SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 7
Descargar para leer sin conexión
www.EscuelaSabatica.es
II Trimestre de 2015
El libro de Lucas
Notas de Elena G. de White
www.EscuelaSabatica.es
Lección 1
4 de abril 2015
La venida de Jesús:
Sábado 28 de marzo
Cuanto más pensamos acerca de Cristo convirtiéndose en un bebé sobre
la tierra, tanto más admirable parece este tema. ¿Cómo podía ser que el
niño indefenso del pesebre de Belén siguiera siendo el divino Hijo de Dios?
Aunque no podamos entenderlo, podemos creer que Aquel que hizo los
mundos, por causa de nosotros se convirtió en un niño indefenso. Aunque
era más encumbrado que ninguno de los ángeles, aunque era tan grande
como el Padre en su trono de los cielos, llegó a ser uno con nosotros. En él,
Dios y el hombre se hicieron uno; y es en este acto donde encontramos la
esperanza de nuestra raza caída. Mirando a Cristo en la carne, miramos a
Dios en la humanidad, y vemos en él el brillo de la gloria divina, la imagen
expresa de Dios el Padre.
Al contemplar la encamación de Cristo en la humanidad, quedamos ató-
nitos frente a un misterio insondable que la mente humana no puede com-
prender. Mientras más reflexionamos acerca de él, más extraordinario nos
parece. ¡Cuán vasto es el contraste entre la divinidad de Cristo y el impo-
tente bebecito del pesebre de Belén! ¿Cómo se puede medir la diferencia
que hay entre el Dios todopoderoso y un niño impotente? Sin embargo el
Creador de los mundos, Aquel en quien moraba la plenitud de la Deidad
corporalmente, se manifestó en el desvalido bebé del pesebre. ¡Incompara-
blemente más elevado que todos los ángeles, igual al Padre en dignidad y
gloria, y sin embargo vestido con la ropa de la humanidad! La divinidad y
la humanidad se hallaban combinadas misteriosamente, y el hombre y Dios
fueron uno solo. En esta unión es donde encontramos la esperanza de la
raza caída {Exaltad a Jesús, p. 69).
Domingo 29 de marzo:
Un informe ordenado (S. Lucas 1:1-3; Hechos 1:1-3)
No ha habido ni una sola nube que ha caído sobre la iglesia para la cual
www.EscuelaSabatica.es
Dios no haya hecho provisión; no se ha levantado ni una sola fuerza oposi-
tora para contrarrestar la obra de Dios que él no haya previsto. Todo ha
ocurrido como lo predijo por medio de sus profetas. No ha dejado a su igle-
sia en tinieblas y olvidada, sino que ha mostrado mediante declaraciones
proféticas lo que ocurriría, y obrando por medio de su providencia en el
lugar designado de la historia del mundo, ha dado lugar a aquello que el
Espíritu Santo reveló a sus profetas para que lo predijeran. Todos sus pro-
pósitos se cumplirán y se afirmarán. Su ley está unida con su trono, y los
instrumentos satánicos combinados con los instrumentos humanos no pue-
den destruirla. La verdad es inspirada y está protegida por Dios; perdurará y
tendrá buen éxito, aunque algunas veces aparezca oscurecida. El evangelio
de Cristo es la ley ejemplificada en el carácter. Los engaños practicados
contra ella, toda invención destinada a vindicar la falsedad, y todo error
forjado por los instrumentos satánicos, llegarán a ser desbaratados para
siempre, y el triunfo de la verdad será como la apariencia del sol en el me-
diodía. El Sol de justicia brillará con poder sanador en sus rayos, y toda la
tierra estará llena de su gloria (¡Maranata: El Señor viene!, p. 16).
Dios se ha dignado comunicar la verdad al mundo por medio del instru-
mento humano, y él mismo, por su Santo Espíritu, habilitó a hombres y los
hizo capaces de realizar esta obra. Guió la inteligencia de ellos en la elec-
ción de lo que debían decir y escribir. El tesoro fue confiado a vasos de
barro, pero no por eso deja de ser del cielo... y el hijo de Dios, obediente y
creyente, contempla en ello la gloria de un poder divino, lleno de gracia y
de verdad.
Los escritores de la Biblia tuvieron que expresar sus ideas en un lengua-
je humano. Fue escrita por seres humanos; pero éstos fueron inspirados por
el Espíritu Santo...
Las Escrituras no fueron dadas en forma de una cadena ininterrumpida
sino parte por parte a través de las generaciones, como Dios en su provi-
dencia vio conveniente para impresionar al hombre en distintos tiempos y
lugares...
No hay siempre un orden perfecto o aparente unidad en las Escrituras...
Las verdades de la Biblia son como perlas escondidas. Tienen que ser bus-
cadas ahondando con esfuerzo perseverante. Los que echan un vistazo su-
perficial sobre la Escritura, con el conocimiento superficial que ellos consi-
deran muy profundo, hablan de las contradicciones de la Biblia y ponen en
duda su autoridad. Pero aquellos cuyos corazones están en armonía con la
verdad y el deber escudriñarán las Escrituras con el corazón preparado para
recibir las impresiones divinas {La fe por la cual vivo, p. 13).
Lunes 30 de marzo: “Se llamará Juan”
Dios había llamado al hijo de Zacarías a una gran obra, la mayor que
hubiera sido confiada alguna vez a los hombres. A fin de ejecutar esta obra,
el Señor debía obrar con él. Y el Espíritu de Dios estaría con él si prestaba
atención a las instrucciones del ángel.
Juan había de salir como mensajero de Jehová, para comunicar a los
hombres la luz de Dios. Debía dar una nueva dirección a sus pensamientos.
www.EscuelaSabatica.es
Debía hacerles sentir la santidad de los requerimientos de Dios, y su nece-
sidad de la perfecta justicia divina. Un mensajero tal debía ser santo. Debía
ser templo del Espíritu de Dios. A fin de cumplir su misión, debía tener una
constitución física sana, y fuerza mental y espiritual. Por lo tanto, le sería
necesario dominar sus apetitos y pasiones. Debía poder dominar todas sus
facultades, para poder permanecer entre los hombres tan inconmovible
frente a las circunstancias que le rodeasen como las rocas y montañas del
desierto (El Deseado de todas las gentes, p. 75).
Juan el Bautista, el precursor de Cristo, recibió de sus padres su primera
preparación. Pasó la mayor parte de su vida en el desierto... Prefirió Juan
dejar de lado los goces y lujos de la vida en la ciudad para someterse a la
severa disciplina del desierto. Allí el ambiente era favorable para los hábi-
tos de sencillez y abnegación. Allí, sin que le interrumpiera el clamor del
mundo, podía estudiar las lecciones de la naturaleza, de la revelación y de
la providencia... Desde la infancia se le había recordado su misión, y él
había aceptado el cometido santo. La soledad del desierto le proporcionaba
una grata oportunidad de escapar de una sociedad en que las sospechas, la
incredulidad y la impureza lo dominaban casi todo. Desconfiaba de su pro-
pia fuerza para resistir la tentación y rehuía el contacto constante con el
pecado, no fuese que hubiese de perder el sentido de su excesiva pecamino-
sidad (El hogar cristiano, pp. 116, 117).
El mismo acto con el cual Herodías pensó que libraría al mundo de la in-
fluencia del profeta, lo transformó en un mártir santo, no solo para sus dis-
cípulos sino para aquellos que no se habían atrevido a declararse sus segui-
dores. Muchos que habían escuchado su mensaje y advertencias, y que se-
cretamente estaban convencidos de sus enseñanzas, ahora, espantados por
el horrible crimen a sangre fría, se declararon públicamente sus discípulos.
Herodías fracasó en su intento de silenciar la influencia de las enseñanzas
de Juan; éstas habrían de extenderse generación tras generación hasta el fin
del tiempo, mientras que la vida corrupta de esa mujer vengativa cosecharía
solamente infamia (The Spirit of Prophecy, t. 2, p. 81).
Martes 31 de marzo: “Llamarás su nombre Jesús”
Cuando la Majestad del cielo se convirtió en una criatura y fue confiada
a María, ésta no tenía mucho que ofrecer por ese precioso don. Llevó al
altar solamente dos tórtolas, que eran la ofrenda designada para los pobres;
pero fue un sacrificio aceptable para el Señor. Ella no pudo presentar teso-
ros preciosos como los que los sabios del Oriente ofrecieron al Hijo de Dios
en Belén; sin embargo la madre de Jesús no fue rechazada debido a la pe-
queñez de su don. Fue la disposición de su corazón lo que el Señor contem-
pló, y su amor tomó suave la ofrenda. Así también Dios aceptará nuestro
don, aunque éste sea pequeño, si es lo mejor que tenemos y si se lo ofrece-
mos con amor (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 182).
No solo cuando vino el Salvador, sino a través de todos los siglos des-
pués de la caída del hombre y de la promesa de la redención, “Dios estaba
en Cristo reconciliando el mundo a sí” (2 Corintios 5:19). Cristo era el fun-
damento y el centro del sistema de sacrificios, tanto en la era patriarcal co-
www.EscuelaSabatica.es
mo en la judía. Desde que pecaron nuestros primeros padres, no ha habido
comunicación directa entre Dios y el hombre. El Padre puso el mundo en
manos de Cristo para que por su obra mediadora redimiera al hombre y
vindicara la autoridad y santidad de la ley divina. Toda comunicación entre
el cielo y la raza caída se ha hecho por medio de Cristo. Fue el Hijo de Dios
quien dio a nuestros primeros padres la promesa de la redención. Fue él
quien se reveló a los patriarcas... Fue él quien dio la ley a Israel (La maravi-
llosa gracia de Dios, p. 43).
Cristo no había cambiado su divinidad por humanidad; sino que revistió
su divinidad con humanidad.
Sed cuidadosos, sumamente cuidadosos en la forma en que os ocupáis
