1. TEMA 2.- ESPAÑA EN LA EUROPA NAPOLEÓNICA (1808-1814).
A). La Guerra de la Independencia: características y consecuencias.
Al final del reinado de Carlos IV se desarrollaran de forma muy rápida los acontecimientos
nacionales e internacionales. Tras el tratado de Fontainebleau y la entrada de las tropas
napoleónicas en la península tanto Carlos IV como Fernando VII acuden a Bayona para
entrevistarse con el Emperador. Allí Fernando es obligado a devolver la corona a su padre.
Este hecho puso a muchos españoles en contra de Napoleón, al que consideraban el apoyo
de Fernando, porque vieron que había traicionado la revolución de Aranjuez. Carlos
renuncia a sus derechos tras los acontecimientos del 2 de Mayo en favor del hermano de
Napoleón, José I (el 4 de junio ante las cortes estamentales). Como hará en todos los países
por él conquistados acaba con el Antiguo Régimen e impone un nuevo orden legislativo
(claridad, utilidad, igualdad, que acabe con la confusa legislación de origen medieval)
mandando redactar una carta constitucional a instancias de José (el Estatuto de 1808 o
constitución de Bayona) que lo recoja (que no será reconocida como constitución al no
haber sido redactada por un grupo de diputados elegidos por sufragio, sino directamente
designados por el gobierno francés).
Los afrancesados fueron el grupo de españoles que decidieron colaborar con el gobierno de
José I, convencidos de que era la forma de salvar la independencia nacional y evitar que
España fuera gobernada directamente desde París (como ocurrió con la zona del Ebro desde
1810). Al avanzar la sublevación los militares franceses fueron asumiendo todas las
decisiones y los civiles pasaron a segundo plano, lo que llevaba al fracaso el intento de un
gobierno moderno y racional por parte de José. La guerra no dejó que la Constitución de
Bayona fuera aplicada, ni el proyecto de un nuevo sistema de enseñanza, la abolición de la
Inquisición o de los conventos... Muchos de los afrancesados lo eran porque estaban
convencidos de que era el mejor camino para seguir con el reformismo ilustrado anterior, es
decir el reformismo desde arriba (otros lo fueron por pura comodidad, para seguir con sus
cargos y sus sueldos). No debemos confundir a los liberales de Cádiz con los afrancesados,
pues los primeros eran patriotas y demócratas, defensores del la Soberanía Nacional.
Mientras en España Fernando ha dejado como regente a la Junta de Gobierno, con la orden
expresa de obedecer en todo a los Franceses (Murat). El Consejo de Castilla también acepta
la situación, lo mismo que el ejército, aunque el descontento es cada vez mayor. Para que
los acontecimientos de Bayona tengan validez es necesario que toda la familia real renuncie
a sus derechos y Napoleón da orden de que sean trasladados. Cuando los últimos miembros
iban a ser trasladados se inicia un motín popular espontáneo en la puerta del Palacio Real.
Las tropas reales disparan contra el pueblo y el motín se extiende por todo Madrid. El
pueblo ataca a las tropas francesas con las pocas armas de las que dispone. El Consejo de
Castilla y la mayor parte del ejército se negaron a seguir la revuelta e incluso ayudan a
sofocarla, pero el cuartel de la Montaña (Ruiz , Daoiz y Velarde) se sublevó con el pueblo.
Mal organizados sufrieron una durísima represión, lo mismo que el resto del pueblo, al día
siguiente en la Moncloa (acontecimiento magistralmente plasmado por Goya). Al margen
de estos acontecimientos el pueblo no puede entender estos tejemanejes que le dejan
merced de un ejército y un rey extranjeros, aunque los afrancesados e ilustrados apoyan la
nueva monarquía.
