Sermón predicado por Rev. Eduardo Torres el segundo Domingo de la Campaña "Una Iglesia sin Fronteras en la Congregación de The Church at Brook Hills, Birmingham, Alabama, el Domingo 15 de Noviembre de 2015.

1. Eduardo
Torres
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The
Church
at
Brook
Hills
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Congregación
Hispana
Serie:
“Una
Iglesia
sin
Fronteras”
Noviembre
18,
2015
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El Panorama del Mundo
¿Quién falta? ¿Quién irá?
Isaías 6:1-8; Mateo 22:1-14
Estoy seguro que ustedes recuerdan cuando en su pueblo acompañaban a sus padres
en el “Mercado” del pueblo, al aire libre… Llevábamos las bolsas de tela, que se iban
llenado con lentitud de la comida hasta que pesaba mucho. Recuerdo que mi abuela o
mi mamá, según fuera el caso, pues me obligaban a ir para ayudar, me paraban en
algún sitio con las bolsas y ellas iban y venían de diferentes lugares con la mercancía,
era toda una odisea. Para no fastidiarme me ponía a jugar cualquier cosa, a inventar, a
imaginar, eso me distraía y descuidaba mi trabajo, estaba a veces tan alejado del lugar
donde me dejaron, al volver ellas encontraban las bolsas pero no al cuidador. Me
buscaban y mis pobres orejas sufrían y yo pasaba pena. Cuando caminábamos a tomar
el Bus para ir a casa yo levantaba las bolsas que me correspondían y las ponía en el
piso nuevamente para poder avanzar. Si encontraba una canica, o una moneda me
detenía para recogerla y luego miraba alrededor pues pensaba que si había una podían
haber más… que difícil era llevarme al mercado para mi abuela o para mi mamá, debían
esta pendiente en todo instante, y llenas de preocupación para no perderme de vista. Y
también con la necesidad de llegar a casa para ordenar toda la compra y hacer la
comida. Me imagino a Dios en una situación parecida a la de esa madre, y a nosotros
como los chiquillos distraídos.
Al recordar esto de mi niñez me parece que muchas veces somos como esos niños que
fuimos, específicamente como yo era. Nuestro Padre celestial tiene un propósito claro,
que es la proclamación de su mensaje a todas las naciones y la demostración de su
amor a todos los pueblos. Hace dos mil años, Jesús nos enseñó a orar así: "Venga tu
reino" (Mateo 6:10). Dios tiene un propósito en este mundo; es que se establezca su
reino en los corazones. Esto sólo puede suceder si compartimos el evangelio con cada
criatura, como Jesús nos mandó en Marcos 16:15: "Vayan por todo el mundo y
anuncien las buenas nuevas a toda criatura." La semana pasada, vimos la forma en
que Dios ha obrado a través de la historia para realizar su propósito, culminando en el
sacrificio de Cristo en la cruz.
La pregunta para nosotros es ésta: ¿compartimos el propósito que tiene nuestro Padre
celestial? ¿Está nuestro corazón en sintonía con el corazón de Dios? ¿Vamos de la
mano con El hacia la meta de compartir con todos? ¿O nos estamos distrayendo? Hoy,
daremos un vistazo al mundo para tratar de sintonizar nuestro corazón con el de Dios.
El quiere vernos en acción compartiendo la Palabra, nos está llamando para que
vallamos a sembrar el evangelio, Él trata de motivarnos y nos hace ver la necesidad del
mundo perdido. A propósito de ver lo primero que quiero hoy compartir con ustedes es
que hay…
A) Visiones que motivan - Isaías 6:1–8
1) Comienzan en los momentos sagrados de nuestras experiencias con Dios, en el
momento en que El se nos aparece y nos llama.
2) Acontecen en momentos críticos en nuestro peregrinaje, sea personal, nacional
o mundial.1
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A veces se acompañan de manifestaciones sobrenaturales, tales como una visión o un sueño especial (explicar),

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3) Nos llevan al arrepentimiento y confesión de pecado.
4) Resultan en una consagración al servicio: "Heme aquí, envíame a mí."
B) Misión imposible - 6:1-8; 9–13
1) Isaías fue llamado a tener una Misión Imposible. En muchos países han
presentado el programa en televisión llamado "Misión imposible". En el se
presentan circunstancias muy difíciles para vencer, y desafían a los agentes a
ofrecerse para la misión. Dios llama a sus predicadores para emprender
misiones imposibles, que se parecen a las de la época de Isaías.
