SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 13
Descargar para leer sin conexión
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80401207
Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Sistema de Información Científica
Juan Guerrero
Los roles no laborales y el estrés en el trabajo.
Revista Colombiana de Psicología, núm. 12, 2003, pp. 73-84,
Universidad Nacional de Colombia
Colombia
¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista
Revista Colombiana de Psicología,
ISSN (Versión impresa): 0121-5469
revpsico_fchbog@unal.edu.co
Universidad Nacional de Colombia
Colombia
www.redalyc.org
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
LOS ROLES NO LABORALES Y EL ESTRES EN EL TRABAJO
Non-work roles and job stress
Juan Guerrero
Universidad Nacional de Colombia
RESUMEN
Este análisis se ocupa de dimensiones esenciales de las
personas vinculadas al mundo del trabajo: el “momen-
to de trabajo” y el “momento de no-trabajo”. Se cote-
jan relaciones y procesos invariablemente presentes en
el diario vivir de hombres y mujeres, pero que afectan
su bienestar y desempeño ocupacional de manera dis-
tinta. Se trata de aspectos que convergen y se poten-
cian para dar lugar a variados perfiles de vida laboral y
extralaboral, a diferentes perfiles de salud y producti-
vidad. Estos son entre otros: los conocimientos y ha-
bilidades del individuo, sus condiciones de genero, sus
expectativas ocupacionales, su estilo de vida, sus valo-
res y patrones de crianza, su vulnerabilidad al estrés,
sus estrategias de afrontamiento, las oportunidades de
empleo, la diversidad de roles, el tiempo disponible
para atenderlos, la naturaleza y disponibilidad de apo-
yo social. El concepto que orienta todo el análisis es el
de “spillover” trabajo-familia, que corresponde a la
permanente e inevitable “contaminación psicológica”
de las circunstancias del trabajo sobre la vida familiar
y viceversa. Se trata de un proceso connatural a la exis-
tencia de hombres y mujeres de la sociedad industrial
y que invariablemente está presente para enriquecer o
empobrecer el desempeño humano en, dentro o fuera
del trabajo.
Palabras claves: salud ocupacional, trabajo femenino, estrés
laboral, tiempo de trabajo, apoyo social, relación traba-
jo-familia
ABSTRACT
This analysis is centered in essential dimensions of
people at work: “work’s momentum” and “non-work’s
momentum”. Relations and processes are invariably
present on the day-to-day life of men and women in
such a way that affect their well-being and their
occupational performance on a different way. They are
aspects that converge and are fostered to give rise to
varied profiles of labor and extra-labor life, to different
profiles from health and productivity. These are among
others: the knowledge and abilities of the individual,
his/her gender conditions, his/her occupational
expectations, his/her life style, his/her values and
patterns of raising, his/her vulnerability to stress, his/
her strategies of coping, the use of opportunities, the
diversity of roles, the available time to take care of them,
the nature and availability of social support. The concept
that orients all the analysis is that of work-family
“spillover”, that corresponds to the permanent and in-
evitable “psychological contamination” of the circums-
tances of work on the familiar life and vice versa. It’s a
connatural process to the existence of working men and
women of the industrial society, that invariably are
present to enrich or to deteriorate the human perfor-
mance inside or outside the work.
Key words: occupational health, feminine work,
occupational stress, working time, social support, work-
family relationship
Revista Colombiana de Psicología,
2003, No. 12, 73-84
74
Revista Colombiana de Psicología
Juan Guerrero
E
n los últimos años los investigadores han co
menzado a darse cuenta de que la gente no
trabaja “aislada”; el comportamiento en el tra-
bajo está influenciado con frecuencia por experiencias
en otros campos vitales. A la hora de revisar los efectos
de las influencias externas sobre el estrés laboral es ne-
cesario hacer algunas advertencias preliminares.
En primer lugar, las influencias externas al sitio de
trabajo, algunas veces llamadas «non-work» en la litera-
tura organizacional, se refieren en su mayoría a las va-
riables familiares (Kabanoff, 1980). Este énfasis se justifi-
ca en que la vida familiar es generalmente el aspecto
más importante de la vida de una persona, y contribuye
enormemente, junto con la satisfacción en el trabajo, a
su bienestar. Otros factores no laborales tales como sa-
lud y recreación se estudian mucho menos frecuentemen-
te como factores que afectan el estrés laboral.
Segundo, se incluyen estudios que examinan los
efectos de los roles extralaborales en la satisfacción por el
trabajo, el compromiso laboral y la productividad
percibida. De los estudios que miden estrés laboral,
muchos evaden medidas complejas o múltiples del
estrés en favor de uno o varios ítems de un inventario
de autorreporte. Además, como un resultado de la se-
lección de los sujetos o el procedimiento de muestreo,
las muestras están restringidas frecuentemente a un
grupo ocupacional o a una organización.
Tercero, a diferencia de mucha literatura sobre tra-
bajo, las mujeres, y no los hombres, parecen ser los su-
jetos. El desarrollo del interés en factores extralaborales
que afectan el trabajo coincide con un incremento del
trabajo femenino y la investigación sobre las mujeres
trabajadoras. Los científicos sociales han tratado de
hacer ver que debido a que las mujeres tienen tradi-
cionalmente la responsabilidad primaria por la familia
y el cuidado de la casa, los asuntos familiares deberían
así mismo afectar su trabajo y causar estrés en el traba-
jo. Relacionada con esto se encuentra la cuarta adver-
tencia: la investigación que examina las relaciones tra-
bajo–no-trabajo debe analizarse en un contexto rápi-
damente cambiante (Rice & Frone, 1992).
TRES PROCESOS RELACIONADOS
La discusión de las maneras en que las circunstan-
cias externas al trabajo pueden afectar el estrés laboral
se centra en tres tipos de conexión entre la vida de un
trabajador en y fuera del trabajo. Primero, se mira el
número y compatibilidad de exigencias y beneficios
asociados con los roles en la familia y en el trabajo re-
munerado. Segundo, el estado emocional y el bienes-
tar psicológico de la persona, como un medio a través
del cual las condiciones externas pueden influir y cam-
biar las experiencias en el trabajo, en un proceso de
“contaminación psicológica” (Kirchmeyer, 1993). Ter-
cero, se considera que los valores, habilidades y actitu-
des pueden trasmitirse de un área a otra, en un proce-
so de socialización. Estos tres procesos relacionados,
que pueden funcionar independiente o simultánea-
mente, ayudan a organizar la discusión con el objetivo
último de documentar cómo un día, o un año en el
trabajo están necesariamente influidos por eventos fa-
miliares específicos o con características domésticas
permanentes.
Los procesos de roles analizan la distribución del tiem-
po de un individuo, su energía y oportunidades entre
sus roles sociales, por ejemplo ser asalariado y ser pa-
dre. En la literatura se pueden distinguir tres aproxi-
maciones a estos procesos, cada una con diferentes
conjuntos de presupuestos y predicciones:
1. La aproximación “conflicto inter-roles” da cuenta de
las situaciones en las cuales el comportamiento requie-
re actuar en roles familiares y ocupacionales incom-
patibles. Los trabajadores identifican generalmente los
conflictos con los horarios del trabajo y la familia como
unos de los problemas más significativos que tienen
que enfrentar.
2. La posición de “sobrecarga de rol” supone que los roles
en dos campos compiten por los recursos personales y
predicen que un individuo puede fácilmente verse so-
brecargado por la combinación de exigencias. Los pro-
blemas con el tiempo y los horarios de los roles labora-
les y familiares se perciben como ejemplos de conflic-
tos inter-roles, mientras una cantidad limitada de ener-
gía para cumplir con múltiples exigencias con la conse-
cuente fatiga se considera un rol de sobrecarga. Ambos
procesos se asocian usualmente con la experiencia sub-
jetiva de estrés o insatisfacción en el trabajo.
3. En contraste, la perspectiva de «acumulación de roles»
sugiere que los beneficios de múltiples roles se suman,
de manera que las oportunidades de interacción so-
cial, desarrollo personal y autoestima aumentan si se
combinan roles.
Consideremos una semana de visita a la casa de unos
parientes. El efecto que este evento familiar puede te-
ner en el rol ocupacional de uno puede analizarse des-
de cada una de las tres perspectivas de rol. La tensión
75
Revista Colombiana de Psicología
Los roles no laborales y el estrés en el trabajo
puede crecer porque una semana fuera implica un tra-
bajo extra en la oficina. Desde la perspectiva de la so-
brecarga de rol, una celebración familiar nocturna pue-
de fatigar al trabajador en el trabajo al día siguiente.
De acuerdo con la teoría de la acumulación de roles,
sin embargo, la sola presencia de miembros adiciona-
les de la familia puede tener un impacto positivo en el
trabajador. Los teóricos sugieren que puesto que hay
una atmósfera de apoyo, las actividades familiares crean
energía que puede ser usada en otros terrenos.
Los «procesos de contaminación psicológica» (spillover
processes) describen los efectos que los eventos fami-
liares pueden tener en el ajuste laboral, debido a un
cambio en el bienestar emocional del trabajador. Aun-
que el término «contaminación psicológica» se ha usa-
do de una manera muy diferente, el término es usado
principalmente de una manera generalizada para ca-
racterizar una relación entre trabajo y vida extralaboral
que resulta en experiencias similares y reacciones en
los dos campos (Near, Smith, Rice & Hunt, 1994).
Como tal, la «contaminación psicológica» se equipara
con compensación, un proceso en el cual un indivi-
duo busca experiencias opuestas y satisfacciones en el
trabajo y en casa para contrarrestar deficiencias en uno
u otro de estos ambientes. Cuando los sentimientos
engendrados en casa son más tarde expresados en el
trabajo, sus efectos pueden observarse en el desempe-
ño y motivación de la persona en el trabajo, así como
en el nivel interpersonal. Los investigadores que estu-
dian los procesos de contaminación psicológica se han
preocupado por la manera como las experiencias del
trabajo trascienden a la familia, tanto como las expe-
riencias familiares trascienden el trabajo.
Los procesos de socialización implican que los valo-
res, habilidades y actitudes aprendidos en casa influ-
yen el comportamiento del trabajador en el sitio de
trabajo. El aprendizaje pudo haber ocurrido en algún
momento en el pasado –por ejemplo, la socialización
vocacional adquirida de los padres durante la infan-
cia– o puede tomar lugar en el presente, como la ha-
bilidad de un supervisor para servir de soporte social,
porque siendo un padre, le es usual ser paciente y
comprensivo. En ambos casos, se piensa que los esti-
los conductuales y actitudinales perfilados con el
tiempo en la familia tienen consecuencias a largo plazo
para el ajuste en el trabajo.
Sin embargo, la socialización no siempre favorece
los roles ocupacionales. Por ejemplo, las diferencias de
educación por genero pueden ser particularmente no-
civas para las trabajadoras. Dexter (1995), encontró que
las experiencias tempranas de las hijas no las preparan
para ejercer el poder, una habilidad crucial en gerencia.
Con todo, es importante resaltar algunos rasgos de las
conexiones entre variables familiares y ocupacionales.
Circularidad. La relación entre las variables del sis-
tema familiar y el estrés laboral es recíproca. Aunque
ha sido de interés conocer los efectos que las circuns-
tancias familiares pueden tener en el estrés laboral de
un individuo, otros formulan la pregunta opuesta:
¿Cómo pueden las experiencias ocupacionales afectar
la familia?
Los diseños correlacionados muestran por qué la
investigación produce controversia. Por ejemplo, una
correlación estadísticamente significativa entre satisfac-
ción marital y laboral puede ser interpretada como so-
porte para proposiciones causales opuestas, una afirman-
do que un alto grado de satisfacción laboral conduce a
más satisfacción en el matrimonio, y la otra que el bien-
estar marital lleva a una mayor satisfacción en el trabajo.
Neutralidad. Los tres mecanismos referidos (proce-
sos de roles, procesos de contaminación psicológica y
procesos de socialización) son neutrales en cuanto a la
valencia: cada uno puede resultar positivo o negativo.
Es decir, el efecto neto de los roles extralaborales en el
trabajo no tiene una valencia predeterminada. Es la
naturaleza de las experiencias en casa, tanto como las
características del trabajo, lo que determina si los efec-
tos producen un incremento o un decremento del
estrés. Para citar un ejemplo común, una persona so-
cializada en equipos deportivos tiene una ventaja en
trabajos que impliquen colaboración o participación.
Por otra parte, una persona socializada para ser educa-
dora estará menos estresada que otras en trabajos que
requieran habilidades interpersonales como empatía y
provisión de soporte emocional. Considerado fuera de
contexto, es imposible especificar cómo un evento fa-
miliar particular afectará el ajuste al trabajo de un in-
dividuo. Dicho análisis contextual deber incluir siem-
pre las características individuales, familiares y ocupa-
cionales.
Asimetrías de grupo. Las diferencias de ciertos gru-
pos parecen jugar un papel importante en la determi-
nación del grado y la manera como una circunstancia
familiar particular influye en la vida laboral. El género
es probablemente la característica individual más im-
76
Revista Colombiana de Psicología
Juan Guerrero
portante a considerar. Hombres y mujeres tienden a
tener diferentes roles en la familia. Por ejemplo, la en-
fermedad de un hijo es más probable que afecte a una
mujer en el trabajo, porque las madres típicamente lle-
van una desproporcionada carga de responsabilidad en
el cuidado de los hijos. El status socioeconómico, aso-
ciado con algunas características ocupacionales y fa-
miliares, actúa como otra variable moderadora de gru-
po. Los cargos de más prestigio aunque implican más
tiempo y compromiso con el trabajo pueden también
ofrecer más seguridad y más flexibilidad en el horario.
Es evidente que estas características del trabajo son cla-
ves para enfrentar crisis familiares.
Revisaremos la investigación de las influencias ex-
ternas al estrés laboral y los resultados relacionados,
usando los procesos conectores descritos anterior-
mente.
CONFLICTO FAMILIA-TRABAJO
Kopelman, Greenhaus y Connolly (1983) proveen
un modelo teórico para describir la relación entre el
conflicto de rol en el trabajo, en la familia y entre los
dos, y la satisfacción en el hogar, en el trabajo y en la
vida en general. Ellos definen conflicto laboral como el
estado en el cual un individuo experimenta presiones
de rol incompatibles dentro de su trabajo, y conflicto
familiar como aquellas presiones surgidas en la familia.
Para ambos tipos de conflicto el modelo postula que la
incompatibilidad puede aparecer de múltiples emiso-
res de rol, un emisor, o una falta de ajuste entre la per-
sona y los requerimientos del rol.
Otro modelo teórico de conflicto de rol sugiere que
las presiones de trabajo o de familia pueden incremen-
tar el conflicto entre los roles familiares y laborales.
Así, Greenhouse y Beutell (1985), identificaron tres
formas en que las presiones de rol pueden ser incom-
patibles: (a) el tiempo gastado en un rol puede dejar
poco tiempo para dedicar a los otros; (b) la tensión en
un rol puede contaminar a otros; (c) el comportamiento
apropiado a un rol puede ser disfuncional a otro.
Beutell (1996), a partir de los datos recogidos de
una muestra de 115 parejas casadas con niños reportó
que el mejor predictor de conflictos que involucran el
rol de trabajo fue el status del empleo de la esposa. Las
mujeres altamente involucradas con su empleo tienen
más conflicto con el mantenimiento del hogar y roles
de paternidad. Estos hallazgos confirman la idea de que
el conflicto basado en el tiempo es el más prevalente tipo
de conflicto familia-trabajo.
MATRIMONIO
Cuando se comparan las actitudes de gente casada
con las de la soltera, hay un hecho consistente: el gru-
po de casados de la muestra reporta más altos niveles
de satisfacción en el trabajo. Se ha encontrado mayor
satisfacción marital y ajuste, asociados a menos estrés
entre parejas donde ambos devengan y donde hay ma-
yor aceptación del trabajo pago de las mujeres. Sin
embargo, el matrimonio a menudo limita el desempe-
ño ocupacional, particularmente en las mujeres. Para
las mujeres, el matrimonio y los niños tienen un ma-
yor impacto negativo en el empleo que el empleo so-
bre los niños y el matrimonio.
Los estudios sobre profesionales exitosos frecuen-
temente muestran que hombres sobresalientes son ge-
neralmente casados mientras las mujeres que sobre-
salen en el trabajo prefieren permanecer solteras
(Houseknecht, Vaughan & Stratham, 1987). Esto su-
giere que los talentos ocupacionales pueden obstacu-
lizarse en una mujer casada más que en una soltera.
En un estudio retrospectivo, Stewart (1980), encon-
tró que aquellas mujeres que se casaron y tuvieron
hijos fueron menos persistentes en sus carreras. En
otro estudio, Houseknecht y cols. (1987) encontra-
ron que las mujeres que permanecían solteras en se-
cundaria tenían mejor desempeño que aquellas que
contrajeron matrimonio durante esa etapa escolar. Más
tarde encontraron que las mujeres que se casaron des-
pués de completar la secundaria tuvieron menos lo-
gros ocupacionales que las solteras. Las mujeres pa-
recen sacrificar el potencial profesional cuando con-
traen matrimonio.
Los procesos de rol parecen ofrecer la mejor explica-
ción para los efectos negativos que el matrimonio pue-
de tener en los talentos ocupacionales de las mujeres.
Mortimer, Hall y Hill (1988), han descrito ciertos atri-
butos del trabajo del esposo que pueden restringir su
tiempo y su motivación para contribuir en las activida-
des del rol familiar, lo cual, a su vez, reduce las oportu-
nidades laborales de sus esposas. Presumiblemente las
mujeres solteras con pocas responsabilidades familia-
res, no enfrentan los mismos bloqueos en el éxito de
sus carreras. Comparadas con las solteras, las casadas
reportan más conflictos de rol en áreas tales como tiem-
po y manejo de la casa (Nevill & Damico, 1975). Las
mujeres trabajadoras, con matrimonios de baja calidad
parecen sufrir más por conflictos inter-roles, sobrecar-
ga y estrés del manejo de la casa (Thomas, Albrecht &
White, 1982).
77
Revista Colombiana de Psicología
Los roles no laborales y el estrés en el trabajo
CARACTERÍSTICAS DEL CÓNYUGE
Las características del cónyuge afectan también el
estrés laboral. Se han estudiado dos: ocupación y ac-
titudes.
Ocupación del cónyuge. Es importante mencionar al-