2. Cuando la noticia de lo acontecido en Madrid se va extendiendo por el resto de España, el
pueblo toma conciencia de que ya no debe obedecer a los representantes legítimos de la
monarquía e inicia una lucha por España y por Fernando VII (“el deseado”). El Alcalde de
Móstoles (Andrés Torrejón) es el primero en declarar la guerra a Francia, pero poco a poco
en el resto de España se forman Juntas locales y provinciales, auténticos órganos de
gobierno, que se adhirieron a esta declaración. Estas juntas van a dirigir las operaciones
militares entre 1808 y 1814, y van a asumir el gobierno. En la base del sistema de Juntas se
encontraban las Juntas Ciudadanas. Aunque más o menos controladas por los notables
locales (que impiden que se camine hacia la revolución) eran elegidas popularmente, y
canalizaban el entusiasmo patriótico. Por encima, y elegidas por ellas, estaban las juntas
provinciales, que actuaron como estados soberanos e independientes, y generalmente no
intervenían en los acontecimientos de otras provincias. Paralelamente seguían funcionando
los órganos de gobierno tradicionales (el Consejo de Castilla), pero las juntas los
despreciaron por considerarlos entregados al enemigo. Poco a poco se fue imponiendo la
necesidad de coordinar los esfuerzos de las juntas locales y en 1808 los delegados de las
juntas provinciales se reunieron en Aranjuez, constituyendo la Junta Central. Pero esta junta
siempre estuvo desacreditada, tanto por las juntas locales, que se consideraban los
auténticos representantes del pueblo, como por los órganos oficiales del poder, que no
podían admitir la autoridad de un organismo formado por representantes del pueblo y que
usurpaba el poder soberano del rey. Tras la reunión en Cádiz la Junta desapareció.
• En agosto las tropas de la junta de Sevilla y Cádiz, mandadas por el General Castaños
derrotan a las tropas francesas (Dupont) en Bailen. Esta derrota va a tener una gran
repercusión en Europa pues fue la primera derrota de las tropas napoleónicas. Los
franceses abandonan el sitio de Zaragoza (Palafox) y de Gerona y José I tiene que huir
de Madrid.
• Las juntas mandan emisarios a Inglaterra para pedir ayuda y el Duque de Wellington
desembarca en Portugal. Los franceses tienen que abandonar Portugal.
• Ante estos reveses Napoleón decide ponerse al mando de la situación, llegando a la
Península. Lleva a cabo una gran ofensiva en el Ebro (nuevo sitio de Zaragoza) y
avanza hacia Madrid. Para hacerle frente se forma La Junta Central, que intentará
asumir el gobierno y la dirección de la guerra, bajo el mando de Floridablanca y luego
del Marqués de Astorga.
• Tras una dura resistencia (Chamartín y puerta de Alcalá) Napoleón entra en Madrid,
reponiendo a José. Los ingleses son derrotados tras un nuevo desembarco en La
Coruña, y a pesar de la victoria en Talavera (1809) se repliegan en Lisboa.
• En 1810 casi toda la Península está ocupada por los franceses salvo Lisboa
(Wellington), partes de Galicia y Cádiz, a pesar de los esfuerzos de Massena (que dirige
las operaciones desde 1811).
• Ante la imposibilidad de hacer frente al ejercito francés comienza la guerra de
guerrillas, atacando a los rezagados, a los pequeños destacamentos pero evitando el
enfrentamiento directo, y desorganizando el sistema de comunicaciones y transporte
(Espoz y Mina, El Empecinado y el Cura Merino). La crueldad de los guerrilleros va a
sembrar el terror entre las tropas francesas.
3. • La Junta Central va a reunirse en Cádiz, aislados por los franceses donde se decide la
redacción de una constitución, acudiendo diputados de toda España. En el Este Souchet
acaba la ocupación de Cataluña y Valencia.
En 1812 se inicia la gran ofensiva angloespañola desde Portugal, avanzando hacia Madrid
(derrota de Arapiles), e iniciándose la retirada francesa de Andalucía y de Madrid,
replegándose en el Ebro. En 1813 continua la ofensiva dirigida por Wellington, y tras las
victorias de Vitoria y San Marcial España queda libre de tropas francesas.
Extraído de proyecto Kairós (CNICE)
Características.
