Bryan Curtis empezó a fumar a los 13 años y murió a los 33 de cáncer de pulmón, dejando viuda e hijo. Publicó fotos antes y después para advertir a los jóvenes sobre los peligros del tabaco. Su última petición fue divulgar estas imágenes para concientizar sobre cómo el tabaco perjudica no solo a los fumadores, sino también a sus seres queridos.