1) El documento trata sobre la antropología filosófica y la relación del ser humano con la muerte. Explora conceptos como la mortalidad, el sentido de la vida y la existencia, y cómo la conciencia de la muerte influye en la forma en que vivimos.
2) Aborda diferentes perspectivas filosóficas sobre la muerte a lo largo de la historia, como la separación del alma y el cuerpo, o la muerte como un hecho biológico. También examina las ideas sobre la muerte en distintas culturas y religiones.
2. LA HUMANIDAD Y EL SIGNIFICADO DE LA MUERTE.
EL sentido de la muerte se encuentra en la vida misma, en
cuanto sabemos que vamos a morir, dirigimos nuestros
esfuerzos hacia la vida intensamente vivida, el morir nos
enseña a amar, querer, recordar. La muerte postergada hacia
la eternidad no puede sino constituir el más absurdo de los
absurdos. En cuanto ésta dejaría de ser fuente de vida, vivir
en el más acá, requiere la certeza de la finitud.
3. La muerte es un espejo en el cual contemplamos
nuestra vida entera, la historia personal se perfila
hacia un proyecto común de todos los hombres, de los
que están y los que vendrán, el dialogo del espíritu
con el corazón, resuelven su acuerdo de vida en un
instante, el corazón ofrece energía para la acción, y el
espíritu ofrece un viaje hacia el crecimiento. Entender
esto, significa entender que la vida misma no es más
que un periodo pequeño de nuestra existencia.
4. En la vida encontramos el significado de la existencia y en la
muerte encontramos el significado de la vida, el
convencimiento de nuestra muerte nos impulsa a trabajar, a
hacer, a producir, sin posponer inútilmente nuestro destino.
La presencia de la muerte nos pone frente a nuestra
responsabilidad, que es la de hacer de la vida el sentido
mismo de la existencia.
La muerte es un fin biológico o es la finalidad de la vida
humana.
5. LA MUERTE ES UN FIN O ES LA FINALIDAD DE LA VIDA HUMANA.
La muerte como acontecimiento biológico y personal .A la luz
de esta concepción unitaria del hombre cuerpo-alma, ¿qué
significa la muerte? La definición clásica de muerte como
separación del alma y del cuerpo se caracteriza por una grave
indigencia antropológica, pues presenta la muerte como algo
que afecta solamente a la «corporalidad humana» y deja al
«alma» completamente intacta.
6. Esta descripción considera la muerte como un hecho biológico:
cuando las energías biológicas del hombre llegan al punto cero,
entonces sobreviene la muerte. Esta concepción sugiere también
que la muerte es algo que sobreviene extrínsecamente a la vida:
ambas, muerte y vida, se oponen; no existe entre ellas ninguna
interrelación.
7. Por ello, en la definición clásica, la muerte es un
acontecimiento que aparece sólo al final de la vida
biológica. Por el contrario, en la visión antropológica que
hemos expuesto la muerte surge no como un simple
hecho biológico, sino como un fenómeno específicamente
humano.
8. ¿ES LO MISMO “VIVIR” Y “EXISTIR?
El sentido de la vida no nos es dado de
inmediato, sino que es un resultado del
proceso de vida.
9. El sentido de la existencia se pueden entender en tres
acepciones:
1.- Como finalidad, es decir, si la vida tiene un propósito.
2.-Como finalidad(de la existencia, las vivencias, las
personas en el mundo.
3.-Como valor, si hay alago por lo que vale la pena vivir).
10. El sentido de la vida senos encuentra
cuando esta tiene un contenido o un motivo ,
cuando nos sentimos en plenitud.
11. ¿IDEAS SOBRE LA MUERTE?
Humanamente, la muerte es un tema que va más allá de
la cesación de la vida. Para muchos representa un
tránsito hacia un nuevo y misterioso estado.
12. Según Abbagnano, la muerte es una condición
natural de la vida y es la más extrema y límite, puesto
que no tiene solución. Es un deseo que no tiene un
significado especifico.
13. Un ejemplo claro nos dan las religiones. En algunas,
como el cristianismo, el islam y el judaísmo, se cree
en una existencia después de la muerte, en la que se
da un punto de quiebra para evaluar las acciones en
la vida, que define el destino en el más allá.
14. ONTOLOGÍA Y METAFÍSICA: EL SER HUMANO COMO SER MORTAL
Del mismo modo en que diferenciamos entre ser y ente, no
debemos confundir nunca ser y existencia. Ambos términos están
en una íntima correspondencia, y sin embargo son diferentes uno
de otro. Para Hegel, la existencia es un ser determinado; no el ser
en general, sino el ser tal y como aparece, tal y como se nos
manifiesta. En otras palabras, la existencia es el aparecer del ser
en el ente, o su manifestarse en cuanto puede ser percibido, es
decir, en cuanto fenómeno.
