2. Acaba de fallecer el poeta, dramaturgo, ensayista y político martiniqueño, Aimé Cesaire, al amanecer del
pasado jueves 17 de abril, en un hospital de Fort de France, a los 94 años. El gobierno martiniqueño
preparó los funerales de Estado y las exequias tuvieron lugar en la isla natal del poeta, con varios
homenajes durante tres días, anunciado por el Partido Popular mantiquiqués, el cual fue fundado por
Cesaire. El Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, asistió al sepelio para rendir tributo al poeta, a quien
conoció personalmente desde marzo de 2006 y a quien consideró un “símbolo de esperanza para los
pueblos oprimidos”, según expresión del mandatario francés. Cesaire con su acción, su obra literaria y
sus discursos, le dio carácter filosófico al concepto de negritud, elevando la conciencia de la identidad
del hombre negro y el orgullo de serlo, además de elevar el ideal autonómico para la isla de Martinica
que las futuras generaciones podrán aceptar o abandonar.
EL ESCRITOR Y SU OBRA
Este poeta caribeño de lengua francesa y líder político nació en 1913 en Basse-Pointe, Martinica, en el
seno de una familia modesta. Estudió en la Sorbona y en la École Normale Supérieure de París, allí
conoce al senegalés Léopold Sédar Senghor y se convierte en su interlocutor sobre los temas que le han
preocupado siempre: la discriminación racial, la situación de los negros de París, África y el mundo, la
necesidad de unirse y defender su dignidad. Ya antes había conocido en Martinica al guyanés Léon
Gontran Damas en 1931, cuando Cesaire cursa sus primeros estudios en una pequeña escuela municipal
de su pueblo y en el liceo Schoelcher de Fort de France. De la amistad con estos dos intelectuales, surgió
la idea de fundar un movimiento de renovación literaria y de pensamiento llamado de la Negritud
(Negritude), que más adelante en el siguiente y último apartado, lo referiremos más ampliamente. De su
preocupación y su inquietud por la situación del negro, la poesía, en una palabra por iniciar la creación
de un nuevo humanismo negro. Publica, en 1939, Cuaderno de un retorno al país natal (Cahier d’un
retour au pays natal), su libro de poemas más famoso y que aparece cuando solo cuenta con 20 años de
edad y que había publicado antes, en ese mismo año en la revista parisina Volontés. En la edición de
1942 de esta obra, el prólogo estaría a cargo del gran poeta surrealista André Bretón, quien descubriría a
Cesaire y su escritura a través de Tropiques y le daría un gran reconocimiento como una alta voz poética
surrealista del Caribe, donde el autor explora con lenguaje vigoroso el tema de la negritud, que no es
otro que la búsqueda de una identidad independiente y plenamente válida de la cultura negra. De modo
que el gran poeta surrealista francés le ofreció un gran espaldarazo al poeta martiniqueño de alcances
verdaderamente universales. La estética surrealista convertida también en Cuaderno de un retorno a l
país natal, en una política de lucha por la libertad del hombre negro que había sido esclavizado y
colonizado, fue realmente inspirador para los pueblos del Caribe, Europa y Estados Unidos, en el
surgimiento del movimiento por los derechos civiles que marcó un hito histórico.
3. En 1946, Cesaire recopilará todos los poemas publicados en la revista Tropiques bajo el título de Las
armas milagrosas (Les armes miraculeuses), donde incluyó también su primer intento teatral “Et les
chies se taisaient”. Un año antes el Partido Comunista Francés le habría propuesto al poeta encabezar la
lista para las elecciones municipales. Llevada a cabo la contienda electoral y para sorpresa de muchos,
gana las elecciones el Partido Comunista y Cesaire se convierte en el nuevo Alcalde de Fort de France,
capital de Martinica, repitiendo en el cargo varias veces. Más tarde es electo diputado a la Asamblea
Nacional, batiendo récords de longevidad parlamentaria, de 1945 a 1993.
En 1944 en la revista Tropiques, Cesaire se había declarado contrario a la independencia de Martinica,
pero su posición evolucionaría hacia los ideales autonómicos y de creación de la federación Antillas-
Guayana. Cesaire desde las filas del Partido Comunista Francés votó por la asimilación de la isla
creyendo que se elevaría el nivel de vida del pueblo de Martinica, pero no fue así, fue ignorada su
propuesta. Entonces, ante esta situación, publicó su famoso Discurso sobre el colonialismo (Discours sur
le colonialisme) 1950, donde expresa con vehemencia y firmeza todas sus ideas y su
indignación reprimida como parlamentario en la Asamblea Nacional, por los perjuicios causados por la
“civilización occidental” en contra de culturas dignas y hermosas, negándoles oportunidades de progreso
en libertad.
Cesaire, decepcionado, renunció al Partido Comunista Francés por su apego a los lineamientos de
Moscú y sus críticas lo conducen a renunciar públicamente a través de su Lette à Maurice Thorez
(1956), donde sostiene que las vías de lucha de la cultura negra no debe confundirse con las del
comunismo. Es por ello que fundó entonces el Parti Progressiste Martiniquais, para convertirse en la más
importante fuerza política de Martinica.
