4. Para comenzar el acercamiento al presente módulo es importante
no olvidar que, más allá de una técnica, la mediación implica la
transformación de las estructuras sociales y culturales que impiden
dar tratamiento al conflicto. Nótese que hablamos de tratar el con-
flicto y no de resolverlo.
Debido a que habitamos un país, cuyo imaginario se sostiene en
una larga historia de la violencia, la cual paradójicamente avanza
de manera simultánea con la sofisticación de instrumentos jurídi-
cos nacionales e internacionales, podría resultar un tanto retórico
insinuar la posibilidad de mediar los conflictos. Y en realidad lo es,
cuando reducimos el conflicto a un asunto de personas, de estu-
diantes desaplicados, padres desorientados, maestros desespera-
dos o simplemente individuos con dificultades de socialización.
Por el contrario, plantear la opción de una mediación, es abordar el
conflicto desde una perspectiva política, esto es, desde un replan-
teamiento de las relaciones de poder y no tanto de los modos de
ser de los sujetos. Si nos preguntamos cómo nuestras instituciones
abordan las situaciones conflictivas más cotidianas, quizá podamos
entender mejor. Las escuelas, por ejemplo, lo hacen mediante la
sanción, la familia mediante el castigo, las instancias jurídicas me-
diante la pena. Y las demás instituciones combinan muchas veces
tales mecanismos al interior de su propio devenir. La disciplina y el
control, son entonces los dos grandes dispositivos de nuestra cultu-
ra y si estas formas de tratar el conflicto siguen subsistiendo a tra-
vés de los tiempos, es porque la interacción interpersonal, previa al
conflicto como tal, se sostiene desde un tipo de norma coercitiva.
En el texto Diez lesiones personales para llegar a la mediación de
los conflictos (FEDES, 2006), se sugieren tres normas fundamenta-
les para ubicarse de otra manera frente a los conflictos: la escucha,
la creación y la libertad o corresponsabilidad. De ahí que la batalla
5. de este módulo no equipara conflicto con estabilidad o cosas por
el estilo, sino que se enfrenta abiertamente contra el juicio, la im-
potencia y la falta de autonomía. ¿Cómo podríamos abordar un
conflicto de forma creativa y responsable, si en nuestros espacios
de socialización, nos tratan como esclavos, obreros o siervos,,,o si
solamente nos consideran sujetos de corrección?
En consecuencia, el esfuerzo de cualquier mediación desde la pers-
pectiva que aquí señalamos tiene como propósito fundamental esos
tres principios normativos. Es evidente que no podríamos relacio-
narnos sin normas, pero es muy distinto regirnos por normas que
“normalizan” e intentan dominar las acciones, mediante el miedo,
la culpa o el resarcimiento a las normas que surgen de los compro-
misos y voluntades comunes. No se trata de un ideal sino de una
propuesta pedagógica, pues educar para la escucha, la creación y
la corresponsabilidad, supone cambiar los modos de pensarnos y
pensar a los otros.
Este módulo busca inducir a la transformación de las instituciones,
en lo referente a los “medios” que utiliza par tratar las tensiones
de los individuos o estamentos. Tal vez no lo logremos en su tota-
lidad, pero quizá sí lo podamos hacer en ciertos espacios singu-
lares, personales o grupales, que subyacen a tales instituciones.
Todo comienza por asumir el reto. El simple hecho de poder escribir
este texto, de que en una institución y un espacio nos lo permitan,
y que además muchas prácticas hayan podido adelantarse a este
respecto, nos indica que es posible avanzar hacia lo fundamental,
es decir, la producción de un nuevo sentido de sí mismos como in-
dividuos, de los otros y de la historia.
Por tanto, sería inconsecuente desde el punto de vista pedagógico
trazar un modelo para que un tallerista, un maestro, un orientador
o un futuro mediador, lo sigan al pie de la letra. Por el contrario,
preferimos que los pasos propuestos sean concebidos como rutas
que son proclives de cambios. Lo importante es que cada una de
las indicaciones señaladas hace parte de la experiencia que FEDES
ha tenido con diferentes grupos y organizaciones. De ahí también
6. que se contemple el uso de otros materiales educativos editados
hasta el momento, ilustrando la forma como puede llevarse a cabo
una o varias actividades complementarias y la reflexión que emer-
ge de las mismas.