de la naturaleza de Cristo. No lo presentéis ante la gente como un hombre
con tendencias al pecado. Él es el segundo Adán. El primer Adán fue crea-
do como un ser puro y sin pecado, sin una mancha de pecado sobre él; era
la imagen de Dios. Podía caer, y cayó por la transgresión. Por causa del
pecado su posteridad nació con tendencias inherentes a la desobediencia.
Pero Jesucristo era el unigénito Hijo de Dios. Tomó sobre sí la naturaleza
humana, y fue tentado en todo sentido como es tentada la naturaleza huma-
na. Podría haber pecado; podría haber caído, pero en ningún momento hubo
en él tendencia alguna al mal. Fue asediado por las tentaciones en el desier-
to como lo fue Adán por las tentaciones en el Edén...
Su nacimiento fue un milagro de Dios, pues el ángel dijo: “Y ahora,
concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JE-
SUS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le
dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siem-
pre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será
esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu
Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por
lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”.
Estas palabras no se refieren a ningún ser humano, excepto al Hijo del
Dios infinito. Nunca dejéis, en forma alguna, la más leve impresión en las
mentes humanas de que una mancha de corrupción o una inclinación hacia
ella descansó sobre Cristo, o que en alguna manera se rindió a la corrup-
ción. Fue tentado en todo como el hombre es tentado, y sin embargo él es
llamado “el Santo Ser”. Que Cristo pudiera ser tentado en todo como lo
somos nosotros y sin embargo fuera sin pecado, es un misterio que no ha
sido explicado a los mortales. La encamación de Cristo siempre ha sido un
misterio, y siempre seguirá siéndolo. Lo que se ha revelado es para nosotros
y para nuestros hijos; pero que cada ser humano permanezca en guardia
para que no haga a Cristo completamente humano, como uno de nosotros,
porque esto no puede ser. No es necesario que sepamos el momento exacto
cuando la humanidad se combinó con la divinidad. Debemos mantener
nuestros pies sobre la Roca Cristo Jesús, como Dios revelado en humanidad
(Comentario bíblico adventista, t. 5, pp. 1102, 1103).
Miércoles 1 de abril: El pesebre en Belén
Jesús vino a este mundo en humildad. Era de familia pobre. La Majestad
www.EscuelaSabatica.es
de los cielos, el Rey de gloria, el Jefe de las huestes angélicas, se rebajó
hasta aceptar la humanidad y escogió una vida de pobreza y humillación.
No tuvo oportunidades que no tengan los pobres. El trabajo rudo, las penu-
rias y privaciones eran parte de su suerte diaria. “Las zarras tienen cuevas -
decía- y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde
recline la cabeza” (S. Lucas 9:58)
Jesús no buscó la admiración ni los aplausos de los hombres. No mandó
ejército alguno. No gobernó reino terrenal alguno. No corrió tras los favo-
res de los ricos y de aquellos a quienes el mundo honra. No procuró figurar
entre los caudillos de la nación. Vivió entre la gente humilde. No tuvo en
cuenta las distinciones artificiosas de la sociedad. Desdeñó la aristocracia
de nacimiento, fortuna, talento, instrucción y categoría social (El ministerio
de curación, p. 149).
El Salvador continúa realizando hoy la misma obra que cuando ofreció
el agua de vida a la mujer samaritana. Los que se llaman sus discípulos
pueden despreciar y rehuir a los parias; pero el amor de él hacia los hom-
bres no se deja desviar por ninguna circunstancia de nacimiento, nacionali-
dad, o condición de vida. A toda alma, por pecaminosa que sea, Jesús dice:
Si me pidieras, yo te daría el agua de la vida.
No debemos estrechar la invitación del evangelio y presentarla solamen-
te a unos pocos elegidos, que, suponemos nosotros, nos honrarán aceptán-
dola. El mensaje ha de proclamarse a todos. Doquiera haya corazones
abiertos para recibir la verdad, Cristo está listo para instruirlos. El les revela
al Padre y la adoración que es aceptable para Aquel que lee el corazón. Para
los tales no usa parábolas. A ellos, como a la mujer samaritana al lado del
pozo, dice: “Yo soy, que hablo contigo” (El Deseado de todas las gentes, p.
165).
Los padres de Jesús eran pobres y dependían de su trabajo diario para su
sostén. El conoció la pobreza, la abnegación y las privaciones. Esto file
para él una salvaguardia. En su vida laboriosa, no había momentos ociosos
que invitasen a la tentación. No había horas vacías que preparasen el ca-
mino para las compañías corruptas. En cuanto le era posible, cerraba la
puerta al tentador. Ni la ganancia ni el placer, ni los aplausos ni la censura,
podían inducirle a consentir en un acto pecaminoso. Era sabio para discer-
nir el mal, y fuerte para resistirlo...
Jesús vivió en un hogar de artesanos, y con fidelidad y alegría desempe-
ñó su parte en llevar las cargas de la familia. Había sido el generalísimo del
cielo, y los ángeles se habían deleitado cumpliendo su palabra; ahora era un
siervo voluntario, un hijo amante y obediente. Aprendió un oficio, y con
sus propias manos trabajaba en la carpintería con José. Vestido como un
obrero común, recorría las calles de la pequeña ciudad, yendo a su humilde
trabajo y volviendo de él. No empleaba su poder divino para disminuir sus
cargas ni aliviar su trabajo {El Deseado de todas las gentes, pp. 52, 53)
Jueves 2 de abril: Los testigos del Salvador
María esperaba el reinado del Mesías en el trono de David, pero no veía
el bautismo de sufrimiento por cuyo medio debía ganarlo. Simeón reveló el
www.EscuelaSabatica.es
hecho de que el Mesías no iba a encontrar una senda expedita por el mun-
do. En las palabras dirigidas a María: “Una espada traspasará tu alma”,
Dios, en su misericordia, dio a conocer a la madre de Jesús la angustia que
por él ya había empezado a sufrir {El Deseado de todas las gentes, pp. 38,
39).
Jesús no se interpuso para librar a su siervo. Sabía que Juan soportaría la
prueba. Gozosamente habría ido el Salvador a Juan, para alegrar la lobre-
guez de la mazmorra con su presencia. Pero no debía colocarse en las ma-
nos de sus enemigos, ni hacer peligrar su propia misión. Gustosamente ha-
bría librado a su siervo fiel. Pero por causa de los millares que en años ulte-
riores debían pasar de la cárcel a la muerte, Juan había de beber la copa del
martirio. Mientras los discípulos de Jesús languideciesen en solitarias cel-
das, o pereciesen por la espada, el potro o la hoguera... ¡qué apoyo iba a ser
para su corazón el pensamiento de que Juan el Bautista, cuya fidelidad
Cristo mismo había atestiguado, había experimentado algo similar!...
Dios no conduce nunca a sus hijos de otra manera que la que ellos elegi-
rían si pudiesen ver el fin desde el principio, y discernir la gloria del propó-
sito que están cumpliendo como colaboradores suyos. Ni Enoc, que fue
trasladado al cielo, ni Elías, que ascendió en un carro de fuego, fueron ma-
yores o más honrados que Juan el Bautista, que pereció solo en la mazmo-
rra. “A vosotros es concedido por Cristo, no solo que creáis en él, sino tam-
bién que padezcáis por él” (Filipenses 1:29). Y de todos los dones que el
Cielo puede conceder a los hombres, la comunión con Cristo en sus sufri-
mientos es el más grave cometido y el más alto honor {Conflicto y valor, p.
278).
Al aceptar a Jesucristo, también debemos aceptar las condiciones y re-
querimientos que ello significa. Es hacer del reino de Dios nuestra prioridad
en la vida. Las dificultades y obstrucciones aparecerán, especialmente
aquellas que tienen que ver con el yo, porque Cristo demanda el corazón, el
alma, la mente y la fuerza de cada ser humano. “No sois vuestros. Porque
habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuer-
po y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:19, 20).
Requerirá humillación, abnegación y sacrificios, y un constante conflicto
con las pasiones humanas. En la senda preparada para los redimidos del
Señor no hay lugar para expresar nuestro temperamento natural. Los que
profesan caminar en la senda angosta pero practican las acciones de los no
convertidos, solo tendrán como resultado vergüenza y desgracia (Bible
Training School, octubre 1, 1916).
Aquel que cree plenamente en Cristo llega a ser un participante de la na-
turaleza divina, y el poder así recibido le servirá para hacer frente a cual-
quier tentación. No caerá en la tentación ni será derrotado por falta de ayu-
da. En los momentos de prueba podrá valerse de las promesas y por medio
de ellas escapar de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concu-
piscencia...
Para hacemos participantes de la naturaleza divina, el cielo entregó su
tesoro más valioso. El Hijo de Dios se quitó su manto real y su corona y
descendió a la tierra en la forma de un niño. Resolvió vivir una vida perfec-
ta desde la infancia hasta la madurez. Se comprometió a permanecer como
www.EscuelaSabatica.es
representante del Padre en un mundo caído. Y hasta moriría en beneficio de
la raza caída. ¡Qué obra maravillosa ésta! (Dios nos cuida, p. 60).
Viernes 3 de abril: Para estudiar y meditar
El Deseado de todas las gentes, pp. 29-33.
Material facilitado por JESÚS PADILLA ©
http://escuelasabatica.es/
www.facebook.com/EscuelaSabatica.es
Suscríbase para recibir gratuitamente recursos para la Escuela Sabática

