2. “La desamortización supone la incautación
estatal de bienes raíces de propiedad
colectiva, bien eclesiástica o bien civil, que,
tras la correspondiente nacionalización y
posterior venta en subasta, pasan a formar
una propiedad nueva, privada, con plena
libertad de uso y disposición”
(José SÁNCHEZ JIMÉNEZ, La España
contemporánea, I. 1808-1874, Istmo Madrid,
1991, p.302.
3. A partir de 1833 el proceso se agiliza…
1) La guerra Carlista: El estado necesita recursos.
Hacienda en crisis y créditos externos imposibles
2) Clima anticlerical: apoyo amplios sectores de la
iglesia a la causa carlista.
3) Antiguos compradores de bienes desamortizados
del trienio presionan para recuperar sus bienes.
5. Con Mendizábal en el Gobierno se procederá a convocar unas Cortes para
reformar el Estatuto Real proponiéndose éste acabar con los dos males que ahora
padecía España:
- La guerra carlista
- La crisis de la Hacienda.
Ambos problemas están relacionados entre sí, porque para afrontar la guerra civil
era preciso obtener recursos económicos y para ello, había que reformar la
Hacienda.
La solución que Mendizábal quiere dar al problema de la Hacienda tiene dos partes:
primero la consecución de créditos del exterior, y segundo la expropiación de las
tierras de la Iglesia, es decir una desamortización eclesiástica, puesto que según él
con los bienes que se obtuvieran se pagaría la deuda nacional y se obtendrían
créditos extranjeros.
Un Decreto del 11-10-1835 suprime las comunidades religiosas, excepto las que se
dedicaban al cuidado de los enfermos y niños pobres.
La Desamortización no tenía únicamente una razón económica, junto a éste intento,
los liberales buscaban la adquisición de simpatizantes para su partido; sin embargo,
éste intento fracasará porque los beneficiados de la Desamortización serán los que
tenían poder económico para comprar las tierras.
La Solución de Mendizábal
6. Decretos de 16 y 19 de febrero y 8 de marzo,
declarando extinguidos los conventos, colegios,
congregaciones, etc., adjudicándose sus bienes
al Estado y ordenándose su venta para pagar la
Deuda pública.
Los decretos se plasman en:
1) Disposición octubre 1835: suprime las órdenes
religiosas.
2) Disposición febrero 1836: determina el
sistema de venta de los bienes nacionalizados
7. 1838: Se agiliza el proceso.
1840: Se consolidan las ventas con el fin de
la guerra y el triunfo de los liberales.
1841: Se incluyen los bienes del clero secular
durante la Regencia de Espartero.
1844: Con la llegada al poder de los
moderados, se suspenden las subastas de
bienes eclesiásticos.
8. Financiero: buscar ingresos para pagar la deuda
pública del Estado, tanto a nacionales como a
extranjeros. De este modo, quedarían resueltos los
problemas hacendísticos y se obtendrían además
recursos económicos para pagar la guerra contra los
carlistas.
Objetivo político: ampliar el número de
simpatizantes al liberalismo, crear un sector de
propietarios que se sintieran unidos al régimen
liberal isabelino porque los compradores de bienes
desamortizados ligarían su suerte a la victoria del
bando liberal, pues un hipotético triunfo de los
carlistas obligaría a devolver las fincas a la Iglesia.
9. Objetivo social: crear una clase media
agraria de campesinos propietarios.
Cambiar la estructura de la propiedad
eclesiástica, que de ser amortizada y
colectiva pasaría a ser libre e individual.
Además la Iglesia sería reformada y
transformada en una institución del nuevo
régimen y sus ministros se convertirían en
“funcionarios” del Estado.
10. Pero había más: la Iglesia sería reformada y
transformada en una institución del Nuevo
Régimen, comprometiéndose el Estado a
mantener a los clérigos y a subvencionar el
correspondiente culto.
11. Las fincas fueron tasadas por peritos de
Hacienda.
La puja alcanzó el 220 % sobre el precio de
salida.
1836-1844: 3.274 millones de reales
(Quedando por vender 910 millones)
Se había desamortizado el 62% de las
propiedades de la Iglesia.
12.
13. Dado el distinto tamaño de los lotes, eran en
teoría asequibles para grupos sociales de
bajos ingresos, pero en la práctica los
propietarios y los inversores burgueses
acapararon las compras, puesto que eran los
únicos que tenían liquidez, sabían pujar y
podían controlar fácilmente las subastas.
Comprar era un excelente negocio: sólo se
abonaba el 20% al contado, el resto se
pagaba aplazado, y se admitían para el pago
los títulos de deuda por su valor nominal.
14. Podría haberse llevado adelante la desamortización
con más rendimiento para el Estado, e incluso que
podría haberse aprovechado para repartir la tierra
entre los campesinos, iniciando así un proceso de
reforma agraria.
Así lo sugirió Flórez Estrada: el Estado arrendara las
tierras a los campesinos y dedicara la renta a pagar la
Deuda, lo que garantizaría los pagos, satisfaría las
peticiones campesinas y serviría para crear la masa
adicta a Isabel II.
No buscaba ni un reparto de las tierras ni una
reforma agraria, sino beneficiar a quienes,
como él mismo, pertenecían a la elite
financiera y comercial y buscaban consolidar
su prosperidad económica con la compra de
bienes inmuebles.
