la revelacion de jesucristo, estudio del libro Apocalipsis
Papel pilas productos toxicos
1. PAPEL-PILAS
Justicia y Paz 1
PAPEL
E
l papel, algo que habitualmente utilizamos con
toda tranquilidad, exige talar numerosos árb-
oles y plantar especies de crecimiento rápido,
con el peligro de desertización y alteraciones ecológ-
icas, principalmente en países del Tercer Mundo de
donde se saca la mayor parte de la madera que utili-
zamos. Pues ya sabemos que los bosques son impre-
scindibles para el equilibrio de la vida en el planeta
Una tonelada de papel equivale a dos metros cúbic-
os de madera, es decir, una decena de árboles. Con
el subsiguiente gasto de agua, energía y transporte.
Además, solemos exigir que el papel aparezca blan-
co, y blanquearlo requiere grandes cantidades de clo-
ro, algo muy contaminante.
Antes de comprar debemos conocer los distintos
tipos de papel que podemos encontrar en el mercado:
• Papel reciclado: en su fabricación se han uti-
lizado como materias primas fibras de papel o
cartón de papeles ya utilizados o bien de recortes
de papel sin usar.
• Papel ecológico: en el que se tiene en cuenta el
impacto ambiental del ciclo de vida del producto
(desde la producción, al uso y a su destino final
como residuo).
Papel, pilas,
productos tóxicos
2. Justicia y Paz 2
• Papel libre de cloro (TCF): Papel de fibra vir-
gen en el que se han utilizado alternativas al clo-
ro para su blanqueo. También lo hay con bajo
contenido en cloro (EFC).
• Ángel azul alemán: papel 100% reciclado y li-
bre de cloro.
¿Qué podemos hacer?
• Intentar consumir menos papel. Piensa, antes de imprimir algo, si real-
mente necesitas hacerlo. Imprime por las dos caras.
• Utiliza papel reciclado como mejor opción o, si no, ecológico.
• Reutiliza el papel de regalo y utiliza los folios por las dos caras.
• Separa el papel y el cartón y llévalo a su contenedor de reciclaje corre-
spondiente.
PILAS
“Los metales y productos químicos
constituyentes de las pilas son perju-
diciales para el medio ambiente, pro-
duciendo contaminación química. Es
muy importante no tirarlas a la basura
(en algunos países no está permitido),
sino llevarlas a centros de reciclado.
En algunos países, la mayoría de los
proveedores y tiendas especializadas
también se hacen cargo de las pilas
gastadas. Una vez que la envoltura
metálica que recubre las pilas se daña,
las sustancias químicas que contienen
se ven liberadas al medio ambiente
causando contaminación. Con mayor
o menor grado, las sustancias son ab-
sorbidas por la tierra pudiéndose fil-
trar hacia los mantos acuíferos y de
éstos pueden pasar directamente a los
seres vivos, entrando con esto en la
cadena alimenticia.
Estudios especializados indican que
una micro pila de mercurio, puede
llegar a contaminar 600.000 litros de
agua, una de zinc-aire 12.000 litros y
una de óxido de plata 14.000 litros.
Las pilas son residuos peligrosos por
lo que desde el momento en que se
empiezan a reunir, deben ser maneja-
das por personal capacitado que siga
las precauciones adecuadas emplean-
do todos los procedimientos técnic-
os y legales del manejo de residuos
peligrosos.” (Tomado de Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Celda_
galv%C3%A1nica )
3. Justicia y Paz 3
¿Qué podemos hacer?
• Puedes reducir su consumo utilizando calculadoras solares, juegos sin
pilas o enchufando el aparato de música o cualquier otro aparato a la
red.
• Si usas pilas que sean recargables, las podrás reutilizar muchas veces.
• Seguro que tienes cerca un contenedor de recogida de pilas usadas. ¡No
las tires a la basura, son muy contaminantes!
• Tal vez un hermano de la Fraternidad se podría hacer cargo de recoger-
las para llevarla a su contenedor correspondiente.
PRODUCTOS TÓXICOS
En nuestras casas tenemos muchos
productos altamente tóxicos: Son los
residuos peligrosos (RTP): productos
de limpieza, cosméticos, pinturas, in-
secticidas, ambientadores, artículos
de PVC, pilas...
Son productos muy nocivos para la
salud que acaban en el desagüe o en el
vertedero, contaminando gravemen-
te las aguas residuales y dificultando
su tratamiento en las depuradoras, así
como dañando el terreno donde son
depositados.
Para evitar los riesgos que producen
sería necesario saber reconocerlos,
pero la mejor opción sería no utili-
zarlos. En caso de ser absolutamente
necesario, es importante reducir su
consumo, y si son productos de uso
corriente (detergentes, champús, ge-
les...), comprarlos en tamaños fami-
liares.
La mayoría de pinturas proceden de
la industria petroquímica y perjudican
a la salud y al medioambiente. Contie-
nen metales pesados y son tóxicas por
inhalación aún tiempo después de su
aplicación. Existen pinturas ecológ-
icas, que suelen referirse a que están
libres de disolventes y pinturas na-
turales, que son ecológicas y además
obtenidas en su totalidad a partir de
materias primas vegetales.
4. Justicia y Paz 4
Parareflexionar¿Qué podemos hacer?
• Evitar el uso de sustancias tóxicas innecesarias y sustituirlas por otras
naturales. Las personas mayores del mundo rural pueden enseñarnos.
• Leer las etiquetas y observar los símbolos de toxicidad.
• Utilizar productos concentrados.
• Utilizar las cantidades recomendadas (o incluso menos suele ser sufi-
ciente).
• Rechazar los que lleven fosfatos, fosfonatos o policarboxilatos (dañan
irreversiblemente la vida acuática).
• Buscar en las tiendas de productos biológicos y en herbolarios marcas
de productos de limpieza ecológicos.
• Buscar cosméticos naturales. Los hay también de Comercio Justo.
• Comprar y utilizar pinturas naturales como mejor opción o, si no,
ecológicas.
• Utilizar barnices naturales: aceite de linaza u otros (se pueden tintar con
pigmentos o tierra también naturales).
• Limpiar la pintura con disolvente hecho con esencia de cítricos.
• Leer detenidamente la ficha, y desde lo que en ella se dice, pen-
sar de modo realista qué cosas de la vida personal y de la vida de
la comunidad se pueden mejorar en los tres apartados: papel,
pilas y productos tóxicos.
• Tomar decisiones muy concretas, escribirlas y animar a los ecó-
nomos que, en lo que se refiere a las compras, apliquen lo deci-
dido comunitariamente.
• Hacer revisión a los seis meses de cómo se están aplicando las
decisiones tomadas.