gunas asimetrías prominentes de género. La investiga-
ción en hombres se ha centrado en el status de sus espo-
sas, por ejemplo si son ellas amas de casa o empleadas
en cualquier trabajo, mientras la investigación referente
a mujeres se relaciona con características específicas de
las ocupaciones del esposo. Se da por hecho, tal vez erró-
neamente, que ellos (los esposos) son empleados.
Se han dado varias explicaciones para la relación
entre el empleo de la esposa y la nocividad en los re-
sultados del trabajo del esposo. Algunos hombres pue-
den haber sido socializados esperando que su partici-
pación en el trabajo sea el medio de participación fa-
miliar, y el medio para ganar satisfacción psicológica
como proveedor. Cuando sus esposas se emplean, ellos
pueden sentir que su identidad está amenazada y que
están perdiendo poder.
Otros argumentan que los esposos experimentan
tensión psicológica, sobrecarga de su rol y se conflic-
túan cuando sus esposas se emplean, especialmente si
lo hacen en ocupaciones exigentes, pensando en las
exigencias que sus esposas pueden formularles para
atender los asuntos familiares y las actividades domés-
ticas (Young & Willmott, 1973).
Si los esposos destinan tiempo y energía de su traba-
jo en los roles familiares, el desarrollo de su carrera puede
sufrir, pues están penalizados en una competencia de
progreso laboral. Sin embargo, hay evidencias que indi-
can que los hombres con esposas empleadas contribu-
yen muy poco en las labores domésticas extra, compa-
rados con hombres cuyas esposas no son empleadas.
Otros estudios muestran que parejas con carreras
iguales se movilizan más por las necesidades del hom-
bre –de mejorar en su carrera– que por las necesidades
de la mujer. Aunque las parejas tengan una estrategia
igualitaria para seleccionar trabajos (por ejemplo «to-
mamos la mejor oferta de trabajo de los dos, y el cón-
yuge buscará otro trabajo en el mismo sitio»), los es-
posos consiguen mejores ofertas y las esposas tienden
a acomodar sus carreras a esta situación.
Actitudes del cónyuge. Estas, como sus ocupaciones,
pueden incrementar los niveles de estrés laboral. Los
roles de actitud de género de los cónyuges pueden afec-
tar su ajuste a las exigencias de los roles laborales y
familiares. La investigación en esta área es dominada
por estudios sobre las reacciones del esposo al com-
promiso de la carrera de su esposa.
Las mujeres pueden estar en riesgo cuando su pres-
tigio ocupacional o sus ingresos igualan o exceden los
de sus cónyuges. La tensión entre ellos en esta situa-
ción puede terminar en la disolución de su unión o en
movimientos ocupacionales de mujeres (Hiller &
Philliber, 1982). La conclusión puede resumirse en que
una reducción en el compromiso laboral, asumida por
las esposas de hombres con actitudes tradicionales de
su rol de género, crea tensión en las mujeres dentro y
fuera del trabajo (Lewis & Cooper, 1988).
No toda la evidencia, sin embargo, sugiere que para
las mujeres cuyo status ocupacional es superior al de
sus esposos, tal status las tensiona y reduce su com-
promiso en el trabajo. Algunos estudios confirman que
las mujeres que tienen un status ocupacional más alto
que sus esposos son más capaces de establecer valores
de igualdad en la familia. En el caso de parejas en que
ambos ganan, el simple hecho de que ambos, marido y
mujer, están empleados es un reto a las normas pres-
critas bajo las cuales cada compañero fue socializado.
Un factor clave en arreglos óptimos en este tipo de
pareja parece ser una coincidencia apropiada entre las
expectativas y las actitudes de los esposos y las esposas.
Beutell y Greenhouse (1982), encontraron que la si-
militud en la prominencia de la carrera, independien-
temente de que sea alta o baja, se asocia con un bajo
nivel de conflicto familia-trabajo. De la misma mane-
ra, el impacto del empleo de la esposa sobre su mismo
trabajo y la depresión del esposo dependen de que su
empleo sea consistente con la preferencia de ambos.
En contraste, una diferencia en los criterios acerca de
los roles familiares y los empleos de las esposas puede
causar tensión, lo cual debilita el sistema de apoyo
mutuo y produce estrés.
CUIDADO DE LOS HIJOS
Como el número y la periodicidad de los hijos hoy
puede controlarse hasta cierto punto, los hombres y
mujeres pueden prever el impacto potencial de los hi-
jos en su trabajo y «planearlos» en consecuencia. Hoy
ambos, pero especialmente las mujeres, tienen en cuen-
ta sus trabajos cuando piensan en tener hijos. En un
estudio de factores influyentes en la periodicidad de
los hijos, Gormly, Gormly y Weiss (1987) encontraron
que el 30% de las mujeres de universidad y solamente
78
Revista Colombiana de Psicología
Juan Guerrero
el 5% de los hombres indicaron que preferirían tener
sus hijos después de tener una carrera o de haber al-
canzado ciertos objetivos profesionales.
En otro estudio, se encontró que las mujeres
candidatas a una posición como profesoras no inclu-
yeron en sus solicitudes ninguna información sobre el
status de su familia, mientras que los hombres estu-
vieron más abiertos a esa información. En cartas de
recomendación, las mujeres con familia eran conside-
radas como un obstáculo y se afirmaba, por ejemplo:
«A pesar de que María tiene un marido en la escuela de
leyes y dos hijos en edad preescolar, ella se desempeña
brillantemente en nuestro programa». En contraste, las
familias de los hombres, especialmente sus esposas
fueron presentadas como ventajas por los recomen-
dantes. Esa investigación sugiere también que sea o no
cierto que los esposos y los hijos son una fuente de
conflicto de inter-rol para las mujeres, los demás lo
perciben así. De hecho, las madres trabajadoras recla-
man más una reducción del tiempo que los padres
(Voydanoff & Kelly, 1984).
Gwartney-Gibbs (1988), ha mostrado que la sola
presencia de los niños es un impedimento para el avan-
ce en las carreras de las mujeres y Olson y Frieze (1987)
mostraron que para mujeres master en administración
de empresas, la sola presencia de niños ejerce una in-
fluencia negativa en el salario. El embarazo y el naci-
miento de un niño también conducen a cambios en las
carreras de la mujer y a ausencias temporales del tra-
bajo (Ewer, Crimmins & Oliver, 1979).
Hay evidencias, sin embargo, de que el proceso de
auto-selección da como resultado empleados más
orientados hacia su carrera entre las madres que opta-
ron por volver al trabajo después de la llegada del hijo.
A pesar de esto, las nuevas madres frecuentemente
descubren que las responsabilidades que les asignan se
han reducido debido al temor de los superiores de que
ellas no asumirán un alto nivel de compromiso con el
trabajo. Por otro lado, para compensar la falta tempo-
ral de ingresos de sus esposas, los padres de niños pe-
queños están dispuestos a trabajar más horas que en
estadios posteriores del ciclo de vida familiar (Moen &
Moorehouse, 1983).
No es sólo la presencia, número y edades de los
niños lo que afecta la vida laboral de los padres. Estu-
dios hechos con mujeres empleadas y sus hijos sugie-
ren que las mejores relaciones entre madre e hijo es-
tán asociadas con resultados ocupacionales deseables,
como una mayor satisfacción en el trabajo y un estado
de ánimo positivo (Piotrkowski & Katz, 1983). A pesar
del recelo de combinar los hijos con una carrera, los
niños (como los cónyuges) parecen tener un efecto
positivo en la satisfacción laboral de los padres. Ma-
dres de niños con pocos problemas de comportamien-
to reportan mayor satisfacción laboral y menos con-
flicto en el rol trabajo-familia (Barling & Van Bart,
1984).
Las experiencias de trabajo de las madres no pue-
den entenderse sin considerar los arreglos para el cui-
dado de los niños. Una proporción sustancial de em-
pleadas entrevistadas en una encuesta citaron la no dis-
ponibilidad de un cuidado satisfactorio de los niños
como el mayor problema que ellas tenían dado el alto
número de horas que ellas trabajaban (Presser, 1986).
Como lo puntualizan McCartney y Phillips (1985),
históricamente ha habido una difícil relación entre la
maternidad y el cuidado de los niños. Ellos afirman
que el ideal de la madre que permanece en casa conti-
núa siendo la norma contra la cual se juzgan las deci-
siones personales, resultando en muchos de los con-
flictos que aquejan a las madres trabajadoras de hoy.
Hock (1985), ha identificado y medido la ansiedad de
la separación maternal, un estado emocional distresante
que ocurre cuando un padre es aprehensivo acerca de
transferir el cuidado de su hijo a una niñera. Gnezda y
Hock (1983) encontraron que las mujeres que mos-
traron baja ansiedad por la separación maternal, regis-
traron una medida alta de inversión en la carrera. En
otro estudio se predijo la satisfacción laboral por el sa-
tisfactorio cuidado de los niños. Las madres aparente-
mente encontraron sus trabajos más placenteros y
entretenedores cuando se sentían a gusto con el cuida-
do que sus hijos recibían mientras ellas estaban traba-
jando. Los científicos sociales se formulan la pregunta
de cómo el ajuste ocupacional de los padres puede afec-
tarse por las relaciones con sus hijos y con los servicios
de guardería. Las madres expresan un fuerte deseo de
tener facilidades en el trabajo y políticas como
guarderías para sus hijos durante el día y días de licen-
cia para emergencias familiares (Sekaran, 1983), y asu-
men más responsabilidad en el planeamiento y mane-
jo del cuidado sustituto (Anderson & Leslie, 1987).
Algunos expertos en política social están de acuer-
do en que hay problemas en el cuidado de los niños y
recomiendan a gobiernos y organizaciones programas
que suplan las necesidades de las familias donde los
dos padres trabajan, incluyendo iniciativas para facili-
tar la participación del padre (Pleck, 1986). La falta de
79
Revista Colombiana de Psicología
Los roles no laborales y el estrés en el trabajo
reconocimiento de las necesidades de los padres que
trabajan es al menos parcialmente originada por el su-
puesto de que el hombre mantiene los niños y las
mujeres no empleadas los crían. Sin embargo, es evi-
dente que el mundo cambió de dirección al respecto.
Cónyuges y Soporte Familiar
El soporte social ha sido identificado como un recur-
so que ayuda a los individuos a enfrentar el estrés la-
boral por medio de relaciones de apoyo con otros
(House, 1991). El soporte del cónyuge y de la familia
se incluye a menudo en estudios que investigan fuen-
tes de apoyo social dentro y fuera del trabajo. La cohe-
sión familiar y los lazos emocionales entre los miem-
bros de la familia son a menudo usados como
indicadores de apoyo familiar. Las familias en general,
y los cónyuges en particular, sirven como fuentes sig-
nificativas de apoyo social para enfrentar los eventos
estresantes de la vida diaria. Por eso no es sorprenden-
te que el apoyo familiar a menudo juegue un impor-
tante rol en la vida ocupacional de un empleado. En
entrevistas abiertas y cuestionarios, los trabajadores
citan frecuentemente a sus familias como uno de los
más importantes recursos emocionales para enfrentar el
estrés laboral. En las entrevistas de Crouter (1984) a
empleados de una gran planta manufacturera, los ejem-
plos de contaminación positiva entre la casa y el traba-
jo se centraron a menudo en la naturaleza del apoyo
de las relaciones familiares.
Sobre el particular, surge una consistencia intere-
sante cuando la gente casada describe la clase de apoyo
que aporta en relación con el trabajo del cónyuge; es-
cuchar y ofrecer ayuda acerca de cómo resolver una
situación difícil es el tipo de asistencia que más re-
cuerdan. Repetti (1987) aprendió de sus entrevistas a
trabajadoras de oficina que un esposo comprensivo y
solidario puede hacer mucho por mitigar los resulta-
dos de un día de trabajo estresante. Por ejemplo, una
trabajadora bancaria dice: «...es muy agradable que mi
esposo siempre me escucha... encuentro mucho apo-
yo y buenos consejos en él». Las entrevistas de Weiss
(1985) a hombres profesionales revelaron que las es-
posas algunas veces servían de «consultoras de rela-
ciones humanas», discutiendo los problemas que sus
esposos tienen en el trabajo con compañeros, jefes y
subordinados.
¿Con qué mecanismo puede el soporte familiar
reducir el estrés laboral? Efectos indirectos o amorti-
guadores se han identificado en la literatura sobre apo-
yo social (Cohen & Wills, 1985). Un efecto amorti-
guador sugeriría que el apoyo familiar reduce la rela-
ción entre experiencias estresantes en el trabajo y el
ajuste personal, de tal manera que bajo condiciones de
alto apoyo familiar, los problemas del trabajo tienen
menos nocividad sobre el individuo.
Los resultados de dos estudios, ambos basados en
análisis cuantitativos de datos de autorreportes, tam-
bién sugerían que el apoyo puede limitar los efectos
nocivos del estrés relacionado con trabajo. En un estu-
dio, las percepciones de mujeres granjeras sobre el apo-
yo del cónyuge (medido por la satisfacción con la ayu-
da que el esposo les brindaba en el cuidado de la casa y
los oficios de la granja) se encontró que reducía el efecto
que la sobrecarga tenía en los niveles de estrés de las
mujeres. Entre más soporte tuviera una esposa de su
marido, más débil era la relación entre su aflicción y el
sentimiento de ser sobrecargada con exigencias del rol
familiar y el laboral (Berkowitz & Perkins, 1984).
Vanfossen (1981) de manera similar encontró que el
apoyo instrumental de los esposos reducía el impacto
que el rol de sobrecarga tenía en la depresión, en una
muestra de mujeres empleadas. Las mujeres que sin-
tieron que tenían que hacer más de lo que podían, su-
frieron menos si creían también que podían confiar en
que sus esposos les ayudarían con los problemas fami-
liares. Mujeres sobrecargadas que no estaban seguras
del apoyo de sus maridos tuvieron más altos grados de
depresión. Para el estudio de Vanfossen con esposos,
el soporte expresivo derivado de una cercana e íntima re-
lación marital, reducía el impacto que un clima laboral
social pobre tenía sobre la depresión.
Fuera de la amortiguación de los efectos de las con-
diciones difíciles en el trabajo, el apoyo del cónyuge y
otros miembros de la familia pueden actuar directa-
mente en la vida ocupacional de un empleado. En un
estudio, luego de controlar el trabajo actual y los
estresores cotidianos, la satisfacción con la ayuda del
cónyuge para manejar las tensiones fue un predictor
significativo en la satisfacción del trabajo de los hom-
bres y las mujeres (Cohen & Kirchmeyer, 1995). Tam-
bién se reportó que las respuestas de mujeres sobre la
cohesión familiar (un indicador de apoyo) se asociaban
con la percepción de un clima laboral más positivo.
Hay evidencia de que las esposas son mejores en
proveer soporte emocional e instrumental que sus maridos.
Las empleadas parecen facilitar el desempeño de sus
maridos más que ellos al de ellas, a menudo asistién-
dolos directamente. Wong (1986), encontró la misma
80
Revista Colombiana de Psicología
Juan Guerrero
asimetría de género cuando examinó reportes de espo-
sas y esposos sobre apoyo conyugal con respecto al con-
flicto inter-roles y el rol de sobrecarga asociados con la
combinación de trabajo y paternidad. La diferencia de
sexo no puede explicarse como una respuesta general
sesgada, ya que las esposas en este estudio reportaron
más apoyo de compañeros de trabajo que de sus mari-
dos. Usando múltiples indicadores de soporte emocio-
nal del cónyuge, se encontró que los hombres reporta-
ron más apoyo de sus esposas que ellas de ellos.
Paradójicamente, parece que el grupo que recibe la
menor cantidad de apoyo puede necesitarlo más. Como
se anotó, las mujeres usualmente tienen más conflictos
de rol y tensión que los hombres cuando los roles del
empleo y los de la familia se combinan. En el estudio de
Wong, las mujeres reportaron menos satisfacción que
los hombres con la manera como ellos combinaban tra-
bajo y paternidad. Las mujeres también reciben más bajos
niveles de apoyo conyugal en su campo. Otra investiga-
ción indica que la calidad de las relaciones familiares, inclu-
yendo la cohesión familiar, juega un papel más impor-
tante en la resistencia al estrés en las mujeres que en los
hombres (Holahan & Moos, 1985).
Hasta aquí, la revisión documental se ha centrado
en los efectos benéficos que los miembros de una fa-
milia tienen en el ajuste ocupacional. Sin embargo, debe
haber una conexión recíproca entre las condiciones de
trabajo, el cónyuge y el apoyo familiar. La evidencia de
“un efecto de contaminación del trabajo a la familia”
viene de un estudio de hombres no empleados en los
cuales el desempleo fue causa de disminución de apo-
yo conyugal y cohesión familiar. La contaminación
parecía mediada, al menos en parte, por el efecto de
desempleo en el bienestar psicológico del esposo
(Atkinson, Liem & Liem, 1986; Saam & Wodtke, 1995).
Tambiénesimportanteconsiderarsielefectodelapo-
yo familiar es realmente benéfico universalmente
(Ganster, Fusilier & Mayes, 1986). Los investigadores del
apoyo social han establecido que aún los bien intencio-
nados pueden reforzar inadvertidamente un comporta-
miento enfermo de rol, dependencia y sentimientos de
vergüenza o culpa (Rook, 1985). Además, el apoyo brin-
dado inadecuadamente puede exacerbar antes que aliviar
los sentimientos de angustia en el receptor (Wortman &
Lehman, 1985). En esta dirección, algunos investigado-
res sugieren que el apoyo de miembros de la familia pue-
de usar estrategias poco efectivas para enfrentar los pro-
blemas en el trabajo, incrementando así los efectos nega-
tivos del estrés laboral (Bartone, 1987).
DIVISIÓN DEL TRABAJO EN LA FAMILIA
El trabajo familiar como se define aquí incluye ta-
reas relacionadas con las responsabilidades en el ma-
nejo de la casa y el cuidado de los niños. La división
del trabajo familiar entre esposas y esposos es el típico
resultado de expectativas sociales que fomentan la re-
partición de las líneas tradicionales del rol sexual. A
pesar de la mayor participación de la mujer en la fuer-
za de trabajo, ha habido poco cambio en la división del
trabajo familiar; las mujeres continúan haciendo la gran
mayoría del trabajo doméstico y las tareas del cuidado
de los niños (Pleck, 1985). En una reseña de la litera-
tura sobre el compromiso de los esposos en el rol fa-
miliar se concluye que los esposos no necesariamente
incrementan su participación en las labores hogareñas
como las mujeres incrementan la participación en la
fuerza de trabajo. Los hombres que aumentan su par-
ticipación son aquellos que tienen historias laborales
similares a las de sus esposas o tienen ideologías
igualitarias sobre el rol sexual (Perucci, Potter &
Rhoads, 1978).
Otros estudios concluyen que los esposos de mu-
jeres empleadas “no aumentaron su trabajo familiar en
sentido estricto, pero mostraron un incremento en las
más amplias formas de participación familiar”,
específicamente en el “contacto total con los niños”.
Se confirma que los esposos de mujeres empleadas se
involucraban en una mayor proporción del trabajo to-
tal familiar que los de no empleadas; sin embargo, el