15. Señora: Vender la masa de bienes que han venido a ser propiedad del
Estado, no es tan solo cumplir una promesa solemne y dar garantía
positiva a la deuda nacional por medio de una amortización
exactamente igual al producto de las ventas; es abrir una fuente
abundantísima de felicidad pública, vivificar una riqueza muerta...
desobstruir los canales de la industria y de la circulación,... crear
nuevos y fuertes vínculos que liguen a ella; es, en fin, identificar
con el trono excelso de Isabel II, símbolo de poder y de libertad...
El Decreto que voy a tener la honra de someter a la augusta
aprobación de V.M. sobre la venta de esos bienes adquiridos ya para
la nación, así como en su resultado material ha de producir el
beneficio de minorar la fuerte suma de la deuda pública, es
menester que en su tendencia... se funde en la alta idea de crear
una copiosa familia de propietarios, cuyos goces y cuya existencia se
apoye principalmente en el triunfo completo de nuestras altas
instituciones.
Exposición del ministro Mendizábal a la reina gobernadora
16.
17. “Atendiendo a la necesidad y conveniencia de disminuir la deuda pública
consolidada y de entregar al interés nacional la masa de bienes raíces
que han venido a ser propiedad de la nación, a fin de que la agricultura y
el comercio saquen de ellos las ventajas que no podrían conseguirse por
entero en su actual estado o que se demorarían con notable detrimento
de la riqueza nacional otro tanto tiempo como se perdiera en proceder a
su venta, en nombre de mi excelsa hija la Reina Doña Isabel II, he venido
en decretar lo siguiente:
Quedan declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de
cualquier clase que hubiesen pertenecido a las comunidades y
corporaciones religiosas extinguidas”.
Aprobación por la Reina Gobernadora del R.D. de 19 febrero de 1836.
18.
19. LA DESAMORTIZACIÓN CIVIL
Contexto: La segunda gran desamortización fue iniciada, de
nuevo con los progresistas en el poder (1854-1856), que habían
accedido otra vez a través de un pronunciamiento militar, único
recurso posible ante las restricciones que les imponía la Ley
Electoral de 1846 y la propia Corona, que nunca confiará en
ellos para las tareas de gobierno.
Protagonista: Pascual Madoz, fue el ministro de Hacienda que
impulsó la segunda ley de desamortización, en 1855.
20. Se hablaba de “desamortización general”
porque se trataba ahora no ya solo de los
bienes de la Iglesia, sino de todos los
amortizados, es decir, de los pertenecientes al
Estado y a los municipios (los de propios y
baldíos) y, en general, todos los bienes que
permanecieran amortizados.
21. De todos ellos, los que destacaban por su
importancia eran los bienes que
pertenecían a los municipios, tanto los que
eran propiedad del pueblo en su conjunto -
propios- y los beneficios que producían
revertían en la totalidad de la comunidad, en
forma, por ejemplo, de mejoras de
infraestructura, como los comunes, que
siendo también del pueblo podían ser
disfrutados personal e individualmente por
los vecinos del mismo para llevar el ganado a
pastar o para recoger leña para el hogar.
22. La finalidad de la ley Madoz era fundamentalmente, como lo había
sido la de Mendizábal, la de obtener medios económicos para el
Estado.
Tampoco en esta ocasión aparece como una preocupación por
parte de los progresistas el acceso a la tierra de los desposeídos.
Los bienes desamortizados pasarían a propiedad de aquellos que más
pudieran pagar por ellos. Es decir, se utilizó también el procedimiento
de la subasta pública para su venta, incluyendo algunas mejoras:
solo podían pagarse en metálico, se abonaba el 10 % de entrada y
el resto se podía aplazar, se imponía un plazo máximo de pago de 15
años y se aplicaba un 5% de descuento sobre los plazos
adelantados.
OBJETIVO Y MECANISMO DE VENTA
23. Números
La Ley Madoz se desarrolló a gran velocidad.
Entre 1855 y 1856 se subastaron más de 43.000
fincas rústicas y unas 9.000 urbanas.
El volumen de dinero acumulado fue casi el
doble que en 1845.
Se destinó a amortizar la deuda y a cubrir las
necesidades de la Hacienda tras la abolición del
impuesto de consumos.
24. TEXTOS
Se declaran en estado de venta, con arreglo a las prescripciones de la
presente ley, y sin perjuicio de cargas y servidumbres a que
legítimamente estén sujetos, todos los predios rústicos y urbanos,
censos y foros pertenecientes: al Estado, al clero, alas órdenes
militares..., a cofradías, obras pías y santuarios, al secuestro del
exinfante Don Carlos, a los propios y comunes de los pueblos, a la
beneficencia, a la instrucción pública. Y cualesquiera otros
pertenecientes a manos muertas, ya estén o no mandados vender por
leyes anteriores...
Se procederá a la enajenación -expropiación- de todos y cada uno de los
bienes mandados vender por esta ley, sacando a pública licitación las
fincas a medida que lo reclamen sus compradores...
Los compradores de las fincas quedan obligados al pago, en metálico de
la suma que se les adjudique...