En 1948, publicó Sol guillotinado (Soleil cou coupè), cuyo título es una inspiración de una imagen del
poeta francés Apollinaire. En este poemario continua su temática por los ideales libertarios y de lucha
por la dignidad de los pueblos oprimidos.
Entre 1950 y 1960, en Cuerpo Perdido (Corps perdu), Herrajes (Ferrements) y Toussaint Louverture: La
Revolución Francesa y el problema colonial (Toussaint Louverture: la Rèvolution française et le
problème colonial), en ellos alcanza la madurez de estilo, donde es evidente que superó esa primera
etapa de imaginación surrealista hacia una más concreta, decantada y densa.
Su intento de lucha política a través de su palabra poética, le resultan insuficientes expresivamente para
volcarse hacia la metáfora teatral, logrando efectivamente un contacto más directo con el público, en
4. obras como La tragedia del rey Christophe (La tragèdie du roi Christophe) 1963, su primera obra de
teatro escrita para la escena, Una temporada en el Congo (Une saison au Congo) 1966 y Una tempestad
(Une tempéte) 1968, la cual es una adaptación de la obra homónima de Shakespeare. Todas ellas
desarrolladas dentro de un contexto y una realidad afrocaribeña.
CESAIRE, SENGHOR Y DAMAS, FUNDADORES DEL MOVIMIENTO DE LA NEGRITUD
Durante los años 30, surgió en París, un movimiento literario y cultural, gracias a las inquietudes de unos
jóvenes estudiantes negros provenientes de las diferentes colonias negras que Francia en la cuenca del
Caribe, así como en África.
El martiniqueño Aimé Cesaire, el franco-guyanés Léon Gontran Damas y el Senegalés Léopold Sédar
Senghor, publicaron en 1934 y 1935, la revista El Estudiante Negro (L’Etudiant Noir), aunque tuvo un
tímido antecedente con la efímera Legítima Defensa (Lègitime Dèfense), esta sienta las bases del
movimiento y que en sus páginas aparecería por primera vez el neologismo acuñado por Cesaire y que
daría nombre al movimiento: Negritud (Nègritude), aludiendo a la esencia o cualidad de ser negro. Otros
estudiosos afirman que la aparición del término y su noción, es atribuida a partir de la aparición del
Cuaderno de un retorno al país natal. De lo que si es seguro es que con la publicación de este libro de
Cesaire, la negritud adquiere un carácter definitorio y de reflexión filosófica, para convertirse en un texto
clásico de esta tendencia e iniciándose una expansión hacia el plano internacional gracias a la ayuda de
Breton.
Según el DELAL, “podemos enumerar, entre los postulados fundamentales del movimiento, los
siguientes: afirmación de la dignidad del ser negro; revalorización del África y lo africano como
respuesta a la idea racista de la inferioridad del hombre de color; señalamiento –a veces agresivo- de los
defectos de la civilización europeo-occidental; rescate y actualización de la historia africana y de las
rebeliones negras de todo el mundo como antecedentes de las nuevas jornadas de lucha y de la futura
reivindicación del hombre negro; énfasis en las cualidades del negro –su naturalidad, su espiritualidad,
su vigor, su sentido telúrico y rítmico- frente a las debilidades del blanco –su hipercivilización, su
alejamiento de la naturaleza, su falta del sentido del ritmo, su pérdida de la espontaneidad y la vitalidad-.
La agresividad inicial de la nègritude contra lo blanco-europeo –especialmente sensible en algunos
textos de Lèon Gontran Damas-, se va a atenuar luego para ceder el espacio a un discurso que busca más
bien la dignificación del negro dentro de un contexto de regeneración del hombre universal, de
superación de los conflictos que minimizan y limitan las posibilidades de desarrollo pleno de la
humanidad” (1)
5. El concepto de negritud se nutre de la influencia del marxismo, el psicoanálisis, los movimientos
literarios de vanguardia, así como de la resistencia de todo movimiento afrodescendiente
contemporáneo, lo que lo convierte en un movimiento teórico, poético y político. Vislumbraron el
momento preciso para recuperar la dignidad de los negros sometidos al desprecio y a la discriminación
racial por una supuesta inferioridad humana, reivindicándolos en su cultura y en su vida cotidiana y de
este exaltar la naturaleza y la expresión rica del mundo negro, a través de un nuevo humanismo.
La herencia del movimiento de la Negritud, consiste en su expansión a las colonias francesas, a las
inglesas, portuguesas y holandesas, de tal modo que alcanza a los países de la cuenca del Caribe, Brasil e
incluso Estados Unidos. El negrismo como forma derivada de la negritud, tiene sus máximos exponentes
en la literatura cubana con Nicolás Guillén, en la literatura haitiana con Jacques Roumain, asimismo las
imágenes plásticas de la cultura africana en las obras del pintor Wilfredo Lam. No hay que olvidar el
desarrollo de las diferentes posturas filosóficas y artísticas que dio origen a la negritud y que se generaría
a partir del poema “Nihilismo negro dadá” de Amiri Baraka. Finalmente la lucha estrictamente política
oscilante entre la violencia y la no violencia, la armada con las Panteras Negras, los métodos pacíficos –
inspirados por Gandhi- del Dr. Martin Luther King y las más complejas en la búsqueda de un
pensamiento, de una ideología de lucha con Malcolm X.