Por último, advertimos que el camino insinuado se corresponde con
una especie de programa ético, el cual da por hecho que a medida
que los participantes avanzan en el desarrollo didáctico del módu-
lo, van transformando la lectura que tienen de su propio entorno,
poniendo en juego su sensibilidad, sus puntos de vista y ante todo
su imaginación.
7.
8. Meditación y mediación
La disposición del tallerista
El tallerista es la persona que no sólo organiza una determinada
actividad, sino que de manera especial transmite con su labor pe-
dagógica un sentido del mundo, de la vida y de la historia. Dicho
sentido no surge simplemente con la apropiación de los procedi-
mientos a seguir, más allá de eso está el grado de sensibilidad que
tiene frente a los conflictos humanos y la reflexión que pueda hacer
sobre los valores que los incitan.
De ahí la importancia que el orientador en mediación de conflictos
adelante un proceso de meditación personal, desde la cual se dis-
ponga a intervenir en el trabajo grupal. Al respecto es pertinente
que nos confrontemos con nuestro propio universo moral, que de-
construyamos los imaginarios que nos gobiernan y que nos demos
la libertad de dar un giro a los prejuicios que determinan nuestro
pensamiento. De lo contrario, podríamos caer en un gran vacío que
desde ya queremos advertir, en tanto que el fin se va desdibujando
en la parte operativa y hasta en las demandas de las propias ins-
tituciones. Como decíamos en la presentación, un mediador ha de
tener presente que no puede dar tratamiento al conflicto con base
en los principios normativos de las instituciones, ni de los suyos
propios.
Para tal fin, sugerimos como punto de partida que el tallerista tome
el libro de Diez lesiones personales para llegar a la mediación de
los conflictos y se disponga a leerlo como si fuera una novela, un
cuento, un diario… En fin, cada una de estas lesiones dice algo o
mucho de lo que nos ocurre, de lo que somos y de lo que podría-
mos hacer para cambiarlo. Se trata de un proceso que vincula el
mundo subjetivo con la dimensión social, pero que en el fondo nos
despierta el deseo y la voluntad para afrontar los conflictos de ma-
nera abierta y multifacética.
9. 1
Taller 1
Primera lesión
El mundo de los espejos
1
10.
11. 1. Frente al espejo
Cada uno de los participantes se para frente a la pared. De ser po- 1
sible acompañamos el ejercicio con música de fondo. El tallerista
sugiere que la persona suelte las manos y que haga de cuenta que
está ante un espejo. El espejo es tan grande como su cuerpo. Se
hará una observación de la figura completa, comenzando por la
expresión facial. Inicialmente, se trata de observar detalladamente
las facciones del rostro, luego el orientador guiará el recorrido por
las demás partes del cuerpo, advirtiendo sobre las funciones que
éstas tienen y las actividades que normalmente hacemos. El tal-
lerista puede terminar esta parte con preguntas como: ¿Cómo es
mi cuerpo? ¿Cuál es la relación del cuerpo con el mundo exterior?
¿Qué me agrada de mi cuerpo? ¿Qué me molesta?
Con la idea de preparar la siguiente parte, se sugiere a los par-
ticipantes dar la vuelta y caminar por el espacio en cualquier di-
rección. Es importante que el grupo haga silencio absoluto para
garantizar la concentración y la observación. Las personas se mi-
ran unas a otras, reconociendo las diferencias que tienen con los
demás. El tallerista hace una corta alusión sobre el por qué nues-
tra manera de vernos a nosotros mismos depende de las miradas
de los otros.
Por último, los participantes vuelven a ocupar el lugar del espejo
frente a la pared e identifican las sensaciones que tuvieron al cru-
zar las miradas con sus compañeros. Desde dicha sensación, el
orientador comenzará un proceso de regresión en tres grandes
momentos, buscando que cada quien frente a su espejo imaginar-
io haga una retrospección entorno a: cómo se ve ahora, cómo se
veía hace cinco años y a su vez cómo se veía hace diez. Es impor-
tante que se insista en identificar aquellas personas y ambientes
que determinaron el modo como nos vemos a nosotros mismos en
cada una de las fases de crecimiento.