Ley de Desamortización. (1 de mayo de 1855)
25. CONSECUENCIAS
La desamortización no resolvió el problema de
la deuda, pero sí contribuyó a atenuarlo. Se
consiguió rescatar 5000 millones de reales de los
14.000 acumulados y se pusieron a tributar una
enorme cantidad de propiedades que hasta
entonces habían permanecido exentas,
aumentando así los ingresos de la Hacienda.
26. Supuso el desmantelamiento casi completo
de las fuentes de riqueza de la Iglesia, toda
vez que el diezmo, su otra alternativa, fue
igualmente suprimido en 1837. Sólo en 1845
se establecería una Contribución de culto y
clero.
Para entonces la Iglesia había dejado de ser el
estamento privilegiado, aunque conservaba
su enorme influencia en las mentalidades y
en la educación, que casi monopolizaba.
27. La desamortización no produjo un aumento de la
producción agraria, contra lo que pretendían sus
promotores. Lo nuevos propietarios, en general, no
emprendieron mejoras, sino que se limitaron a seguir
cobrando las rentas y las incrementaron, al sustituir los
antiguos derechos señoriales y diezmos por nuevos
contratos de arrendamiento más caros.
Detrajo dinero de la inversión industrial: La compra de
tierras, inutilizó un dinero líquido que hubiera sido de
vital importancia para poner en práctica la incipiente
industrialización de España. Los capitales que en otras
partes de Europa estaban siendo usados para levantar un
sector industrial fuerte, fueron invertidos, en no pocos
casos por la burguesía, en propiedades rurales.
28. Se eliminó la propiedad comunal, lo que provocó un
agravamiento considerable de la situación económica de
los campesinos, que en adelante no pudieron utilizar los
terrenos comunes de su municipio; esos terrenos de
aprovechamiento libre y gratuito donde recoger leña o llevar
a pastar el ganado, lo que forzó a una parte de la población
rural a emigrar a las ciudades. En suma, profundizaba el
proceso de proletarización definitiva de un inmenso
campesinado, a quien se le privaba de estos últimos recursos
provenientes de los bienes de propios y comunes.
29. La desamortización produjo una gran pérdida
y expolio de bienes culturales de los antiguos
monasterios, sobre todo.
30. En las ciudades como la mayoría de los inmuebles
estaba en el centro urbano, la desamortización
contribuyó a un urbanismo discriminador. La alta
burguesía acaparó los mejores edificios del centro,
excluyendo a las clases medias, confinadas en las viejas
viviendas, y dejando para los obreros los arrabales de la
periferia. Los grandes edificios de los conventos se
convirtieron en cuarteles o edificios públicos o fueron
derribados para construir grandes plazas
31. La desamortización provocó un reforzamiento de la
estructura de la propiedad de la tierra: acentuando
el latifundismo en Andalucía y Extremadura, por
ejemplo. Las tierras y las fincas urbanas fueron a parar
a los antiguos terratenientes locales, a nuevos
inversores de la burguesía financiera, industrial o
profesional (sobre todo abogados), a especuladores e
intermediarios.
32.
33. En cuanto a los beneficios obtenidos por la Hacienda
Pública, fueron menores en comparación con lo que se
esperaba.
El objetivo político – ampliar el número de simpatizantes al
liberalismo – sólo se logró parcialmente, pues el liberalismo
se ganó nuevos enemigos entre las gentes más católicas, que
consideraban que la desamortización representaba un feroz
ataque contra la Iglesia. También pensaban que ayudaría a la
consolidación del régimen liberal. Esto determinó que un
amplio sector del campesinado fuese antiliberal al
considerarse agraviado por muchas de las reformas, mientras
que la mayoría de la nobleza apoyó la revolución liberal.
Ruptura de las relaciones con la Iglesia ante la flagrante
violación del Concordato.
34. Aumento de la roturación de las tierras: la superficie agraria
pasó de 10 a 16 millones de hectáreas, consiguiendo prescindir
de las importaciones de cereales y permitiendo un
crecimiento sostenido de la población.
CULTIVOS:
- Protagonismo de los cereales (80 % del suelo agrícola español).
- El segundo gran protagonista fue la vid que se convirtió en un
producto de exportación, consolidado en Andalucía y extendido
por Aragón y Cataluña (Industria).
- - Otros cultivos destacados: Maíz y sobre todo patata (En el
norte).
35. Atraso técnico general.
Las únicas innovaciones en el litoral
valenciano, donde se desarrollaron, desde
mediados de siglo, los cultivos
especializados, hortícolas y frutícolas. El
salto más espectacular correspondió a las
naranjas y también en algunos regadíos del
interior al cultivo de la remolacha que
sustituyó a la caña de azúcar importada de
Cuba hasta 1898. Las islas Canarias se
especializaron en los cultivos del plátano,
tomate y tabaco.
Mejora nada despreciable.
36. Proletización del campesinado.
Nivel superior del salario agrícola en Levante
y Cataluña y el bajo nivel de Andalucía. De
hecho, la población agrícola se mantuvo en
permanente amenaza de hambre a causa de
malas cosechas o de plagas.
Campesinado, que utiliza
aproximadamente más del 50% de su
presupuesto en la compra del pan y un
poco más del 60% en la alimentación en
general y afectaron, por tanto, a los
negocios industriales y financieros.
