3. Fractura de pene
Más de 1600 casos de fractura de pene
aparecido en la literatura médica desde 1935 hasta 2001,
56% de ellos informaron de los países mediterráneos. El
mayor serie eran de los Estados Unidos y Canadá, Irán,
Marruecos y Turquía.
4. Fractura de pene
La túnica albugínea, que en estado de flaccidez tiene
un espesor de 2 mm, adelgaza hasta 0,5-0,25 mm cuando
se produce una erección.
Esta disminución de espesor se acompaña de un
descenso paralelo de la elasticidad, y un incremento de la
presión intracavernosa (por encima de 1.500 mm Hg) y en
consecuencia de una menor resistencia a la angulación.
La fragilidad de la túnica albugínea es mayor en
determinadas situaciones patológicas, como la enfermedad
de Peyronie.
5. Un 33-58% de los traumatismos que originan una fractura
de pene ocurren durante el coito, por salida accidental del
pene de la vagina, y posterior contusión sobre el periné o
pubis de la pareja.
Otros de los mecanismos traumáticos posibles son:
masturbación, intento de detumescencia manual, cambios de
posición o caídas de la cama con el pene erecto, y cualquier
otro traumatismo que tenga lugar sobre el pene en erección
6. Esta rotura suele ser unilateral, transversal, y del lado
derecho, siendo más frecuente que tenga lugar en el tercio
proximal peneano hasta en el 90% de los casos, aunque para
otros la fractura acostumbra a producirse en el tercio distal.
Suele afectar a un solo cuerpo
cavernoso, aunque la rotura
cavernoso bilateral es bastante
frecuente.
En un 10-38% de los casos existe
una lesión uretral asociada.
7. El 83% de los pacientes con fractura de cuerpos
cavernosos, tenían alteraciones histológicas de la túnica
albugínea. Estas alteraciones disminuyen la elasticidad y
resistencia de dicha estructura, haciéndola más vulnerable a
los traumatismos, ya que la presión que puede soportar su
túnica albugínea es mucho
menor que una albugínea
estructuralmente normal.
8. Cuadro clínico
Audición de un chasquido, con o sin dolor.
Detumescencia peneana inmediata.
Incurvación del pene hacia el lado contrario a la fractura
Hematoma genital, que en la mayoría de los casos es
exclusivamente peneano, ya que la fascia de Buck mantiene
su integridad.
El hematoma puede extenderse hacia el área escrotal, perineal
o hipogástrica, si existe una lesión concomitante de la fascia
de Buck, quedando entonces limitado por la fascia de Colles.
15. Diagnóstico por imágenes
En los casos dudosos se puede utilizar alguna prueba de
imagen como cavernosografía, ecografía o resonancia
magnética (RM). La uretrocistografía retrógrada o miccional
es una prueba especialmente útil, que creemos debe realizarse
en aquellos casos con sospecha de lesión uretral.
16.
17.
18. La cavernosografía es una técnica invasiva, que no es
posible realizar de forma urgente en la mayoría de los
hospitales, y que presenta una serie de complicaciones
potenciales, como fibrosis cavernosa e infección.
19. La ecografía permite visualizar el hematoma, y en ocasiones
la fractura cavernosa, observando en este último caso un área
hipoecoica que altera la continuidad de la túnica albugínea. La
adecuada interpretación de esta prueba sólo está al alcance de
ecografistas adiestrados, y tiene el inconveniente de que no
permite detectar pequeñas roturas. Por ambos motivos, existe
la posibilidad de pruebas falsamente negativas.
20. La RM ofrece una excelente visualización de la porción
pendular del pene, y en particular de la túnica albugínea,
constituyendo la técnica más fiable para el diagnóstico.
A. Sobre la violación en el túnica albugenia (línea hipointensa) con hematoma en el cuerpo cavernoso derecho
con edema de partes blandas adyacentes. B) Compromiso del cuerpo esponjoso en el lado derecho.
21. A) Defecto en el túnica albugenia con hematoma del cuerpo cavernoso derecho, B) la extensión
mínima en el esponjoso en la parte derecha y edema de partes blandas
24. PREPARACIÓN
PREOPERATORIA Y POSICIÓN
Profilaxis antimicrobiana en traumatismos cerrados:
Tobramicina (TOBRADISTIN) 240 mg iv antes de la cirugía
seguido de otra dosis a las 24 h.
25. Hasta la década de los 70 el tratamiento más habitualmente
empleado para este tipo de traumatismo era el conservador,
basado en:
Cateterismo uretral.
Vendaje compresivo(ferulas)
Compresas frías.
Analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos.
Diazepam o dietilestilbestrol.
Antifibrinoliticos (Enzimas proteolíticos como la
estreptoquinasa).
26. La actitud conservadora ocasiona secuelas en el 10-53% de
los casos, tanto sobre la función sexual:
Disfunción eréctil.
Incurvación peneana.
Sobreinfección del hematoma peneano
Erecciones dolorosas.
Estenosis de uretra.
Fístula arterio-venosa.
27.
28.
29. Otras desventajas del tratamiento conservador son la mayor
estancia hospitalaria y la recuperación más tardía de la
actividad sexual del paciente.
“A pesar de la elevada tasa de complicaciones observadas en
la mayoría de los estudios, existen autores que, con un
seguimiento medio prolongado, no encuentran diferencias
significativas entre el tratamiento conservador y el
quirúrgico precoz, en cuanto a la incidencia de
complicaciones”.
30.
