1. BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA
FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS
DESARROLLO DE LAS HABILIDADES DE LA TECNOLOGÍA, LA
INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN
PROFESORA: ROSA HELENA ARROYO CARMONA
GRUPO “C” GENERACIÓN 2013
DIDIER ORTEGA CASTILLO
TAREA 5: DO NOT LET THEM DIE
LA MAFIA EN LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA
2. La industria farmacéutica en el mundo es uno de los negocios
más lucrativos
Quienes se dedican a elaborar y vender medicamentos no están
tan preocupados por nuestra salud, en muchos casos se
preocupan más por las ganancias. Las grandes transnacionales
que elaboran medicamentos han llegado a niveles de
corrupción y falta de ética que la mayoría no imaginamos y con
tal de tener ganancias millonarias cada año, invierten un buen
dinero en corromper médicos y autoridades para que les
autoricen y receten sus fármacos que en muchos casos son
sustancias que causan daños graves, algunos irreversibles.
3. El premio Nobel de medicina de 1993, Richard J. Roberts, en
entrevista para la revista Autogestión, en mayo del 2008, manifestó
que “el verdadero interés de las empresas farmacéuticas no es la
producción de medicamentos para curar enfermedades, ya que no
son rentables y por eso no son desarrollados, éstas, en cambio, sí
desarrollan medicamentos cronificadores que sean consumidos de
forma serializada.”
4. La poderosa industria farmacéutica está concentrada en un
puñado de empresas de países altamente desarrollados y
que monopolizan más del 85 por ciento del valor de la
producción mundial de fármacos, en buena parte protegido
por un sistema de patentes totalmente injusto, arbitrario y
fuera de control, que genera utilidades superiores a los 446
mil millones de dólares anuales.
5. El mercado farmacéutico mueve unos 200.000 millones de
dólares al año. Un monto superior a las ganancias que
brindan la venta de armas o las telecomunicaciones. Por cada
dólar invertido en la fabricación de un medicamento se
obtienen mil en el mercado. Y las multinacionales
farmacéuticas saben que se mueven en un terreno de juego
seguro: si alguien necesita una medicina, no va a escatimar
dinero para comprarla.
6. La industria farmacéutica, como su nombre lo indica, tiene fines
de lucro. Es una industria con una influencia enorme: ella decide
qué curas se inventan, a quién se cura, y cuánto le costará su
bienestar y su salud. En este sistema de los medicamentos, los
médicos sólo ven la realidad distorsionada de la empresa
farmacéutica, de las revistas y los colegas, que en ocasiones
también están comprados o patrocinados por las farmacéuticas.
7. El gran problema de los medicamentos es que son
probados por las mismas farmacéuticas. Como estas
necesitan vender, generalmente realizan malos ensayos
clínicos, con grandes fallas -se omiten datos, se muestran
sólo resultados positivos, se prueba el fármaco en personas
sanas- que no permiten dar un real punto de vista sobre el
nuevo medicamento.
8. De esta forma, se exageran los beneficios del medicamento
y se ocultan los daños potenciales del mismo. Si los ensayos
dan resultados poco favorables, son fácilmente ocultados a
médicos y pacientes, por lo que el médico no puede cumplir
con su labor de recetar lo mejor para cada situación. La
poca transparencia rompe las normas básicas de la ciencia y
desperdicia recursos -científicos, aparatos, pruebas
costosas.
En general los ensayos clínicos se realizan lo más rápido
posible, sin tener en cuenta algunos puntos importantes diabetes, hipertensión- y reduciendo la cantidad de
personas que participan en el ensayo.
9. Las críticas a las industrias
farmacéuticas tienen un sesgo
importante, tienden a mostrar
rechazo hacia la medicina y la
ciencia, en vez de un afán de
mejorar lo que está mal.
10. El 90 por ciento del presupuesto dedicado por la industria
farmacéutica para la investigación y el desarrollo de nuevos
medicamentos está destinado a enfermedades que padece
sólo el 10 por ciento de la población mundial. Un tercio de
ésta carece de cuidados médicos adecuados. La codicia de
las multinacionales del sector, los aranceles, las trabas
burocráticas y la corrupción de los propios gobiernos de los
países empobrecidos hacen posible que más de 2.000
millones de personas se vean privadas de su derecho a la
salud.
