1. http://www.sitiosargentina.com.ar/notas/notas_viejas/511.htm
En un futuro no muy lejano pequeñísimos “nanorobots”, capaces de
manipular moléculas o estructuras atómicas del tamaño de una
millonésima de milímetro, podrán habitar el interior del cuerpo
humano y estar siempre atentos a enfrentar cualquier virus o
enfermedad que pudiera aparecer. En la NASA, que anunció una
estación orbital permanente en la Luna y que sueña con una misión
tripulada a Marte, están entusiasmadísimos con la idea: esta sería la
fórmula para prolongar la vida de sus astronautas en el espacio.
La nanotecnología dará vida a microscópicos “médicos” capaces de
adentrarse en el interior de una célula para diagnosticar o atajar un
mal. De este modo, podría convertirse en la llave que permita a los
astronautas sobrevivir a la radiación cósmica y a la falta de gravedad
durante viajes prolongados. Una misión a Marte duraría unos tres
años (http://marsrovers.jpl.nasa.gov/home/index.html). Ocho meses
en el viaje de ida, un año y medio de permanencia, y el regreso, que
recién se produce cuando la Tierra y el planeta rojo están alineados.
En el espacio, se sabe, los líquidos del cuerpo (como el agua y la
sangre) ya no son atraídos hacia la parte interna en las áreas del
estómago y el pecho; sino que empiezan a moverse hacia la cabeza,
por lo que los rostros se “inflan” y lucen diferentes. Además, los
astronautas pierden entre 1 y 2 por ciento de su densidad ósea cada
mes: sus músculos se debilitan porque no realizan gran esfuerzo
debido a la ingravidez. Ni hablar de la radiación cósmica que deben
soportar, niveles que jamás se experimentan en la Tierra, causantes
de cánceres, cataratas y daños al sistema nervioso.
Con todos estos inconvenientes, hoy es imposible una misión
tripulada a Marte. Por eso la NASA apuesta por la nanotecnología: si
logra prevenir y controlar los posibles problemas de salud de los
astronautas, la colonización sería casi un hecho. Dentro de algunos
años, los nanotecnólogos podrán crear pequeñísimas máquinas de
funcionamiento real, dotadas de minúsculos "brazos" capaces de
manipular moléculas y cerebros electrónicos que les dirán cómo hacer
las cosas. Equipado con el software apropiado, un “nanorobot” podría
construir casi cualquier cosa. Un dispositivo que circule por el
torrente sanguíneo humano para detectar, por ejemplo, depósitos de
colesterol en los vasos y disolverlos, o encontrar virus y destruirlos.
2. La carrera espacial retomó impulso con el amartizaje de la zonda
“Spirit”. Para los próximos años, la NASA (http://www.nasa.gov) ya
tiene planificadas ocho visitas más al cuarto planeta de nuestro
sistema solar y, para el 2020, la frutilla del postre: una misión
tripulada llegará a Marte para permanecer allí por casi dos años.
Preparándose para ese crucial momento, la agencia espacial
estadounidense estudia, según un reciente documental de Discovery
Health (http://www.discovery.com), la posibilidad de que por el
torrente sanguíneo de los astronautas circulen los “nanorobots”.
Aunque parezca más ciencia ficción que realidad, la nanotecnología
(www.nanotech-now.com) no sólo cambiará drásticamente la
exploración espacial, permitiendo viajes prolongados, sino que
revolucionará la ciencia y la medicina en su conjunto. El tratamiento
para combatir virus y bacterias, entonces, podría consistir en inyectar
una dosis terapéutica de nanorobots suspendidos en un fluido que
seguirán al pie de la letra las órdenes del médico.
También enfermedades como el cáncer y el sida podrían recibir un
ansiado antídoto e incluso estos mini robots serían utilizados en
campos tan disímiles como las comunicaciones, los negocios o el
militar. Los científicos más críticos opinan que la proliferación de
estos pequeños robots podría volverse imparable y la especie humana
podría quedar a su merced (www.iespana.es/gaiaxxi/rep-
nanorobots.htm). De todos modos, entre los apocalípticos y los
utópicos parece haber coincidencia en que la nanotecnología
impulsará una nueva revolución a nivel mundial, que podría cambiar
significativamente la vida en la Tierra.
http://cienciabasica.com/nanobots/
Los nanobots son unos diminutos robots que se miden a una escala
microscópica. El nombre viene de una combinación del término robot
la escala en las que estos dispositivos son construidos. Siempre han
sido un tema recurrente en la ciencia ficción y han tenido temporadas
de bastante popularidad en visiones futuristas del mundo. Aunque se
han creado en un contexto biológico, todavía no existen los nanobots
de tipo mecánico. Sin embargo, siguen habiendo muchas
investigaciones sobre el tema y hay grandes esperanzas con esta
tecnología en varios campos de la ciencia.
3. Siempre han sido un tema recurrente en la ciencia ficción y han tenido temporadas de bastante
popularidad en visiones futuristas del mundo. Aunque se han creado en un contexto biológico,
todavía no existen los nanobots de tipo mecánico. Sin embargo, siguen habiendo muchas
investigaciones sobre el tema y hay grandes esperanzas con esta tecnología en varios campos
de la ciencia.
Cuando se habla de los nanobots en ciencia de un modo serio, se usa más el concepto de
nanorobots, ya que el otro término está más asociado a películas y noveles. De todos modos,
generalmente se usa el término nanobots por lo que está de sobre aceptado por todo el mundo.
Hay muchas opiniones sobre este tema donde incluso hay sectores que lo consideran una
amenaza. Ciertas personas ven el lado negativo de esta tecnología y piensa que se puede
llegar a utilizar de una forma muy dañina.
Una de las situaciones teóricas más negativas y populares que pintan estos sectores sobre los
nanobots, es una en la que un ejército de nanobots pierde el control o se ven afectados por un
virus informático. Esto podría hacer que empezaran a destruir la materia que vemos a nuestro
alrededor y lo dejara todo como una masa sin forma. Sin embargo, los defensores de la
tecnología piensan que se podrían usar mecanismos de seguridad para prevenir que pasaran
este tipo de cosas. De hecho, piensan que esto es algo exagerado y no podría ocurrir nunca.
Usos de los nanobots
Los cierto es que uso de estos dispositivos es infinito ya que su tamaño les podría permitir
esencialmente reconstruir la materia. En este sentido, unos nanobots debidamente
configurados podrían coger materiales brutos y convertirlos en cualquier cosa, desde
microprocesadores hasta proteínas en alimentos. Podrían incluso construir más nanobots por
el proceso de autorreplicación y así crear un número de estos pequeños robots según se
recitara.