1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación y el Deporte
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Universidad “Fermín Toro”
Escuela de Derecho
Barquisimeto
Utilitarismo
Realizado por:
Rafael Navas 25.147.020
Cátedra:
Filosofía del Derecho
2. EL UTILITARISMO
1. QUIEN ES EL PRECURSOR DEL UTILITARISMO
A juicio de muchos, los principales exponentes de esta corriente utilitaria serían J.
Bentham y J. S. Mill. Ellos han puesto las bases de la teoría utilitaria al afirmar que el
principio de moralidad, es decir, de lo que es o hace al individuo y a la sociedad mejor es la
búsqueda de una mayor felicidad. Para esta corriente filosófico moral el valor supremo es el
de la utilidad.
EL UTILITARISMO CLÁSICO: jeremy bentham y john stuart mill, El creador y
configurador del utilitarismo fue Jeremy Bentham (1748-1832) con su Introduction to the
Principles of Morals and Legislation (1780). De hecho, puede decirse que los utilitaristas
posteriores no han hecho más que retocar diversos aspectos de esa propuesta inicial.
J. Stuart Mill, por su parte, puede ser considerado el perfeccionador y corregidor de la
teoría utilitaria. Su padre lo introdujo bajo la admiración de Sócrates y de los diálogos de
Platón.
2. LOS ASPECTOS MÁS RELEVANTES DEL MISMO
James Mill nació el 6 de Abril de 1773 y murió el 23 de Junio de 1836. Fue un
gran historiador, economista, politólogo y filósofo escocés. James fue uno de los
que desarrolló la corriente filosófica del utilitarismo junto a su amigo y admirador
Jeremy Bentham, también fue fundador del llamado “radicalismo filosófico”, que
lo prosiguió su hijo mayor John Stuart Mill.
Jeremy Bentham (1748–1832) fue uno de los pioneros en el desarrollo de esta
filosofía, al plantear su sistema ético en torno a la noción de placer y lejos del dolor
físico. El utilitarismo de Bentham aparece relacionado con el hedonismo, ya que
considera que las acciones morales son aquellas que maximizan el placer y
minimizan el dolor.
J. S. Mill, por su parte, proclama la superioridad de los placeres del intelecto, la
imaginación, los sentimientos morales, etc. John Stuart Mill (1806–1873) avanzó
con el desarrollo de esta filosofía, aunque apartándose del hedonismo. Para Mill, el
placer o felicidad general debe calcularse a partir del mayor bien para el mayor
3. número de personas, aunque reconoce que ciertos placeres tienen una “calidad
superior” a otros. asume la máxima general utilitarista, según la cual, la tendencia
natural de todo individuo hacia la felicidad presupone el esfuerzo por aumentar el
placer y disminuir el dolor. Sin embargo, no coincide con Bentham en la necesidad
de admitir los tres principios anteriormente citados. Respecto al primero arguye que
la felicidad propia no es alcanzable totalmente sin, de una u otra forma, procurar
también la felicidad de los demás. Además, Mill admite el sacrificio, la renuncia o
el comportamiento, en general, no interesado como una actitud moral que, en ciertas
circunstancias, puede coincidir con la propia teoría utilitarista (matizando que dicho
sacrificio no constituye un bien en sí mismo, sino un bien en la medida en que
contribuya a la felicidad de los demás).
CARACTERÍSTICAS: Una de las características mas notables del Utilitarismo es
su transcendencia hacia el ámbito personal
Los utilitaristas pretenden vencer el carácter egoísta que muchos críticos habían
atribuido a las éticas hedonistas clásicas.
El utilitarismo es un marco teórico para la moralidad, basado en una maximización
cuantitativa de consecuencias buenas para una población. La moralidad de cualquier acción
o ley viene definida por su utilidad para la humanidad. Utilidades una palabra que significa
que las consecuencias positivas deben estar maximizadas. Estas consecuencias usualmente
incluyen felicidad o satisfacción de las preferencias.
3. AÑO DE SU CREACION
JEREMY BENTHAM, el padre del utilitarismo. Bentham escribió en 1780 un libro
llamado: “Introducción a los principios morales y la legislación”, producto de su gran afán
e interés por cuestionar el sistema judicial y legal de la Inglaterra de su época.
La doctrina utilitarista, El libro se convertiría en tratado de cabecera de la teoría
económica del siglo XIX, con Walras y Pareto a la cabeza. En este manual Bentham expuso
el embrión de toda su concepción de la actividad política y económica.
“Todo acto humano, norma o institución ha de estar regido por un principio tan antiguo
como el mundo, pero no claramente descifrable, como es el grado de satisfacción o utilidad
4. que generan en uno mismo y/o en los demás, es decir el dolor o placer que producen en las
personas.”
4. CONTENIDO QUE PROMUEVE Y SU ACTUALIDAD EN LA FILOSOFIA
James Mill: La más notable contribución filosófica de James Mill, consistió en la
fundación y desarrollo de la "psicología". James Mill decía que:
Son buenas las acciones que conducen a mayor felicidad y bienestar.
Una acción es útil si tiende a producir felicidad o bienestar.
Jeremy Bentham: Sus trabajos iniciales atacando el sistema legal y judicial inglés le
llevaron a la formulación de la doctrina utilitarista, en su obra principal: Introducción a los
principios de moral y legislación. En ella preconizaba que todo acto humano, norma o
institución, deben ser juzgados según la utilidad que tienen, según el placer o el sufrimiento
que producen en las personas. Así se fundamentaría una nueva ética, basada en el goce de
la vida y no en el sacrificio ni el sufrimiento.