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La Maravillosa Gracia de Dios - Elena G. White
La Maravillosa Gracia de Dios - Elena G. WhiteLa Maravillosa Gracia de Dios - Elena G. White
La Maravillosa Gracia de Dios - Elena G. WhiteRemanenteAdventista
 
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. CICLO A. DIA 1 DE JUNIO DEL 2014. PPS
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. CICLO A. DIA 1 DE JUNIO DEL 2014. PPSLA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. CICLO A. DIA 1 DE JUNIO DEL 2014. PPS
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. CICLO A. DIA 1 DE JUNIO DEL 2014. PPSFEDERICO ALMENARA CHECA
 
En los lugares celestiales - Elena G. White
En los lugares celestiales - Elena G. White En los lugares celestiales - Elena G. White
En los lugares celestiales - Elena G. White RemanenteAdventista
 
Mensajes para los jóvenes por Elena G. de White
Mensajes para los jóvenes por Elena G. de WhiteMensajes para los jóvenes por Elena G. de White
Mensajes para los jóvenes por Elena G. de WhiteAdvenz
 
Cada día con Dios - Elena G. White
Cada día con Dios - Elena G. WhiteCada día con Dios - Elena G. White
Cada día con Dios - Elena G. WhiteRemanenteAdventista
 
Maranata el Señor Viene - Elena G. White
Maranata el Señor Viene - Elena G. WhiteMaranata el Señor Viene - Elena G. White
Maranata el Señor Viene - Elena G. WhiteRemanenteAdventista
 
Sagrado corazon, origen y historia del culto
Sagrado corazon, origen y historia del cultoSagrado corazon, origen y historia del culto
Sagrado corazon, origen y historia del cultoMartin M Flynn
 
Hijos e hijas de Dos - Elena G. White
Hijos e hijas de Dos - Elena G. WhiteHijos e hijas de Dos - Elena G. White
Hijos e hijas de Dos - Elena G. WhiteRemanenteAdventista
 
Mujeres de Oración y Predicación
Mujeres de Oración y PredicaciónMujeres de Oración y Predicación
Mujeres de Oración y PredicaciónAngela Cabrera
 
Reflejemos a Jesús - Elena G. White
Reflejemos a Jesús - Elena G. WhiteReflejemos a Jesús - Elena G. White
Reflejemos a Jesús - Elena G. WhiteRemanenteAdventista
 
Exaltad a Jesús - Elena G. White
Exaltad a Jesús - Elena G. WhiteExaltad a Jesús - Elena G. White
Exaltad a Jesús - Elena G. WhiteRemanenteAdventista
 
Recibiréis Poder - Elena G. White
Recibiréis Poder - Elena G. WhiteRecibiréis Poder - Elena G. White
Recibiréis Poder - Elena G. WhiteRemanenteAdventista
 
CARMELO DE TERESA, Decima Semana Ciclo B, Fr Julio César González Carretti ocd
CARMELO DE TERESA, Decima Semana Ciclo B, Fr Julio César González Carretti ocdCARMELO DE TERESA, Decima Semana Ciclo B, Fr Julio César González Carretti ocd
CARMELO DE TERESA, Decima Semana Ciclo B, Fr Julio César González Carretti ocdORDEN SEGLAR CARMELITAS DESCALZOS
 
Nuestra Elevada Vocación - Elena G. White
Nuestra Elevada Vocación - Elena G. WhiteNuestra Elevada Vocación - Elena G. White
Nuestra Elevada Vocación - Elena G. WhiteRemanenteAdventista
 

La actualidad más candente (20)

2011 03-11 notasegw
2011 03-11 notasegw2011 03-11 notasegw
2011 03-11 notasegw
 
2012 01-03 notasegw
2012 01-03 notasegw2012 01-03 notasegw
2012 01-03 notasegw
 
La Maravillosa Gracia de Dios - Elena G. White
La Maravillosa Gracia de Dios - Elena G. WhiteLa Maravillosa Gracia de Dios - Elena G. White
La Maravillosa Gracia de Dios - Elena G. White
 
