La revuelta de mayo de 1968 en Francia comenzó como huelgas estudiantiles en la Universidad de París y luego se extendió a enfrentamientos violentos entre manifestantes y policía en el centro de la capital. Varios grupos políticos de izquierda y anarquistas se unieron a las protestas contra el consumismo, la sociedad capitalista y en demanda de libertad y justicia. Aunque el gobierno intentó restablecer el orden enviando fuerzas especiales, las protestas continuaron intensificándose con más de diez millones de adherentes.