12. 1
2. La representación de la figura
Los participantes toman tres hojas en blanco y tres marcadores
de diferente color. En cada una de ellas pintan el espejo y su
figura tal y como la imaginaron, dejando un espacio para es-
cribir aquellas expresiones que recuerdan de las personas que
estuvieron a su lado en esos años. Es importante que tales escri-
tos estén vinculados con los conceptos que tenemos de nosotros
mismos.
13. 3. Reflexión sobre la primera lesión
De manera individual, las personas leerán de Diez lesiones per- 1
sonales para llegar a la mediación de los conflictos la primera
lesión, titulada sobre las berracas riñas y aquellas cosas del
conocimiento. Posteriormente, el orientador promueve una dis-
cusión en plenaria que tenga en cuenta las siguientes preguntas:
¿Por qué no conocemos más allá de nosotros mismos? ¿Qué
discursos y normas de la escuela y la familia van moldeando el
conocimiento de las personas? ¿Hasta dónde los conocimientos
que nos dan sirven para alejarnos de lo que realmente somos?
15. TALLER
DOS
Taller 2
Segunda lesión
Mapa institucional
2
16.
17. 1. Los tres elementos
Los participantes se dividen en subgrupos, máximo de cin-
co personas. A cada grupo de le dan varias fichas de tres
colores. Los tres aspectos a tratar son: a) acciones, b) ex-
presiones y c) emociones. Así que de antemano se defi-
ne cuál color representa cada uno de estos aspectos. Para
ello, el grupo dibujará en la tarjeta asignada con ese color
TALLER
cuatro de las situaciones que normalmente son más pro-
DOS
blemáticas en la institución, por ejemplo, llegadas tardes,
agresiones en el recreo… En la tarjeta que le corresponde
el color de las expresiones, el grupo escribe frases que son
corrientemente pronunciadas cuando dichas situaciones se
presentan y que provienen de personas con determinado
rol en la institución, cuando ellas se enteran del hecho (el
rector, la coordinadora de disciplina, el profesor, el perso-
nero…). Pero además, escribirá frases que son pronuncia-
das por otros actores durante la situación conflictiva (los
estudiantes, las partes del conflicto, los amigos de lado y
lado…). En la tercera tarjeta, el grupo escribe la sensación
que producen las expresiones descritas.
18. 2. Palabras y acciones
El orientador ubicará en el centro de la plenaria, puede ser
en una pizarra o en el suelo, tres columnas con el fin de
diseñar el mapa del conflicto en la institución. En una hi-
lera irán las acciones, en otra las expresiones y en otra las
emociones. Cada grupo pasa y coloca las tarjetas respec-
tivas, haciendo una corta exposición de su trabajo. Cuan-
TALLER
DOS
do finalizan las exposiciones el tutor indica cuáles son las
acciones más recurrentes, qué tipo de lenguaje producen
y cuáles son los efectos emocionales que emergen de allí.
Lo importante es señalar que esa es una forma de me-
diar comúnmente nuestros conflictos y que es necesario
en adelante descubrir nuevos mecanismos de mediación,
reconociendo que se trata de todo un sistema interactivo.
19. 3. Reflexión sobre la segunda lesión
En plenaria el orientador leerá de Diez lesiones persona-
les para llegar a la mediación de los conflictos la segunda
lesión, titulada Lógica y gramática en la famosa expresión:
por lámpara. La idea es relacionar el contenido del texto
con el mapa que el grupo ha diseñado. Es fundamental
analizar la relación que existe entre el lenguaje y la acción,
TALLER
destacando la manera como el lenguaje que usamos en
DOS
pleno conflicto afecta de la misma manera que el lenguaje
que usan aquellos que desean sancionar los hechos.
21. Taller 3
TALLER
TRES
Tercera lesión
La memoria del cuerpo
3
22.
23. 1. La huella en la piel
A cada uno de los participantes se le dan dos pliegos de
papel periódico y un marcador. A su vez el grupo se di-
vide en parejas, una de las personas se acuesta sobre el
papel, intentando que su cuerpo ocupe los dos pliegos.