incremento se debe no a compromiso de mayor tiem-
po, sino a menos participación de las esposas emplea-
das en dichas labores. Bernardo, Shehan y Leslie (1987)
llegaron a la misma conclusión de que así como las
esposas empleadas reducen su propia participación en
el trabajo casero, los esposos de mujeres empleadas
incrementan su tiempo de trabajo en casa en términos
relativos.
Debido a que las mujeres mantienen típicamente
mayor responsabilidad por la casa y la familia, ellas es-
tán más expuestas a tener conflictos de inter-rol y so-
brecarga porque tienen que “hacer malabares” con las
demandas del trabajo doméstico. La tensión psicológi-
ca que resulta de un conflicto inter-roles y sobrecarga
puede reducir el tiempo, esfuerzo y atención que las
madres dediquen a sus trabajos. Mientras la sociedad
vea el cuidado de los niños y el trabajo del hogar como
una responsabilidad primaria de las mujeres, muchas
madres estarán expuestas a sufrir la contaminación psi-
cológica trabajo–hogar en la forma de ausentismo, len-
81
Revista Colombiana de Psicología
Los roles no laborales y el estrés en el trabajo
titud, déficit de energía, preocupación con asuntos re-
lacionados con la familia y renuencia a aceptar respon-
sabilidades que conflictúen su tiempo y sus activida-
des con la familia.
Las parejas tienden a enfrentar con sobrecarga
lineamientos tradicionales; por ejemplo reducir el sa-
lario e incrementar el compromiso doméstico. Esta
“solución” produce de hecho un estresor adicional
porque las mujeres se encuentran subutilizadas en un
trabajo de bajo nivel o en trabajos de medio tiempo.
Adicionalmente a la tensión de rol de la mujer trabaja-
dora como resultado de manejar las exigencias de la
familia y el trabajo, una desigual distribución de las
labores familiares produce dificultades psicológicas que
pueden trascender al campo de trabajo e influir en el
funcionamiento efectivo del mismo. La división
inequitativa se ha vinculado con depresión, insatisfac-
ción laboral, y marital (Yogev & Brett, 1985). Repetti
(1987),encontró que tres características del rol trabajo
–clima social, apoyo de supervisión y satisfacción en el traba-
jo– interactuaban con la inequidad percibida en la di-
visión del trabajo familiar para producir depresión en-
tre las mujeres. Ella concluyó que las mujeres que creen
que están sobrecargadas por una repartición desigual
en el trabajo familiar pueden ser más vulnerables a las
condiciones intralaborales.
NUMERO Y ESTABILIDAD DE ROLES
El concepto de rol y sus derivados (conflicto de
roles, sobrecarga y tensión de rol) tienen un lugar pre-
dominante en la investigación de los nexos con lo
extralaboral. Mientras muchos estudios se centran en
roles específicos como el de trabajador, cónyuge o pa-
dre, cada vez hay más información sobre el número de
roles o roles múltiples. Esta información tiende a igualar
roles y se centra en el número de las diferentes tareas
de rol, en lugar de las características de cada uno, que
puedan llevar al estrés laboral. Los roles múltiples pue-
den verse como fuentes de estrés, de satisfacción o
ambos. En general, la investigación sobre los roles
múltiples pretende estudiar los posibles efectos nega-
tivos, especialmente para las mujeres, bajo el supuesto
de que la gente tiene una energía y recursos limitados
y puede abrumarse con muchos roles (Pietromonaco,
Manis & Frohardt-Lane, 1986).
Los roles múltiples son cada vez más asociados con
efectos positivos que negativos (Russell, Altmeier &
Van Velzen, 1987). De hecho, hay evidencia empírica
de que los beneficios de los roles múltiples pueden
observarse no solamente en mejor salud mental
(Repetti & Crosby, 1989), sino también en la vida ocu-
pacional. Se ha encontrado que las mujeres que tienen
rol de empleadas, esposas y madres están más satisfe-
chas con sus trabajos que las que solamente son cón-
yuges y empleadas. Russell y cols. (1987) encontraron
que los profesores casados reportaban menos desgaste
que los que no tenían el rol de cónyuges. Comparados
con los casados, los solteros reportaron menos com-
promiso con sus trabajos (un componente del desgas-
te). Pietromonaco y cols. (1986) encontraron que mu-
jeres con tres, cuatro o cinco roles tenían más
autoestima y estaban más satisfechas con sus trabajos
que las que tenían uno o dos roles. Sin embargo, cuan-
do se les solicitó anotar la mayor fuente de estrés, las
mujeres con familia mencionaron problemas asocia-
dos con los miembros de la familia, mientras que las
que no tenían compañero o hijos mencionaron la au-
sencia de ellos como la principal fuente de estrés.
Los estudios en roles múltiples son generalmente
consistentes con la discusión de Sieber (1974) sobre
acumulación de roles. Él analiza cuatro posibles con-
secuencias de los roles múltiples, usando hombres pro-
fesionales en la mayoría de los ejemplos: (a) privile-
gios de rol, (b) seguridad de status, (c) enriquecimien-
to de la personalidad y (d) enriquecimiento de los re-
cursos. Los roles múltiples pueden generar fuentes
múltiples de experiencia y competencia que algunas
veces se complementan entre sí, añadiendo prestigio y
competitividad en cada área. Desempeñarse bien en
muchos roles puede aumentar los privilegios, los re-
cursos y contactos, y mejorar la reputación social; tam-
bién, aumentar la autoestima y el sentido de compe-
tencia. Además de esas cuatro consecuencias positivas,
los roles múltiples pueden prevenir fallas o frustración
en cualquier rol dado (Pietromonaco, Manis &
Frohardt-Lane, 1986).
Los estudios que demuestran que los roles múlti-
ples se asocian con mayor satisfacción en el trabajo y
autoestima pueden sorprender y parecer inconsisten-
tes con los resultados que apoyan predicciones de con-
flicto inter-roles. Por ejemplo, como se anotó anterior-
mente, se ha demostrado que es menos probable que
las mujeres empleadas tengan cónyuge y/o hijos que
los hombres empleados, lo cual ha significado que las
mujeres evitan acumular roles para evitar el estrés de
rol. De la misma manera, la investigación que muestra
que el matrimonio y los hijos reducen la probabilidad
de empleo entre mujeres (Erickson & Klein, 1981)
82
Revista Colombiana de Psicología
Juan Guerrero
puede interpretarse como apoyo a una hipótesis de
conflicto de inter-rol. Valdez y Gutek (1987) lanzaron
la hipótesis de que las mujeres en trabajos especial-
mente exigentes tendrían menos roles que las que tra-
bajaban en cargos con menos exigencias. Ellos encon-
traron que cuando otros factores permanecían cons-
tantes, las mujeres gerentes estaban más propensas al
divorcio y ambas (profesionales y gerentes) tenían
menos hijos que otras mujeres trabajadoras. Ellos in-
terpretaron esto como un soporte para la hipótesis de
conflicto de roles.
Una interesante línea de análisis es la circunstancia
bajo la cual los múltiples roles llevan de las consecuen-
cias positivas a las negativas. Algunos (v.gr., Gutek,
Larwood & Stromberg, 1986) sugieren que la cantidad
de esfuerzo requerido por cada rol puede ser más im-
portante que el número de roles, y puede posiblemen-
te explicar la asimetría. Cuatro roles de consumo de
tiempo que no se superponen pueden ser más
estresantes que cuatro complementarios que requie-
ran relativamente poco gasto de energía y tiempo. Dado
el gran gasto de tiempo femenino en el rol materno y
seguramente como cónyuge, los roles masculinos com-
binados de trabajo y familia deben requerir menos
tiempo y energía que la combinación de los femeninos
en los mismos aspectos.
Mientras la investigación en los roles múltiples cre-
ce, existen pocos estudios sobre la estabilidad de los
mismos. La estabilidad de los roles, sin embargo, pue-
de ser importante porque varias medidas de estrés
(Russell, Altmeir & Van Velzen, 1987) se basan en el
número de eventos estresantes. Los eventos relaciona-
dos con la familia tales como casarse, divorciarse o con-
cebir, son vistos como estresores. Entonces, la estabi-
lidad de los roles extralaborales puede proporcionar
información adicional útil explicativa del estrés labo-
ral. Vicino y Bass (1978) encontraron que la mayor
estabilidad de vida (como se indica en pocos eventos
estresantes de la vida) se asoció con el éxito adminis-
trativo.
Los estudios de roles múltiples y la estabilidad de
roles o los eventos de vida sugieren que son áreas po-
tencialmente fructíferas para estudiar las influencias
extralaborales sobre el estrés laboral y pueden com-
plementar la información que hemos ganado referen-
te a los impactos de roles específicos en el estrés labo-
ral (Elizur, 1991).
REFERENCIAS
Anderson, E. A., & Leslie, L. A. (1987). The relationship
between stress and decision making in working families
(manuscrito inédito), University of Maryland.
Atkinson, T., Liem, R. & Liem, J. H. (1986). The so-
cial costs of unemployment: Implications for so-
cial support. Journal of Health and Social Behavior, 27,
317-331.
Barling, J. & Van Bart, D. (1984). Mothers’ subjective
employment experiences and the behavior of their
nursery school children. Journal of Occupational
Psychology, 57, 49-56.
Bartone, P. T. (1987). Moderators of stress in Chicago city
bus drivers (manuscrito inédito).
Berkowitz, A. D. & Perkins, H. W. (1984). Stress among
farm women: Work and family as interacting systems.
Journal of Marriage and the Family, 46, 161-166.
Bernardo, D. H., Shehan, C. L. & Leslie, G. R. (1987).
A residue of tradition jobs, careers, and spouses’
time in housework. Journal of Marriage and the Family,
49, 381-390.
Beutell, N. J. (1996). Conflict between work-family and
student-family roles: Some sources and consequences . Ar-
tículo de trabajo no publicado, Division of
Research, W. Paul Stillman School of Business,
Seton Hall University.
Beutell,N.J.&Greenhaus,J.H.(1982).Interroleconflict
among married women the influence of husband and
wife characteristics on conflict and coping behavior
Journal of Vocational Behavior, 21, 99-110.
Cohen, A. & Kirchmeyer, C. (1995). A multidimensional
approach to the relation between organizational
commitment and nonwork participation. Journal of
Vocational Behavior, 46 (2), 189-202.
Cohen, S. & Wills, T. A. (1985). Stress, social support,
and the buffering hypothesis. Psychological Bulletin,
98, 310-357.
Crouter, A. C. (1984). Spillover from family to work:
the neglected side of the work-family interface.
Human Relations, 37, 425-442.
Dexter, C. (1995). Women and the exercise of power
in organizations: From ascribed to achieved status.
En L. Larwood, A. H. Stromberg & B. A. Gutek
(Eds.), Women and work: An annual. review (vol.10).
Newbay Park: Sage
Elizur, D. (1991). Work and nonwork relations: The
conical structure of work and home life relationship.
Journal of Organizational Behavior, 12 (4), 313-322.
83
Revista Colombiana de Psicología
Los roles no laborales y el estrés en el trabajo
Erickson, J. A. & Klein, G. (1981). Women’s employ-
ment and changes in family structure. Sociology of
Work and Occupations, 8, 5-23.
Ewer, P. A., Crimmins, E. & Oliver, R. (1979). An
analysis of the relationship between husband’s
income, family size and wife’s employment in the
early stages of marriage. Journal of Marriage and the
Family, 41, 727-738.
Ganster, D. C., Fusilier, M. R. & Mayes, B. T. (1986).
Role of social support in the experience of stress at
work. Journal of Applied Psychology, 71, 102-110.
Gnezda, M. T. & Hock, E. (1983). Working mothers of
infants: Desired work status and anxiety. Trabajo pre-
sentado en el Annual Meeting of the American
Psychological Association, Los Angeles, California.
Gormly, A. V., Gormly, J. B. & Weiss, H. (1987).
Motivations for parenthood among young adult
college students. Sex Roles, 16, 31-40.
Greenhaus, J. H. & Beutell, N. J. (1985). Sources of
conflict between work and family roles. Academy of
Management Review, 10, 76 88.
Gutek, B. A., Larwood, L. & Stromberg, A. H. (1986).
Women at work. En C. Cooper & I. Robertson
(Eds.), Review of industrial organizational psychology
(pp. 217-234). Chichester: John Wiley and Sons.
Gwartney-Gibbs, P. A. (1988). Women’s work
experience and the rusty skills hypothesis: A
reconceptualization and re-evaluation of the
evidence. En B. A. Gutek, A. H. Stromberg & L.
Larwood (Eds.), Women and work: An annual review
(Vol. 3). Newbury Park: Sage.
Hiller, D. V. & Philliber, W. W. (1982). Predicting mari-
tal and career success among dual-worker couples.
Journal of Marriage and the Family, 44 (1), 53-62.
Hock, E. (1985). The transition to day care: Effects of
maternal separation anxiety on infant adjustment.
En R. C. Ainslie (Ed.), The child and the day care
setting: Qualitative variations and development. Nueva
York: Praeger.
Holahan, C. J. & Moos, R. H. (1985). Life stress and
health: Personality, coping, and family support in
stress resistance. Journal of Personality and Social
Psychology, 49, 739-747.
House, J. S. (1991). Work stress and social support.
Massachusetts: Addison-Wesley, Reading.
Houseknecht, S. K., Vaughan, S. & Stratham, A. (1987).
The impact of singlehood on career patterns of
professional women. Journal of Marriage and the
Family, 49, 353-366.
Kabanoff, B. (1980). Work and nonwork: A review of
models, methods, and findings. Psychological Bulletin,
88, 60-77.
Kirchmeyer, C. (1993). Nonwork to work spillover: A
more balanced view of the experiences and coping
of professional women and men. Sex Roles, 28 (9-
10), 531-552.
Kopelman, R. E., Greenhaus, J. H. & Connelly, T. F.
(1983). A model of work, family, and interrole
conflict: a construct validation study. Organizational
Behavior and Human Performance, 32, 198-215.
Lewis, S. N. & Cooper, C. L. (1988). Stress in dual-
earner couples. En B. A. Gutek, A. Stromberg & L.
Larwood (Eds.), Women and work: An annual review
(Vol. 3). Newbury Park: Sage.
McCartney, K. & Phillips, D. (1985). Motherhood and
child care. En B. Birns & D. Hays (Eds.), The different
faces of motherhood. Nueva York: Plenum Press.
Moen, P. & Moorehouse, M. (1983). Overtime over
the life cycle: A test of the life cycle squeeze
hypothesis. En H. Z. Lopata & J. H. Pleck (Eds.),
Research in the interweave of social roles (Vol. 3. Families
and Jobs). Greenwich, CT : JAI Press.
Mortimer, J. T. Hall, R. & Hill, R. (1988). Husbands’
occupational attributes as constraints on wives’
employment. Sociology of Work and Occupations, 5,
285-313.
Near, J. P., Smith, C. A., Rice, R. W. & Hunt, R. G.
(1994). A comparison of work and nonwork
predictors of life satisfaction. Academy of Management
Journal, 27 (1), 184-190.
Nevill, D. & Damico, S. (1975). Role conflict in
women as a function of marital status. Human
Relations, 28, 487-497.
Olson, J. E. & Frieze, I. H. (1987). Income
determinants for women in business. En A. H.
Stromberg, L. Larwood & B. A. Gutek (Eds.),
Women and work: An annual review (Vol. 2). Newbury
Park: Sage.
Perucci, C. C., Potter, H. R. & Rhoads, D. L (1978).
Determinants of male family-role performance.
Psychology of Women Quarterly, 3, 53-66.
Pietromonaco, P. R., Manis, J. & Frohardt-Lane, K.
(1986). Psychological consequences of multiple so-
cial roles. Psychology of Women Quarterly, 10, 373-382.
Piotrkowski, C. S. & Katz, M. H. (1983). Work
experience and family relations among working-
class and lower-middle-class families. En H. Z.
Lopata & J. H. Pleck (Eds.), Research in the Interweave
84
Revista Colombiana de Psicología
Juan Guerrero
of Social Roles (Vol. 3. Jobs and Families, pp. 187-
200). Greenwich, CT: JAI Press.
Pleck, J. H. (1985). Working wives/working wusbands.
Beverly Hills: Sage.
Pleck, J. H. (1986). Employment and fatherhood:
Issues and innovative policies. En M. E. Lamb (Ed.),
The father’s role: Applied perspectives. Nueva York:
John Wiley and Sons..
Presser, H. B. (1986). Shift work among American
women and child care. Journal of Marriage and the
Family, 48, 551-63.
Repetti, R. L. (1987). Family and occupational roles
and women’s mental health. En R. M. Schwartz
(Ed.), Women at work-1987. Los Angeles: Institute
of Industrial Relations-UCLA.
Repetti, R. L. & Crosby, F. (1984). Gender and
depression: Exploring the adult role explanation.
Journal of Social and Clinical Psychology, 2, 57-70.
Rice, R. & Frone, M. (1992). Work nonwork conflict
and the perceived quality of life. Journal of
Organizational Behavior, 13 (2), 155-168.
Rook, K. S. (1985). The functions of social bonds:
Perspectives from research on social support,
loneliness and social isolation. En I. G. Sarason &
B. R. Sarason (Eds.), Social support: Theory, research
and applications. Boston: Martinus Nijhoff.
Russell, D. W., Altmeier, E. & Van Velzen, D. (1987).
Job related stress, social support, and burnout
among classroom teachers. Journal of Applied
Psychology, 72, 269-274.
Saam, R. & Wodtke, K. (1995). A cognitive stress
reduction program for recently unemployed ma-
nagers. Special Issue: Career transitions. Career
Development Quarterly, 44 (1), 43-51.
Sekaran, U. (1983). How husbands and wives in dual-
career families perceive their family and work
worlds. Journal of Vocational Behavior, 22, 288-302.
Sieber, S. D. (1974). Toward a theory of role
accumulation. American Sociological Review, 39, 567-
578.
Stewart, A. J. (1980). Personality and situation in the
prediction of women’s life patterns. Psychology of
Women Quarterly, 5, 195-206.
Thomas, S., Albrecht, K. & White, P. (1982).
Determinants of marital quality in dual-career couples.
Trabajo presentado a The Annual Meeting of the
American Psychological Association, Washington,
DC.
Valdez, R. L. & Gutek, B. A. (1987). Family roles: a
help or hindrance for working women? En B. A.
Gutek & L. Larwood (Eds.), Women’s career
cevelopment (pp. 157-169). Newbury Park, CA: Sage.
Vanfossen, B. E. (1981). Sex differences in the mental
health effects of spouse support and equity. Journal
of Health and Social Behavior, 22, 130-43.
Vicino, F. L. & Bass, B. M. (1978). Lifespace variables
and managerial success. Journal of Applied Psychology,
63, 81-88.
Voydanoff, P. & Kelly, R. F. (1984). Determinants of
work-related family problems among employed
parents. Journal of Marriage and the Family, 46, 881-
892.
Weiss, R. S. (1985). Men and the family. Family Process,
24, 49-58.
Wong, N. W. (1986). Support-specificity: The effects of in-
dividual sources of support on the well-being of employed
parents (manuscrito inédito).
Wortman, C. B. & Lehman, D. R. (1985). Reactions to
victims of life crises: support attempts that fail. En
I. G. Sarason & B. R. Sarason (Eds.), Social support:
Theory, research and applications. Boston: Martinus
Nijhoff.
Yogev, S. & Brett, J. (1985). Perceptions of the division
of housework and child care and marital
satisfaction. Journal of Marriage and the Family, 47,
609-618.
Young, M. & Willmott, P. (1973). The symmetrical family:
A study of work and leisure in the London Region.
Boston: Routledge and Kegan Paul.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Teoria de las Relaciones Humanas
Teoria de las Relaciones HumanasTeoria de las Relaciones Humanas
Teoria de las Relaciones HumanasLuis Molina
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanaseavilarequena
 
