1. “Año de la Promoción de la Industria
Responsable y del Compromiso Climático”
2. Se denomina maltrato infantil o abuso infantil a cualquier
acción (física, sexual o emocional) u omisión no accidental
en el trato hacia un menor, por parte de sus padres o
cuidadores, que le ocasiona daño físico o psicológico y que
amenaza su desarrollo tanto físico como psicológico. Implica
una valoración social en relación a lo que es peligroso o
inadecuado para el niño. Y aquí reside precisamente la gran
dificultad para definirlo, ya que hay una falta de consenso
social respecto a lo que constituyen formas de crianza
peligrosas e inaceptables.
3. Abuso físico
Son las magulladuras o moretones en diferentes fases de
cicatrización y de forma extendida en diferentes partes del
cuerpo; las quemaduras con formas definidas; las fracturas
de nariz o mandíbula, o en espiral de los huesos largos; las
torceduras o dislocaciones; las heridas o raspaduras en la
cara y la parte posterior de las extremidades y torso; señales
de mordeduras humanas; cortes o pinchazos; lesiones
internas (en el cráneo o cerebro, síntomas de asfixia...).
El abuso de menores consisten en varios elementos y se
enfatizan en dos ideas principales la cuales son: la asimetría
de edad y el abuso de poder.
4. Abuso Sexual
Constituye una experiencia traumática y es vivido por la
víctima como un atentado contra su integridad física y
psicológica, y no tanto contra su sexo, por lo que constituye
una forma más de victimización en la infancia, con secuelas
parcialmente similares a las generadas en casos de maltrato
físico, abandono emocional, etc.4 Si la víctima no recibe un
tratamiento psicológico adecuado, el malestar puede
continuar incluso en la edad adulta.
5. Maltrato emocional
No hay una sola definición aceptada de maltrato emocional,
que como otras formas de violencia en una relación, está
basado en el poder y la dominación.
7. Maltrato en el Colegio
A pesar de ello esto puede ocurrir y en estos casos el niño
maltratado requiere una protección especial. No olvidar que
el niño/a está hablando de un hecho que lo perturba, le
genera culpa e involucra a alguien que tiene poder sobre él.
Cuando “la escuela” sospecha que uno de los suyos es un
abusador, más aún en los casos en que se trata de un
empleado de larga trayectoria, una respuesta puede ser que
se niegue o ignore los sucedido.