37.
38.
39. La ganadería ovina y la lanar sufrieron un
notable retroceso. Esta última como
consecuencia del descenso de las
exportaciones de lana, de la supresión de
la Mesta, introducción productos textiles
más competitivos y de las nuevas
roturaciones. En cambio, aumentó la
cabaña porcina.
40.
41. El proceso de industrialización en España fue
lento e incompleto a lo largo de este siglo, ello
no quiere decir que no hubiera cambios, pero
respecto a lo ocurrido en el resto de Europa
estas transformaciones fueron mínimas.
42. INEXISTENCIA MERCADO NACIONAL ARTICULADO
Condiciones geográficas y climáticas difíciles
Inexistencia red efectiva comunicaciones
(Carreteras deficientes, inexistencia red fluvial)
Ferrocarril insuficiente / Puertos: único punto
contacto comercial con el exterior
43. La escasez de materias primas y de fuentes de
energía y su dispersión geográfica, que hacían
costosa la producción.
Lento crecimiento demográfico, que supuso la
falta de mano de obra industrial y un excedente
de población en el ámbito rural. A finales de
siglo la población sobrante inicia la emigración a
América en vez de a las ciudades.
La pérdida de las colonias americanas, significó
la ausencia de unos mercados y fuentes de
materias primas para generar un despegue
industrial.
44. La falta de capitales, que impidió la inversión
para cambiar las técnicas de producción en la
industria. La burguesía española se convirtió en
rentista y terrateniente, y dedicó sus capitales a
la especulación.
El papel del Estado, cuya política proteccionista
favoreció los intereses agrarios e impidió el
desarrollo de la competencia capitalista. Al
proteger la producción española con aranceles, se
potenciaba el inmovilismo y la falta de cambios
tecnológicos en el campo.
45. • La escasa
capacidad de
compra de la
población española
(pobreza).
• La falta de
inversiones.
• Los problemas de
transporte.
• La escasez de
fuentes de energía.
• La posición alejada
de España respecto
a los núcleos más
industrializados.
46.
47.
48. • A mediados del siglo XVIII, en Cataluña ya existía una
importante producción manufacturada de indianas
(tejidos de algodón estampados). La prohibición, en
1802, de importar algodón hilado estimuló la
proliferación de hilaturas y el nacimiento de la
moderna industria textil.
49.
50. Taller textil catalán a
principios del siglo XIX
Fábrica de estampados en
Barcelona a mediados del
siglo XIX
La mecanización de la industria textil
52. Fábrica de La España Industrial
La mecanización de la industria textil
53. Una disminución de costes y precios y a una
multiplicación de las ventas, pero con la
contrapartida de sustituir la mano de obra
masculina por niños y mujeres, con salarios
mucho más bajos. No es extraño, por ello,
que fueran los obreros catalanes los más
concienciados y los primeros que se
organizaron en defensa de sus derechos,
naciendo entre ellos el movimiento obrero
español.
55. • Andalucía
Los primeros altos hornos se instalaron en
Andalucía (Málaga y Huelva), donde destaco con
especial importancia el de Marbella (1826). Pero la
siderurgia andaluza desapareció a mediados del siglo
XIX. Tenían que alimentar los hornos con carbón
vegetal, de escasa capacidad calorífica, o importar
carbón de coque, lo que elevaba enormemente los
costes de producción.
56. • Asturias
Asturias fue el siguiente centro
siderúrgico (1868-1874). Aunque la
calidad de su carbón no era muy
alta, destacaba como zona más rica
de este mineral en España, lo cual
facilitaba la instalación de altos
hornos.
El Museo de la
de Asturias
(2006)
Jaula de la antigua
mina de mercurio.
Mieres.
57.
58. La producción siderúrgica en España
Altos Hornos de Vizcaya
La fábrica San Francisco, en Sestao, a
principios del siglo XX
59. • A partir del
desarrollo
siderúrgico, la
industria vasca se
diversificó y
aparecieron nuevas
empresas de
construcción
mecánica y naval.
Además, se creó un
importante sector
bancario que
proporcionó apoyo
financiero a la
industria (Banco de
Bilbao, Banco de
Vizcaya).
Banco de
Bilbao
Banco de Vizcaya
60. El carbón como condicionante del desarrollo de la siderurgia
61. La producción siderúrgica en España
Producción siderúrgica en España,
1861-1913 (media anual en miles de
Tm)
62.
63.
64.
65. La minería española en el siglo XIX
Producción de carbón
Producción y exportación de hierro
66.
67. • En 1860 representaban el
80 % del suelo agrícola
español.
• En la zona Norte se
cultivaban patatas, y en
Galicia, también maíz.
• En las regiones
mediterráneas
abundaban el arroz y los
cítricos.
• En Cataluña y la Rioja, la
viticultura alcanzó una
gran expansión.
• Andalucía tuvo una gran
expansión el olivar.
• Los principales productos
de exportación eran las
naranjas, el vino y el
aceite de oliva.
68. Bodega de Jerez en el siglo XIX
Exportación vinícola (millones de
litros)
El comercio exterior
69. Política general: los gobiernos moderados
defendieron sobre todo los intereses de los
propietarios de la tierra, realizaron una
política comercial proteccionista
precisamente para garantizar la venta a
precios elevados de la producción, reservando
para ello el mercado nacional.