Escuela De Las Relaciones Humanas Completo
Escuela De Las Relaciones Humanas CompletoEscuela De Las Relaciones Humanas Completo
Escuela De Las Relaciones Humanas CompletoTAREAS GASTRONOMIA
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasruthnunez2012
 
Teorías administrativas
Teorías administrativasTeorías administrativas
Teorías administrativasADMFELIPE
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasalexander_hv
 
Orígenes de la teoría de las relaciones humanas
Orígenes de la teoría de las relaciones humanasOrígenes de la teoría de las relaciones humanas
Orígenes de la teoría de las relaciones humanascyrv13
 
Escuelas de-relaciones-humanas-presentacion
Escuelas de-relaciones-humanas-presentacionEscuelas de-relaciones-humanas-presentacion
Escuelas de-relaciones-humanas-presentacionGeraldine98
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasconcecto
 
Exposicion relaciones humanas
Exposicion relaciones humanasExposicion relaciones humanas
Exposicion relaciones humanasValeraDuqueFranco
 
Factores riesgos y tipo de riesgos laborales
Factores riesgos y tipo de riesgos laborales Factores riesgos y tipo de riesgos laborales
Factores riesgos y tipo de riesgos laborales Fernando Matute
 
Diapositivas R H
Diapositivas R HDiapositivas R H
Diapositivas R Hcynthia166
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanastaniamador
 
Power Point De E L T O N M A Y O
Power Point De  E L T O N  M A Y OPower Point De  E L T O N  M A Y O
Power Point De E L T O N M A Y Oguestb9f201
 
Diapositivas r.h (1)
Diapositivas r.h (1)Diapositivas r.h (1)
Diapositivas r.h (1)Luis Gonzalez
 

La actualidad más candente (20)

Teoria de las Relaciones Humanas
Teoria de las Relaciones HumanasTeoria de las Relaciones Humanas
Teoria de las Relaciones Humanas
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanas
 
Escuela De Las Relaciones Humanas Completo
Escuela De Las Relaciones Humanas CompletoEscuela De Las Relaciones Humanas Completo
Escuela De Las Relaciones Humanas Completo
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanas
 
Enfoque humastico
Enfoque humasticoEnfoque humastico
Enfoque humastico
 
Teorías administrativas
Teorías administrativasTeorías administrativas
Teorías administrativas
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanas
 
Orígenes de la teoría de las relaciones humanas
Orígenes de la teoría de las relaciones humanasOrígenes de la teoría de las relaciones humanas
Orígenes de la teoría de las relaciones humanas
 
Escuelas de-relaciones-humanas-presentacion
Escuelas de-relaciones-humanas-presentacionEscuelas de-relaciones-humanas-presentacion
Escuelas de-relaciones-humanas-presentacion
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanas
 
Exposicion relaciones humanas
Exposicion relaciones humanasExposicion relaciones humanas
Exposicion relaciones humanas
 
Factores riesgos y tipo de riesgos laborales
Factores riesgos y tipo de riesgos laborales Factores riesgos y tipo de riesgos laborales
Factores riesgos y tipo de riesgos laborales
 
Introduccion al desarrollo organizaconal
Introduccion al desarrollo organizaconalIntroduccion al desarrollo organizaconal
Introduccion al desarrollo organizaconal
 
Diapositivas R H
Diapositivas R HDiapositivas R H
Diapositivas R H
 
Teoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanasTeoria de las relaciones humanas
Teoria de las relaciones humanas
 
Experimento de-elton-mayo
Experimento de-elton-mayoExperimento de-elton-mayo
Experimento de-elton-mayo
 
2.3 el estrés laboral una perspectiva individual y colectiva
2.3 el estrés laboral una perspectiva individual y colectiva2.3 el estrés laboral una perspectiva individual y colectiva
2.3 el estrés laboral una perspectiva individual y colectiva
 
Exposicion Teoria Adminsitrativa de las Relaciones Humanas
Exposicion Teoria Adminsitrativa de las Relaciones HumanasExposicion Teoria Adminsitrativa de las Relaciones Humanas
Exposicion Teoria Adminsitrativa de las Relaciones Humanas
 
Power Point De E L T O N M A Y O
Power Point De  E L T O N  M A Y OPower Point De  E L T O N  M A Y O
Power Point De E L T O N M A Y O
 
Diapositivas r.h (1)
Diapositivas r.h (1)Diapositivas r.h (1)
Diapositivas r.h (1)
 

Similar a Los roles no_laborales_y_el_estrés_en_el_trabajo.[1]

Entre le bienestar y el desgaste profesional
Entre le bienestar y el desgaste profesionalEntre le bienestar y el desgaste profesional
Entre le bienestar y el desgaste profesionalSolercanto
 
87715116007.pdf
87715116007.pdf87715116007.pdf
87715116007.pdfParaMsica
 
trastornos mentales asociados a la falta de empleo
trastornos mentales asociados a la falta de empleotrastornos mentales asociados a la falta de empleo
trastornos mentales asociados a la falta de empleoerickbautista2019316
 
La influencia de las relaciones interpersonales
La influencia de las relaciones interpersonalesLa influencia de las relaciones interpersonales
La influencia de las relaciones interpersonalesViNo CaHe
 
Factores que causan el stress_IAFJSR
Factores que causan el stress_IAFJSRFactores que causan el stress_IAFJSR
Factores que causan el stress_IAFJSRMauri Rojas
 
Factores que causan el stress_IAFJSR
Factores que causan el stress_IAFJSRFactores que causan el stress_IAFJSR
Factores que causan el stress_IAFJSRMauri Rojas
 
