel , nos dejó
un mensaje. Para leerlo, lo único que tienes que hacer es copiar, en la
línea de abajo, las letras de las casillas por las que pasó Runi. ¿Qué
sabes de esta frase?
En la parábola del
buen samaritano se nos
dice que un hombre
iba de una ciudad a
otra. Cuando quisimos
escribir el nombre de
estas ciudades, algunas
de las letras ¡se nos
han escapado! Pero
bueno, tranquilo. Si
escribes la SEGUNDA
letra de cada
dibujo en su casilla
c o r r e s p o n d i e n t e ,
podrás leer los nombres
de estas ciudades.
J R L
J C
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Vamos ahora a fijarnos en el mapa de la tierra de Jesús. El país se lla-
ma Palestina. También se conoce como Israel . Es un país pequeño que
mide 250 km de largo por 40 km de ancho por el norte y 140 km por
el sur. Está situado al oeste del mar Mediterráneo, en el Medio Oriente.
El país de Jesús se divide en tres regiones: Galilea, Samaría y Judea.
Precisamente, de Samaría, era el hombre que ayudó al herido de la
parábola. Intenta colocar en él , las dos ciudades que aparecen en la
parábola:
Jerusalén Jericó
Ciudad
a la que
peregri-
naban los
judíos por
las grandes
fiestas
Ciudad
en la que
vivía
Zaqueo,
jefe de
publi-
canos y
hombre
rico
Une con flechas:
Si tienes al-
guna duda,
consulta la
Biblia
Para este año jubilar de la Miseri-
cordia, el Papa Francisco nos pro-
pone fijarnos en las parábolas de la
Misericordia. Sin contar esta que
estamos trabajando, ¿sabrías escri-
bir cuáles son las otras? Una pista,
son 7.
¿Alguno de vosotros es ca-
paz de utilizar tres seises
para hacer un siete?
¡Pon a prueba tu ingenio!
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Hoy en catequesis, el grupo de Luis, estuvo hablando
del Año Jubilar de la Misericordia. Pero, mientras la
catequista les hablaba sobre ello, Luis, no estuvo muy
atento. Para el próximo día, Elena, la catequista, les
dijo que contestaran una pregunta “¿Cuántos fueron los
años santos ordinarios celebrados hasta hoy?”
De regreso a casa, Luis, se encuentra con Marcos, quien
sí que estuvo atento en catequesis. “¿Me dices la respues-
ta a la pregunta que hizo Elena?”, le dijo Luis. “Si, pero, si me ayudas
a resolver un acertijo que me hizo mi abuelo”, respondió Luis.
“Tenemos seis cubos, tres llenos de arena y tres vacíos. Tenemos que ser
capaces de alternar los cubos llenos y los vacíos, moviendo sólo uno de
ellos (tiene que quedar uno lleno, uno vacío, uno lleno, uno vacío...)”
El número de años santos
ordinarios celebrados hasta
hoy fueron __________.
¡¡¡Elenaaa!!!
¡¡¡Ya sé la
respuestaaa!!!
A estas alturas, ya
sabes cómo es el
texto de la parábola
del buen samari-
tano. Ahora, vamos
a ponerte a prueba
en otro campo. Lle-
va esa parábola “al
lienzo” de la dere-
cha. Fíjate en qué
momento de la his-
toria se encuentra.
Luego, píntalo como
más te guste.
19. 19
Observa la esfera de letras. Seguidamen-
te, empieza a contar uno por la letra
A hasta obtener la letra que le corres-
ponde al primer número dado. Repi-
te la misma operación , pero teniendo
en cuenta que debes volver a empezar
a contar con el número 1 a partir de
la letra siguiente a la última obtenida.
Así reconstruirás una frase sobre el Año
de la Misericordia. (Son 4 palabras)
13 23 11 12 14 17 21 13 3 12
5 7 4 23 4 10 13 24 3
16 7 5 11 3 15 13
En esta parábola
vemos cómo la mi-
sericordia mueve al
samaritano a ayudar
al hombre herido.
Fue la misericor-
dia la que llenó de
amor el corazón del
samaritano. Escribe
algunos momentos en
los que tú muestras
misericordia con los
demás.