31. Actualmente la mayoría de los urólogos abogan por un
tratamiento quirúrgico precoz, consistente en evacuación del
hematoma peneano y reparación del desgarro albugíneo y
de las posibles lesiones asociadas.
El abordaje quirúrgico más ampliamente utilizado es la
incisión circunferencial subcoronal, con denudación del
pene hasta su base. Esta incisión permite una fácil
evacuación del hematoma y reparación de la fractura
albugínea, facilitando asimismo una correcta exploración de
ambos cuerpos cavernosos y de la uretra, para descartar la
existencia de lesiones asociadas.
34. MANIOBRAS QUIRÚRGICAS
INICIALES
- Evacuación de colecciones hemáticas, búsqueda de vasos
sangrantes y coagulación.
- Exploración quirúrgica con búsqueda de lesiones en cuerpos
cavernosos o uretra.
- Si hay rotura de un cuerpo cavernoso se exponen los bordes y
se suturan con ác. poliglicólico (DEXON®) o poliglactin
(VICRYL®) de 3/0 .
- En la zona dorsal se diseca bien el paquete neurovascular
para no lesionarlo.
35.
36.
37.
38.
39. MANIOBRAS QUIRÚRGICAS
INICIALES
• Si hay rotura de uretra se reavivan los bordes y se realiza una
sutura primaria con DEXON®/VICRYL® de 4/0 sobre una
sonda 14Ch.
• Si hay pérdida de sustancia >1-2 cm puede ser necesario un
colgajo de piel o un injerto de mucosa oral.
• La sutura de la túnica albugínea se realiza habitualmente
mediante una sutura discontinua, con material reabsorbible
de 2-3/0.
• Se debe reservar especialmente la sutura no reabsorbible
para los raros casos de rotura recidivante..
40.
41. Otra posibilidad es realizar una incisión corporal
longitudinal, sobre la zona donde se aprecia el hematoma.
Este abordaje no permite una adecuada exposición de los
cuerpos cavernosos y de la uretra, y puede dificultar la
evacuación del hematoma, por lo que creemos que debe
reservarse para aquellos casos con hematomas de pequeño
tamaño, que probablemente se corresponden con lesiones
albugíneas más pequeñas.
42. Otra forma de abordaje descrita en los últimos años para este
tipo de traumatismo es la incisión inguino - escrotal. La
ventaja de esta incisión sobre las dos anteriores, según los
autores que la emplean, es que esta se realiza sobre un tejido
no edematoso, obteniendo una mejor visualización del área
fracturada. Para otros la existencia de edema peneano no
dificulta la identificación de la fractura, ya que el edema
peneano no afecta a la túnica albugínea, y es fácilmente
reconocible, especialmente cuando se efectúa una incisión
subcoronal.
Por otra parte la incisión inguino-escrotal, al igual que la
corporal longitudinal, no permite la correcta evaluación de
posibles lesiones asociadas.
43. MANIOBRAS QUIRÚRGICAS
FINALES
• Consideramos que la colocación de un vendaje
compresivo y una sonda uretral, ambos durante 24-48
horas, es suficiente para evitar la formación de
colecciones postoperatorias, por ello no creemos necesaria
la utilización de drenajes.
44. En el caso de sospecha de lesión uretral, la mayoría de los
autores recomiendan la realización de una cistostomía
suprapúbica, lo que evita la extravasación de orina a la zona
quirúrgica , otros preferieren la exploración y resolución del
daño uretral concomitante a la cirugía reparativa.
Llarena Ibarguren R, Villafruela Mateos A, Azurmendi Arin I, García Fernández J, Pertusa Peña C. Fractura de pene con
rotura asociada de uretra, Archivos Españoles de Urología (Ed. Impresa)Arch. Esp. Urol. Madrid sep. 2006. 59 .7 :732-736.
45. Si hay lesión uretral y se opta por un tratamiento diferido,
siempre hay que drenar la orina mediante sonda de cistostomía,
y a partir de los tres meses, cuando el tejido uretral ha
cicatrizado y es maduro, puede llevarse a cabo la
reconstrucción quirúrgica.
Juaneda Castell B et al. Fístula uretrocavernosa por fractura penena./Actas Urol Esp. 2008;32(10):1043-1045
46. MANIOBRAS QUIRÚRGICAS
FINALES
• Recolocación de la piel del pene retraída en su posición
original.
• Cierre de la incisión circunferencial y de las heridas
penetrantes con poliglactin (VICRYL RAPIDE®),
ác. poliglicólico (SAFIL QUICK®) o poliglitona
(CAPROSYN®) de 4/0..
47.
48. CUIDADOS
POSTOPERATORIOS
• Inicio de VO a las 6 h de la intervención. Analgesia pautada.
• Deambulación temprana y alta a las 24-48 h.
• Si ha habido lesión uretral se retira la sonda a las 3 semanas
y se practica cistouretrografía miccional. Después control
clínico, flujometría y medición de residuo postmiccional a
los 3 meses.
Broseta E., Budia A Lujan S, Serrano A .Atlas quirúrgico de urología practica, Hospital universitario la fe
Valencia, 2008:468-71
49. “La fractura peneana supone una rara
urgencia que debe ser reparada de forma
inmediata evacuando el hematoma,
suturando la lesión albugínea y
solucionando la lesión uretral en los raros
casos en que se asocie”.
50. “La intervencion quirúrgico precoz para
la mayoría de los autores observan una
completa recuperación sexual, con
erecciones rígidas e indoloras, y poca o
ninguna incurvación peneana”.
51. “Los trastornos de la función sexual afectan
casi exclusivamente a aquellos pacientes que
demoraron la solicitud de atención médica
especializada.”