El resultado es que, en años de buenas
cosechas, los precios se mantuvieron
relativamente altos al no haber competencia
exterior ni mercado interno, y en años de
malas cosechas los precios se disparan.
70. • Con una permanencia en el
campo de mano de obra barata,
que no estimuló la
mecanización ni el aumento de
productividad, y un
campesinado pobre, con escasa
capacidad de compra, no
constituyeron un mercado
sólido para los productos de la
nueva industria, cuyo resultado
fue el mantenimiento de unas
bajos rendimientos agrícolas y
la pobreza de la población
agraria, lo que supuso un
escaso estimulo para la
industrialización.
71. Eliminación definitiva de los señoríos: la
tierra se convierte en propiedad inalienable e
individual, en propiedad plena y circulante.
Libertad de cercamiento de tierras (lo que
significó acabar con prácticas tradicionales
de la economía campesina comunal, como el
aprovechamiento de las mieses para pasto o
los derechos de paso) y de comercialización de
productos agrarios; la eliminación de precios
tasados (libertad de precios).
72. Acumulación de la propiedad de la tierra y el
reforzamiento de su estructura (latifundio y
minifundio).
Falta de innovaciones en las técnicas agrícolas,
porque los nuevos propietarios prefirieron
mantener los sistemas de explotación en vez
de invertir en mejoras.
El rendimiento de la tierra no aumentó, y
sólo se incrementó la producción debido a la
puesta en cultivo de más tierras
74. • Minifundios
En la Submeseta
Norte y en Galicia. La
escasa dimensión de
las propiedades no
permitía la
mecanización y lo
escasos rendimientos
apenas alcanzaban
mantenimiento de la
familia. Tan solo
algunas regiones,
como Cataluña,
Valencia, la cornisa
cantábrica o La Rioja,
la estructura de la
propiedad resultaba
más equilibrada.
76. • En 1844 se publicó una Real Orden para
regular la construcción, pero fue muy
imprecisa y no creó un marco legal adecuado
para incentivar inversores.
• En 1845 se concede a José María Roca la
licencia de explotación para la construcción
del primer trayecto Barcelona-Mataró,
inaugurado en1848, por Isabel II.
• En 1851, el financiado por el Marqués de
Salamanca entre Madrid-Aranjuez.
• En 1853 se construye el tramo Gijón-
Langreo.
77. Estación del Norte,
Madrid (1887)
Inauguración del tren entre
Barcelona y Mataró (1848)
La construcción de la red ferroviaria
78. Aprobada por los progresistas en 1855, fijaba
condiciones muy favorables para la
construcción:
1) Regulaba la formación de las compañías de
construcción.
2) Garantizaba las inversiones extranjeras en
caso de guerra.
3) Eximía de aranceles a los materiales
necesarios para tender las líneas.
4) Subvencionaba hasta un tercio del coste de
construcción.
79. Se formaron tres grandes grupos, participados por la
banca francesa de las familias Pereire, Rosthschild y
Prost, que fundaron las tres grandes compañías
ferroviarias: la del Norte, la MZA (Madrid a Zaragoza y
Alicante) y la de Ferrocarriles Andaluces.
A ellos se unieron, como socios españoles, algunos de
los principales magnates de las finanzas y de la Bolsa.
Se calcula que el 40% de la financiación fue de
inversores españoles, otro 40% de capitales
extranjeros y un 20% del Estado.
80. Absorbió una buena parte de los capitales que
hubieran debido invertirse en la industria.
Al permitir importar hierro del exterior sin
aranceles se perdió una oportunidad de lanzar
la siderurgia nacional. Pero también es verdad
que sin ferrocarriles difícilmente hubiera
podido crecer la siderurgia y que ésta no
estaba en condiciones de cubrir la demanda de
hierro y carbón para su construcción.
81. 4.- Ferrocarril y mercado
con fases
Construcción
del ferrocarril
4.1.-4.2. Ferrocarril y mercado interior
• Primera gran expansión: 1855-1866
• Paralización: 1866-1873
• Nueva etapa constructiva: desde 1873
Crisis financiera
Ley General de Ferrocarriles (1855)
•Empresas de capital extranjero
•Estructura radial de la red
•Mayor ancho entre carriles
•Franquicia arancelaria para la
importación de material ferroviario
Construcción especulativa, no al
servicio de la producción
«Oportunidad
perdida»
Desarrollo del
mercado interior
favorece
Medidas liberalizadoras
•Abolición de los gremios
•Supresión de impuestos de paso (portazgos...)