15. Al hablar de existencia no nos referimos exclusivamente
a la humana. Esta última como problema filosófico no
forma parte de la ontología sino de otra corriente
filosófica: el existencialismo.
16. Fue necesario entonces ofrecer una nueva sistematización de los
problemas metafísicos para resolver el siguiente malentendido: ¿La
metafísica trata del ser, de dios, del alma o del mundo? El filósofo
alemán Christian Wolff estableció al respecto la siguiente solución:
hay que distinguir 2 clases de metafísica.
Metafísica general. Coincide con la ciencia que Aristóteles
denominaba filosofía primera y cuyo único objeto es la pregunta por
el ser. Esta metafísica no es otra que la ontología.
Metafísica específica. Se ocupa de 3 objetos particulares: dios, el
universo y el alma.
17. MORTALIDAD Y PROYECTO.
En estos nuevos términos podemos rescatar
la obra del filósofo español Xavier Zubiri,
para quien el hombre es un ser metafísico,
es decir, abierto al mundo de lo real.
18. El hombre se desenvuelve en ese mundo de lo real a partir de varios
elementos:
Entorno. Se refiere a todas las cosas que rodean al hombre y que él
percibe por sus sentidos. Existen diversos entornos: social, ecológico y
técnico; y todos ellos, de una u otra forma, determinan el entorno vital
del hombre.
Situación. Es la manera cómo el hombre está en el mundo, su
vivencia, su circunstancia en general.
Medio. Tanto el hombre como los animales se encuentran en un
entorno, pero, el ser humano modifica determinados elementos para
alcanzar sus fines y objetivos..
19. Habitual. Es la manera cómo el hombre afronta su realidad, la
forma cómo enfrenta las situaciones. Esta es una metafísica del
hombre en relación con lo otro y con el otro; es una metafísica de
la alteridad, en la cual el ser humano es un ser personal, social,
moral, cultural, que crea su mundo dentro del conocimiento de su
realidad.
Mundo. Es la totalidad de lo real, el horizonte, el estímulo y el
reto para el hombre. Es el marco dentro del cual realizará su
propia experiencia mundanal y elaborará su propio mundo.
20. LA MUERTE EN LA CULTURA.
Para Nietzsche era necesario desenmascarar y
derrumbar una serie de supuestos que habían
caracterizado la cultura de Occidente. El principal
supuesto era lo que denominaba la fábula del otro
mundo, con la cual caracterizó toda la metafísica
occidental.
21. Para Nietzsche, Dios estaba justificado en la fábula del otro
mundo, desde el momento en que el platonismo colocó el
fundamento del mundo ideal en la idea suprema, la idea de
bien, Esta identificación teologizó la metafísica y se mantuvo
vigente a lo largo de toda la historia intelectual y cultural de
occidente, hasta culminar en el idealismo de Hegel.
22. El motor principal de esta vigencia fue el cristianismo, llamado
por Nietzsche un platonismo para el pueblo. Era necesario
deshacerse de esa fábula del mundo verdadero y, al
desaparecer la fábula, también desaparece el fundamento de
ese mundo, o sea, tanto el Dios de Platón y Aristóteles, como
el Dios del cristianismo.
23. LA MUERTE COMO PREOCUPACIÓN
El sentido del ser humano ha sido una de las preocupaciones
desde los inicios de la Filosofía en Grecia. Los sofistas fueron
los primeros que centraron su atención en el ser del hombre.
¿Quién es este ser? ¿Qué lo diferencia del resto de los seres
vivos? ¿Para qué existe? En suma, cuál es el sentido de su
existencia? Estas preguntas se han abordado por diversas
formas de pensamiento, como el mito, la religión, la ciencia y la
Filosofía.
24. La Filosofía tiene sus propios procedimientos; el instrumento con
que cuenta es el discurso expresado mediante argumentos
racionales y coherentes. Esto no quiere decir que cierre sus
puertas a otros enfoques, pues se nutre de ellos para analizarlos,
comprenderlos en su desarrollo y función, pero conservando
siempre su especificidad reflexiva.
25. El científico busca la prolongación de la vida, el poeta su
exaltación y el artista su representación. El filósofo quiere dotarla
de sentido, pues no siempre le parece suficiente vivir, y se
cuestiona por qué se vive, cómo se vive, para qué se vive. ¿Es la
vida digna de ser vivida a cualquier precio, en cualquier
circunstancia y condiciones? Para Sócrates, es necesario vivir
bien, honrada y justamente. Nietzsche replicará casi con furia que
sí, que la vida es amable, es digna de ser vivida, sin importar
cómo.