Su compañero toma el marcador y le dibuja su silueta,
luego cambian de rol. Cada quien se ubica con su propia
figura en algún lugar del espacio. Se acuesta sobre su
figura y el orientador induce a una indagación subjetiva.
Para ello las personas cierran los ojos y reconstruyen una
situación en la que su cuerpo ha sido agredido por algu-
na situación o por alguna persona. Recrea los detalles
del hecho y lo guarda en la mente. Una vez realizado el
TALLER
TRES
ejercicio, los participantes pintan en la silueta las huellas
que dejó tal acontecimiento.
24. 2. Comparación de siluetas
El grupo vuelve a organizarse por las mismas parejas
que comenzaron el taller. Cada persona comparte con
su compañero el dibujo que realizó y las diferentes emo-
ciones que tuvo al reconstruir dicho hecho, teniendo en
cuenta la manera como éste lo ha marcado en sus re-
laciones o situaciones posteriores. Es importante que el
tutor sugiera la trascendencia de comentar la experiencia
y la responsabilidad que tenemos al escuchar el relato de
los otros, además de explicar que el cuerpo guarda siem-
pre las huellas de los acontecimientos que nos ocurren a
lo largo de la vida.
TALLER
TRES
25. 3. Reflexiones sobre la tercera lesión
Las parejas leerá de Diez lesiones personales para llegar
a la mediación de los conflictos la tercera lesión, titulada
Postulados de biología: el cuerpo humano y aquello que
nos jode. Luego de la lectura la pareja sacará una conclu-
sión del ejercicio para compartirlo en plenaria. Se sugiere
que el tallerista aclare que el conflicto siempre surge de
aquellas sensaciones que guardamos en la memoria, las
cuales se activan cuando nos vemos enfrentados a situa-
ciones similares.
TALLER
TRES
27. Taller 4
Cuarta lesión
CUATRO
TALLER
Días de flores
4
28.
29. 1. La historia de vida
El grupo presencia el documental “Días de flores”. En tér-
minos generales se trata de la historia de vida de dos niñas
en un colegio de Bogotá. Una de ellas queda embarazada
a los 16 años, hecho que altera toda su situación emocio-
nal, familiar y escolar. La otra niña atraviesa una profunda
crisis de identidad, ante la cual ninguno de sus compañe-
ros, maestros y familiares, terminan prestando atención; lo
que le lleva a tomar la decisión de atentar contra su propia
vida. Luego de ver el documental, los participantes comen-
tan espontáneamente sus impresiones, haciendo énfasis
en las semejanzas y diferencias que tienen estas historias
con las de ellos.
CUATRO
TALLER
30. 2. Los tres momentos dramáticos
Los participantes se dividen en grupos de máximo cinco
personas. Retomado la narración del documental, establ-
ecen el comienzo, el conflicto y el desenlace de las dos his-
torias; pero además, la forma como dichas vidas se cruzan
en la propia película. Es importante insistir en la manera
en que los demás personajes (padres, amigos, profesores,
vecinos, hermanos…) se relacionan con las protagonistas
en cada uno de los momentos dramáticos, dando a en-
tender que una situación problemática sucede siempre en
relación con el mundo exterior y depende de las actitudes
que los demás tienen con los afectados.
CUATRO
TALLER
31. 3. Reflexiones sobre la cuarta lesión
El tallerista leerá en plenaria de Diez lesiones person-
ales para llegar a la mediación de los conflictos la cuarta
lesión, titulada Los héroes de la historia y nuestra sed de
venganza. En este caso se trata de compartir los hechos y
situaciones que nos llevan a encerrarnos en nosotros mis-
mos o que nos imponen una especie de máscara o disfraz
para actuar frente al mundo exterior. Pero existen además
acontecimientos, como los que relata el documental, que
desbordan nuestras propias actuaciones cotidianas.
CUATRO
TALLER
33. Taller 5
Quinta lesión
Registro de las pasiones TALLER
CINCO
5
34.