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. CICLO A. DIA 1 DE JUNIO DEL 2014. PPS
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. CICLO A. DIA 1 DE JUNIO DEL 2014. PPSLA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. CICLO A. DIA 1 DE JUNIO DEL 2014. PPS
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. CICLO A. DIA 1 DE JUNIO DEL 2014. PPS
 
En los lugares celestiales - Elena G. White
En los lugares celestiales - Elena G. White En los lugares celestiales - Elena G. White
En los lugares celestiales - Elena G. White
 
Mensajes para los jóvenes por Elena G. de White
Mensajes para los jóvenes por Elena G. de WhiteMensajes para los jóvenes por Elena G. de White
Mensajes para los jóvenes por Elena G. de White
 
Cada día con Dios - Elena G. White
Cada día con Dios - Elena G. WhiteCada día con Dios - Elena G. White
Cada día con Dios - Elena G. White
 
Maranata el Señor Viene - Elena G. White
Maranata el Señor Viene - Elena G. WhiteMaranata el Señor Viene - Elena G. White
Maranata el Señor Viene - Elena G. White
 
Sagrado corazon, origen y historia del culto
Sagrado corazon, origen y historia del cultoSagrado corazon, origen y historia del culto
Sagrado corazon, origen y historia del culto
 
Hijos e hijas de Dos - Elena G. White
Hijos e hijas de Dos - Elena G. WhiteHijos e hijas de Dos - Elena G. White
Hijos e hijas de Dos - Elena G. White
 
Mujeres de Oración y Predicación
Mujeres de Oración y PredicaciónMujeres de Oración y Predicación
Mujeres de Oración y Predicación
 
2011 03-12 notasegw
2011 03-12 notasegw2011 03-12 notasegw
2011 03-12 notasegw
 
2012 01-05 notasegw
2012 01-05 notasegw2012 01-05 notasegw
2012 01-05 notasegw
 
Alza tus ojos - Elena G. White
Alza tus ojos - Elena G. White Alza tus ojos - Elena G. White
Alza tus ojos - Elena G. White
 
Reflejemos a Jesús - Elena G. White
Reflejemos a Jesús - Elena G. WhiteReflejemos a Jesús - Elena G. White
Reflejemos a Jesús - Elena G. White
 
Exaltad a Jesús - Elena G. White
Exaltad a Jesús - Elena G. WhiteExaltad a Jesús - Elena G. White
Exaltad a Jesús - Elena G. White
 
Recibiréis Poder - Elena G. White
Recibiréis Poder - Elena G. WhiteRecibiréis Poder - Elena G. White
Recibiréis Poder - Elena G. White
 
EGW Hijos e Hijas de Dios
EGW Hijos e Hijas de DiosEGW Hijos e Hijas de Dios
EGW Hijos e Hijas de Dios
 
CARMELO DE TERESA, Decima Semana Ciclo B, Fr Julio César González Carretti ocd
CARMELO DE TERESA, Decima Semana Ciclo B, Fr Julio César González Carretti ocdCARMELO DE TERESA, Decima Semana Ciclo B, Fr Julio César González Carretti ocd
CARMELO DE TERESA, Decima Semana Ciclo B, Fr Julio César González Carretti ocd
 
Nuestra Elevada Vocación - Elena G. White
Nuestra Elevada Vocación - Elena G. WhiteNuestra Elevada Vocación - Elena G. White
Nuestra Elevada Vocación - Elena G. White
 

Similar a Notas de Elena | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela Sabática

Notas de Elena | lección 1 | Nuestro amante Padre celestial | Escuela sabátic...
Notas de Elena | lección 1 | Nuestro amante Padre celestial | Escuela sabátic...Notas de Elena | lección 1 | Nuestro amante Padre celestial | Escuela sabátic...
Notas de Elena | lección 1 | Nuestro amante Padre celestial | Escuela sabátic...jespadill
 
notas ellen white escuela sabatica 27/10/2012
notas ellen white escuela sabatica 27/10/2012notas ellen white escuela sabatica 27/10/2012
notas ellen white escuela sabatica 27/10/2012Misión Peruana del Norte
 
PDF | Notas de Elena | Lección 4 | La epopeya de Jonás | Escuela Sabática
PDF | Notas de Elena | Lección 4 | La epopeya de Jonás | Escuela SabáticaPDF | Notas de Elena | Lección 4 | La epopeya de Jonás | Escuela Sabática
PDF | Notas de Elena | Lección 4 | La epopeya de Jonás | Escuela Sabáticajespadill
 
Notas de Elena | Lección 1 | La naturaleza misionera de Dios | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 1 | La naturaleza misionera de Dios | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 1 | La naturaleza misionera de Dios | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 1 | La naturaleza misionera de Dios | Escuela Sabáticajespadill
 
Notas de Elena | Lección 9 | Nuestra misión | Escuela Sabática Tercer trimest...
Notas de Elena | Lección 9 | Nuestra misión | Escuela Sabática Tercer trimest...Notas de Elena | Lección 9 | Nuestra misión | Escuela Sabática Tercer trimest...
Notas de Elena | Lección 9 | Nuestra misión | Escuela Sabática Tercer trimest...jespadill
 
Notas de Elena | Lección 3 | El Espíritu Santo | Escuela Sabática Tercer trim...
Notas de Elena | Lección 3 | El Espíritu Santo | Escuela Sabática Tercer trim...Notas de Elena | Lección 3 | El Espíritu Santo | Escuela Sabática Tercer trim...
Notas de Elena | Lección 3 | El Espíritu Santo | Escuela Sabática Tercer trim...jespadill
 
Notas de Elena | Lección 4 | Sabiduría Divina | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 4 | Sabiduría Divina | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 4 | Sabiduría Divina | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 4 | Sabiduría Divina | Escuela Sabáticajespadill
 
Notas de Elena | Lección 10 | Detrás de la máscara | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 10 | Detrás de la máscara | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 10 | Detrás de la máscara | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 10 | Detrás de la máscara | Escuela Sabáticajespadill
 
Dios en carne humana
Dios en carne humanaDios en carne humana
Dios en carne humanaFreddy Silva
 
Profecía | Comentario de EGW - Apocalipsis 18
Profecía | Comentario de EGW - Apocalipsis 18Profecía | Comentario de EGW - Apocalipsis 18
Profecía | Comentario de EGW - Apocalipsis 18Ministerio Palmoni
 
Notas de Elena | Lección 9 | Jesús, el gran Maestro | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 9 | Jesús, el gran Maestro | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 9 | Jesús, el gran Maestro | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 9 | Jesús, el gran Maestro | Escuela Sabáticajespadill
 

Similar a Notas de Elena | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela Sabática (20)

2012 01-01 notasegw
2012 01-01 notasegw2012 01-01 notasegw
2012 01-01 notasegw
 
Notas de Elena | lección 1 | Nuestro amante Padre celestial | Escuela sabátic...
Notas de Elena | lección 1 | Nuestro amante Padre celestial | Escuela sabátic...Notas de Elena | lección 1 | Nuestro amante Padre celestial | Escuela sabátic...
Notas de Elena | lección 1 | Nuestro amante Padre celestial | Escuela sabátic...
 
notas Ellen White esc. sab 03/11/2012
notas Ellen White esc. sab 03/11/2012notas Ellen White esc. sab 03/11/2012
notas Ellen White esc. sab 03/11/2012
 
notas ellen white escuela sabatica 27/10/2012
notas ellen white escuela sabatica 27/10/2012notas ellen white escuela sabatica 27/10/2012
notas ellen white escuela sabatica 27/10/2012
 
PDF | Notas de Elena | Lección 4 | La epopeya de Jonás | Escuela Sabática
PDF | Notas de Elena | Lección 4 | La epopeya de Jonás | Escuela SabáticaPDF | Notas de Elena | Lección 4 | La epopeya de Jonás | Escuela Sabática
PDF | Notas de Elena | Lección 4 | La epopeya de Jonás | Escuela Sabática
 
Notas de Elena | Lección 1 | La naturaleza misionera de Dios | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 1 | La naturaleza misionera de Dios | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 1 | La naturaleza misionera de Dios | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 1 | La naturaleza misionera de Dios | Escuela Sabática
 
Notas de Elena | Lección 9 | Nuestra misión | Escuela Sabática Tercer trimest...
Notas de Elena | Lección 9 | Nuestra misión | Escuela Sabática Tercer trimest...Notas de Elena | Lección 9 | Nuestra misión | Escuela Sabática Tercer trimest...
Notas de Elena | Lección 9 | Nuestra misión | Escuela Sabática Tercer trimest...
 
