2. Líneas de Productos
Sin duda que hablar de productos es hablar de contextos, de un
compromiso con un desempeño y un área específica de consumo. Pero esta
condición se acrecienta, se consolida aún más con el consumidor cuando lo
que encuentra es una oferta compuesta por una serie de productos que
proponen una acción en un contexto que se comprometen con diversas
áreas, manteniendo un lenguaje reconocido y asociativo a una marca en
específico. A partir de aquello es que se pueden desprender lo siguiente:
3. 1. Propone y despierta acciones: Una línea de productos, al
componerse de más de una posibilidad de consumo, presentando un grupo
de alternativas, puede generar a partir de estas la visualización de diferentes
contextos por parte del consumidor, como por ejemplo implementar espacios
bajo un mismo lenguaje, líneas de accesorios de vestir que en diversas
situaciones se comprometen con la acción de portar, en contextos de uso
cotidiano, en la instancia de viajar o de distinción y elegancia, etc.
Presentando así al cliente nuevas acciones y modos de uso que no
vislumbraba pero que los componentes de una línea de productos le pueden
ofrecer. Desde lo cual y teniendo sentido para este, podría transformarse en
un consumidor que el día de mañana vuelve por otro producto de esta línea
ya que se vuelve proporcional a sus prácticas y contextos de uso.
2. Contextualiza: Ofrece y propone distintos escenarios de consumo
para los clientes, esto puede ser a partir de una misma práctica pero
diseñada y desarrollada desde el desempeño de diferentes tipos de usuarios,
como también desde diversas prácticas dentro de un contexto común, todo si
a partir de cualidades y atributos que homologuen y permitan un lenguaje
común entre cada uno de los productos de un línea.
3. Facilita decisiones: Al ser una línea una serie de productos que
bajo un mismo concepto o modo de desarrollo se comprometen con
diferentes prácticas y modos, permite al usuario, visualizar escenarios y sus
decisiones de consumo previamente en torno a cada producto. Esto es
generar acciones que motiven la adquisición, de manera inmediata o futura.
4. Lenguaje común y reconocimiento: Las líneas de productos se
pueden reconocer y constituir bajo diversos factores a partir claro de un único
contexto, como podría ser por ejemplo, vestir, cocina, living, entretención, etc.
Desarrollarla desde ciertos recursos que hagan a cada producto que la
compone asociativos entre sí y que como tal los hacen vinculables. Esto se
puede construir a partir de un proceso y técnicas productivas, recursos e
insumos utilizados, modos constructivos, cromáticos, desde los modos de
consumo (en mi opinión lo más importante), etc.
5. Posiciona y compromete: Vincula a la marca productora con
desempeños, lenguajes y modos de uso, de los cuales puede apropiarse y
desde los cuales puede diferenciarse. Además se hace reconocible para los
consumidores (debería serlo).
6. Permite observar comportamientos y tendencias de venta:
Desarrollada una línea de productos, es que se puede establecer, en función
de la demanda de cada uno de sus componentes la estacionalidad para cada
uno y el comportamiento de venta de cada uno, por lo que desde los
productores se pueden establecer estrategias y modalidades de producción y
venta manteniendo siempre presencia en el mercado y estando visible para
los consumidores. Por ejemplo si alguno de los productos pertenecientes a
una línea no goza de gran demanda se podría reenfocar su desarrollo
posterior ya sea, rediseñándolo, estableciendo su estacionalidad o
implantando otro producto de mayor demanda, otorgando así otra propiedad
a la línea de producto, Dinamismo.
4. Las líneas de productos (así como todo producto) deben gestarse
desde una oportunidad de valor, ofrecer como grupo de productos, una
experiencia de valor para el consumidor que satisfaga practicas y acciones
atingentes a su desarrollo de vida.