Hay que entender la G de I. Como una guerra de liberación nacional, en la cuál el pueblo va
a ser el gran protagonista. Se va a caracterizar por ser una guerra total, no convencional. El
ejército francés organizado y muy poderoso se verá sorprendido por las tácticas de
guerrilla, amparadas por el respaldo popular y un buen conocimiento del terreno. Ejemplo
de la entrega popular a la causa de liberación será la resistencia ofrecida en los distintos
cercos (Gerona, Zaragoza...)
Las consecuencias de la guerra fueron:
- Demográficas: se estima en más de 250000 víctitmas. Guerra muy cruel (“Desastres
de la guerra” de Goya)
- Ruina económica: destrucción infraestructuras e industrias, abandono cultivos...
- Pérdida de patrimonio histórico-artístico (tanto por franceses como ingleses).
- Caudillismo e intervensionismo militar en la vida política, desprecio por la
legalidad.
- Actitudes reaccionarias hacia todo lo que viniese de fuera.
- Visos de guerra civil: persecución de los afrancesados, pugnas entre liberales y
absolutistas.
- Argumentos para la emancipación de las colonias americanas.
4. B). La Revolución Liberal y los orígenes del constitucionalismo español: la
Constitución de 1812.
En 1810 el consejo de la Regencia en colaboración con la Junta Central convocan la
reunión de las Cortes en Cádiz, donde empiezan a llegar los diputados elegidos por las
ciudades. Desde el primer momento se tiene conciencia de que se parte de una situación
nueva, y que no se reúnen las tradicionales cortes estamentales, sino que se reúne una sola
asamblea, en representación de la nación, no del rey, aunque se reconocía como soberano
legitimo a Fernando VII, y se le juraba fidelidad. Al mismo tiempo se le reconocía a las
Cortes el poder constituyente, es decir no se limitarían a compilar las leyes tradicionales de
la monarquía, sino que se formularía una ley única fundamental, una constitución.
Los diputados representaban tres grupos de opinión:
• Los liberales, que defendían la soberanía nacional, no compartida con el rey, la división
de poderes y la igualdad jurídica de los ciudadanos, desapareciendo los privilegios y el
antiguo régimen señorial. Eran los herederos de la ideología de las revoluciones
burguesas.
• En el otro extremo estaban los defensores de la monarquía tradicional, del absolutismo,
que querían la soberanía exclusiva del rey, del que emanarían todos los poderes, y en
general el mantenimiento del Antiguo Régimen.
• Al grupo intermedio se les denomino los Jovellanistas, eran los herederos de la
ilustración y de la idea de hacer las reformas desde arriba. Representaban la opinión del
Consejo de Regencia y de la Junta Central. Defendían la idea de una soberanía
compartida entre el rey la las Cortes, aunque manteniendo las cortes estamentales, en un
equilibrio de poder.
La mayoría de los diputados de Cádiz pertenecían al grupo de los liberales, pero no
representaban realmente a la opinión mayoritaria del pueblo español (por eso fue tan fácil
acabar con la nueva Constitución). Por ello esta Constitución fue tan revolucionaria.
Va a constar de 10 títulos y 386 artículos, será prologada extensamente por el liberal
Argüelles. Está inspirada en la la constitución francesa de 1791 (soberanía nacional,
división de poderes e igualdad ante la ley).
Principales rasgos:
a) El sistema político: monarquía parlamentaria
- La Soberanía reside exclusivamente en la Nación.
- Los tres poderes quedan separados:
- El legislativo queda en manos de unas cortes unicamerales elegidas por sufragio
indirecto, y masculino (votan varones cabezas de familia para elegir a unos
electores, varones, mayores, que son los que eligen a los diputados, varones
mayores de 25, y con un mínimo de renta → la burguesía se asegura el poder).
Tenia muy amplias atribuciones y estaba legislado perfectamente su
5. funcionamiento, asegurando su independencia (convocatoria, reuniones periódicas,
duración de las sesiones).