Dialnet-LiderazgoYRelacionesSocialesEnElTrabajoComoFactor.pdf
Dialnet-LiderazgoYRelacionesSocialesEnElTrabajoComoFactor.pdfDialnet-LiderazgoYRelacionesSocialesEnElTrabajoComoFactor.pdf
Dialnet-LiderazgoYRelacionesSocialesEnElTrabajoComoFactor.pdfMonicaElizabethDiazS1
 
Estilos de liderazgo_y_motivacion_laboral_en_el_ambiente_educativo
Estilos de liderazgo_y_motivacion_laboral_en_el_ambiente_educativoEstilos de liderazgo_y_motivacion_laboral_en_el_ambiente_educativo
Estilos de liderazgo_y_motivacion_laboral_en_el_ambiente_educativopresentaciones7
 
Estres en el_trabajo
Estres en el_trabajoEstres en el_trabajo
Estres en el_trabajoSuravisos Web
 
Bienestar psicol-gico-y-desgaste-profesional--dp 2014-journal-of-behavior--h
Bienestar psicol-gico-y-desgaste-profesional--dp 2014-journal-of-behavior--hBienestar psicol-gico-y-desgaste-profesional--dp 2014-journal-of-behavior--h
Bienestar psicol-gico-y-desgaste-profesional--dp 2014-journal-of-behavior--hAlejandro Daniel Villacorta Olaza
 
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf copia
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf   copiaClima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf   copia
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf copiaoaca54
 
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf copia
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf   copiaClima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf   copia
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf copiaoaca54
 
Comportamiento organizacional
Comportamiento organizacionalComportamiento organizacional
Comportamiento organizacionalRuba Kiwan
 
Manual de riesgo psicosocial
Manual de riesgo psicosocialManual de riesgo psicosocial
Manual de riesgo psicosocialEliana Oros
 

Similar a Los roles no_laborales_y_el_estrés_en_el_trabajo.[1] (20)

Entre le bienestar y el desgaste profesional
Entre le bienestar y el desgaste profesionalEntre le bienestar y el desgaste profesional
Entre le bienestar y el desgaste profesional
 
87715116007.pdf
87715116007.pdf87715116007.pdf
87715116007.pdf
 
trastornos mentales asociados a la falta de empleo
trastornos mentales asociados a la falta de empleotrastornos mentales asociados a la falta de empleo
trastornos mentales asociados a la falta de empleo
 
Estres laboral
Estres laboralEstres laboral
Estres laboral
 
La influencia de las relaciones interpersonales
La influencia de las relaciones interpersonalesLa influencia de las relaciones interpersonales
La influencia de las relaciones interpersonales
 
Factores que causan el stress_IAFJSR
Factores que causan el stress_IAFJSRFactores que causan el stress_IAFJSR
Factores que causan el stress_IAFJSR
 
Factores que causan el stress_IAFJSR
Factores que causan el stress_IAFJSRFactores que causan el stress_IAFJSR
Factores que causan el stress_IAFJSR
 
Dialnet-LiderazgoYRelacionesSocialesEnElTrabajoComoFactor.pdf
Dialnet-LiderazgoYRelacionesSocialesEnElTrabajoComoFactor.pdfDialnet-LiderazgoYRelacionesSocialesEnElTrabajoComoFactor.pdf
Dialnet-LiderazgoYRelacionesSocialesEnElTrabajoComoFactor.pdf
 
Sb copia
Sb   copiaSb   copia
Sb copia
 
Estilos de liderazgo_y_motivacion_laboral_en_el_ambiente_educativo
Estilos de liderazgo_y_motivacion_laboral_en_el_ambiente_educativoEstilos de liderazgo_y_motivacion_laboral_en_el_ambiente_educativo
Estilos de liderazgo_y_motivacion_laboral_en_el_ambiente_educativo
 
Análisis de la insatisfacción familiar
Análisis de la insatisfacción familiarAnálisis de la insatisfacción familiar
Análisis de la insatisfacción familiar
 
Aspectos de org laboral
Aspectos de org laboralAspectos de org laboral
Aspectos de org laboral
 
Estres en el_trabajo
Estres en el_trabajoEstres en el_trabajo
Estres en el_trabajo
 
Bienestar psicol-gico-y-desgaste-profesional--dp 2014-journal-of-behavior--h
Bienestar psicol-gico-y-desgaste-profesional--dp 2014-journal-of-behavior--hBienestar psicol-gico-y-desgaste-profesional--dp 2014-journal-of-behavior--h
Bienestar psicol-gico-y-desgaste-profesional--dp 2014-journal-of-behavior--h
 
Estres laboral
Estres laboralEstres laboral
Estres laboral
 
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf copia
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf   copiaClima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf   copia
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf copia
 
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf copia
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf   copiaClima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf   copia
Clima organizacional y salud mental laboral en la universidad en pdf copia
 
Comportamiento organizacional
Comportamiento organizacionalComportamiento organizacional
Comportamiento organizacional
 
Proyecto i
Proyecto iProyecto i
Proyecto i
 
Manual de riesgo psicosocial
Manual de riesgo psicosocialManual de riesgo psicosocial
Manual de riesgo psicosocial
 

Más de creaturaa

Consecuencias de la obesidad en el niño y el adolescente un problema que req...
Consecuencias de la obesidad en el niño y el adolescente  un problema que req...Consecuencias de la obesidad en el niño y el adolescente  un problema que req...
Consecuencias de la obesidad en el niño y el adolescente un problema que req...creaturaa
 
Introducción redes_para_repensar_lo_social[1]
Introducción  redes_para_repensar_lo_social[1]Introducción  redes_para_repensar_lo_social[1]
Introducción redes_para_repensar_lo_social[1]creaturaa
 
Familia y enfermedad_de_alzheimer._una_perspectiva_cualitativa
Familia y enfermedad_de_alzheimer._una_perspectiva_cualitativaFamilia y enfermedad_de_alzheimer._una_perspectiva_cualitativa
Familia y enfermedad_de_alzheimer._una_perspectiva_cualitativacreaturaa
 
El acceso a_la_información_como_determinante_social_de_la_salud[1]
El acceso a_la_información_como_determinante_social_de_la_salud[1]El acceso a_la_información_como_determinante_social_de_la_salud[1]
El acceso a_la_información_como_determinante_social_de_la_salud[1]creaturaa
 
Funcionalidad familiar y ansiedad en pacientes adultos con enfermedad crónica
Funcionalidad familiar y ansiedad en pacientes adultos con enfermedad crónicaFuncionalidad familiar y ansiedad en pacientes adultos con enfermedad crónica
Funcionalidad familiar y ansiedad en pacientes adultos con enfermedad crónicacreaturaa
 
La familia en la determinación de la salud
La familia en la determinación de la saludLa familia en la determinación de la salud
La familia en la determinación de la saludcreaturaa
 

Más de creaturaa (6)

Consecuencias de la obesidad en el niño y el adolescente un problema que req...
Consecuencias de la obesidad en el niño y el adolescente  un problema que req...Consecuencias de la obesidad en el niño y el adolescente  un problema que req...
Consecuencias de la obesidad en el niño y el adolescente un problema que req...
 
Introducción redes_para_repensar_lo_social[1]
Introducción  redes_para_repensar_lo_social[1]Introducción  redes_para_repensar_lo_social[1]
Introducción redes_para_repensar_lo_social[1]
 
Familia y enfermedad_de_alzheimer._una_perspectiva_cualitativa
Familia y enfermedad_de_alzheimer._una_perspectiva_cualitativaFamilia y enfermedad_de_alzheimer._una_perspectiva_cualitativa
Familia y enfermedad_de_alzheimer._una_perspectiva_cualitativa
 
El acceso a_la_información_como_determinante_social_de_la_salud[1]
El acceso a_la_información_como_determinante_social_de_la_salud[1]El acceso a_la_información_como_determinante_social_de_la_salud[1]
El acceso a_la_información_como_determinante_social_de_la_salud[1]
 
Funcionalidad familiar y ansiedad en pacientes adultos con enfermedad crónica
Funcionalidad familiar y ansiedad en pacientes adultos con enfermedad crónicaFuncionalidad familiar y ansiedad en pacientes adultos con enfermedad crónica
Funcionalidad familiar y ansiedad en pacientes adultos con enfermedad crónica
 
La familia en la determinación de la salud
La familia en la determinación de la saludLa familia en la determinación de la salud
La familia en la determinación de la salud
 

Los roles no_laborales_y_el_estrés_en_el_trabajo.[1]

