Cómo montar un negocio y no morir en el intento. Un negocio no es un juego, pero tiene un fuerte componente emocional. No se invierte sólo dinero, sino esperanzas y sueños. La equivocación reside en que no se trata de renunciar a éstos últimos, sino aceptar que por el momento, y de esa manera concreta, llevando a cabo esa idea específica no ha sido posible conseguirlo.