- El ejecutivo en manos del rey y sus secretarios (ministros). Se acaba con el
concepto patrimonial de la monarquía (art. 2: la nación española es libre e
independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona). Es
irresponsable, y son sus ministros los que responden ante la justicia. Además,
teniendo en cuenta la poca confianza que los liberales tenían en Fernando VII se
incluyeron una serie de limitaciones a la libertad de acción del monarca sin el
consentimiento de las Cortes, tales como ausentarse del reino, ceder la corona o
ceder parte del territorio, establecer alianzas, o impedir la reunión de las Cortes →
todas estas limitaciones hacían más difícil que un monarca del XVIII aceptara la
constitución.
- El judicial queda en manos de tribunales independientes.
b) Derechos fundamentales: Derechos y Libertades. La constitución no los recoge de
forma sistemática. En el art. 4 los cita sin concretar: “la nación esta obligada a
conservar y proteger por leyes sabia y justas la libertad civil, la propiedad y los demás
derechos legítimos de todos los individuos que la componen”. Sin embargo muchos
derechos aparecen de forma salpicada en otros artículos:
- igualdad civil (fin de privilegios, aunque reconoce los fueros del ejercito y la
iglesia)
- inviolabilidad del domicilio
- derecho al sufragio
- derecho a la educación
- derecho a la libertad de imprenta (no de textos religiosos)
- no reconoce la libertad de culto, pues se reconoce como única religión de la nación
española la católica y el prohibe el ejercicio de cualquier otra (concesión a los
absolutistas).
- Protección a la propiedad individual → defensa de las ideas del liberalismo
económico propias de la burguesía: igualdad civil pero no económica (limitación de
las propiedades comunales de origen medieval) y libertad económica para ajustarse
a las leyes del mercado.
c) Abolición de los restos del régimen feudal:
- Desaparición de los señoríos jurisdiccionales. Los señores dejan de tener ciertos
derechos (administración de justicia, tasas por el uso de monopolios, caza, pesca,
madera...) pero van a mantener la propiedad de la tierra (polémica con los
campesinos que no quieren renunciar a la tierra que ocupaban desde generaciones y
que no se resolverá ).
- Abolición de los gremios, que atentaban contra la libertad económica, pero que
dejará indefensos a muchos trabajadores, protegidos por la estrecha reglamentación
gremial.
- Abolición de los diezmos
- Abolición de los mayorazgos, que hacían que la propiedad se acumulara en muy
pocas manos
6. - Abolición de los derechos de la Mesta.
- Conclusión: es una constitución típicamente burguesa que asegura el control
político, intelectual y económico a este grupo social, y que supone acabar con el
sistema político, social y económico del Antiguo Régimen. Pero el regreso de
Fernando VII va a hacer que todos los que estaban en contra de la constitución se
unan al rey para acabar con ella.
C) La América Española y el impacto de la Guerra de la Independencia.
La invasión francesa de España y el vacío de poder consiguiente obligó a la sociedad
americana a valerse por sí misma. El corte de comunicaciones terminó beneficiando a los
criollos, que comerciaron sin trabas y no aceptaron después la vuelta al sistema colonial
En 1808 España conservaba bajo su dominio la casi totalidad de su imperio colonial. Con la
invasión francesa aparecieron juntas locales fieles a Fernando VII, como había sucedido en
la Península, pero muy pronto evolucionaron hacia ideas autonomistas o independentistas.
Al terminar la guerra fue muy difícil recuperar el control sobre unas colonias con clara
voluntad emancipadora.
A partir de 1808 se inicia un periodo de convulsiones e inestabilidad no sólo en la
Península sino en todo el territorio iberoamericano. Inicialmente en Ultramar se sigue el
ejemplo de los españoles peninsulares y reúnen cabildos y juntas en las ciudades para cubrir
el vacío de poder que se produce tras las abdicaciones de Bayona.
Pero los participantes en las juntas tienen posturas enfrentadas:
• Los criollos ven en las juntas la oportunidad de asumir el poder político, en nombre
de Fernando VII pero con autoridad propia e independiente (Triunfó en Buenos
Aires, Chile, Venezuela, con predominio de los mercaderes locales). Defendieron el
libre comercio y establecieron relaciones diplomáticas directas con Inglaterra y
EEUU.
