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VÍDEO DE HOY: 
RELIGIÓN DIGITAL. Miguel Ángel Mesa 
Venden a las mujeres en las fronteras 
23/10/2014 
Las víctimas de las mafias que cruzan África rumbo a España sufren violaciones sistemáticas Cada vez hay más menores entre las subsaharianas que son explotadas por las redes de trata Entre 40.000 y 50.000 mujeres son explotadas sexualmente en España. 
Una mujer negra, con un vestido corto naranja fluorescente, se sujeta con las manos el vientre hinchado mientras descansa sentada en la sala de embarque del puerto de Melilla. Tiene la cara hendida con cicatrices y ronda la veintena. Forma parte de un grupo de subsaharianos que acaba de salir del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad autónoma. Hoy es el gran día, el del salto a la Península con el que los subsaharianos sueñan desde el momento en que abandonan su tierra. A la mujer, no se la ve feliz. Es parca en palabras. 
Reticente, cuenta que es nigeriana, que está embarazada de cuatro meses y que ha pasado los últimos tres en el centro de inmigrantes. Antes malvivió en uno de los bosques que rodean la ciudad marroquí de Nador. No hay margen para más detalles. Su vigilante, también nigeriano, se presenta con cara de pocos amigos y da la charla por terminada. Él controla sus movimientos. Y ella, es una víctima más de las redes de trata que fuerzan a las inmigrantes a prostituirse durante su infernal travesía por el norte de África y durante largos años en suelo europeo.
Ellas, acceden al territorio español en patera o camufladas en coches por los pasos fronterizos. Las transacciones de redes criminales compran y venden mujeres de las que abusan y a las que después obligan a prostituirse. España es uno de los países de destino final de estas esclavas sexuales. 
"Cada una depende de un solo hombre, pero las utilizan muchos otros" 
Las rutas que trazan las redes mafiosas son conocidas. También lo son la ubicación de los campos marroquíes en los que esperan para cruzar a Europa y los polígonos industriales españoles en los que las mujeres se prostituyen a la fuerza. El gran interrogante es cómo es posible que, con este grado de conocimiento, no se pueda proteger a estas mujeres de agresiones y delitos tan previsibles. 
John —nombre ficticio— es un veinteañero nigeriano que ofrece información detallada a las puertas del centro de inmigrantes de Melilla, adonde llegó hace poco más de un mes tras saltar la valla. Antes pasó dos años en Maghnia (Argelia), trabajando para los jefes de las redes de trata, hasta juntar el dinero y poder pagar el peaje para cruzar de Argelia a Marruecos. “Los hombres mienten a las mujeres”, asegura. “Les dicen que es fácil llegar a Europa y que allí encontrarán trabajo. Que irán a Níger y de allí en avión a España. 
Pero en Níger les dicen que hay que ir hasta Argelia primero. En ese punto, las mujeres ya no tienen dinero y no tienen más opción que seguirles”. 
Y prosigue: “A las mujeres las venden en las fronteras. Los jefes nigerianos eligen a las que más les gustan. Por el camino, las dejan embarazadas”. Cuenta John que en la travesía hay mujeres de distintas edades. Desde menores hasta de 30 años. Dice también que algunas se arrepienten pero que no tienen cómo volver. Y que otras albergan todavía la esperanza de una vida mejor en Europa. “Cualquier mujer que venga aquí ha sufrido abusos”, asegura. “Ellas no te lo dirán, pero este es el sistema”. 
Antes de llegar a Melilla o a las costas andaluzas, las mujeres pasan meses malviviendo en Oujda o en los bosques de Nador, a 90 kilómetros de Melilla. Se dividen en dos grandes grupos, los francófonos —Malí, Congo, Camerún— y los anglófonos — Nigeria—, “en todos opera la mafia y en todos hay trata”. “Por las mañanas, las envían a mendigar”, relata. Cada una depende de un solo hombre, pero las utilizan muchos otros.
Primero las viola el jefe y luego el resto. Están a su servicio. El objetivo es que se embaracen porque así tienen más posibilidades de quedarse en España”. Los niños son su pasaporte. Y concluye: “Si la situación de los inmigrantes hombres es terrible, la de las mujeres es cien veces peor. Esto es una auténtica tragedia humanitaria”. 