35. 1. Los episodios
Se reparte a los participantes la lesión quinta del texto Diez
lesiones personales para llegar a la mediación de los con-
flictos. Allí encontraremos un glosario de cinco pasiones
que por excelencia emergen cuando un conflicto se pre-
senta al interior de un grupo o una institución. De manera
individual se va leyendo cada pasión y se va escribiendo
en tres o cuatro líneas un pequeño relato que contenga
la situación que más nos identifica con dicha pasión, a
lo largo de nuestra historia de vida. Es de reconocer que,
desde esta perspectiva, el conflicto brota de sensaciones
que en este caso las llamamos “Pasiones tristes”. Es decir,
que uno de los aspectos más inquietantes con respecto a
los hechos problemáticos radica en que de por medio está
la sensación de las personas, más que la razón o la misma
norma.
TALLER
CINCO
36. 2. La fisonomía del conflicto
En plenaria los participantes comentan, inicialmente de
manera espontánea, lo que les produjo el ejercicio y algu-
na anécdota especial que hayan reconocido con el mismo.
Posteriormente, los participantes se dividen en subgrupos
de máximo cinco personas. Cada grupo hará una especie
de diagnóstico o fisonomía del conflicto que se presenta
en la institución y para ello plantea los dos conflictos más
recurrentes. Dichos fenómenos serán analizados de acuer-
do con los conceptos o nociones presentes en la lectura,
observando si todas las pasiones intervienen en el conflic-
to, si todas están presentes al mismo tiempo o si algunas
de ellas prevalecen sobre otras.
TALLER
CINCO
37. 3. Reflexiones sobre la quinta lesión
Dado que ésta es una de las partes más importantes del
proceso, es fundamental que el tallerista logre precisar
aquellos elementos que intervienen en la aparición de las
pasiones que producen el conflicto. Quizá la mayor rele-
vancia está en que la indagación empírica, tanto personal
como grupal, ha de llevar términos como el odio, los celos,
el miedo, la ambición…, más allá del sentido común, pues
se trata de una lectura profundamente filosófica de nues-
tras relaciones intersubjetivas. Además, esta parte consti-
tuye una dimensión psicosocial, que será necesaria para
decantar el papel del mediador.
TALLER
CINCO
39. TALLER
SEIS
Taller 6
Sexta lesión
Mediación natural
6
40.
41. 1. El fantasma
TALLER
SEIS
El tallerista lee el siguiente texto de George Loring Frost, titulado
El creyente:
Al caercaer de la tarde, desconocidos se encuentran en los oscu-
Al de la tarde, dos dos desconocidos se encuentran en
ros corredores de una galería de cuadros. Concuadros. Con
los oscuros corredores de una galería de un ligero escalo-
frío, un ligero escalofrío, uno de ellos dijo:
uno de ellos dijo:
- - Este Este lugar es siniestro. ¿Usted creefantasmas?
lugar es siniestro. ¿Usted cree en en fantasmas?
- - Yo no –respondió el otro-. ¿Y usted?
Yo no –respondió el otro-. ¿Y usted?
- - Yo síYo sí –dijo el primero y desapareció.
–dijo el primero y desapareció.
(Memorabilia, 1923)
(Memorabilia, 1923)
Los participantes discuten en plenaria sobre el sentido del texto,
haciendo énfasis en las posiciones de los dos personajes y el
significado de la realidad que allí está presente. Es importante
insistir en la percepción que tiene el personaje que dice no creer
en fantasmas, ya que el otro está movido por la fe, pero aquél ve
que algo extraordinario sucede sin siquiera dar por sentado que
puede llegar a pasar. Así como sucede en esta sencilla historia,
hay conflictos en la vida diaria que se median de manera natu-
ral, en la tanto que las pasiones se transforman con el tiempo
casi que imperceptiblemente.
42. 2. El énfasis en la mediación natural
TALLER
El grupo se divide en subgrupos de máximo cinco personas. Cada
SEIS
uno de los grupos retoma una situación que le haya ocurrido a
una de las personas o que simplemente haya sucedido en la
institución, en la cual de manera espontánea un conflicto logró
ser mediado por los actores involucrados, por iniciativa de ellos
mismos y sin la intervención de algún estamento o autoridad.
Esta situación será representada a la manera de socio-drama,
tratando de que, así como sucede con el cuento, el espectador
logre sorprenderse y sienta que la resolución del conflicto es in-
esperada. Para ello, el grupo tendrá que ser lo más creativo po-
sible.
