La primera ley de la termodinámica establece que la energía se conserva y puede convertirse entre calor y trabajo. Según la ley, el cambio en la energía interna de un sistema es igual a la cantidad de calor absorbido menos el trabajo realizado. El documento ilustra esta ley a través de tres ejemplos que muestran cómo se calcula el cambio en la energía interna de un sistema en diferentes escenarios de intercambio de calor y trabajo.