  • 1. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80401207 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Juan Guerrero Los roles no laborales y el estrés en el trabajo. Revista Colombiana de Psicología, núm. 12, 2003, pp. 73-84, Universidad Nacional de Colombia Colombia ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Revista Colombiana de Psicología, ISSN (Versión impresa): 0121-5469 revpsico_fchbog@unal.edu.co Universidad Nacional de Colombia Colombia www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
  • 2. LOS ROLES NO LABORALES Y EL ESTRES EN EL TRABAJO Non-work roles and job stress Juan Guerrero Universidad Nacional de Colombia RESUMEN Este análisis se ocupa de dimensiones esenciales de las personas vinculadas al mundo del trabajo: el “momen- to de trabajo” y el “momento de no-trabajo”. Se cote- jan relaciones y procesos invariablemente presentes en el diario vivir de hombres y mujeres, pero que afectan su bienestar y desempeño ocupacional de manera dis- tinta. Se trata de aspectos que convergen y se poten- cian para dar lugar a variados perfiles de vida laboral y extralaboral, a diferentes perfiles de salud y producti- vidad. Estos son entre otros: los conocimientos y ha- bilidades del individuo, sus condiciones de genero, sus expectativas ocupacionales, su estilo de vida, sus valo- res y patrones de crianza, su vulnerabilidad al estrés, sus estrategias de afrontamiento, las oportunidades de empleo, la diversidad de roles, el tiempo disponible para atenderlos, la naturaleza y disponibilidad de apo- yo social. El concepto que orienta todo el análisis es el de “spillover” trabajo-familia, que corresponde a la permanente e inevitable “contaminación psicológica” de las circunstancias del trabajo sobre la vida familiar y viceversa. Se trata de un proceso connatural a la exis- tencia de hombres y mujeres de la sociedad industrial y que invariablemente está presente para enriquecer o empobrecer el desempeño humano en, dentro o fuera del trabajo. Palabras claves: salud ocupacional, trabajo femenino, estrés laboral, tiempo de trabajo, apoyo social, relación traba- jo-familia ABSTRACT This analysis is centered in essential dimensions of people at work: “work’s momentum” and “non-work’s momentum”. Relations and processes are invariably present on the day-to-day life of men and women in such a way that affect their well-being and their occupational performance on a different way. They are aspects that converge and are fostered to give rise to varied profiles of labor and extra-labor life, to different profiles from health and productivity. These are among others: the knowledge and abilities of the individual, his/her gender conditions, his/her occupational expectations, his/her life style, his/her values and patterns of raising, his/her vulnerability to stress, his/ her strategies of coping, the use of opportunities, the diversity of roles, the available time to take care of them, the nature and availability of social support. The concept that orients all the analysis is that of work-family “spillover”, that corresponds to the permanent and in- evitable “psychological contamination” of the circums- tances of work on the familiar life and vice versa. It’s a connatural process to the existence of working men and women of the industrial society, that invariably are present to enrich or to deteriorate the human perfor- mance inside or outside the work. Key words: occupational health, feminine work, occupational stress, working time, social support, work- family relationship Revista Colombiana de Psicología, 2003, No. 12, 73-84
  • 3. 74 Revista Colombiana de Psicología Juan Guerrero E n los últimos años los investigadores han co menzado a darse cuenta de que la gente no trabaja “aislada”; el comportamiento en el tra- bajo está influenciado con frecuencia por experiencias en otros campos vitales. A la hora de revisar los efectos de las influencias externas sobre el estrés laboral es ne- cesario hacer algunas advertencias preliminares. En primer lugar, las influencias externas al sitio de trabajo, algunas veces llamadas «non-work» en la litera- tura organizacional, se refieren en su mayoría a las va- riables familiares (Kabanoff, 1980). Este énfasis se justifi- ca en que la vida familiar es generalmente el aspecto más importante de la vida de una persona, y contribuye enormemente, junto con la satisfacción en el trabajo, a su bienestar. Otros factores no laborales tales como sa- lud y recreación se estudian mucho menos frecuentemen- te como factores que afectan el estrés laboral. Segundo, se incluyen estudios que examinan los efectos de los roles extralaborales en la satisfacción por el trabajo, el compromiso laboral y la productividad percibida. De los estudios que miden estrés laboral, muchos evaden medidas complejas o múltiples del estrés en favor de uno o varios ítems de un inventario de autorreporte. Además, como un resultado de la se- lección de los sujetos o el procedimiento de muestreo, las muestras están restringidas frecuentemente a un grupo ocupacional o a una organización. Tercero, a diferencia de mucha literatura sobre tra- bajo, las mujeres, y no los hombres, parecen ser los su- jetos. El desarrollo del interés en factores extralaborales que afectan el trabajo coincide con un incremento del trabajo femenino y la investigación sobre las mujeres trabajadoras. Los científicos sociales han tratado de hacer ver que debido a que las mujeres tienen tradi- cionalmente la responsabilidad primaria por la familia y el cuidado de la casa, los asuntos familiares deberían así mismo afectar su trabajo y causar estrés en el traba- jo. Relacionada con esto se encuentra la cuarta adver- tencia: la investigación que examina las relaciones tra- bajo–no-trabajo debe analizarse en un contexto rápi- damente cambiante (Rice & Frone, 1992). TRES PROCESOS RELACIONADOS La discusión de las maneras en que las circunstan- cias externas al trabajo pueden afectar el estrés laboral se centra en tres tipos de conexión entre la vida de un trabajador en y fuera del trabajo. Primero, se mira el número y compatibilidad de exigencias y beneficios asociados con los roles en la familia y en el trabajo re- munerado. Segundo, el estado emocional y el bienes- tar psicológico de la persona, como un medio a través del cual las condiciones externas pueden influir y cam- biar las experiencias en el trabajo, en un proceso de “contaminación psicológica” (Kirchmeyer, 1993). Ter- cero, se considera que los valores, habilidades y actitu- des pueden trasmitirse de un área a otra, en un proce- so de socialización. Estos tres procesos relacionados, que pueden funcionar independiente o simultánea- mente, ayudan a organizar la discusión con el objetivo último de documentar cómo un día, o un año en el trabajo están necesariamente influidos por eventos fa- miliares específicos o con características domésticas permanentes. Los procesos de roles analizan la distribución del tiem- po de un individuo, su energía y oportunidades entre sus roles sociales, por ejemplo ser asalariado y ser pa- dre. En la literatura se pueden distinguir tres aproxi- maciones a estos procesos, cada una con diferentes conjuntos de presupuestos y predicciones: 1. La aproximación “conflicto inter-roles” da cuenta de las situaciones en las cuales el comportamiento requie- re actuar en roles familiares y ocupacionales incom- patibles. Los trabajadores identifican generalmente los conflictos con los horarios del trabajo y la familia como unos de los problemas más significativos que tienen que enfrentar. 2. La posición de “sobrecarga de rol” supone que los roles en dos campos compiten por los recursos personales y predicen que un individuo puede fácilmente verse so- brecargado por la combinación de exigencias. Los pro- blemas con el tiempo y los horarios de los roles labora- les y familiares se perciben como ejemplos de conflic- tos inter-roles, mientras una cantidad limitada de ener- gía para cumplir con múltiples exigencias con la conse- cuente fatiga se considera un rol de sobrecarga. Ambos procesos se asocian usualmente con la experiencia sub- jetiva de estrés o insatisfacción en el trabajo. 3. En contraste, la perspectiva de «acumulación de roles» sugiere que los beneficios de múltiples roles se suman, de manera que las oportunidades de interacción so- cial, desarrollo personal y autoestima aumentan si se combinan roles. Consideremos una semana de visita a la casa de unos parientes. El efecto que este evento familiar puede te- ner en el rol ocupacional de uno puede analizarse des- de cada una de las tres perspectivas de rol. La tensión
  • 4. 75 Revista Colombiana de Psicología Los roles no laborales y el estrés en el trabajo puede crecer porque una semana fuera implica un tra- bajo extra en la oficina. Desde la perspectiva de la so- brecarga de rol, una celebración familiar nocturna pue- de fatigar al trabajador en el trabajo al día siguiente. De acuerdo con la teoría de la acumulación de roles, sin embargo, la sola presencia de miembros adiciona- les de la familia puede tener un impacto positivo en el trabajador. Los teóricos sugieren que puesto que hay una atmósfera de apoyo, las actividades familiares crean energía que puede ser usada en otros terrenos. Los «procesos de contaminación psicológica» (spillover processes) describen los efectos que los eventos fami- liares pueden tener en el ajuste laboral, debido a un cambio en el bienestar emocional del trabajador. Aun- que el término «contaminación psicológica» se ha usa- do de una manera muy diferente, el término es usado principalmente de una manera generalizada para ca- racterizar una relación entre trabajo y vida extralaboral que resulta en experiencias similares y reacciones en los dos campos (Near, Smith, Rice & Hunt, 1994). Como tal, la «contaminación psicológica» se equipara con compensación, un proceso en el cual un indivi- duo busca experiencias opuestas y satisfacciones en el trabajo y en casa para contrarrestar deficiencias en uno u otro de estos ambientes. Cuando los sentimientos engendrados en casa son más tarde expresados en el trabajo, sus efectos pueden observarse en el desempe- ño y motivación de la persona en el trabajo, así como en el nivel interpersonal. Los investigadores que estu- dian los procesos de contaminación psicológica se han preocupado por la manera como las experiencias del trabajo trascienden a la familia, tanto como las expe- riencias familiares trascienden el trabajo. Los procesos de socialización implican que los valo- res, habilidades y actitudes aprendidos en casa influ- yen el comportamiento del trabajador en el sitio de trabajo. El aprendizaje pudo haber ocurrido en algún momento en el pasado –por ejemplo, la socialización vocacional adquirida de los padres durante la infan- cia– o puede tomar lugar en el presente, como la ha- bilidad de un supervisor para servir de soporte social, porque siendo un padre, le es usual ser paciente y comprensivo. En ambos casos, se piensa que los esti- los conductuales y actitudinales perfilados con el tiempo en la familia tienen consecuencias a largo plazo para el ajuste en el trabajo. Sin embargo, la socialización no siempre favorece los roles ocupacionales. Por ejemplo, las diferencias de educación por genero pueden ser particularmente no- civas para las trabajadoras. Dexter (1995), encontró que las experiencias tempranas de las hijas no las preparan para ejercer el poder, una habilidad crucial en gerencia. Con todo, es importante resaltar algunos rasgos de las conexiones entre variables familiares y ocupacionales. Circularidad. La relación entre las variables del sis- tema familiar y el estrés laboral es recíproca. Aunque ha sido de interés conocer los efectos que las circuns- tancias familiares pueden tener en el estrés laboral de un individuo, otros formulan la pregunta opuesta: ¿Cómo pueden las experiencias ocupacionales afectar la familia? Los diseños correlacionados muestran por qué la investigación produce controversia. Por ejemplo, una correlación estadísticamente significativa entre satisfac- ción marital y laboral puede ser interpretada como so- porte para proposiciones causales opuestas, una afirman- do que un alto grado de satisfacción laboral conduce a más satisfacción en el matrimonio, y la otra que el bien- estar marital lleva a una mayor satisfacción en el trabajo. Neutralidad. Los tres mecanismos referidos (proce- sos de roles, procesos de contaminación psicológica y procesos de socialización) son neutrales en cuanto a la valencia: cada uno puede resultar positivo o negativo. Es decir, el efecto neto de los roles extralaborales en el trabajo no tiene una valencia predeterminada. Es la naturaleza de las experiencias en casa, tanto como las características del trabajo, lo que determina si los efec- tos producen un incremento o un decremento del estrés. Para citar un ejemplo común, una persona so- cializada en equipos deportivos tiene una ventaja en trabajos que impliquen colaboración o participación. Por otra parte, una persona socializada para ser educa- dora estará menos estresada que otras en trabajos que requieran habilidades interpersonales como empatía y provisión de soporte emocional. Considerado fuera de contexto, es imposible especificar cómo un evento fa- miliar particular afectará el ajuste al trabajo de un in- dividuo. Dicho análisis contextual deber incluir siem- pre las características individuales, familiares y ocupa- cionales. Asimetrías de grupo. Las diferencias de ciertos gru- pos parecen jugar un papel importante en la determi- nación del grado y la manera como una circunstancia familiar particular influye en la vida laboral. El género es probablemente la característica individual más im-
  • 5. 76 Revista Colombiana de Psicología Juan Guerrero portante a considerar. Hombres y mujeres tienden a tener diferentes roles en la familia. Por ejemplo, la en- fermedad de un hijo es más probable que afecte a una mujer en el trabajo, porque las madres típicamente lle- van una desproporcionada carga de responsabilidad en el cuidado de los hijos. El status socioeconómico, aso- ciado con algunas características ocupacionales y fa- miliares, actúa como otra variable moderadora de gru- po. Los cargos de más prestigio aunque implican más tiempo y compromiso con el trabajo pueden también ofrecer más seguridad y más flexibilidad en el horario. Es evidente que estas características del trabajo son cla- ves para enfrentar crisis familiares. Revisaremos la investigación de las influencias ex- ternas al estrés laboral y los resultados relacionados, usando los procesos conectores descritos anterior- mente. CONFLICTO FAMILIA-TRABAJO Kopelman, Greenhaus y Connolly (1983) proveen un modelo teórico para describir la relación entre el conflicto de rol en el trabajo, en la familia y entre los dos, y la satisfacción en el hogar, en el trabajo y en la vida en general. Ellos definen conflicto laboral como el estado en el cual un individuo experimenta presiones de rol incompatibles dentro de su trabajo, y conflicto familiar como aquellas presiones surgidas en la familia. Para ambos tipos de conflicto el modelo postula que la incompatibilidad puede aparecer de múltiples emiso- res de rol, un emisor, o una falta de ajuste entre la per- sona y los requerimientos del rol. Otro modelo teórico de conflicto de rol sugiere que las presiones de trabajo o de familia pueden incremen- tar el conflicto entre los roles familiares y laborales. Así, Greenhouse y Beutell (1985), identificaron tres formas en que las presiones de rol pueden ser incom- patibles: (a) el tiempo gastado en un rol puede dejar poco tiempo para dedicar a los otros; (b) la tensión en un rol puede contaminar a otros; (c) el comportamiento apropiado a un rol puede ser disfuncional a otro. Beutell (1996), a partir de los datos recogidos de una muestra de 115 parejas casadas con niños reportó que el mejor predictor de conflictos que involucran el rol de trabajo fue el status del empleo de la esposa. Las mujeres altamente involucradas con su empleo tienen más conflicto con el mantenimiento del hogar y roles de paternidad. Estos hallazgos confirman la idea de que el conflicto basado en el tiempo es el más prevalente tipo de conflicto familia-trabajo. MATRIMONIO Cuando se comparan las actitudes de gente casada con las de la soltera, hay un hecho consistente: el gru- po de casados de la muestra reporta más altos niveles de satisfacción en el trabajo. Se ha encontrado mayor satisfacción marital y ajuste, asociados a menos estrés entre parejas donde ambos devengan y donde hay ma- yor aceptación del trabajo pago de las mujeres. Sin embargo, el matrimonio a menudo limita el desempe- ño ocupacional, particularmente en las mujeres. Para las mujeres, el matrimonio y los niños tienen un ma- yor impacto negativo en el empleo que el empleo so- bre los niños y el matrimonio. Los estudios sobre profesionales exitosos frecuen- temente muestran que hombres sobresalientes son ge- neralmente casados mientras las mujeres que sobre- salen en el trabajo prefieren permanecer solteras (Houseknecht, Vaughan & Stratham, 1987). Esto su- giere que los talentos ocupacionales pueden obstacu- lizarse en una mujer casada más que en una soltera. En un estudio retrospectivo, Stewart (1980), encon- tró que aquellas mujeres que se casaron y tuvieron hijos fueron menos persistentes en sus carreras. En otro estudio, Houseknecht y cols. (1987) encontra- ron que las mujeres que permanecían solteras en se- cundaria tenían mejor desempeño que aquellas que contrajeron matrimonio durante esa etapa escolar. Más tarde encontraron que las mujeres que se casaron des- pués de completar la secundaria tuvieron menos lo- gros ocupacionales que las solteras. Las mujeres pa- recen sacrificar el potencial profesional cuando con- traen matrimonio. Los procesos de rol parecen ofrecer la mejor explica- ción para los efectos negativos que el matrimonio pue- de tener en los talentos ocupacionales de las mujeres. Mortimer, Hall y Hill (1988), han descrito ciertos atri- butos del trabajo del esposo que pueden restringir su tiempo y su motivación para contribuir en las activida- des del rol familiar, lo cual, a su vez, reduce las oportu- nidades laborales de sus esposas. Presumiblemente las mujeres solteras con pocas responsabilidades familia- res, no enfrentan los mismos bloqueos en el éxito de sus carreras. Comparadas con las solteras, las casadas reportan más conflictos de rol en áreas tales como tiem- po y manejo de la casa (Nevill & Damico, 1975). Las mujeres trabajadoras, con matrimonios de baja calidad parecen sufrir más por conflictos inter-roles, sobrecar- ga y estrés del manejo de la casa (Thomas, Albrecht & White, 1982).