2011 04-08 notasegw
2011 04-08 notasegw2011 04-08 notasegw
2011 04-08 notasegw
 
Notas de Elena | Lección 3 | El Espíritu Santo | Escuela Sabática Tercer trim...
Notas de Elena | Lección 3 | El Espíritu Santo | Escuela Sabática Tercer trim...Notas de Elena | Lección 3 | El Espíritu Santo | Escuela Sabática Tercer trim...
Notas de Elena | Lección 3 | El Espíritu Santo | Escuela Sabática Tercer trim...
 
Notas de Elena | Lección 4 | Sabiduría Divina | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 4 | Sabiduría Divina | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 4 | Sabiduría Divina | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 4 | Sabiduría Divina | Escuela Sabática
 
Salid de babilonia pueblo mío
Salid de babilonia pueblo míoSalid de babilonia pueblo mío
Salid de babilonia pueblo mío
 
Examen Complexivo 1ª parte
Examen Complexivo 1ª parteExamen Complexivo 1ª parte
Examen Complexivo 1ª parte
 
notas de ellen white leccion 09
notas de ellen white leccion 09notas de ellen white leccion 09
notas de ellen white leccion 09
 
Notas de Elena | Lección 10 | Detrás de la máscara | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 10 | Detrás de la máscara | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 10 | Detrás de la máscara | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 10 | Detrás de la máscara | Escuela Sabática
 
Dios en carne humana
Dios en carne humanaDios en carne humana
Dios en carne humana
 
31 14 hijos e hijas de dios helena white www.gftaognosticaespiritual.org
31 14 hijos e hijas de dios helena white  www.gftaognosticaespiritual.org31 14 hijos e hijas de dios helena white  www.gftaognosticaespiritual.org
31 14 hijos e hijas de dios helena white www.gftaognosticaespiritual.org
 
2011 04-02 notasegw
2011 04-02 notasegw2011 04-02 notasegw
2011 04-02 notasegw
 
Profecía | Comentario de EGW - Apocalipsis 18
Profecía | Comentario de EGW - Apocalipsis 18Profecía | Comentario de EGW - Apocalipsis 18
Profecía | Comentario de EGW - Apocalipsis 18
 
Notas de Elena | Lección 9 | Jesús, el gran Maestro | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 9 | Jesús, el gran Maestro | Escuela SabáticaNotas de Elena | Lección 9 | Jesús, el gran Maestro | Escuela Sabática
Notas de Elena | Lección 9 | Jesús, el gran Maestro | Escuela Sabática
 
Leccion jovrenes:La creación y el evangelio
Leccion jovrenes:La creación y el evangelioLeccion jovrenes:La creación y el evangelio
Leccion jovrenes:La creación y el evangelio
 

Más de jespadill

Lección 5 - Resurrecciones antes de la cruz - Escuela Sabática PowerPoint
Lección 5 - Resurrecciones antes de la cruz - Escuela Sabática PowerPointLección 5 - Resurrecciones antes de la cruz - Escuela Sabática PowerPoint
Lección 5 - Resurrecciones antes de la cruz - Escuela Sabática PowerPointjespadill
 
Escuela Sabática Completa PDF Cuarto trimestre 2022
Escuela Sabática Completa PDF Cuarto trimestre 2022Escuela Sabática Completa PDF Cuarto trimestre 2022
Escuela Sabática Completa PDF Cuarto trimestre 2022jespadill
 
Notas de Elena - Lección 2 - Muerte en un mundo pecaminoso
Notas de Elena - Lección 2 - Muerte en un mundo pecaminosoNotas de Elena - Lección 2 - Muerte en un mundo pecaminoso
Notas de Elena - Lección 2 - Muerte en un mundo pecaminosojespadill
 
Lección 1. Rebelión en un Universo perfecto
Lección 1. Rebelión en un Universo perfectoLección 1. Rebelión en un Universo perfecto
Lección 1. Rebelión en un Universo perfectojespadill
 
Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática PowerPointLección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática PowerPointjespadill
 
PDF | Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática
PDF | Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela SabáticaPDF | Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática
PDF | Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabáticajespadill
 
Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática PowerPointLección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática PowerPointjespadill
 
PDF | Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática
PDF | Lección 11 | Anhelo de más | Escuela SabáticaPDF | Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática
PDF | Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabáticajespadill
 
Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática PowerPointLección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática PowerPointjespadill
 
PDF | Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática
PDF | Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela SabáticaPDF | Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática
PDF | Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabáticajespadill
 
Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática PowerPointLección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática PowerPointjespadill
 
PDF | Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática
PDF | Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela SabáticaPDF | Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática
PDF | Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabáticajespadill
 
Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática PowerPointLección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática PowerPointjespadill
 
PDF | Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática
PDF | Lección 8 | Libres para descansar | Escuela SabáticaPDF | Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática
PDF | Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabáticajespadill
 
Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática PowerPointLección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática PowerPointjespadill
 
PDF | Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática
PDF | Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela SabáticaPDF | Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática
PDF | Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabáticajespadill
 
Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabática P...
Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabática P...Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabática P...
Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabática P...jespadill
 
PDF | Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabá...
PDF | Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabá...PDF | Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabá...
PDF | Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabá...jespadill
 
Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática PowerPointLección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática PowerPointjespadill
 
PDF | Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática
PDF | Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela SabáticaPDF | Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática
PDF | Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabáticajespadill
 

Más de jespadill (20)

Lección 5 - Resurrecciones antes de la cruz - Escuela Sabática PowerPoint
Lección 5 - Resurrecciones antes de la cruz - Escuela Sabática PowerPointLección 5 - Resurrecciones antes de la cruz - Escuela Sabática PowerPoint
Lección 5 - Resurrecciones antes de la cruz - Escuela Sabática PowerPoint
 
Escuela Sabática Completa PDF Cuarto trimestre 2022
Escuela Sabática Completa PDF Cuarto trimestre 2022Escuela Sabática Completa PDF Cuarto trimestre 2022
Escuela Sabática Completa PDF Cuarto trimestre 2022
 
Notas de Elena - Lección 2 - Muerte en un mundo pecaminoso
Notas de Elena - Lección 2 - Muerte en un mundo pecaminosoNotas de Elena - Lección 2 - Muerte en un mundo pecaminoso
Notas de Elena - Lección 2 - Muerte en un mundo pecaminoso
 
Lección 1. Rebelión en un Universo perfecto
Lección 1. Rebelión en un Universo perfectoLección 1. Rebelión en un Universo perfecto
Lección 1. Rebelión en un Universo perfecto
 
Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática PowerPointLección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática PowerPoint
 
PDF | Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática
PDF | Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela SabáticaPDF | Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática
PDF | Lección 12 | El Profeta sin descanso | Escuela Sabática
 
Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática PowerPointLección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática PowerPoint
 
PDF | Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática
PDF | Lección 11 | Anhelo de más | Escuela SabáticaPDF | Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática
PDF | Lección 11 | Anhelo de más | Escuela Sabática
 
Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática PowerPointLección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática PowerPoint
 
PDF | Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática
PDF | Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela SabáticaPDF | Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática
PDF | Lección 10 | El Descanso Sabático | Escuela Sabática
 
Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática PowerPointLección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática PowerPoint
 
PDF | Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática
PDF | Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela SabáticaPDF | Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática
PDF | Lección 9 | Los ritmos del descanso | Escuela Sabática
 
Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática PowerPointLección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática PowerPoint
 
PDF | Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática
PDF | Lección 8 | Libres para descansar | Escuela SabáticaPDF | Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática
PDF | Lección 8 | Libres para descansar | Escuela Sabática
 
Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática PowerPointLección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática PowerPoint
 
PDF | Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática
PDF | Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela SabáticaPDF | Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática
PDF | Lección 7 | El descanso, las relaciones y la salud | Escuela Sabática
 
Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabática P...
Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabática P...Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabática P...
Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabática P...
 
PDF | Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabá...
PDF | Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabá...PDF | Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabá...
PDF | Lección 6 | Cómo hallar descanso en los lazos familiares | Escuela Sabá...
 
Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática PowerPointLección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática PowerPoint
Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática PowerPoint
 
PDF | Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática
PDF | Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela SabáticaPDF | Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática
PDF | Lección 5 | “Venid a mí...” | Escuela Sabática
 

Último

Valoración Crítica de EEEM Feco2023 FFUCV
Valoración Crítica de EEEM Feco2023 FFUCVValoración Crítica de EEEM Feco2023 FFUCV
Valoración Crítica de EEEM Feco2023 FFUCVGiustinoAdesso1
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxMaritzaRetamozoVera
 
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdf
plan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdfplan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdf
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdfenelcielosiempre
 
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptxEstrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptxdkmeza
 
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSOCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSYadi Campos
 
Dinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dDinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dstEphaniiie
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...JonathanCovena1
 
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IIAFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IIIsauraImbrondone
 
Imperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperioImperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperiomiralbaipiales2016
 
Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...
Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...
Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...Lourdes Feria
 
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...JAVIER SOLIS NOYOLA
 
Programacion Anual Matemática4 MPG 2024 Ccesa007.pdf
Programacion Anual Matemática4    MPG 2024  Ccesa007.pdfProgramacion Anual Matemática4    MPG 2024  Ccesa007.pdf
Programacion Anual Matemática4 MPG 2024 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
actividades comprensión lectora para 3° grado
actividades comprensión lectora para 3° gradoactividades comprensión lectora para 3° grado
actividades comprensión lectora para 3° gradoJosDanielEstradaHern
 
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesPIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesYanirisBarcelDelaHoz
 
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAFORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAEl Fortí
 
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.Alejandrino Halire Ccahuana
 
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...JAVIER SOLIS NOYOLA
 

Último (20)

Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
 
Valoración Crítica de EEEM Feco2023 FFUCV
Valoración Crítica de EEEM Feco2023 FFUCVValoración Crítica de EEEM Feco2023 FFUCV
Valoración Crítica de EEEM Feco2023 FFUCV
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
 
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdf
plan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdfplan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdf
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdf
 
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptxEstrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
 
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSOCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
 
Dinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dDinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes d
 
Presentacion Metodología de Enseñanza Multigrado
Presentacion Metodología de Enseñanza MultigradoPresentacion Metodología de Enseñanza Multigrado
Presentacion Metodología de Enseñanza Multigrado
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
 
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IIAFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
 
Imperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperioImperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperio
 
Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...
Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...
Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...
 
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
 
Programacion Anual Matemática4 MPG 2024 Ccesa007.pdf
Programacion Anual Matemática4    MPG 2024  Ccesa007.pdfProgramacion Anual Matemática4    MPG 2024  Ccesa007.pdf
Programacion Anual Matemática4 MPG 2024 Ccesa007.pdf
 
Unidad 3 | Metodología de la Investigación
Unidad 3 | Metodología de la InvestigaciónUnidad 3 | Metodología de la Investigación
Unidad 3 | Metodología de la Investigación
 
actividades comprensión lectora para 3° grado
actividades comprensión lectora para 3° gradoactividades comprensión lectora para 3° grado
actividades comprensión lectora para 3° grado
 
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesPIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
 
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAFORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
 
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
 
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
 

Notas de Elena | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela Sabática

