Los medios de comunicación ATB y La Razón-Extra fueron adquiridos con recursos provenientes de un préstamo venezolano, pero las acciones terminaron en manos de privados: Marcelo Hurtado y Carlos Gill. Un informe de la Unidad de Investigaciones Financieras del Estado, al que tuvo acceso Brújula Digital, establece que el gobierno de Venezuela le prestó al Estado boliviano, entre 2008 y 2009, la suma de 16,1 millones de dólares a través del programa Evo Cumple.