11. Según la OMS, millones de personas en África, Asia y América
Latina sufren las llamadas “enfermedades olvidadas”, como el
dengue hemorrágico, la filiasis linfática, la oncocercosis, la
enfermedad del sueño o el mal de Chagas, que afectan a 750
millones de personas y acaban con la vida de medio millón cada
año. Enfermedades causadas generalmente por parásitos,
transmitidas por medio de agua insalubre o por picaduras de
insectos; pandemias que caen en el olvido porque sólo afectan a
las comunidades más pobres; y víctimas que no cuentan con el
dinero suficiente para acceder a un tratamiento o una
medicación adecuada.
12. El director del Programa Mundial de Medicamentos de la OMS,
Germán Velásquez, en el Diálogo “Salud y Desarrollo: los retos
del siglo XXI” efectuado en Europa en 2004, explicó que “las
patentes de los medicamentos pueden estar bloqueando el
desarrollo en lugar de potenciarlo, pues se trata de un
monopolio que conlleva altos precios”. Señaló también que en el
mercado de los medicamentos, “en vez de reglas negociadas por
todos y en interés de todos, muchas decisiones de la
Organización Mundial de Comercio son tomadas a puertas
cerradas y se protegen intereses especiales”
13. Este mercado, además, es uno de los más monopolizados del
planeta, ya que sólo 25 corporaciones copan el 50 por ciento del
total de ventas. De ellas, las seis principales compañías del sector
–Bayer, Novartis, Merck, Pfizer, Roche y Glaxo- suman
anualmente miles de millones de dólares de ganancias, a lo que
hay que añadir más todavía, dado que todos los grandes grupos
farmacéuticos son también potencias de las industrias
química, biotecnológica o agroquímica
14. Todo esto hace que la industria farmaceutica no repare en
aplastar a competidores menores, atacar a gobiernos débiles
que intenten enfrentarlas y, lo que es peor, mantener precios
prohibitivos para las poblaciones de escasos recursos y a la vez
fabricar productos que en muchísimos casos terminan
envenenando a los eventuales pacientes.
15. La industria farmacéutica puede mejorar, podemos exigir
comparar los nuevos medicamentos con el actual estándar de
medicamento en lugar de con el placebo, elevar el nivel de
evidencia de los ensayos, aumentar la transparencia y
mejorar las vías de comunicación. Aparte, no deberían existir
medicamentos “repetidos”, es decir, distintas farmacéuticas
hacen medicamentos iguales, misma composición, mismo
efecto, debemos mejorar el sistema médico promocionando
la mejora continua.
16. 12. BIBLIOGRAFIA
•
Goldacre, Ben (2013) Mala farma. New York, USA. Paidos iberica.
•
Lanctot, Ghislaine (2002) La mafia médica. Toronto, Canada. Vesica Piscis
•
Virapen, John (2010) Side Effects: Death. Confessions of a Pharma-Insider. London, United Kingdom. Book
Worms.
13. REFERENCIAS ELECTRÓNICAS
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Vázquez, Lucía ¨La industria farmacéutica: secretos y mentiras¨ [en línea]. El ojo científico. 8 de Abril de
2013. Disponible en: [< http://www.ojocientifico.com/4317/la-industria-farmaceutica-secretos-ymentiras>]. [Fecha de consulta: 15 de Noviembre de 2013]
•
Esquivel, Eduardo ¨La industria farmacéutica en México: un jugoso negocio con la salud¨ [en línea]. SDP
Noticias. 27 de Mayo de 2013. Disponible en: [< http://www.sdpnoticias.com/columnas/2013/05/27/laindustria-farmaceutica-en-mexico-un-jugoso-negocio-con-la-salud >]. [Fecha de consulta: 15 de
Noviembre de 2013]
•
Amiguet, Luis ¨Mafia farmacéutica I. Entrevista a Richard J. Roberts¨. [en línea]. Cuanticas. 25 de Enero de
2011. Disponible en: [< http://www.cuanticas.com/mafia-farmaceutica-i-entrevista-a-richard-j-roberts >].
[Fecha de consulta: 15 de Noviembre de 2013]