Entre sus amigos y seguidores más cercanos se encontraban James Mill, y su hijo
John Stuart Mill, que fue su heredero al frente de este movimiento.
John Stuart Mill: a los 20 años se rebeló contra su estricta educación, contra el
utilitarismo (aunque sin romper con él), y se abrió a nuevas corrientes intelectuales como el
positivismo de Comte, al pensamiento romántico y al socialismo.
En 1861, publicó UTILITARISMO, texto en que estudia el tema de la felicidad.
Para Mill, en cambio, dado el estado actual de nuestras sociedades, debe distinguirse entre
la satisfacción puramente privada y el bien público. Ciertamente debe trabajarse para
reducir la diferencia entre ambos, pero entre tanto, el sacrificio de un individuo por el bien
público debe considerarse la virtud más alta. De aquí que se designe su posición como
UTILITARISMO ALTRUISTA. Según Mill, la vida de los hombres se rige por el imperio
de dos tipos de leyes: las materiales, de tipo causal y determinista (es decir, regidas por el
criterio de necesidad), y las psicológicas, cuya causalidad no es rígida y que en
consecuencia permiten fundamentar la libertad, sin por ello considerarla, cual un ente
abstracto, al margen de la necesidad.
5. Esta nueva forma de utilitarismo, ha adoptado los métodos de análisis propios de las
teorías matemáticas de la decisión y de la teoría de juegos. Algunos autores significativos
dentro de esta original forma de análisis ético, son J. Rawls (quien elabora una teoría de la
/justicia, basándose en tales modelos de investigación), J. C. Harsanyi (para quien los
juicios correctos acerca de la justicia derivan de una situación de imparcialidad e igualdad
de oportunidades, ambas definidas según el aparato formal de la teoría de la decisión y
juegos), D. Gauthier y D. Parfit (quienes han analizado la moralidad como resultado de la
conducta racional, en contextos de interacción estratégica), etc.
Esquemáticamente, los argumentos del utilitarismo racionalista respecto a las
dificultades señaladas, podemos enumerarlos como sigue: a) Dada la naturaleza
comunitaria de la existencia de cada /persona, todo lo que favorece los intereses
comunitarios es, a fortiori, algo que favorece el interés individual. De donde se sigue, por
ejemplo, que (racionalmente) nadie estaría interesado en comportamientos que perjudiquen
el /bien común y, viceversa, que toda persona (racional) estaría interesada en promover
conductas que favoreciesen el bien común. b) Aunque hay ciertos intereses que toda
persona podría satisfacer independientemente de la cooperación de los demás, o de la
situación en que otras personas se hallen, no con todos los intereses sucede así. Es más, esto
último suele suceder precisamente con aquellos intereses personales más importantes o
significativos. Así, nuestro bienestar y felicidad depende (en muchos casos) del bienestar o
felicidad de otras personas, y no podemos ser felices a menos que estas lo sean (por
ejemplo, de nuestros hijos, amigos o, en general, de todos aquellos a quienes amamos). c)
Finalmente, respecto del presunto relativismo en que podría incurrir la ética utilitarista, hay
que decir que, pese a la influencia en la elaboración de la teoría de la racionalidad colectiva
del análisis de decisiones, en situaciones de interacción, no se excluye el postulado de
existencia de una naturaleza humana común a todos los hombres (como hiciesen
Aristóteles, el estoicismo, Espinosa, etc.), y en virtud de cuya realización deviniesen los
máximos bienes esperables y la "felicidad.
6. CONCLUSIÓN.
Por un lado, las tesis utilitaristas del siglo XIX (Bentham y Mill) pretendían ser,
antes que un sistema teórico abstracto, un instrumento de reforma social y política,
vinculadas a reivindicaciones de corte socialista, en una realidad caracterizada por la
explotación, la miseria o indigencia de las clases obreras (D. Ricardo) y el problema del
crecimiento indiscriminado de la población en un medio adverso (Malthus). En este
sentido, podemos considerar el utilitarismo (independientemente de las singularidades de su
sistematización teórica y de su suficiencia o no suficiencia) como una sensibilización
filosófica hacia la realidad social, y como una defensa del /individuo frente a su disolución
/ética, económica y política. Por otro lado, el utilitarismo (en cuanto moral
consecuencialista o teleológica) se opone a la moral superflua, al /deber por el deber (ética
kantiana), al dogmatismo, al precepto moral que no se halla legitimado o justificado
teóricamente (en función de sus consecuencias); en definitiva, se halla opuesto a toda
moralidad que obstaculiza al hombre el gozo terreno y su felicidad. El utilitarismo, en su
modalidad racionalista, implica y fomenta asimismo el análisis y la reflexión sobre nuestra
conducta moral, el /diálogo y el /consenso (es decir, la tolerancia), sin reconocer otra
instancia superior a la razón como legitimadora de lo moralmente correcto. En otros
términos, se trata de una moral que sitúa en primer lugar la /autonomía del sujeto, dentro de
un marco de racionalidad: no de una racionalidad concreta y dogmática, sino de una
racionalidad abierta, tolerante y dialógica.
http://dontworrybehappys.blogspot.com/2009/11/autores.html