2) Dios le hace ver a Isaías una escalofriante visión, IGLESIA la experiencia de
Isaías yo espero nunca tenerla de esa manera, usted podrá decir que fue
hermosa, pues escuche…
a) El lugar de la visión era el templo en Jerusalén, y la visión era tan imponente
que los bordes del vestido real de Jehovah llenaban el templo, posiblemente
todo el emplazamiento del templo sobre el monte Moriah, con sus muros de
contención alrededor. La visión fue acompañada por un temblor que sucedió
al canto de los serafines, que decían: ¡Santo, santo, santo es Jehovah de los
Ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su gloria! (v. 3).
b) Tras esta visión, los labios de Isaías fueron purificados mediante un carbón
encendido, tomado del altar por uno de los serafines. El era un pecador
como cualquiera, y tuvo una actitud profunda de arrepentimiento, el era un
blasfemo, el lo expresó así: “¡Ay de mí! ¡Soy hombre muerto! ¡Mis ojos han
visto al Rey, el Señor de los ejércitos, aun cuando soy un hombre de labios
impuros y habito en medio de un pueblo de labios también impuros!»
c) Y luego, sólo cuando se le había concedido la capacidad de estar de pie ante
el Dios Santo, tiene lugar el diálogo de su llamamiento. Entonces Jehovah le
expresa la inquietud que tiene por su pueblo Israel, e Isaías se presenta
diciendo: Heme aquí, envíame a mí (6:8).
3) Sin embargo, el mensaje profético estaba destinado a no tener como resultados
la positiva conversión de Israel a su Dios, es decir, el retorno a sus demandas
éticas y espirituales. Fue una Misión Imposible, ¿Por qué?
a) Imposible por la condición pecaminosa del pueblo (v. 9).
(1) Oyen pero no entienden.
(2) Ven pero no comprenden.
(3) Resisten la voluntad de Dios.
b) Imposible por las condiciones de la tierra (v. 11).
(1) Las ciudades están destruidas y abandonadas.
(2) La tierra queda devastada.
c) Imposible por la resistencia de los habitantes (v. 12).
(1) Tendrán que sufrir por la destrucción de su ciudad santa.
(2) Tendrán que sufrir el cautiverio y el destierro.
(3) Tendrán que sufrir la aniquilación, excepto por el remanente.
4) Cuando estemos en el campo de trabajo, plantando iglesias estaremos ante lo
que parecerá imposible, barreras como cultura, idioma, costumbres, otras
creencias, gobernantes, nosotros mismos, las incomodidades, la comida, las
enfermedades, la nostalgia, lo lejano, ustedes no saben, pero yo estoy para
contárselos, para prepararlos, para que lo vivan, ¡SON LAS BARRERAS
IGLESIA! Barreras que ya se interponen entre nosotros y el llamado de Dios de

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ir a las naciones. Es muy fácil repetir leyendo Mateo 28:18-20, otra cosas es
hacerlo ¿Cuántos estas alcanzando personalmente con el evangelio el día de
hoy? ¿Quién quiere ofrecerse para una "misión imposible" en servicio para el
Señor?
C) ¿Quién falta? ¿Quién irá? Mateo 22:1-14: “Jesús volvió a hablarles en parábolas,
y les dijo: 2 «El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo una fiesta de
bodas para su hijo. 3 Y envió el rey a sus siervos para convocar a los invitados a la
fiesta de bodas, pero éstos no quisieron asistir. 4 Volvió el rey a enviar otros siervos,
y les dijo: “Díganles a los invitados que ya he preparado el banquete; que he matado
mis toros y animales engordados, y que todo está dispuesto. Que vengan a la fiesta.”
5 Pero los invitados no hicieron caso. Uno de ellos se fue a su labranza, otro a sus
negocios, 6 y otros más agarraron a los siervos, los maltrataron y los mataron. 7
Cuando el rey supo esto, se enojó; así que envió a sus ejércitos, destruyó a aquellos
homicidas, y quemó su ciudad. 8 Entonces dijo a sus siervos: “La fiesta de bodas ya
está preparada, pero los que fueron invitados no eran dignos de asistir. 9 Por tanto,
vayan a las encrucijadas de los caminos, e inviten a la fiesta de bodas a todos los
que encuentren.” 10 Los siervos salieron por los caminos y juntaron a todos los que
encontraron, lo mismo malos que buenos, y la fiesta de bodas se llenó de
invitados.11 »Cuando el rey entró para ver a los invitados y se encontró con uno que
no estaba vestido para la boda, 12 le dijo: “Amigo, ¿cómo fue que entraste aquí, sin
estar vestido para la boda?” Y aquél enmudeció. 13 Entonces el rey dijo a los que
servían: “Aten a éste de pies y manos, y échenlo de aquí, a las tinieblas de afuera.