  • 1. www.EscuelaSabatica.es II Trimestre de 2015 El libro de Lucas Notas de Elena G. de White www.EscuelaSabatica.es Lección 1 4 de abril 2015 La venida de Jesús: Sábado 28 de marzo Cuanto más pensamos acerca de Cristo convirtiéndose en un bebé sobre la tierra, tanto más admirable parece este tema. ¿Cómo podía ser que el niño indefenso del pesebre de Belén siguiera siendo el divino Hijo de Dios? Aunque no podamos entenderlo, podemos creer que Aquel que hizo los mundos, por causa de nosotros se convirtió en un niño indefenso. Aunque era más encumbrado que ninguno de los ángeles, aunque era tan grande como el Padre en su trono de los cielos, llegó a ser uno con nosotros. En él, Dios y el hombre se hicieron uno; y es en este acto donde encontramos la esperanza de nuestra raza caída. Mirando a Cristo en la carne, miramos a Dios en la humanidad, y vemos en él el brillo de la gloria divina, la imagen expresa de Dios el Padre. Al contemplar la encamación de Cristo en la humanidad, quedamos ató- nitos frente a un misterio insondable que la mente humana no puede com- prender. Mientras más reflexionamos acerca de él, más extraordinario nos parece. ¡Cuán vasto es el contraste entre la divinidad de Cristo y el impo- tente bebecito del pesebre de Belén! ¿Cómo se puede medir la diferencia que hay entre el Dios todopoderoso y un niño impotente? Sin embargo el Creador de los mundos, Aquel en quien moraba la plenitud de la Deidad corporalmente, se manifestó en el desvalido bebé del pesebre. ¡Incompara- blemente más elevado que todos los ángeles, igual al Padre en dignidad y gloria, y sin embargo vestido con la ropa de la humanidad! La divinidad y la humanidad se hallaban combinadas misteriosamente, y el hombre y Dios fueron uno solo. En esta unión es donde encontramos la esperanza de la raza caída {Exaltad a Jesús, p. 69). Domingo 29 de marzo: Un informe ordenado (S. Lucas 1:1-3; Hechos 1:1-3) No ha habido ni una sola nube que ha caído sobre la iglesia para la cual
  • 2. www.EscuelaSabatica.es Dios no haya hecho provisión; no se ha levantado ni una sola fuerza oposi- tora para contrarrestar la obra de Dios que él no haya previsto. Todo ha ocurrido como lo predijo por medio de sus profetas. No ha dejado a su igle- sia en tinieblas y olvidada, sino que ha mostrado mediante declaraciones proféticas lo que ocurriría, y obrando por medio de su providencia en el lugar designado de la historia del mundo, ha dado lugar a aquello que el Espíritu Santo reveló a sus profetas para que lo predijeran. Todos sus pro- pósitos se cumplirán y se afirmarán. Su ley está unida con su trono, y los instrumentos satánicos combinados con los instrumentos humanos no pue- den destruirla. La verdad es inspirada y está protegida por Dios; perdurará y tendrá buen éxito, aunque algunas veces aparezca oscurecida. El evangelio de Cristo es la ley ejemplificada en el carácter. Los engaños practicados contra ella, toda invención destinada a vindicar la falsedad, y todo error forjado por los instrumentos satánicos, llegarán a ser desbaratados para siempre, y el triunfo de la verdad será como la apariencia del sol en el me- diodía. El Sol de justicia brillará con poder sanador en sus rayos, y toda la tierra estará llena de su gloria (¡Maranata: El Señor viene!, p. 16). Dios se ha dignado comunicar la verdad al mundo por medio del instru- mento humano, y él mismo, por su Santo Espíritu, habilitó a hombres y los hizo capaces de realizar esta obra. Guió la inteligencia de ellos en la elec- ción de lo que debían decir y escribir. El tesoro fue confiado a vasos de barro, pero no por eso deja de ser del cielo... y el hijo de Dios, obediente y creyente, contempla en ello la gloria de un poder divino, lleno de gracia y de verdad. Los escritores de la Biblia tuvieron que expresar sus ideas en un lengua- je humano. Fue escrita por seres humanos; pero éstos fueron inspirados por el Espíritu Santo... Las Escrituras no fueron dadas en forma de una cadena ininterrumpida sino parte por parte a través de las generaciones, como Dios en su provi- dencia vio conveniente para impresionar al hombre en distintos tiempos y lugares... No hay siempre un orden perfecto o aparente unidad en las Escrituras... Las verdades de la Biblia son como perlas escondidas. Tienen que ser bus- cadas ahondando con esfuerzo perseverante. Los que echan un vistazo su- perficial sobre la Escritura, con el conocimiento superficial que ellos consi- deran muy profundo, hablan de las contradicciones de la Biblia y ponen en duda su autoridad. Pero aquellos cuyos corazones están en armonía con la verdad y el deber escudriñarán las Escrituras con el corazón preparado para recibir las impresiones divinas {La fe por la cual vivo, p. 13). Lunes 30 de marzo: “Se llamará Juan” Dios había llamado al hijo de Zacarías a una gran obra, la mayor que hubiera sido confiada alguna vez a los hombres. A fin de ejecutar esta obra, el Señor debía obrar con él. Y el Espíritu de Dios estaría con él si prestaba atención a las instrucciones del ángel. Juan había de salir como mensajero de Jehová, para comunicar a los hombres la luz de Dios. Debía dar una nueva dirección a sus pensamientos.
  • 3. www.EscuelaSabatica.es Debía hacerles sentir la santidad de los requerimientos de Dios, y su nece- sidad de la perfecta justicia divina. Un mensajero tal debía ser santo. Debía ser templo del Espíritu de Dios. A fin de cumplir su misión, debía tener una constitución física sana, y fuerza mental y espiritual. Por lo tanto, le sería necesario dominar sus apetitos y pasiones. Debía poder dominar todas sus facultades, para poder permanecer entre los hombres tan inconmovible frente a las circunstancias que le rodeasen como las rocas y montañas del desierto (El Deseado de todas las gentes, p. 75). Juan el Bautista, el precursor de Cristo, recibió de sus padres su primera preparación. Pasó la mayor parte de su vida en el desierto... Prefirió Juan dejar de lado los goces y lujos de la vida en la ciudad para someterse a la severa disciplina del desierto. Allí el ambiente era favorable para los hábi- tos de sencillez y abnegación. Allí, sin que le interrumpiera el clamor del mundo, podía estudiar las lecciones de la naturaleza, de la revelación y de la providencia... Desde la infancia se le había recordado su misión, y él había aceptado el cometido santo. La soledad del desierto le proporcionaba una grata oportunidad de escapar de una sociedad en que las sospechas, la incredulidad y la impureza lo dominaban casi todo. Desconfiaba de su pro- pia fuerza para resistir la tentación y rehuía el contacto constante con el pecado, no fuese que hubiese de perder el sentido de su excesiva pecamino- sidad (El hogar cristiano, pp. 116, 117). El mismo acto con el cual Herodías pensó que libraría al mundo de la in- fluencia del profeta, lo transformó en un mártir santo, no solo para sus dis- cípulos sino para aquellos que no se habían atrevido a declararse sus segui- dores. Muchos que habían escuchado su mensaje y advertencias, y que se- cretamente estaban convencidos de sus enseñanzas, ahora, espantados por el horrible crimen a sangre fría, se declararon públicamente sus discípulos. Herodías fracasó en su intento de silenciar la influencia de las enseñanzas de Juan; éstas habrían de extenderse generación tras generación hasta el fin del tiempo, mientras que la vida corrupta de esa mujer vengativa cosecharía solamente infamia (The Spirit of Prophecy, t. 2, p. 81). Martes 31 de marzo: “Llamarás su nombre Jesús” Cuando la Majestad del cielo se convirtió en una criatura y fue confiada a María, ésta no tenía mucho que ofrecer por ese precioso don. Llevó al altar solamente dos tórtolas, que eran la ofrenda designada para los pobres; pero fue un sacrificio aceptable para el Señor. Ella no pudo presentar teso- ros preciosos como los que los sabios del Oriente ofrecieron al Hijo de Dios en Belén; sin embargo la madre de Jesús no fue rechazada debido a la pe- queñez de su don. Fue la disposición de su corazón lo que el Señor contem- pló, y su amor tomó suave la ofrenda. Así también Dios aceptará nuestro don, aunque éste sea pequeño, si es lo mejor que tenemos y si se lo ofrece- mos con amor (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 182). No solo cuando vino el Salvador, sino a través de todos los siglos des- pués de la caída del hombre y de la promesa de la redención, “Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí” (2 Corintios 5:19). Cristo era el fun- damento y el centro del sistema de sacrificios, tanto en la era patriarcal co-
