El documento describe una presentación de danza contemporánea llamada "La Otredad" dirigida por Carlos Corral. La presentación exploró la individualidad humana y cómo las personas se unen con los demás a través de experiencias que conducen a nuevos encuentros consigo mismos. Los bailarines representaron el ir y venir constante entre la soledad y la interacción para volver a uno mismo después de asimilar cada experiencia, a veces con nuevos cuerpos que cambiaban la dinámica de la acción. El público disfrutó de la presentación,
La Otredad: explorando la individualidad y la comunión en el amor
1. YO Y LOS OTROS
OCTAVIO PAZ A ESCENA
JESUS CARVAJAL MONCADA
“El amor es uno de los más claros ejemplos de ese doble instinto que nos lleva a
cavar y ahondar en nosotros mismo y, simultáneamente, a salir de nosotros y
realizarnos en otro: muerte y recreación, soledad y comunión.” (Octavio Paz)
En este sentido, es una experiencia que puede se representada artísticamente
dentro del terreno de las artes, tocándonos la oportunidad de presenciar a la
compañía independiente de danza contemporánea Andrágora, presentar su
programa “La Otredad”, recientemente en el teatro Russo Vogel. El
programa, de alrededor de 50 minutos, bajo la dirección de Carlos Corral,
quien también interpreto junto a Gabriela Ruiz García, Ilse Pérez y Andrea
Sánchez, abordó al ser humano en su individualidad, a la vez que se une con
los otros en una serie de experiencias que lo llevan a nuevos encuentros
consigo mismo. Fue un constante ir y venir entre la soledad y la interacción,
para volver nuevamente a sí mismo en un acto de asimilación de la experiencia
en turno; un espacio vacío llenado por un solo ser y uno nuevo, aparentemente
el mismo, pero ahora con otros cuerpos que le daban una dinámica distinta a la
acción, variando la interacción de cada unos de los miembros del grupo en
relación al resto de sus compañeros. Un trabajo de gran desarrollo
conceptual y técnico, retomando fuentes de Octavio Paz y de los
existencialistas, enfocándose en el misterio, en lo impredecible que resultan las
relaciones entre seres humanos, al tiempo que en la necesidad de definir lo
propio para estar en un contacto más pleno con lo otro, como se manifestó en
el final, con dos parejas que desde un plano superior, descienden en busca de
otro espacio.
Con una iluminación y selección musical idóneas para el programa
coreográfico, el público salió notablemente complacido con lo observado…