“No puedo recomendar a nadie que venga a pasar por este sufrimiento" 
La antesala de la Península son los campos del bosque: lugares hostiles, heladores en invierno y abrasadores en verano, donde la sarna salta de una piel a otra con facilidad. Chantal —nombre ficticio—, camerunesa, habita desde hace siete meses junto con sus hijos y decenas de subsaharianos en Bolingo, uno de los campos. “Dormimos en el suelo, sobre un plástico”, relata. “La vida no es fácil. La policía viene todo el rato. En una redada, me llevaron a Rabat y después volví. En el campamento hay muchas mujeres embarazadas y niños”. Esta antigua camarera explica que con lo que mendiga en la calle y el agua que le dan “los árabes”, va tirando. Que no hay comida todos los días, pero que lo poco que consigue, lo guarda para sus hijos, de seis y cuatro años, que hoy la acompañan. Llevan más de un año sin ir a la escuela. 
“No puedo recomendar a nadie que venga a pasar por este sufrimiento. El sueño de mi vida es que mis hijos coman, duerman y vayan a la escuela. Que tengan las oportunidades que yo no he tenido. Me salva la esperanza de pensar que algún día lo lograré”. Chantal espera ahora su oportunidad para cruzar el Estrecho en una balsa hinchable. 
Como Chantal, varias mujeres en tránsito desde África responden con evasivas y visiblemente atemorizadas cuando se les pregunta por detalles del camino o por violaciones, embarazos y abortos clandestinos en los campos. Les cambia la cara y se dan media vuelta. “Yo no sé nada” es una despedida que se escucha con frecuencia. 
Las organizaciones que trabajan con subsaharianas aseguran, sin embargo, que es prácticamente imposible que una mujer llegue al norte de Marruecos sola, de espaldas a las mafias. Carlos Montero es el director del CETI. Es una persona cercana, que conoce bien a los que pasan por este centro, en el que se amontonan los inmigrantes. Ahora hay 1.480 personas.. “El 99,9% de las nigerianas que vienen de Marruecos son explotadas sexualmente”. 
Luego están los abortos. Las mujeres tratan de ocultarlos, pero en ocasiones, cuando hay hemorragias, acaban inevitablemente en la enfermería. Si se detectan indicios como estos, que suelen corresponder a casos de esclavitud sexual, desde la dirección del CETI alertan a las ONG que reciben a las mujeres cuando desembarcan en la Península y que las alojarán en pisos provisionales. 
En cuestión de días, las recién aterrizadas en la Península desaparecen del radar de las ONG y los servicios sociales. Al poco de llegar a los pisos de acogida, un hombre va a recogerlas y no se las vuelve a ver nunca más. Se convierten en invisibles. Ya en manos de la sucursal mafiosa española, la mujer se prostituye a la fuerza durante años, bajo la estrecha vigilancia de sus captores, para pagar la deuda contraída en el camino: en torno a los 50.000 euros, según calculan personas cercanas a las víctimas. La red
española contra la trata de personas estima que entre 40.000 y 50.000 mujeres son explotadas sexualmente en España. 
Una red de tratantes 
Las redes cuentan con distintos actores, según detalla Women´s Link Worldwide en un reciente informe: La trata de mujeres y niñas nigerianas: esclavitud entre fronteras y prejuicios. 
Captadores. Pueden ser familiares, vecinos... 
‘Madame’. La mujer que se encarga de la explotación de la víctima en el destino. 
‘Guideman’. Nigerianos que se encargan del traslado de las mujeres y niñas hasta Marruecos. 
‘Marido’ o ‘novio’: La red decide quién será. Son los hombres que las dejan embarazadas. 
‘Connection man’. Funcionarios corruptos, para que la red funcione a espaldas de la justicia. 
La situación se ha agravado en los últimos años con la llegada cada vez más numerosa de menores, según informa Rocío Nieto, presidenta de Apramp, una asociación que ofrece pisos protegidos a las víctimas de la trata. “Son niñas o adolescentes”, explica. “El año pasado pasaron 20 menores por nuestro piso”. Ramón Esteso, responsable de inclusión social de Médicos del Mundo, una ONG que presta asistencia sanitaria a prostitutas subsaharianas en España, asegura que “las que llegan a Almería o a Granada, tarde o temprano van a ser víctimas de prostitución forzada”, “ aunque salgan de sus países libremente, tienen una probabilidad altísima de que las redes las capten por el camino”, añade. “Algo está fallando. Necesitamos herramientas jurídicas para dar protección a estas mujeres”. 
Organizaciones como la Comisión de Ayuda al Refugiado de Euskadi, que recientemente ha visitado Melilla, piden que se considere la trata de personas con fines de explotación sexual como causa de asilo sin que tenga que mediar una denuncia. Su directora, Patricia Bárcena, entiende que, a pesar de que no sean personas perseguidas por un Estado o de que el propio país de origen condene la conducta criminal, son personas en peligro que necesitan protección internacional, en parte porque se enfrentarían a riesgos aún mayores de ser devueltas a sus países. “Las autoridades españolas ejecutan a menudo expulsiones de ciudadanas nigerianas a su país de forma no segura considerando que no son víctimas de trata a pesar de la existencia de indicios”, señala Women´s Link Worldwide. 