  • 6. 77 Revista Colombiana de Psicología Los roles no laborales y el estrés en el trabajo CARACTERÍSTICAS DEL CÓNYUGE Las características del cónyuge afectan también el estrés laboral. Se han estudiado dos: ocupación y ac- titudes. Ocupación del cónyuge. Es importante mencionar al- gunas asimetrías prominentes de género. La investiga- ción en hombres se ha centrado en el status de sus espo- sas, por ejemplo si son ellas amas de casa o empleadas en cualquier trabajo, mientras la investigación referente a mujeres se relaciona con características específicas de las ocupaciones del esposo. Se da por hecho, tal vez erró- neamente, que ellos (los esposos) son empleados. Se han dado varias explicaciones para la relación entre el empleo de la esposa y la nocividad en los re- sultados del trabajo del esposo. Algunos hombres pue- den haber sido socializados esperando que su partici- pación en el trabajo sea el medio de participación fa- miliar, y el medio para ganar satisfacción psicológica como proveedor. Cuando sus esposas se emplean, ellos pueden sentir que su identidad está amenazada y que están perdiendo poder. Otros argumentan que los esposos experimentan tensión psicológica, sobrecarga de su rol y se conflic- túan cuando sus esposas se emplean, especialmente si lo hacen en ocupaciones exigentes, pensando en las exigencias que sus esposas pueden formularles para atender los asuntos familiares y las actividades domés- ticas (Young & Willmott, 1973). Si los esposos destinan tiempo y energía de su traba- jo en los roles familiares, el desarrollo de su carrera puede sufrir, pues están penalizados en una competencia de progreso laboral. Sin embargo, hay evidencias que indi- can que los hombres con esposas empleadas contribu- yen muy poco en las labores domésticas extra, compa- rados con hombres cuyas esposas no son empleadas. Otros estudios muestran que parejas con carreras iguales se movilizan más por las necesidades del hom- bre –de mejorar en su carrera– que por las necesidades de la mujer. Aunque las parejas tengan una estrategia igualitaria para seleccionar trabajos (por ejemplo «to- mamos la mejor oferta de trabajo de los dos, y el cón- yuge buscará otro trabajo en el mismo sitio»), los es- posos consiguen mejores ofertas y las esposas tienden a acomodar sus carreras a esta situación. Actitudes del cónyuge. Estas, como sus ocupaciones, pueden incrementar los niveles de estrés laboral. Los roles de actitud de género de los cónyuges pueden afec- tar su ajuste a las exigencias de los roles laborales y familiares. La investigación en esta área es dominada por estudios sobre las reacciones del esposo al com- promiso de la carrera de su esposa. Las mujeres pueden estar en riesgo cuando su pres- tigio ocupacional o sus ingresos igualan o exceden los de sus cónyuges. La tensión entre ellos en esta situa- ción puede terminar en la disolución de su unión o en movimientos ocupacionales de mujeres (Hiller & Philliber, 1982). La conclusión puede resumirse en que una reducción en el compromiso laboral, asumida por las esposas de hombres con actitudes tradicionales de su rol de género, crea tensión en las mujeres dentro y fuera del trabajo (Lewis & Cooper, 1988). No toda la evidencia, sin embargo, sugiere que para las mujeres cuyo status ocupacional es superior al de sus esposos, tal status las tensiona y reduce su com- promiso en el trabajo. Algunos estudios confirman que las mujeres que tienen un status ocupacional más alto que sus esposos son más capaces de establecer valores de igualdad en la familia. En el caso de parejas en que ambos ganan, el simple hecho de que ambos, marido y mujer, están empleados es un reto a las normas pres- critas bajo las cuales cada compañero fue socializado. Un factor clave en arreglos óptimos en este tipo de pareja parece ser una coincidencia apropiada entre las expectativas y las actitudes de los esposos y las esposas. Beutell y Greenhouse (1982), encontraron que la si- militud en la prominencia de la carrera, independien- temente de que sea alta o baja, se asocia con un bajo nivel de conflicto familia-trabajo. De la misma mane- ra, el impacto del empleo de la esposa sobre su mismo trabajo y la depresión del esposo dependen de que su empleo sea consistente con la preferencia de ambos. En contraste, una diferencia en los criterios acerca de los roles familiares y los empleos de las esposas puede causar tensión, lo cual debilita el sistema de apoyo mutuo y produce estrés. CUIDADO DE LOS HIJOS Como el número y la periodicidad de los hijos hoy puede controlarse hasta cierto punto, los hombres y mujeres pueden prever el impacto potencial de los hi- jos en su trabajo y «planearlos» en consecuencia. Hoy ambos, pero especialmente las mujeres, tienen en cuen- ta sus trabajos cuando piensan en tener hijos. En un estudio de factores influyentes en la periodicidad de los hijos, Gormly, Gormly y Weiss (1987) encontraron que el 30% de las mujeres de universidad y solamente
  • 7. 78 Revista Colombiana de Psicología Juan Guerrero el 5% de los hombres indicaron que preferirían tener sus hijos después de tener una carrera o de haber al- canzado ciertos objetivos profesionales. En otro estudio, se encontró que las mujeres candidatas a una posición como profesoras no inclu- yeron en sus solicitudes ninguna información sobre el status de su familia, mientras que los hombres estu- vieron más abiertos a esa información. En cartas de recomendación, las mujeres con familia eran conside- radas como un obstáculo y se afirmaba, por ejemplo: «A pesar de que María tiene un marido en la escuela de leyes y dos hijos en edad preescolar, ella se desempeña brillantemente en nuestro programa». En contraste, las familias de los hombres, especialmente sus esposas fueron presentadas como ventajas por los recomen- dantes. Esa investigación sugiere también que sea o no cierto que los esposos y los hijos son una fuente de conflicto de inter-rol para las mujeres, los demás lo perciben así. De hecho, las madres trabajadoras recla- man más una reducción del tiempo que los padres (Voydanoff & Kelly, 1984). Gwartney-Gibbs (1988), ha mostrado que la sola presencia de los niños es un impedimento para el avan- ce en las carreras de las mujeres y Olson y Frieze (1987) mostraron que para mujeres master en administración de empresas, la sola presencia de niños ejerce una in- fluencia negativa en el salario. El embarazo y el naci- miento de un niño también conducen a cambios en las carreras de la mujer y a ausencias temporales del tra- bajo (Ewer, Crimmins & Oliver, 1979). Hay evidencias, sin embargo, de que el proceso de auto-selección da como resultado empleados más orientados hacia su carrera entre las madres que opta- ron por volver al trabajo después de la llegada del hijo. A pesar de esto, las nuevas madres frecuentemente descubren que las responsabilidades que les asignan se han reducido debido al temor de los superiores de que ellas no asumirán un alto nivel de compromiso con el trabajo. Por otro lado, para compensar la falta tempo- ral de ingresos de sus esposas, los padres de niños pe- queños están dispuestos a trabajar más horas que en estadios posteriores del ciclo de vida familiar (Moen & Moorehouse, 1983). No es sólo la presencia, número y edades de los niños lo que afecta la vida laboral de los padres. Estu- dios hechos con mujeres empleadas y sus hijos sugie- ren que las mejores relaciones entre madre e hijo es- tán asociadas con resultados ocupacionales deseables, como una mayor satisfacción en el trabajo y un estado de ánimo positivo (Piotrkowski & Katz, 1983). A pesar del recelo de combinar los hijos con una carrera, los niños (como los cónyuges) parecen tener un efecto positivo en la satisfacción laboral de los padres. Ma- dres de niños con pocos problemas de comportamien- to reportan mayor satisfacción laboral y menos con- flicto en el rol trabajo-familia (Barling & Van Bart, 1984). Las experiencias de trabajo de las madres no pue- den entenderse sin considerar los arreglos para el cui- dado de los niños. Una proporción sustancial de em- pleadas entrevistadas en una encuesta citaron la no dis- ponibilidad de un cuidado satisfactorio de los niños como el mayor problema que ellas tenían dado el alto número de horas que ellas trabajaban (Presser, 1986). Como lo puntualizan McCartney y Phillips (1985), históricamente ha habido una difícil relación entre la maternidad y el cuidado de los niños. Ellos afirman que el ideal de la madre que permanece en casa conti- núa siendo la norma contra la cual se juzgan las deci- siones personales, resultando en muchos de los con- flictos que aquejan a las madres trabajadoras de hoy. Hock (1985), ha identificado y medido la ansiedad de la separación maternal, un estado emocional distresante que ocurre cuando un padre es aprehensivo acerca de transferir el cuidado de su hijo a una niñera. Gnezda y Hock (1983) encontraron que las mujeres que mos- traron baja ansiedad por la separación maternal, regis- traron una medida alta de inversión en la carrera. En otro estudio se predijo la satisfacción laboral por el sa- tisfactorio cuidado de los niños. Las madres aparente- mente encontraron sus trabajos más placenteros y entretenedores cuando se sentían a gusto con el cuida- do que sus hijos recibían mientras ellas estaban traba- jando. Los científicos sociales se formulan la pregunta de cómo el ajuste ocupacional de los padres puede afec- tarse por las relaciones con sus hijos y con los servicios de guardería. Las madres expresan un fuerte deseo de tener facilidades en el trabajo y políticas como guarderías para sus hijos durante el día y días de licen- cia para emergencias familiares (Sekaran, 1983), y asu- men más responsabilidad en el planeamiento y mane- jo del cuidado sustituto (Anderson & Leslie, 1987). Algunos expertos en política social están de acuer- do en que hay problemas en el cuidado de los niños y recomiendan a gobiernos y organizaciones programas que suplan las necesidades de las familias donde los dos padres trabajan, incluyendo iniciativas para facili- tar la participación del padre (Pleck, 1986). La falta de
  • 8. 79 Revista Colombiana de Psicología Los roles no laborales y el estrés en el trabajo reconocimiento de las necesidades de los padres que trabajan es al menos parcialmente originada por el su- puesto de que el hombre mantiene los niños y las mujeres no empleadas los crían. Sin embargo, es evi- dente que el mundo cambió de dirección al respecto. Cónyuges y Soporte Familiar El soporte social ha sido identificado como un recur- so que ayuda a los individuos a enfrentar el estrés la- boral por medio de relaciones de apoyo con otros (House, 1991). El soporte del cónyuge y de la familia se incluye a menudo en estudios que investigan fuen- tes de apoyo social dentro y fuera del trabajo. La cohe- sión familiar y los lazos emocionales entre los miem- bros de la familia son a menudo usados como indicadores de apoyo familiar. Las familias en general, y los cónyuges en particular, sirven como fuentes sig- nificativas de apoyo social para enfrentar los eventos estresantes de la vida diaria. Por eso no es sorprenden- te que el apoyo familiar a menudo juegue un impor- tante rol en la vida ocupacional de un empleado. En entrevistas abiertas y cuestionarios, los trabajadores citan frecuentemente a sus familias como uno de los más importantes recursos emocionales para enfrentar el estrés laboral. En las entrevistas de Crouter (1984) a empleados de una gran planta manufacturera, los ejem- plos de contaminación positiva entre la casa y el traba- jo se centraron a menudo en la naturaleza del apoyo de las relaciones familiares. Sobre el particular, surge una consistencia intere- sante cuando la gente casada describe la clase de apoyo que aporta en relación con el trabajo del cónyuge; es- cuchar y ofrecer ayuda acerca de cómo resolver una situación difícil es el tipo de asistencia que más re- cuerdan. Repetti (1987) aprendió de sus entrevistas a trabajadoras de oficina que un esposo comprensivo y solidario puede hacer mucho por mitigar los resulta- dos de un día de trabajo estresante. Por ejemplo, una trabajadora bancaria dice: «...es muy agradable que mi esposo siempre me escucha... encuentro mucho apo- yo y buenos consejos en él». Las entrevistas de Weiss (1985) a hombres profesionales revelaron que las es- posas algunas veces servían de «consultoras de rela- ciones humanas», discutiendo los problemas que sus esposos tienen en el trabajo con compañeros, jefes y subordinados. ¿Con qué mecanismo puede el soporte familiar reducir el estrés laboral? Efectos indirectos o amorti- guadores se han identificado en la literatura sobre apo- yo social (Cohen & Wills, 1985). Un efecto amorti- guador sugeriría que el apoyo familiar reduce la rela- ción entre experiencias estresantes en el trabajo y el ajuste personal, de tal manera que bajo condiciones de alto apoyo familiar, los problemas del trabajo tienen menos nocividad sobre el individuo. Los resultados de dos estudios, ambos basados en análisis cuantitativos de datos de autorreportes, tam- bién sugerían que el apoyo puede limitar los efectos nocivos del estrés relacionado con trabajo. En un estu- dio, las percepciones de mujeres granjeras sobre el apo- yo del cónyuge (medido por la satisfacción con la ayu- da que el esposo les brindaba en el cuidado de la casa y los oficios de la granja) se encontró que reducía el efecto que la sobrecarga tenía en los niveles de estrés de las mujeres. Entre más soporte tuviera una esposa de su marido, más débil era la relación entre su aflicción y el sentimiento de ser sobrecargada con exigencias del rol familiar y el laboral (Berkowitz & Perkins, 1984). Vanfossen (1981) de manera similar encontró que el apoyo instrumental de los esposos reducía el impacto que el rol de sobrecarga tenía en la depresión, en una muestra de mujeres empleadas. Las mujeres que sin- tieron que tenían que hacer más de lo que podían, su- frieron menos si creían también que podían confiar en que sus esposos les ayudarían con los problemas fami- liares. Mujeres sobrecargadas que no estaban seguras del apoyo de sus maridos tuvieron más altos grados de depresión. Para el estudio de Vanfossen con esposos, el soporte expresivo derivado de una cercana e íntima re- lación marital, reducía el impacto que un clima laboral social pobre tenía sobre la depresión. Fuera de la amortiguación de los efectos de las con- diciones difíciles en el trabajo, el apoyo del cónyuge y otros miembros de la familia pueden actuar directa- mente en la vida ocupacional de un empleado. En un estudio, luego de controlar el trabajo actual y los estresores cotidianos, la satisfacción con la ayuda del cónyuge para manejar las tensiones fue un predictor significativo en la satisfacción del trabajo de los hom- bres y las mujeres (Cohen & Kirchmeyer, 1995). Tam- bién se reportó que las respuestas de mujeres sobre la cohesión familiar (un indicador de apoyo) se asociaban con la percepción de un clima laboral más positivo. Hay evidencia de que las esposas son mejores en proveer soporte emocional e instrumental que sus maridos. Las empleadas parecen facilitar el desempeño de sus maridos más que ellos al de ellas, a menudo asistién- dolos directamente. Wong (1986), encontró la misma
  • 9. 80 Revista Colombiana de Psicología Juan Guerrero asimetría de género cuando examinó reportes de espo- sas y esposos sobre apoyo conyugal con respecto al con- flicto inter-roles y el rol de sobrecarga asociados con la combinación de trabajo y paternidad. La diferencia de sexo no puede explicarse como una respuesta general sesgada, ya que las esposas en este estudio reportaron más apoyo de compañeros de trabajo que de sus mari- dos. Usando múltiples indicadores de soporte emocio- nal del cónyuge, se encontró que los hombres reporta- ron más apoyo de sus esposas que ellas de ellos. Paradójicamente, parece que el grupo que recibe la menor cantidad de apoyo puede necesitarlo más. Como se anotó, las mujeres usualmente tienen más conflictos de rol y tensión que los hombres cuando los roles del empleo y los de la familia se combinan. En el estudio de Wong, las mujeres reportaron menos satisfacción que los hombres con la manera como ellos combinaban tra- bajo y paternidad. Las mujeres también reciben más bajos niveles de apoyo conyugal en su campo. Otra investiga- ción indica que la calidad de las relaciones familiares, inclu- yendo la cohesión familiar, juega un papel más impor- tante en la resistencia al estrés en las mujeres que en los hombres (Holahan & Moos, 1985). Hasta aquí, la revisión documental se ha centrado en los efectos benéficos que los miembros de una fa- milia tienen en el ajuste ocupacional. Sin embargo, debe haber una conexión recíproca entre las condiciones de trabajo, el cónyuge y el apoyo familiar. La evidencia de “un efecto de contaminación del trabajo a la familia” viene de un estudio de hombres no empleados en los cuales el desempleo fue causa de disminución de apo- yo conyugal y cohesión familiar. La contaminación parecía mediada, al menos en parte, por el efecto de desempleo en el bienestar psicológico del esposo (Atkinson, Liem & Liem, 1986; Saam & Wodtke, 1995). Tambiénesimportanteconsiderarsielefectodelapo- yo familiar es realmente benéfico universalmente (Ganster, Fusilier & Mayes, 1986). Los investigadores del apoyo social han establecido que aún los bien intencio- nados pueden reforzar inadvertidamente un comporta- miento enfermo de rol, dependencia y sentimientos de vergüenza o culpa (Rook, 1985). Además, el apoyo brin- dado inadecuadamente puede exacerbar antes que aliviar los sentimientos de angustia en el receptor (Wortman & Lehman, 1985). En esta dirección, algunos investigado- res sugieren que el apoyo de miembros de la familia pue- de usar estrategias poco efectivas para enfrentar los pro- blemas en el trabajo, incrementando así los efectos nega- tivos del estrés laboral (Bartone, 1987). DIVISIÓN DEL TRABAJO EN LA FAMILIA El trabajo familiar como se define aquí incluye ta- reas relacionadas con las responsabilidades en el ma- nejo de la casa y el cuidado de los niños. La división del trabajo familiar entre esposas y esposos es el típico resultado de expectativas sociales que fomentan la re- partición de las líneas tradicionales del rol sexual. A pesar de la mayor participación de la mujer en la fuer- za de trabajo, ha habido poco cambio en la división del trabajo familiar; las mujeres continúan haciendo la gran mayoría del trabajo doméstico y las tareas del cuidado de los niños (Pleck, 1985). En una reseña de la litera- tura sobre el compromiso de los esposos en el rol fa- miliar se concluye que los esposos no necesariamente incrementan su participación en las labores hogareñas como las mujeres incrementan la participación en la fuerza de trabajo. Los hombres que aumentan su par- ticipación son aquellos que tienen historias laborales similares a las de sus esposas o tienen ideologías igualitarias sobre el rol sexual (Perucci, Potter & Rhoads, 1978). Otros estudios concluyen que los esposos de mu- jeres empleadas “no aumentaron su trabajo familiar en sentido estricto, pero mostraron un incremento en las más amplias formas de participación familiar”, específicamente en el “contacto total con los niños”. Se confirma que los esposos de mujeres empleadas se involucraban en una mayor proporción del trabajo to- tal familiar que los de no empleadas; sin embargo, el incremento se debe no a compromiso de mayor tiem- po, sino a menos participación de las esposas emplea- das en dichas labores. Bernardo, Shehan y Leslie (1987) llegaron a la misma conclusión de que así como las esposas empleadas reducen su propia participación en el trabajo casero, los esposos de mujeres empleadas incrementan su tiempo de trabajo en casa en términos relativos. Debido a que las mujeres mantienen típicamente mayor responsabilidad por la casa y la familia, ellas es- tán más expuestas a tener conflictos de inter-rol y so- brecarga porque tienen que “hacer malabares” con las demandas del trabajo doméstico. La tensión psicológi- ca que resulta de un conflicto inter-roles y sobrecarga puede reducir el tiempo, esfuerzo y atención que las madres dediquen a sus trabajos. Mientras la sociedad vea el cuidado de los niños y el trabajo del hogar como una responsabilidad primaria de las mujeres, muchas madres estarán expuestas a sufrir la contaminación psi- cológica trabajo–hogar en la forma de ausentismo, len-