•Eliminación de tasas
pero
•Escaso desarrollo industrial
•Predominio agrícola
con
•Atraso técnico
•Pobreza del
campesinado
Escasa demanda
83. 4.- Ferrocarril y mercado
comporta
Bases de su
construcción
El ferrocarril y su aportación a la industrialización
• Estructura radial
• Ancho de vía
• Importación de material
ferroviario sin aranceles
Caída de las acciones
•Atraso de los transportes
•Coste de la construcción de los FFCC
•Impacto de la crisis financiera de 1866
•Garantías aportadas por el Estado
•Depende del capital extranjero
•Ley General de Ferrocarriles (1855)
Dificultó
los
intercambi
os
Centralismo Inadecuación del trazado a
las necesidades económicas
Bienio Progresista
Ferrocarriles e
industrialización
•Se considera una oportunidad perdida
•El tendido no habría podido ser abastecido
interiormente
•El ferrocarril facilitó los intercambios
interiores
•Permitió las exportaciones
pero
Desarrollo industrial
endógeno
impide
pero
Aún era incipiente
Articulación del
mercado interior
pero
Escasos beneficios
Efectos positivos
86. Presenta dos fases bien diferenciadas:
Hundimiento hasta 1840: Pérdida colonias
americanas y clima bélico (Guerras Carlistas).
Recuperación desde 1840, debido a:
- La desamortización y la liberalización de precios y
mercados.
- Reparación y construcción de nuevas carreteras.
- Eliminación de aduanas vascas y de otras trabas
internas.
- Construcción del ferrocarril.
90. Mucho menos se desarrolló el comercio
exterior, debido tanto a la política
proteccionista de los moderados como al
caos monetario y la revalorización de la
moneda, que dificultaba su uso en
transacciones exteriores.
A partir de 1856 la nueva legislación y la
reducción de aranceles permitieron la
entrada de capitales extranjeros y el
aumento del tráfico comercial.
91. 4.- Ferrocarril y mercado
Evolución del
comercio exterior
4.3.-4.4. El comercio exterior
pero
•Predominio de productos agrarios
•Fines del XIX: productos agrarios,
minerales y tejidos de algodón.
•De los tejidos a las materias primas
(algodón en rama y carbón) a fines
del XIX.
•Crecimiento de las exportaciones
y de las importaciones
•Impacto de la pérdida de las
colonias
Desarrollo industrial
Intercambios con
Francia y Reino Unido
Debate
proteccionismo / librecambismo
pretende
Desarrollo industrial
interno
con
•Aranceles
•Subsidios
•Contratas
Cerealistas
castellanos
Industria textil catalana
Minería asturiana
Siderurgia vasca
pretende
•Especialización industrial
•Reducción de precios
predomina
hasta
pero
•Desincentivó la inversión
•Dificultó la transferencia de
tecnología
•Sostuvo altos precios
Sexenio Democrático
y arancel Figuerola
Concentración
industrial
Prácticas monopolistas
pero
•Inestabilidad política
•Subdesarrollo agrario
•Fiscalidad
•Parasitismo y
especulación
Débil desarrollo industrial
•Escasa competitividad
exterior
•Menor demanda interna
93. Atraso generalizado, causas:
Clima de permanente inestabilidad política.
Retraso en generalizar el sistema de sociedades
anónimas, lo que retrajo a los inversores, que
arriesgaban no sólo su capital en las empresas,
sino también su patrimonio particular.
El país se hallaba sometido en un caos
monetario.
La deuda pública, actuó atrayendo capitales por
sus elevados intereses.
94. leyes sobre Banca:
Regulaba el derecho de emisión de moneda.
Asignaba un banco emisor por localidad y
permitía emitir un máximo del triple del
capital del banco.
Se rebautizaba el Banco de San Fernando
como Banco de España (en 1847 se había
fusionado con el Banco de Isabel II), y se le
otorgaban funciones oficiales.
Establecía un Riguroso control
gubernamental sobre el funcionamiento de
los bancos.
96. El entramado financiero español tras la ley de 1856
Fachada del Banco de España, edificado
entre 1884 y 1891
97. Ley Ley sobre Sociedades de Crédito :
Regulaba la fundación de sociedades de
crédito por acciones.
Debían desembolsar en depósito el 10% del
capital.
Estaban menos controladas que las entidades
bancarias.
99. Las características generales de esta
población eran aún propias del ciclo antiguo:
Mortalidad muy elevada: sucesivas guerras
en el primer tercio del siglo, la incidencia
grave de las epidemias infecciosas, sobre
todo cólera y tuberculosis, seguidos de cerca
por la gripe o el sarampión. Otro factor
fueron las sucesivas crisis de subsistencias.
100. • El descenso de la
mortalidad fue
consecuencia del
aumento de la
producción agrícola, la
mejora de la dieta
alimenticia, las
mejores condiciones
higiénicas y los
avances médicos. Con
esto la población se
hizo menos vulnerable
a las enfermedades y
las grandes epidemias
que desaparecieron
durante el siglo XIX.
101. Subdesarrollo agrario
Pobreza
•Retroceso de epidemias
•Mejora de la dieta
•Expansión del maíz y la
patata
Ensanches
• Natalidad elevada
• Mortalidad y m. infantil altas
• Esperanza de vida baja
pero
Peso demográfico
de la periferia
Lento éxodo rural
Crecimiento demográfico por
• Malas cosechas
• Deficiencias higiénicas
Crecimiento de
centros industriales
y mineros
Emigración a
América Latina
Dualismo campo-
ciudad
Conflictos
Débil desarrollo
industrial
Lento aumento de la
población urbana
(urbanización)
2.- La evolución demográfica
Crecimiento demográfico por regiones (siglo XIX)
0 50 100 150 200
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cataluña
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Valenciano
País Vasco
La Rioja
España
Regiones
Crecimiento (%)
102. • El aumento de
la población no
fue homogéneo
en toda la
península. Las
regiones donde
se produjeron
un mayor
crecimiento
fueron: Madrid,
Cataluña,
Litoral
mediterráneo,
Canarias y el
País Vasco.