43. 3. Reflexiones sobre la sexta lesión
TALLER
En plenaria se leerá de Diez lesiones personales para llegar a la
SEIS
mediación de los conflictos la sexta lesión, titulada ¿La materia
se transforma? De lámpara a parcero. A este respecto, es fun-
damental insistir en que la transformación de un conflicto se da
por la capacidad de asombro que tienen las personas frente al
mundo que le rodea. Es decir, que aquello que llamamos una
mediación natural, implica que los sujetos que más tienen capa-
cidad de asombro, logran trascender las pasiones que detienen
la existencia. Ésta es quizás una de las facultades más importan-
tes que debe tener un mediador.
45. TALLER
SIETE
Taller 7
Séptima lesión
El juego de las normas
7
46.
47. 1. Nos vemos a la salida
Los participantes presencian el documental Nos vemos a la sali-
da. Este film acerca al espectador con un trabajo experimental,
cuyo sentido es tomar una situación conflictiva de la escuela y
poner en escena las diferentes voces de la comunidad educati-
va. Se trata concretamente de una pelea entre dos estudiantes,
quienes se enfrentan con el apoyo de sus compañeros. Uno de
TALLER
SIETE
ellos sale herido con arma blanca y el otro termina huyendo. A
su vez, se presenta el intercambio entre los estudiantes y maes-
tros que hacen parte de los talleres de mediación, a través de
técnicas narrativas. Al respecto, el orientador reconstruirá con
los participantes las diferentes posiciones de lo personajes, ayu-
dando a precisar las pasiones que han movido a los actores del
conflicto, tanto como la posiciones que tienen los mismos de la
realidad.
48. 2. Lectura de posiciones
El grupo se divide en subgrupos de máximo cinco personas.
Con base en las posiciones descritas en el cine-foro, cada uno
de los grupos establece las normas que en un principio, tie-
nen los diferentes actores de la comunidad académica ante el
conflicto, entre ellos, los estudiantes, los afectados directos, los
TALLER
maestros, la coordinadora… Pero además las autoridades loca-
SIETE
les, como el CADEL y la policía. Se trata de establecer si dichas
normas son diferentes o si por el contrario guardan algún tipo
de semejanza.
49. 3. Las reglas
En plenaria se leerá de Diez lesiones personales para llegar a
la mediación de los conflictos la séptima lesión, titulada Qué
mamera el deber. Teniendo en cuenta que muchas veces las
instituciones consideran la existencia de un conflicto, de acuer-
do con la presencia de un tipo de contradicción entre las nor-
TALLER
SIETE
mas y la falta de normas o entre quienes las cumplen y quienes
no, es necesario hacer la aclaración que en realidad nunca hay
ausencia de normas en el comportamiento. Lo que provoca el
conflicto es una especie de lucha normativa, pues aún los gru-
pos que se consideran fuera del sistema, como las bandas o
pandillas, tienen un fuero que rige las acciones de los jóvenes.
En ocasiones, los dos sistemas normativos tienen a la disciplina,
pese a que sus objetivos son diferentes. Pero además, estos dos
sistemas se nutren de las pasiones tristes, es decir, de aquellas
que restringen el campo de acción de los sujetos. Ahí es cuando
la mediación se convierte en una alternativa, tanto a la vivencia
de los grupos sociales como al tratamiento que se le da desde
las instituciones formales.
51. TALLER
Taller 8
OCHO
Octava lesión
El primer simulacro
8
52.
53. 1. Selección de dramas
El tallerista hace una primera reflexión sobre la forma como los
conflictos entre los grupos humanos tienen diferentes niveles.
Unos pueden ser mediados por los propios involucrados, otros por
las reglas de las instituciones, pero otros, terminan desbordando
los mecanismos que tenemos a nuestro alcance. Cuando esto
último ocurre reiteradamente, es porque existe una estructura
cultural que requiere ser renovada por otras lógicas y elementos
de mediación. Con base en ello, la plenaria sugiere cinco temas
generales que estén determinando la dificultad de la institución,
el grupo y el contexto, para mediar. El grupo de divide en cinco
grupos y cada grupo asume uno de los temas señalados.