  • 10. 81 Revista Colombiana de Psicología Los roles no laborales y el estrés en el trabajo titud, déficit de energía, preocupación con asuntos re- lacionados con la familia y renuencia a aceptar respon- sabilidades que conflictúen su tiempo y sus activida- des con la familia. Las parejas tienden a enfrentar con sobrecarga lineamientos tradicionales; por ejemplo reducir el sa- lario e incrementar el compromiso doméstico. Esta “solución” produce de hecho un estresor adicional porque las mujeres se encuentran subutilizadas en un trabajo de bajo nivel o en trabajos de medio tiempo. Adicionalmente a la tensión de rol de la mujer trabaja- dora como resultado de manejar las exigencias de la familia y el trabajo, una desigual distribución de las labores familiares produce dificultades psicológicas que pueden trascender al campo de trabajo e influir en el funcionamiento efectivo del mismo. La división inequitativa se ha vinculado con depresión, insatisfac- ción laboral, y marital (Yogev & Brett, 1985). Repetti (1987),encontró que tres características del rol trabajo –clima social, apoyo de supervisión y satisfacción en el traba- jo– interactuaban con la inequidad percibida en la di- visión del trabajo familiar para producir depresión en- tre las mujeres. Ella concluyó que las mujeres que creen que están sobrecargadas por una repartición desigual en el trabajo familiar pueden ser más vulnerables a las condiciones intralaborales. NUMERO Y ESTABILIDAD DE ROLES El concepto de rol y sus derivados (conflicto de roles, sobrecarga y tensión de rol) tienen un lugar pre- dominante en la investigación de los nexos con lo extralaboral. Mientras muchos estudios se centran en roles específicos como el de trabajador, cónyuge o pa- dre, cada vez hay más información sobre el número de roles o roles múltiples. Esta información tiende a igualar roles y se centra en el número de las diferentes tareas de rol, en lugar de las características de cada uno, que puedan llevar al estrés laboral. Los roles múltiples pue- den verse como fuentes de estrés, de satisfacción o ambos. En general, la investigación sobre los roles múltiples pretende estudiar los posibles efectos nega- tivos, especialmente para las mujeres, bajo el supuesto de que la gente tiene una energía y recursos limitados y puede abrumarse con muchos roles (Pietromonaco, Manis & Frohardt-Lane, 1986). Los roles múltiples son cada vez más asociados con efectos positivos que negativos (Russell, Altmeier & Van Velzen, 1987). De hecho, hay evidencia empírica de que los beneficios de los roles múltiples pueden observarse no solamente en mejor salud mental (Repetti & Crosby, 1989), sino también en la vida ocu- pacional. Se ha encontrado que las mujeres que tienen rol de empleadas, esposas y madres están más satisfe- chas con sus trabajos que las que solamente son cón- yuges y empleadas. Russell y cols. (1987) encontraron que los profesores casados reportaban menos desgaste que los que no tenían el rol de cónyuges. Comparados con los casados, los solteros reportaron menos com- promiso con sus trabajos (un componente del desgas- te). Pietromonaco y cols. (1986) encontraron que mu- jeres con tres, cuatro o cinco roles tenían más autoestima y estaban más satisfechas con sus trabajos que las que tenían uno o dos roles. Sin embargo, cuan- do se les solicitó anotar la mayor fuente de estrés, las mujeres con familia mencionaron problemas asocia- dos con los miembros de la familia, mientras que las que no tenían compañero o hijos mencionaron la au- sencia de ellos como la principal fuente de estrés. Los estudios en roles múltiples son generalmente consistentes con la discusión de Sieber (1974) sobre acumulación de roles. Él analiza cuatro posibles con- secuencias de los roles múltiples, usando hombres pro- fesionales en la mayoría de los ejemplos: (a) privile- gios de rol, (b) seguridad de status, (c) enriquecimien- to de la personalidad y (d) enriquecimiento de los re- cursos. Los roles múltiples pueden generar fuentes múltiples de experiencia y competencia que algunas veces se complementan entre sí, añadiendo prestigio y competitividad en cada área. Desempeñarse bien en muchos roles puede aumentar los privilegios, los re- cursos y contactos, y mejorar la reputación social; tam- bién, aumentar la autoestima y el sentido de compe- tencia. Además de esas cuatro consecuencias positivas, los roles múltiples pueden prevenir fallas o frustración en cualquier rol dado (Pietromonaco, Manis & Frohardt-Lane, 1986). Los estudios que demuestran que los roles múlti- ples se asocian con mayor satisfacción en el trabajo y autoestima pueden sorprender y parecer inconsisten- tes con los resultados que apoyan predicciones de con- flicto inter-roles. Por ejemplo, como se anotó anterior- mente, se ha demostrado que es menos probable que las mujeres empleadas tengan cónyuge y/o hijos que los hombres empleados, lo cual ha significado que las mujeres evitan acumular roles para evitar el estrés de rol. De la misma manera, la investigación que muestra que el matrimonio y los hijos reducen la probabilidad de empleo entre mujeres (Erickson & Klein, 1981)
  • 11. 82 Revista Colombiana de Psicología Juan Guerrero puede interpretarse como apoyo a una hipótesis de conflicto de inter-rol. Valdez y Gutek (1987) lanzaron la hipótesis de que las mujeres en trabajos especial- mente exigentes tendrían menos roles que las que tra- bajaban en cargos con menos exigencias. Ellos encon- traron que cuando otros factores permanecían cons- tantes, las mujeres gerentes estaban más propensas al divorcio y ambas (profesionales y gerentes) tenían menos hijos que otras mujeres trabajadoras. Ellos in- terpretaron esto como un soporte para la hipótesis de conflicto de roles. Una interesante línea de análisis es la circunstancia bajo la cual los múltiples roles llevan de las consecuen- cias positivas a las negativas. Algunos (v.gr., Gutek, Larwood & Stromberg, 1986) sugieren que la cantidad de esfuerzo requerido por cada rol puede ser más im- portante que el número de roles, y puede posiblemen- te explicar la asimetría. Cuatro roles de consumo de tiempo que no se superponen pueden ser más estresantes que cuatro complementarios que requie- ran relativamente poco gasto de energía y tiempo. Dado el gran gasto de tiempo femenino en el rol materno y seguramente como cónyuge, los roles masculinos com- binados de trabajo y familia deben requerir menos tiempo y energía que la combinación de los femeninos en los mismos aspectos. Mientras la investigación en los roles múltiples cre- ce, existen pocos estudios sobre la estabilidad de los mismos. La estabilidad de los roles, sin embargo, pue- de ser importante porque varias medidas de estrés (Russell, Altmeir & Van Velzen, 1987) se basan en el número de eventos estresantes. Los eventos relaciona- dos con la familia tales como casarse, divorciarse o con- cebir, son vistos como estresores. Entonces, la estabi- lidad de los roles extralaborales puede proporcionar información adicional útil explicativa del estrés labo- ral. Vicino y Bass (1978) encontraron que la mayor estabilidad de vida (como se indica en pocos eventos estresantes de la vida) se asoció con el éxito adminis- trativo. Los estudios de roles múltiples y la estabilidad de roles o los eventos de vida sugieren que son áreas po- tencialmente fructíferas para estudiar las influencias extralaborales sobre el estrés laboral y pueden com- plementar la información que hemos ganado referen- te a los impactos de roles específicos en el estrés labo- ral (Elizur, 1991). REFERENCIAS Anderson, E. A., & Leslie, L. A. (1987). The relationship between stress and decision making in working families (manuscrito inédito), University of Maryland. Atkinson, T., Liem, R. & Liem, J. H. (1986). The so- cial costs of unemployment: Implications for so- cial support. Journal of Health and Social Behavior, 27, 317-331. Barling, J. & Van Bart, D. (1984). Mothers’ subjective employment experiences and the behavior of their nursery school children. Journal of Occupational Psychology, 57, 49-56. Bartone, P. T. (1987). Moderators of stress in Chicago city bus drivers (manuscrito inédito). Berkowitz, A. D. & Perkins, H. W. (1984). Stress among farm women: Work and family as interacting systems. Journal of Marriage and the Family, 46, 161-166. Bernardo, D. H., Shehan, C. L. & Leslie, G. R. (1987). A residue of tradition jobs, careers, and spouses’ time in housework. Journal of Marriage and the Family, 49, 381-390. Beutell, N. J. (1996). Conflict between work-family and student-family roles: Some sources and consequences . Ar- tículo de trabajo no publicado, Division of Research, W. Paul Stillman School of Business, Seton Hall University. Beutell,N.J.&Greenhaus,J.H.(1982).Interroleconflict among married women the influence of husband and wife characteristics on conflict and coping behavior Journal of Vocational Behavior, 21, 99-110. Cohen, A. & Kirchmeyer, C. (1995). A multidimensional approach to the relation between organizational commitment and nonwork participation. Journal of Vocational Behavior, 46 (2), 189-202. Cohen, S. & Wills, T. A. (1985). Stress, social support, and the buffering hypothesis. Psychological Bulletin, 98, 310-357. Crouter, A. C. (1984). Spillover from family to work: the neglected side of the work-family interface. Human Relations, 37, 425-442. Dexter, C. (1995). Women and the exercise of power in organizations: From ascribed to achieved status. En L. Larwood, A. H. Stromberg & B. A. Gutek (Eds.), Women and work: An annual. review (vol.10). Newbay Park: Sage Elizur, D. (1991). Work and nonwork relations: The conical structure of work and home life relationship. Journal of Organizational Behavior, 12 (4), 313-322.
  • 12. 83 Revista Colombiana de Psicología Los roles no laborales y el estrés en el trabajo Erickson, J. A. & Klein, G. (1981). Women’s employ- ment and changes in family structure. Sociology of Work and Occupations, 8, 5-23. Ewer, P. A., Crimmins, E. & Oliver, R. (1979). An analysis of the relationship between husband’s income, family size and wife’s employment in the early stages of marriage. Journal of Marriage and the Family, 41, 727-738. Ganster, D. C., Fusilier, M. R. & Mayes, B. T. (1986). Role of social support in the experience of stress at work. Journal of Applied Psychology, 71, 102-110. Gnezda, M. T. & Hock, E. (1983). Working mothers of infants: Desired work status and anxiety. Trabajo pre- sentado en el Annual Meeting of the American Psychological Association, Los Angeles, California. Gormly, A. V., Gormly, J. B. & Weiss, H. (1987). Motivations for parenthood among young adult college students. Sex Roles, 16, 31-40. Greenhaus, J. H. & Beutell, N. J. (1985). Sources of conflict between work and family roles. Academy of Management Review, 10, 76 88. Gutek, B. A., Larwood, L. & Stromberg, A. H. (1986). Women at work. En C. Cooper & I. Robertson (Eds.), Review of industrial organizational psychology (pp. 217-234). Chichester: John Wiley and Sons. Gwartney-Gibbs, P. A. (1988). Women’s work experience and the rusty skills hypothesis: A reconceptualization and re-evaluation of the evidence. En B. A. Gutek, A. H. Stromberg & L. Larwood (Eds.), Women and work: An annual review (Vol. 3). Newbury Park: Sage. Hiller, D. V. & Philliber, W. W. (1982). Predicting mari- tal and career success among dual-worker couples. Journal of Marriage and the Family, 44 (1), 53-62. Hock, E. (1985). The transition to day care: Effects of maternal separation anxiety on infant adjustment. En R. C. Ainslie (Ed.), The child and the day care setting: Qualitative variations and development. Nueva York: Praeger. Holahan, C. J. & Moos, R. H. (1985). Life stress and health: Personality, coping, and family support in stress resistance. Journal of Personality and Social Psychology, 49, 739-747. House, J. S. (1991). Work stress and social support. Massachusetts: Addison-Wesley, Reading. Houseknecht, S. K., Vaughan, S. & Stratham, A. (1987). The impact of singlehood on career patterns of professional women. Journal of Marriage and the Family, 49, 353-366. Kabanoff, B. (1980). Work and nonwork: A review of models, methods, and findings. Psychological Bulletin, 88, 60-77. Kirchmeyer, C. (1993). Nonwork to work spillover: A more balanced view of the experiences and coping of professional women and men. Sex Roles, 28 (9- 10), 531-552. Kopelman, R. E., Greenhaus, J. H. & Connelly, T. F. (1983). A model of work, family, and interrole conflict: a construct validation study. Organizational Behavior and Human Performance, 32, 198-215. Lewis, S. N. & Cooper, C. L. (1988). Stress in dual- earner couples. En B. A. Gutek, A. Stromberg & L. Larwood (Eds.), Women and work: An annual review (Vol. 3). Newbury Park: Sage. McCartney, K. & Phillips, D. (1985). Motherhood and child care. En B. Birns & D. Hays (Eds.), The different faces of motherhood. Nueva York: Plenum Press. Moen, P. & Moorehouse, M. (1983). Overtime over the life cycle: A test of the life cycle squeeze hypothesis. En H. Z. Lopata & J. H. Pleck (Eds.), Research in the interweave of social roles (Vol. 3. Families and Jobs). Greenwich, CT : JAI Press. Mortimer, J. T. Hall, R. & Hill, R. (1988). Husbands’ occupational attributes as constraints on wives’ employment. Sociology of Work and Occupations, 5, 285-313. Near, J. P., Smith, C. A., Rice, R. W. & Hunt, R. G. (1994). A comparison of work and nonwork predictors of life satisfaction. Academy of Management Journal, 27 (1), 184-190. Nevill, D. & Damico, S. (1975). Role conflict in women as a function of marital status. Human Relations, 28, 487-497. Olson, J. E. & Frieze, I. H. (1987). Income determinants for women in business. En A. H. Stromberg, L. Larwood & B. A. Gutek (Eds.), Women and work: An annual review (Vol. 2). Newbury Park: Sage. Perucci, C. C., Potter, H. R. & Rhoads, D. L (1978). Determinants of male family-role performance. Psychology of Women Quarterly, 3, 53-66. Pietromonaco, P. R., Manis, J. & Frohardt-Lane, K. (1986). Psychological consequences of multiple so- cial roles. Psychology of Women Quarterly, 10, 373-382. Piotrkowski, C. S. & Katz, M. H. (1983). Work experience and family relations among working- class and lower-middle-class families. En H. Z. Lopata & J. H. Pleck (Eds.), Research in the Interweave
  • 13. 84 Revista Colombiana de Psicología Juan Guerrero of Social Roles (Vol. 3. Jobs and Families, pp. 187- 200). Greenwich, CT: JAI Press. Pleck, J. H. (1985). Working wives/working wusbands. Beverly Hills: Sage. Pleck, J. H. (1986). Employment and fatherhood: Issues and innovative policies. En M. E. Lamb (Ed.), The father’s role: Applied perspectives. Nueva York: John Wiley and Sons.. Presser, H. B. (1986). Shift work among American women and child care. Journal of Marriage and the Family, 48, 551-63. Repetti, R. L. (1987). Family and occupational roles and women’s mental health. En R. M. Schwartz (Ed.), Women at work-1987. Los Angeles: Institute of Industrial Relations-UCLA. Repetti, R. L. & Crosby, F. (1984). Gender and depression: Exploring the adult role explanation. Journal of Social and Clinical Psychology, 2, 57-70. Rice, R. & Frone, M. (1992). Work nonwork conflict and the perceived quality of life. Journal of Organizational Behavior, 13 (2), 155-168. Rook, K. S. (1985). The functions of social bonds: Perspectives from research on social support, loneliness and social isolation. En I. G. Sarason & B. R. Sarason (Eds.), Social support: Theory, research and applications. Boston: Martinus Nijhoff. Russell, D. W., Altmeier, E. & Van Velzen, D. (1987). Job related stress, social support, and burnout among classroom teachers. Journal of Applied Psychology, 72, 269-274. Saam, R. & Wodtke, K. (1995). A cognitive stress reduction program for recently unemployed ma- nagers. Special Issue: Career transitions. Career Development Quarterly, 44 (1), 43-51. Sekaran, U. (1983). How husbands and wives in dual- career families perceive their family and work worlds. Journal of Vocational Behavior, 22, 288-302. Sieber, S. D. (1974). Toward a theory of role accumulation. American Sociological Review, 39, 567- 578. Stewart, A. J. (1980). Personality and situation in the prediction of women’s life patterns. Psychology of Women Quarterly, 5, 195-206. Thomas, S., Albrecht, K. & White, P. (1982). Determinants of marital quality in dual-career couples. Trabajo presentado a The Annual Meeting of the American Psychological Association, Washington, DC. Valdez, R. L. & Gutek, B. A. (1987). Family roles: a help or hindrance for working women? En B. A. Gutek & L. Larwood (Eds.), Women’s career cevelopment (pp. 157-169). Newbury Park, CA: Sage. Vanfossen, B. E. (1981). Sex differences in the mental health effects of spouse support and equity. Journal of Health and Social Behavior, 22, 130-43. Vicino, F. L. & Bass, B. M. (1978). Lifespace variables and managerial success. Journal of Applied Psychology, 63, 81-88. Voydanoff, P. & Kelly, R. F. (1984). Determinants of work-related family problems among employed parents. Journal of Marriage and the Family, 46, 881- 892. Weiss, R. S. (1985). Men and the family. Family Process, 24, 49-58. Wong, N. W. (1986). Support-specificity: The effects of in- dividual sources of support on the well-being of employed parents (manuscrito inédito). Wortman, C. B. & Lehman, D. R. (1985). Reactions to victims of life crises: support attempts that fail. En I. G. Sarason & B. R. Sarason (Eds.), Social support: Theory, research and applications. Boston: Martinus Nijhoff. Yogev, S. & Brett, J. (1985). Perceptions of the division of housework and child care and marital satisfaction. Journal of Marriage and the Family, 47, 609-618. Young, M. & Willmott, P. (1973). The symmetrical family: A study of work and leisure in the London Region. Boston: Routledge and Kegan Paul.