103. Crecimiento demográfico por regiones en el siglo XIX
Crecimiento demográfico por regiones (siglo XIX)
0 50 100 150 200
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cataluña
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Valenciano
País Vasco
La Rioja
España
Regiones
Crecimiento (%)
Variación de la población
respecto a la media española
(1797-1900)
104. Evolución demográfica de algunos países europeos (1800-1900)
Evolución de la población
(en miles de habitantes)
La evolución de la población en el siglo XIX
105. Los movimientos migratorios
Condicionantes que hicieron
posible la emigración de los
campesinos:
• Concentración de la
propiedad.
• Las duras condiciones de
vida.
• Transformaciones técnicas
de la agricultura.
• Mejora de los transportes.
• Expectativas de una mejor
vida en otro lugar.
106. Hasta 1853 el gobierno mantuvo la vieja teoría
poblacionista del pasado y prohibió la
emigración. En ese año una Real Orden
permitió finalmente la emigración al
extranjero, dirigiéndose principalmente
hacia América (Argentina y Brasil sobre todo)
y Argelia. Afectó a campesinos y artesanos.
• Primera etapa
Los emigrantes se dirigieron hacia los núcleos
urbanos más próximos o más dinámicos
económicamente. A partir de 1860 se inició un
éxodo rural hacia Madrid, Barcelona y Vizcaya,
zonas más industrializadas de la Península.
112. CARACTERÍSTICAS GENERALES:
La sociedad de mediados del siglo XIX es ya una
sociedad de clases moderna. Las leyes de la
década de 1830 acabaron definitivamente con
la sociedad del Antiguo Régimen y con los
privilegios estamentales. Eso no significa que la
nobleza no conservara, a lo largo del siglo XIX e
incluso del XX, algunos privilegios formales y
simbólicos, e incluso una influencia y prestigio
social superiores a los del resto de la población.
113. Formada por la vieja aristocracia, las altas
jerarquías del clero, del Ejército y de la
Administración y la alta burguesía.
114. Perdió sus privilegios estamentales.
La desvinculación de la tierra convirtió sus
señoríos en propiedad privada.
La desamortización le permitió aumentar incluso
sus tierras.
Por todo ello mantuvo su riqueza y conservó
poder a través de su posición en la Corte y su
influencia sobre la Reina; en el Ejército y en la
política, al ocupar escaños vitalicios en el
Senado y desde 1856, fundirá sus intereses con
los de la burguesía.
115. La alta burguesía. Basándonos en su ocupación la podemos dividir en
cinco subgrupos:
1º- La burguesía terrateniente y rentista que se formó gracias a la
desamortización. Vivían en las ciudades y apoyaban la política de los
moderados, favorable al proteccionismo. No invirtieron sus ganancias en
mejorar la producción agraria.
2º- Los comerciantes, integrados por armadores, transportistas,
exportadores y negociantes, un puñado de familias poderosas sobre todo
en las ciudades costeras.
3º- La burguesía financiera importante e influyente a partir de 1856.
Estaba constituida por los grandes financieros, banqueros y
prestamistas, formaron parte de las nuevas Sociedades de Crédito que
impulsaron la construcción del ferrocarril.
4º- Algunos miembros de la burguesía profesional: abogados, médicos,
funcionarios de alto rango y dirigentes políticos que juega sin embargo un
importante papel en la dirección del país.
5º- Los grandes industriales, numéricamente son pocos. Eran favorables a
una política proteccionista – sobre todo los industriales catalanes del
sector textil.
116. Constituían un conjunto bastante heterogéneo y muy
difícil de delimitar, son un grupo reducido, apenas
un 5% de la sociedad.
Formado por pequeños propietarios rurales,
campesinos acomodados poseedores de su propia
tierra, mandos intermedios del Ejército,
funcionarios, profesionales liberales de menor
nivel, pequeños comerciantes y empresarios,
propietarios de talleres, etc.
117. Ingresos estaban por encima de los de obreros y
campesinos jornaleros, pero eran demasiado
precarios como para no pasar dificultades. Vivían
una vida austera, con el fin de sacar adelante a
sus hijos, para los que soñaban con un puesto en
la Administración o en el Ejército. Los más
afortunados conseguían, dar a sus hijos varones
estudios de Medicina o Derecho, las carreras más
cotizadas.
Su ideología tendía a ser muy conservadora,
recelosa ante los cambios y miedosa de caer en la
proletarización. La mayoría no tenía derecho al
voto, dada la escasa contribución que pagaban.
118. Era el grupo más numeroso del país, constituía
alrededor del 80% de la población.
Pérdida general de nivel de vida: Sus ingresos
disminuyeron, mientras que los jornales se mantenían
también bajos.
La desamortización les perjudicó, pues los nuevos
propietarios no sólo no invirtieron en mejorar los
cultivos, sino que expulsaron a los antiguos colonos de
sus tierras e impusieron nuevos contratos que los
convirtieron en simples jornaleros, sobre todo en
Andalucía y Extremadura. La desamortización de
Madoz, al poner en venta las tierras de propios y
baldíos, dio el golpe mortal, al eliminar el respiro
económico que suponía la explotación de esas tierras
para muchos campesinos.