TALLER
OCHO
54. 2. Preparación de representación
Cada subgrupo prepara una historia para ser representada ante
los demás. Los grupos deben estructurar su drama con base en
los tres momentos: principio (señalando donde se origina el con-
flicto), nudo (decantando qué desencadenó tal situación y su mo-
mento más difícil) y desenlace (cómo se terminó resolviendo el
hecho). Para tal fin, es indispensable que los grupos dispongan
cuáles son los personajes antagónicos de la historia y las actitu-
des que asumen a medida que avanza el propio conflicto.
TALLER
OCHO
55. 3. Representación con mediador
Se pide que una persona de cada grupo sirva como mediador
de las historias que se van a representar y en las que ellas no
actúan. Estas personas estarán inicialmente en calidad de ob-
servadoras de las historias representadas. Todos los socio-dra-
mas son presentados sin ninguna interrupción. Al final se leerá
del texto Diez lesiones personales para llegar a la mediación de
los conflictos la octava lesión, titulada: La norma de la escucha
¡Ábrase del juicio! Luego se tomará cada una de las historias y
los mediadores pedirán que se repitan algunos de los apartes
donde ellos creen que no hubo escucha entre los involucrados
en el conflicto. ¿Por qué no existió la escucha? ¿Qué nos impidió
tomar en consideración la voz de los otros para actuar? ¿Qué
TALLER
tipo de creencias e imaginarios nos impiden interactuar con los
OCHO
demás? Estas serán algunas de las preguntas claves para los
personajes de las historias..
57. Taller 9
Novena lesión
TALLER
NUEVE
El encuadre
9
58.
59. 1. Segundo simulacro
El tallerista pide a cinco personas del grupo que preparen una
situación conflictiva para ser representada a los demás. Es im-
portante que esta historia tenga algunas características impor-
tantes. En primer lugar, el conflicto presentado deber mostrar los
diferentes pasos que llevaron a su desarrollo; en segundo lugar,
ha de mostrarse cómo intervienen en el mismo los diferentes es-
tamentos de una institución, por ejemplo, los padres, los demás
alumnos, los coordinadores, los profesores, etc.; en tercer lugar,
habría de mostrarse cómo dicha problemática genera nuevas si-
tuaciones conflictivas en el contexto. Finalmente, el tallerista les
solicita al grupo que preparen la representación en cinco esce-
nas, cada una con un límite específico de las situaciones.
TALLER
NUEVE
60. 2. Opciones del reencuadre
Mientras el grupo prepara la representación, el tallerista explica
las posibilidades que tiene el encuadre de un hecho o aconteci-
miento. La directriz fundamental tiene que ver con que al re-en-
cuadrar una situación, se da pie para que ciertas circunstancias
en las que no hay diálogo alguno, puedan generar posibilidades
de discusión o retroalimentación entre los involucrados. Dichas
opciones tienen que ver con:
a) Pasar de una posición radical a una solicitud (“Aunque a usted
le duela me haré en ese puesto” por “¿Podría yo hacerme en ese
puesto la próxima vez?”)
b) Convertir lo negativo en algo positivo ((“Usted nunca me escu-
cha” por “Yo quisiera que usted me escuchara”).
c) Pasar de un juicio general a una inquietud particular (“Ellos
siempre están molestándonos” por “Ese día ellos nos molestaron
pero no siempre lo hacen”).
d) Identificar lo que los otros buscan cuando actúan de cierta
manera (“Lo que querían eran hacernos sufrir” por “¿Qué bus-
caban haciendo lo que hicieron”).
TALLER
NUEVE
e) Adoptar libremente una postura (“Es que toca portarse bien”
por “Yo asumo que es mejor tomar otra postura”).
Con base en estos presupuestos, el tallerista escoge tres perso-
nas del grupo para que actúen como mediadores en el caso se
presentará, tomando en consideración las nociones del encuan-
dre. El resto del grupo observará al mismo tiempo, la represen-
tación de la historia y la actitud de los mediadores, para luego
evaluar los alcances del proceso.
61. 3. La intervención del mediador
La puesta en escena de la representación será mediante cada
escena. Es importante que las escenas sean claras en su princi-
pio y su final. Al término de cada escena, los mediadores pueden
intervenir, identificando los cincos presupuestos del encuadre y
solicitando a los personajes que provoquen nuevas actitudes en
la misma escena. Es necesario que de una manera espontánea y
como si se estuviera en una improvisación teatral los personajes
cambien sus diálogos y roles, sin que se llegue al idealismo o al
simplismo, sino a la creación de una nueva historia.
