2. ¿Qué comprensión tenían del Evangelio los creyentes que vivieron antes de Jesús?
ADÁN
• «Y pondré
enemistad entre ti
y la mujer, y entre
tu simiente y la
simiente suya; ésta
te herirá en la
cabeza, y tú le
herirás en el
calcañar»
(Génesis 3:15)
• La salvación vendrá
por el sufrimiento
de un descendiente
de Eva que acabará
con el pecado.
DAVID
• «JAH, si mirares a
los pecados,
¿quién, oh Señor,
podrá mantenerse?
Pero en ti hay
perdón, para que
seas reverenciado»
(Salmos 130:3-4)
• Sin el perdón de
nuestros pecados
no puede haber
salvación. Dios
otorga
gratuitamente el
perdón.
ISAÍAS
• «Todos nosotros
nos descarriamos
como ovejas, cada
cual se apartó por
su camino; mas
Jehová cargó en él
el pecado de todos
nosotros»
(Isaías 53:6)
• El Mesías obtendría
nuestra salvación a
través del
sufrimiento y la
muerte,
perdonando
nuestros pecados.
JEREMÍAS
• «Pero este es el
pacto que haré con
la casa de Israel
después de aquellos
días, dice Jehová:
Daré mi ley en su
mente, y la escribiré
en su corazón; y yo
seré a ellos por
Dios, y ellos me
serán por pueblo»
(Jeremías 31:33)
• Dios hará un nuevo
pacto
santificándonos y
grabando su Ley en
nuestra mente.
3. EL HIJO PRÓDIGO (Lucas 15:11-32)
• Dios es un padre amante, deseoso de
perdonar a sus hijos.
• Debemos humillarnos, reconocer
nuestro pecado y aceptar su perdón
EL FARISEO Y EL PUBLICANO (Lucas 18:9-17)
• Dios ignora al que se cree justo y justifica al
pecador arrepentido, librándole de su culpa.
LA SANGRE DE CRISTO (Mateo 26:28)
• Jesús sufrió –como el verdadero Cordero pascual– la
muerte que debía haber sido nuestra.
• La salvación es gratuita para nosotros porque Jesús
pagó el precio por ella.
4. QUITAR EL VELO (2ª de Corintios 3:2-6, 14-16)
• En el camino a Damasco, Jesús quitó el
velo que le impedía a Pablo entender
las Escrituras.
• Cuando nosotros las leemos, el Espíritu
Santo quita también el velo para que
podamos comprender el Evangelio
de vida.
PODER DE DIOS (Romanos 1:16-17)
• El Evangelio es el poder de Dios para
salvar.
• Por la fe, hacemos nuestro ese poder.
LA SANGRE DE JESÚS (Romanos 3:24-26)
• Redención: Dios nos volvió a comprar y
pagó por nuestros pecados.
• Justificación: Nos libró de la culpa y nos
purificó por gracia.
• Perdón: Dios nos aceptó otra vez y «se
olvida» de nuestros pecados pasados.
5. Un pueblo
desobediente
Sacrificios
imperfectos
Un sacrificio
perfecto
Un pueblo
obediente
«No como el pacto que hice con sus
padres el día que los tomé de la mano
para sacarlos de la tierra de Egipto;
porque ellos no permanecieron en mi
pacto, y yo me desentendí de ellos, dice
el Señor» (Hebreos 8:9)
«porque la sangre de los toros y de
los machos cabríos no puede quitar
los pecados» (Hebreos 10:4)
«En esa voluntad somos santificados mediante
la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha
una vez para siempre» (Hebreos 10:10)
«Por lo cual, este es el pacto que haré
con la casa de Israel después de
aquellos días, dice el Señor: pondré mis
leyes en la mente de ellos, y sobre su
corazón las escribiré; y seré a ellos por
Dios, y ellos me serán a mí por pueblo»
(Hebreos 8:10)
6. LA CULMINACIÓN
DEL EVANGELIO
Apocalipsis 10:7
LA ÚLTIMA
LLAMADA
Apocalipsis 14:6
LOS MANDAMIENTOS
Y LA FE
Apocalipsis 14:12; 12:17
«sino que en los días
de la voz del séptimo
ángel, cuando él
comience a tocar la
trompeta, el misterio
de Dios se
consumará, como él
lo anunció a sus
siervos los profetas»
(Apocalipsis 10:7)
«Vi volar por en
medio del cielo a
otro ángel, que tenía
el evangelio eterno
para predicarlo a los
moradores de la
tierra, a toda
nación, tribu, lengua
y pueblo»
(Apocalipsis 14:6)
«Aquí está la
paciencia de los
santos, los que
guardan los
mandamientos de
Dios y la fe de
Jesús»
(Apocalipsis 14:12)
7. «El sacrificio de Cristo como expiación
del pecado es la gran verdad en
derredor de la cual se agrupan todas
las otras verdades. A fin de ser
comprendida y apreciada
debidamente, cada verdad de la
Palabra de Dios, desde el Génesis al
Apocalipsis, debe ser estudiada a la luz
que fluye de la Cruz del Calvario. Os
presento el magno y grandioso
monumento de la misericordia y
regeneración, de la salvación y
redención,—el Hijo de Dios levantado
en la cruz. Tal ha de ser el fundamento
de todo discurso pronunciado por
nuestros ministros»
E.G.W. (Obreros evangelicos, pg. 330)