El documento resume el desarrollo del Renacimiento y el Humanismo en Francia, así como las ideas educativas de importantes pensadores franceses de la época. Francisco I creó el Instituto de Lectores Reales para enseñar griego y latín con más libertad, lo que luego daría paso al Colegio de Francia. Rabelais criticó la educación libresca y propuso una educación activa a través de la observación directa. Montaigne también criticó el verbalismo y propuso una pedagogía más naturalista.