26. LA CONCIENCIA DE LA MUERTE.
Toda persona tiene derecho a vivir y a poseer los medios
necesarios para prevenir y cuidar su salud. El derecho a la vida
se traduce como el primer imperativo para todos los seres
humanos: respetar la propia vida y la vida ajena. Así, todo
hombre debe poseer y vivir su dignidad, que ha de ser respetada
en toda circunstancia.
27. Las anteriores afirmaciones nos permiten evidenciar una
problemática importante, que no se limita al ámbito de la moral
sino que traspasa al campo jurídico y médico: ¿Cuál es la
responsabilidad moral del ser humano con respecto al cuidado
y la conservación de los recursos naturales? ¿Qué aspectos
éticos deben ser tenidos en cuenta en el desarrollo de la
técnica y la tecnología?
28. Ante este cúmulo de interrogantes conviene intentar algunas
respuestas que imponen una valoración integral del ser
humano, desde el ámbito personal y social, desde la
corresponsabilidad con el hombre y con el mundo, y desde la
propia noción de vida y de existencia.
29. LA VIDA COMO MOTOR DEL ACTO DE FILOSOFAR.
Toda la Filosofía es, de algún modo, antropología, pues se ocupa de cómo
conoce el ser humano, qué puede hacer y por qué debe hacerlo. Sin embargo,
se habla de antropología filosófica cuando se trata explícitamente de las
preguntas que cuestionan lo que es propio y específico del hombre: ¿Qué
constituye al hombre? ¿Qué persigue? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Para qué
está en el mundo una especie como la humana? El concepto de hombre ha
evolucionado con el paso del tiempo. Veamos.
30. Sócrates. Con este filósofo se inicia el llamado período antropológico,
que es en el que se empieza a poner al ser humano como tema central
de la reflexión filosófica.
Platón. El alma, a diferencia del cuerpo es inmortal. Ella nos permite
conocer la esencia de las cosas. en el cuerpo, que es su limitante. Las
2 sustancias, alma y cuerpo, no comparten una naturaleza común.
Aristóteles. Rechaza el dualismo planteando al hombre como una
sustancia única, constituida por 2 principios incompletos que no podrán
existir separados. Para él, el ser humano es un animal racional, que
tienen todas las funciones propias de los animales.
31. Edad Media. En este período, el hombre se concibe como una criatura
creada por Dios a su imagen y semejanza. naturaleza libre e inmortal.
Edad Moderna. Algunos filósofos reinterpretan la antropología platónica
y reafirman la tesis dualista que sostiene la diferencia radical entre el
alma y el cuerpo.
Siglos XIX y XX. En este período, los avances de la biología señalan la
necesidad de recurrir a los experimentos empíricos para tratar de
comprender muchos aspectos que, se creía, solo se podían discutir
desde una perspectiva teológica o psicológica.
32. MUERTE Y ALEGRÍA DE VIVIR.
¿Cuántas veces te has preguntado por el sentido de
tu vida? ¿Por la razón de ser de tu existencia? Por
encima de lo que somos o creamos ser, lo que es
realmente importante es lo que tenemos: la vida.
33. En este sentido, dice Ortega y Gasset: La vida es una realidad
que existe para sí misma y se sabe, es decir, que tiene
evidencia de su vivir y que el vivir y el saberse es encontrarse
en un mundo. Es encontrarse entre cosas, gustos y disgustos,
entre temas que le afectan a uno. Este conjunto es el mundo,
con el que mi yo forma unidad.
34. Mucho puede decirse sobre lo que significa la vida y su sentido.
Para algunos se trata de estar en el mundo, en un espacio y tiempo
específicos, en un contexto sociocultural que le es propio y que
determina su curso y desarrollo. Para otros se trata de ser felices o
libres según sus propios intereses; de jugarse la existencia
asumiendo las consecuencias de sus decisiones.
35. MUERTE Y SENTIDO DE LA EXISTENCIA.
El existente humano es el lugar donde puede ser experimentado
y luego pensado el ser.
El análisis del existente humano se realiza en la vida cotidiana,
en donde el ser humano se manifiesta como un ser en el mundo,
un ser arrojado al mundo y abierto tanto a las cosas como a las
demás existencias.
36. Pero este ser abierto al cosmos tropieza con el hecho de que
todas sus proyecciones y esperanzas están determinadas por
la inevitable presencia de la muerte. Y esta no es algo extraño
al ser humano sino propio de él. Las personas son seres para
la muerte de forma esencial. La vida está destinada a la
muerte.
37. Por lo tanto, el ser tal y como se ha concebido no es posible,
puesto que se fundamenta en cosas que a su vez se buscan en
la nada, como las ideas sobre dios o sobre el sujeto
cognoscente. Para Heidegger, estas se basan en concepciones
de la subjetividad que no tienen sentido, pues no cuentan con el
hecho de que el ser humano y su subjetividad son
esencialmente entes para la muerte.