  • 4. www.EscuelaSabatica.es mo en la judía. Desde que pecaron nuestros primeros padres, no ha habido comunicación directa entre Dios y el hombre. El Padre puso el mundo en manos de Cristo para que por su obra mediadora redimiera al hombre y vindicara la autoridad y santidad de la ley divina. Toda comunicación entre el cielo y la raza caída se ha hecho por medio de Cristo. Fue el Hijo de Dios quien dio a nuestros primeros padres la promesa de la redención. Fue él quien se reveló a los patriarcas... Fue él quien dio la ley a Israel (La maravi- llosa gracia de Dios, p. 43). Cristo no había cambiado su divinidad por humanidad; sino que revistió su divinidad con humanidad. Sed cuidadosos, sumamente cuidadosos en la forma en que os ocupáis de la naturaleza de Cristo. No lo presentéis ante la gente como un hombre con tendencias al pecado. Él es el segundo Adán. El primer Adán fue crea- do como un ser puro y sin pecado, sin una mancha de pecado sobre él; era la imagen de Dios. Podía caer, y cayó por la transgresión. Por causa del pecado su posteridad nació con tendencias inherentes a la desobediencia. Pero Jesucristo era el unigénito Hijo de Dios. Tomó sobre sí la naturaleza humana, y fue tentado en todo sentido como es tentada la naturaleza huma- na. Podría haber pecado; podría haber caído, pero en ningún momento hubo en él tendencia alguna al mal. Fue asediado por las tentaciones en el desier- to como lo fue Adán por las tentaciones en el Edén... Su nacimiento fue un milagro de Dios, pues el ángel dijo: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JE- SUS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siem- pre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”. Estas palabras no se refieren a ningún ser humano, excepto al Hijo del Dios infinito. Nunca dejéis, en forma alguna, la más leve impresión en las mentes humanas de que una mancha de corrupción o una inclinación hacia ella descansó sobre Cristo, o que en alguna manera se rindió a la corrup- ción. Fue tentado en todo como el hombre es tentado, y sin embargo él es llamado “el Santo Ser”. Que Cristo pudiera ser tentado en todo como lo somos nosotros y sin embargo fuera sin pecado, es un misterio que no ha sido explicado a los mortales. La encamación de Cristo siempre ha sido un misterio, y siempre seguirá siéndolo. Lo que se ha revelado es para nosotros y para nuestros hijos; pero que cada ser humano permanezca en guardia para que no haga a Cristo completamente humano, como uno de nosotros, porque esto no puede ser. No es necesario que sepamos el momento exacto cuando la humanidad se combinó con la divinidad. Debemos mantener nuestros pies sobre la Roca Cristo Jesús, como Dios revelado en humanidad (Comentario bíblico adventista, t. 5, pp. 1102, 1103). Miércoles 1 de abril: El pesebre en Belén Jesús vino a este mundo en humildad. Era de familia pobre. La Majestad
  • 5. www.EscuelaSabatica.es de los cielos, el Rey de gloria, el Jefe de las huestes angélicas, se rebajó hasta aceptar la humanidad y escogió una vida de pobreza y humillación. No tuvo oportunidades que no tengan los pobres. El trabajo rudo, las penu- rias y privaciones eran parte de su suerte diaria. “Las zarras tienen cuevas - decía- y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recline la cabeza” (S. Lucas 9:58) Jesús no buscó la admiración ni los aplausos de los hombres. No mandó ejército alguno. No gobernó reino terrenal alguno. No corrió tras los favo- res de los ricos y de aquellos a quienes el mundo honra. No procuró figurar entre los caudillos de la nación. Vivió entre la gente humilde. No tuvo en cuenta las distinciones artificiosas de la sociedad. Desdeñó la aristocracia de nacimiento, fortuna, talento, instrucción y categoría social (El ministerio de curación, p. 149). El Salvador continúa realizando hoy la misma obra que cuando ofreció el agua de vida a la mujer samaritana. Los que se llaman sus discípulos pueden despreciar y rehuir a los parias; pero el amor de él hacia los hom- bres no se deja desviar por ninguna circunstancia de nacimiento, nacionali- dad, o condición de vida. A toda alma, por pecaminosa que sea, Jesús dice: Si me pidieras, yo te daría el agua de la vida. No debemos estrechar la invitación del evangelio y presentarla solamen- te a unos pocos elegidos, que, suponemos nosotros, nos honrarán aceptán- dola. El mensaje ha de proclamarse a todos. Doquiera haya corazones abiertos para recibir la verdad, Cristo está listo para instruirlos. El les revela al Padre y la adoración que es aceptable para Aquel que lee el corazón. Para los tales no usa parábolas. A ellos, como a la mujer samaritana al lado del pozo, dice: “Yo soy, que hablo contigo” (El Deseado de todas las gentes, p. 165). Los padres de Jesús eran pobres y dependían de su trabajo diario para su sostén. El conoció la pobreza, la abnegación y las privaciones. Esto file para él una salvaguardia. En su vida laboriosa, no había momentos ociosos que invitasen a la tentación. No había horas vacías que preparasen el ca- mino para las compañías corruptas. En cuanto le era posible, cerraba la puerta al tentador. Ni la ganancia ni el placer, ni los aplausos ni la censura, podían inducirle a consentir en un acto pecaminoso. Era sabio para discer- nir el mal, y fuerte para resistirlo... Jesús vivió en un hogar de artesanos, y con fidelidad y alegría desempe- ñó su parte en llevar las cargas de la familia. Había sido el generalísimo del cielo, y los ángeles se habían deleitado cumpliendo su palabra; ahora era un siervo voluntario, un hijo amante y obediente. Aprendió un oficio, y con sus propias manos trabajaba en la carpintería con José. Vestido como un obrero común, recorría las calles de la pequeña ciudad, yendo a su humilde trabajo y volviendo de él. No empleaba su poder divino para disminuir sus cargas ni aliviar su trabajo {El Deseado de todas las gentes, pp. 52, 53) Jueves 2 de abril: Los testigos del Salvador María esperaba el reinado del Mesías en el trono de David, pero no veía el bautismo de sufrimiento por cuyo medio debía ganarlo. Simeón reveló el
  • 6. www.EscuelaSabatica.es hecho de que el Mesías no iba a encontrar una senda expedita por el mun- do. En las palabras dirigidas a María: “Una espada traspasará tu alma”, Dios, en su misericordia, dio a conocer a la madre de Jesús la angustia que por él ya había empezado a sufrir {El Deseado de todas las gentes, pp. 38, 39). Jesús no se interpuso para librar a su siervo. Sabía que Juan soportaría la prueba. Gozosamente habría ido el Salvador a Juan, para alegrar la lobre- guez de la mazmorra con su presencia. Pero no debía colocarse en las ma- nos de sus enemigos, ni hacer peligrar su propia misión. Gustosamente ha- bría librado a su siervo fiel. Pero por causa de los millares que en años ulte- riores debían pasar de la cárcel a la muerte, Juan había de beber la copa del martirio. Mientras los discípulos de Jesús languideciesen en solitarias cel- das, o pereciesen por la espada, el potro o la hoguera... ¡qué apoyo iba a ser para su corazón el pensamiento de que Juan el Bautista, cuya fidelidad Cristo mismo había atestiguado, había experimentado algo similar!... Dios no conduce nunca a sus hijos de otra manera que la que ellos elegi- rían si pudiesen ver el fin desde el principio, y discernir la gloria del propó- sito que están cumpliendo como colaboradores suyos. Ni Enoc, que fue trasladado al cielo, ni Elías, que ascendió en un carro de fuego, fueron ma- yores o más honrados que Juan el Bautista, que pereció solo en la mazmo- rra. “A vosotros es concedido por Cristo, no solo que creáis en él, sino tam- bién que padezcáis por él” (Filipenses 1:29). Y de todos los dones que el Cielo puede conceder a los hombres, la comunión con Cristo en sus sufri- mientos es el más grave cometido y el más alto honor {Conflicto y valor, p. 278). Al aceptar a Jesucristo, también debemos aceptar las condiciones y re- querimientos que ello significa. Es hacer del reino de Dios nuestra prioridad en la vida. Las dificultades y obstrucciones aparecerán, especialmente aquellas que tienen que ver con el yo, porque Cristo demanda el corazón, el alma, la mente y la fuerza de cada ser humano. “No sois vuestros. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuer- po y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:19, 20). Requerirá humillación, abnegación y sacrificios, y un constante conflicto con las pasiones humanas. En la senda preparada para los redimidos del Señor no hay lugar para expresar nuestro temperamento natural. Los que profesan caminar en la senda angosta pero practican las acciones de los no convertidos, solo tendrán como resultado vergüenza y desgracia (Bible Training School, octubre 1, 1916). Aquel que cree plenamente en Cristo llega a ser un participante de la na- turaleza divina, y el poder así recibido le servirá para hacer frente a cual- quier tentación. No caerá en la tentación ni será derrotado por falta de ayu- da. En los momentos de prueba podrá valerse de las promesas y por medio de ellas escapar de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concu- piscencia... Para hacemos participantes de la naturaleza divina, el cielo entregó su tesoro más valioso. El Hijo de Dios se quitó su manto real y su corona y descendió a la tierra en la forma de un niño. Resolvió vivir una vida perfec- ta desde la infancia hasta la madurez. Se comprometió a permanecer como
  • 7. www.EscuelaSabatica.es representante del Padre en un mundo caído. Y hasta moriría en beneficio de la raza caída. ¡Qué obra maravillosa ésta! (Dios nos cuida, p. 60). Viernes 3 de abril: Para estudiar y meditar El Deseado de todas las gentes, pp. 29-33. Material facilitado por JESÚS PADILLA © http://escuelasabatica.es/ www.facebook.com/EscuelaSabatica.es Suscríbase para recibir gratuitamente recursos para la Escuela Sabática