TALLER
NUEVE
62. 4. La creatividad
El tallerista leerá en plenaria del texto Diez lesiones personales
para llegar a la mediación de los conflictos la novena lesión,
titulada: La norma de la creación ¡listo parce! Los participantes
vincular este concepto, no sólo con la situación presentada sino
con el ambiente general en el cual está presente, estableciendo
posibles alternativas en la transformación del trato cotidiano an-
tes, durante y después de un conflicto.
TALLER
NUEVE
67. 1. Alcances de un programa ético
Si nuevamente revisamos el enfoque que estamos abordando en
este texto, veremos que la mediación es un momento importante
del acto pedagógico; sin embargo, no termina siendo el fin del
programa ético que se está sugiriendo. Ello porque el asunto
primordial de todo componente ético, tiene su sustento en el
pensamiento que gobierna las instituciones y en las pasiones
que se insertan en las personas. El tallerista ha de insistir en que
el asunto no es evitar las tensiones, sino generar nuevos formas
de relación, y sobre todo, nuevos mecanismos de interacción en
las instituciones. Para llegar a tal comprensión, se sugiere que
el grupo se divida en subgrupos y discuta las nociones claves del
texto Diez lesiones personales para llegar a la mediación de los
conflictos, correspondientes a la décima lesión, titulada: Libertad
y corresponsabilidad: píllese, notifíquese y cúmplase.
TALLER
DIEZ
68. 2. Depuración de los términos
Con el fin de que los grupos relacionen los elementos que con-
tiene esta última lesión es importante que establezcan las dife-
rencias entre: responsabilidad y deber; libertad y control; nor-
mas disciplinarias y normas acordadas; leyes del castigo y leyes
de convivencia… Una vez los grupos hagan dicha precisión, se
darán a la tarea de redactar una propuesta normativa que in-
tegre las últimas tres lesiones de Lesiones personales (Escucha,
creatividad y corresponsabilidad). Cada grupo podrá inicialmen-
te redactar entre tres y cinco normas claves para compartir en
plenaria.
TALLER
DIEZ
69. 3. Implicaciones normativas
En plenaria el tallerista ubicará las normas redactadas, relacio-
nándolas entre sí, hasta lograr un orden o clasificación general.
En la pizarra o en la pared se dejará un espacio al margen para
que haya una discusión colectiva sobre las transformaciones que
debería tener la institución, las personas que la componen y los
medios utilizados para afrontar los procesos educativos, sociales
y culturales del contexto en el cual estamos. Esto de por sí im-
plica compromisos y acuerdos entre los diferentes actores que
comparten un mismo espacio de trabajo.
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DIEZ
70. 4. Reflexiones finales
Llegados a este punto, el programa ético del cual hablamos ha
podido dar un salto en el propio conflicto, ya que no se trata de
“resolver” aquellas situaciones que de cierta manera incomodan
a las instituciones, los grupos o las personas, sino de revisar y
transformar el sentido de nuestra propia convivencia. ¿Qué im-
portancia tienen las acciones que realizamos cada día? ¿Qué
tipo de sujetos estamos formando en las instituciones contempo-
ráneas? ¿Qué grado de autonomía tenemos los individuos para
emprender acciones de carácter institucional? ¿Qué grado de
participación tienen las comunidades en las decisiones trascen-
dentales de la educación?
Quizá lo más importante sea comprender, que la simple reso-
lución de una situación no toca aquellas grandes preguntas de
nuestro momento actual. Entre otras cosas, porque en términos
generales la educación, su disciplina y su control, están encami-
nadas a seres despojados de poder, sin capacidad de decisión
e hijos de las pasiones tristes que se han venido ilustrando. Por
el contrario, el programa ético que se propone aboga por una
idea constructiva del mundo y de la cotidianidad; se trata de una
construcción social y cultural, tanto en el ámbito personal como
institucional. En esto radica el sentido fundamental de la escu-
cha, la creatividad y la libertad
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