¡Allí habrá llanto y rechinar de dientes!”(A) 14 Porque son muchos los llamados,
pero pocos los escogidos.”
1) El reino de los cielos se compara a una fiesta de bodas a la cual todos están
invitados.
a) Solo los que aceptan la invitación de Cristo pueden participar (Romanos
10:13).
b) Los que confían en Jesús y le siguen, tienen asegurada la vida eterna en el
cielo (Juan 3:16).
2) ¿Quién faltará a esta boda? ¿Quién no ira?
a) Los que tienen la oportunidad de responder a la invitación pero la rechazan
debido a la dureza de su corazón. Es decir los que rechazan la invitación a
vida eterna que viene de Dios (Juan 3:16)
b) Los que reciben el testimonio cristiano y deciden seguir otro camino.
Millones de musulmanes, budistas, católicos nominales y humanistas
seculares siguen las tradiciones religiosas de su familia y su sociedad. No
tienen ninguna esperanza de participar de la fiesta de bodas porque Jesús
es el único camino (Juan 14:6).
c) Los que nunca han escuchado la invitación: grupos no alcanzados, sin
presencia evangélica. Actualmente, más de 1.500 millones de personas no
tienen la oportunidad de escuchar el evangelio. Ellas se encuentran:
(1) en lugares geográficos aislados, y culturas donde no hay iglesias y los
misioneros no tienen acceso;
(2) en lugares difíciles de llegar, tales como zonas montañosas o tribus
indígenas en la selva del Amazonas;
(3) en países comunistas y socialistas donde las restricciones del gobierno
prohíben un testimonio cristiano;
(4) en culturas musulmanas o hindúes donde hay oposición al evangelio y es
peligroso para los que se atreven a llevar la invitación;

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(5) en otros lugares donde no hay recursos tales como Biblias y literatura en
su idioma.
d) Todos estos faltarán a la boda. Todos estos que no han recibido el mensaje,
bien por rechazo o bien porque no hay quien les predique… Romanos 10:14-
17… “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está
escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que
anuncian buenas nuevas! 16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues
Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? 17 Así que la fe es
por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Entonces amada IGLESIA…
3) ¿Quién irá?
a) Los creyentes son los responsables de alcanzar a los que todavía faltan
entrar en el reino. Esta tarea no es para una pequeña elite que va como
misioneros. La Gran Comisión (Mateo 28:19, 20) fue dada a la iglesia, el
pueblo de Dios. Somos los siervos de Cristo enviados a las calles y los
senderos a exigirles a entrar (Lucas 14:23).
b) La única institución autorizada sobre la tierra de plantar iglesias, son las
iglesia mismas, no las asociaciones, no las convenciones, no las
instituciones misioneras, solo las iglesia, las otras organizaciones son
recursos para-eclesiásticos, que ayudan a la iglesia, hacen entrenamientos,
hacen alcance, hacen obra misionera junto a las iglesia que plantan iglesias,
una oveja es parida por otra oveja, nunca por el pastor de las ovejas.
c) Podemos orar por los que faltan. Podemos ofrendar para proveer recursos.
Pero también debemos ir (Romanos 10:14, 15).
d) La Gran Comisión no dice que tenemos que testificar solamente a los que
están donde vivimos, o solo a los que son receptivos, o solo donde no hay
peligro para compartir el evangelio. Debemos extender la invitación a todas
las personas. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará? Si no es ahora,
¿cuándo será?
Jesús contó la historia de dos hermanos a los que se les envió a trabajar en el campo
en Mateo 21:28-31, dice así: “¿Qué opinan de esto que voy a contarles? Un hombre
tenía dos hijos, y le dijo al mayor: “Hijo, ve a trabajar en la viña.” »Él le respondió: “¡No
quiero ir!” »Pero después cambió de idea y fue a trabajar. »Luego el hombre también le
dijo a su hijo menor que fuera a trabajar, y él le respondió: “¡Sí, señor, iré!” »Pero el
muchacho no fue. 31 ¿Cuál de los dos hijos hizo lo que el padre quería? Los líderes
contestaron: El hijo mayor. Jesús les dijo: Les aseguro que la gente de mala fama, los
cobradores de impuestos, etc.., entrará al reino de Dios antes que ustedes.”. ¿Cuál de
ellos fue obediente? Muchos de nosotros hablamos de servir a Dios expresando el
deseo de ir a salvar al mundo perdido. Pero, ¿estamos planeando hacerlo?