• Los clérigos españoles, hacendados y burócratas sostienen que el poder político
legítimo ha de proceder de la Península (postura fidelista, con centro principal en
Perú, donde se temía el levantamiento indígena. En México se reprimieron los
levantamientos populares).
Posturas políticas en Hispanoamérica ante la crisis de 1808
• Provincialista. Al igual que los españoles habían creado sus juntas provinciales, los
americanos debían crear sus propias juntas.
• Criollista. Los criollos podrían pertenecer a estas juntas y cabildos con poder
gubernamental.
• Autonomista. Cada junta tenía derecho a ejercer el poder, si bien en nombre de
Fernando VII, cautivo en Francia.
7. • Independizante. Derecho a la independencia de los americanos, tesis que
evoluciona desde las posturas autonomistas.
• Colonialista. El pueblo soberano era el de la metrópoli, por lo que un solo español
peninsular tenía más derecho de mando que todos los americanos.
• Peninsularista. En aras del orden, era mejor que continuaran en sus puestos de
gobierno y administración los españoles y los que la Junta Central y la Regencia
designasen.
• Fidelista. El poder político en Ultramar sería ejercido por mera delegación de la
Regencia de España, de la que dimanaba todo poder.
En la crisis del Imperio (1809-1814) las Juntas americanas creadas igualmente que las
peninsulares, defendían la autoridad de Fernando VII frente los seguidores de José
Bonaparte. Confusiones de esta fidelidad son intrínsecas a las proclamaciones americanas
de 1809-1810. Así en la revuelta criolla de Quito la Junta expuso en 1809 que "la América
española no debe seguir el destino de España sino conservar la independencia de Nueva
Granada de modo que Fernando VII pueda venir a gobernarla".
Los americanos van a mandar representantes tanto a Bayona como a Cádiz para exponer
sus demandas (igualdad entre americanos y españoles, libertad de comercio, agricultura e
industria; supresión de monopolios y privilegios, abolición de la trata de esclavos, etc.).
Pero las cortes de Cádiz no contemplaron la situación americana y se limitaron a otorgarles
el derecho a enviar representantes a cortes como otro territorio más de España (artículo 1º),
sin hacer concesión a ninguna de sus demandas ni contemplar ningún tipo de autonomía, de
tal manera que no dejaron a los criollos otra salida que la revolución.
Los principales focos revolucionarios fueron: El virreinato de Río de la Plata, donde en
1810 el cabildo de Buenos Aires formó una Junta que proclamó la Revolución de Mayo.
También en Chile triunfó el movimiento y se exportó la revolución a otros territorios. En
1811 Paraguay se hará independiente y en 1813 Uruguay. En el virreinato de Nueva
Granada y Venezuela la oligarquía criolla tomó la iniciativa. Simón Bolívar se hizo jefe del
movimiento y proclamó la Primera República de Venezuela en 1810. En el virreinato de
Nueva España (México) la revuelta del cura Hidalgo en 1810, apoyado por los campesinos
indios que saquearon y exterminaron a terratenientes, adquirió tintes sociales. Criollos y
peninsulares se unieron contra él y fue fusilado. En 1812 el cura Morelos se levantó con
igual resultado. El virreinato del Perú será un bastión realista. El virrey Abascal tuvo una
actuación decisiva, sofocando las rebeliones.
En 1814, Fernando VII recupera poder legítimo en todos los territorios de la Corona y
restaura la situación previa a 1808. Pero las colonias americanas rechazarán la vuelta al
absolutismo y al dominio español e iniciarán un conflicto armado que buscó la
independencia (se la denominó emancipación) de las nuevas naciones hispanoamericanas.
En 1815 una expedición militar de 10.000 hombres al mando del general Morillo
restableció la autoridad de Fernando VII, salvo en el virreinato del Río de la Plata que
conservó su independencia.