119. Los liberales no sólo no realizaron la reforma
agraria, sino que reforzaron la estructura
de la propiedad de la tierra, aumentaron el
poder de los terratenientes y defendieron
sus intereses.
A mediados de siglo, la gran mayoría de los
campesinos vivía al margen de los
movimientos políticos, y la sociedad agraria
seguía siendo un mundo tradicionalista.
120. Grupo social relativamente numerosos en el
interior de la Península, y sobre todo en aquellos
sectores de producción en los que la
industrialización era difícil.
Apegados a sus privilegios antiguos, la mayoría de
ellos reaccionaron de manera conservadora,
enfrentándose a los cambios y al libre mercado, y
apoyando los intereses de los terratenientes.
121. Con el crecimiento de las ciudades y de la
Administración, aumentó paulatinamente el
número de funcionarios y empleados, sobre
todo en Madrid y grandes ciudades.
122. El desarrollo de la industria del algodón y la
primera siderurgia hicieron afluir a las
ciudades a miles de trabajadores agrícolas en
paro o que habían sido expulsados por la guerra
o la expropiación de sus tierras. Así como
artesanos arruinados.
Emigración masiva a las ciudades a partir de
los años cuarenta, que hizo crecer los barrios
periféricos, en donde se amontonaban los
campesinos en paro con sus familias, a la
búsqueda de un empleo en la industria.
123. Barrios caracterizados por casas de mala
construcción, faltos de higiene: sin iluminación,
alcantarillado o pavimentación, lo que conllevaba
la difusión constante de enfermedades infecciosas
y contagiosas entre sus habitantes.
Condiciones laborales: jornadas de 12 a 14 horas,
en unas condiciones poco favorables – ruidos,
polvo, sin seguridad alguna en el trabajo... , y sin
otro descanso que los domingos. Trabajaban por
igual hombres, mujeres y niños de hasta 6 y 7
años de edad. Los salarios eran muy bajos y
apenas permitían una alimentación consistente
básicamente en pan, habichuelas y patatas.
124. A las enfermedades infecciosas había que añadir
las sociales: el alcoholismo y las enfermedades
venéreas.
El analfabetismo era general: afectaba al 69% de
los hombres y al 92% de las mujeres.
125. El limitado proceso de industrialización español implicó que el número de
obreros industriales existentes en la España del XIX fuese relativamente
pequeño, concentrados sobre todo en Cataluña, País Vasco, Asturias y Madrid.
Las primeras formas de protesta
tuvieron un carácter ludista
(Alcoy, 1821), destruyendo los
telares mecánicos, y el incendio
de la fábrica Bonaplata de
Barcelona, una de las primeras
en instalar una máquina de vapor.
Pronto los trabajadores vieron la
necesidad de crear organizaciones
propias capaces de defender sus
derechos: los sindicatos.
126. 1840: fundación en Barcelona del primer sindicato: la Asociación de
Tejedores de Barcelona:
Disminución jornada laboral
Aumento de los salarios
Derecho a formar asociaciones obreras.
Los patronos reaccionaron prohibiendo los sindicatos obreros.
Durante el Bienio Progresista (1854-56) el movimiento obrero conoció una
gran expansión gracias a la permisividad del gobierno.
En 1855 tuvo lugar en Barcelona la primera huelga general en España
(una reacción ante la intención de los fabricantes de introducir nueva
maquinaria que reduciría puestos de trabajo).
Durante el Sexenio llegaron a
España las ideas de la I
Internacional, y en 1870 se creó
la Federación Española de la
Asociación Internacional de
Trabajadores, difundiendo el
marxismo y el anarquismo.
127. Las ideas anarquistas arraigaron fuertemente entre los obreros de
Cataluña y el campesinado andaluz.
Defendió la formación de grupos autónomos que atentasen contra la
sociedad burguesa y capitalista.
Así se produjeron numerosos atentados y la sociedad entró en una espiral
de violencia por la fuerte represión que como respuesta se ejerció
sobre el movimiento obrero.
La proliferación de atentados impulsó a que grupos de anarquistas
contrarios a la violencia fundaran sindicatos obreros para conducir a los
obreros hacia la revolución social, así en 1910 se fundó la CNT,
Confederación Nacional del Trabajo, que llegó a ser el sindicato más
importante de España.
130. El marxismo sin embargo tuvo más influencia
entre el proletariado y clases medias de
Madrid, País Vasco y Asturias.
Con Pablo Iglesias, los marxistas fundaron en
1879 el Partido Socialista Obrero Español
(PSOE), y en 1888 se creó la Unión General
de Trabajadores (UGT) sindicato de
inspiración socialista.
Los socialistas defendían la participación en
las elecciones, querían llevar al parlamento
diputados obreros que defendiesen a los
trabajadoras y lograran leyes más favorables a
sus intereses (reducción de la jornada labora,
prohibición del trabajo infantil, regulación del
trabajo femenino…)
Pablo Iglesias.
131. La influencia del socialismo en España creció lentamente. El PSOE
logró su primer diputado en el año 1910, Pablo Iglesias.