Aún así, Bárcena reconoce que el asilo por sí mismo no basta y que se necesitan medidas de protección adicionales. Esteban Velázquez, responsable de la Delegación de Migraciones del Arzobispado de Tánger pide presencia internacional en las fronteras. No puede ser que la Unión Europea dé dinero solo para aumentar la seguridad y no se preocupe de las violaciones de derechos humanos”. 
En la actualidad, a estas mujeres se les aplica en España el artículo 59 bis de la ley de extranjería —según el cual, si denuncian a sus captores y colaboran con la policía
para desarticular las redes, obtendrán protección—. El problema es que las mujeres del camino callan, no denuncian. Los extorsionadores les amenazan con matar a su familia si huyen y viajan sometidas a conjuros y ritos de vudú que las aterrorizan. “El miedo impide a la gran mayoría de ellas dar el paso. Son tumbas”, reconoce José Nieto, jefe del centro de inteligencia de la Policía Nacional (UCRIF). Sin denuncia es difícil que se pueda ofrecer protección a estas mujeres. 
“Estamos ante un delito socialmente permitido. Yo aspiro a que cuando la gente vaya a un club a tomar una copa, por lo menos se plantee que igual esa mujer con la que está hablando no está ahí porque quiere; que la esclavitud existe en nuestro país en el siglo XXI”. Autor: Ana Carbajosa ( *Extracto) 
“Queda bonito hablar de igualdad en el mercado laboral y no plantearse quién limpia el váter en casa” 
Creado el 24 octubre 2014 por CiJ 
Voces. Ana Requena Aguilar. [eldiario.es] Amaia Pérez Orozco es una de las referentes de la economía feminista, o de “las miradas feministas sobre la economía”, como ella prefiere llamarla. Pérez Orozco es economista, participa activamente en movimientos sociales y acaba de publicar “Subversión feminista de la economía”, editado por Traficantes de Sueños. En el libro, hace una crítica profunda del sistema e insiste sobre el concepto “sostenibilidad de la vida”. “Mucha gente dice que eso de poner la vida en el centro no es feminista, que es de sentido común. Sería maravilloso que todo el mudo lo hiciera, pero no es así. Además, es feminista en sentido genealógico porque se vincula con debates históricos del feminismo, entre ellos el de lo personal es político, porque intenta poner en relación las macroestructuras con la vida”, defiende. ¿Qué es la economía feminista? Es diversa pero podríamos decir que tiene tres elementos definitorios: por un lado, desplazar a los mercados como el eje analítico y de intervención política, es decir, que el centro de atención dejen de ser los flujos monetarios y la creación de valor de cambio y pasen a ser los procesos de sostenibilidad de la vida. Eso implica sacar a la luz todos los trabajos normalmente invisibilizados que están sosteniendo a la vida y que en el sistema capitalista heteropatriarcal permanecen ocultos y están históricamente asociaciados a las mujeres y la feminidad. El segundo elemento es situar el género como una variable clave que atraviesa el sistema socioeconómico, es decir, no es un elemento adicional, sino que las relaciones de género y desigualdad son un un eje estructural del sistema, el capitalismo es un capitalismo heteropatriarcal. El tercer elemento es no creer en la objetividad como neutralidad valorativa: creer que todo conocimiento del mundo está relacionado con una determinada posición política, explicitar tu posicionamiento y crear conocimiento con una clara vocación de transformar el sistema. Cada cierto tiempo organismos como el FMI hacen informes hablando sobre lo bueno que sería para la economía que las mujeres se incoporaran al mercado laboral, pero al mismo tiempo imponen condiciones que imposibilitan que la igualdad sea real. ¿Qué tiene eso de feminista?, ¿es una forma de añadir el término mujeres porque conviene sin cuestionar el sistema? Es otro elemento más de la retórica del discurso hegemónico: declaradamente los objetivos son unos pero los reales son los que no se declaran. Con el tema de la igualdad creo que hay una mezcla, que hay gente bienintencionada en esos organismos que cree realmente que la igualdad es posible y buena en términos
de crecimiento dentro del sistema capitalista. Lo que pasa es que el análisis que hacemos es que el sistema capitalista es estructuralmente desigual, se construye en base a la desigualdad. Además, ¿de qué mujeres hablamos al decir eso? Pueden existir márgenes de mejora para determinados sujetos bien situados en el sistema capitalista pero es a costa de otros. Si entendemos el feminismo como un proceso de liberación de todas o de ninguna, entonces es incompatible con esa idea. Se sigue enfocando el asunto hacia los mercados, entonces la incorporación de las mujeres al mercado puede mejorar algunos índices económicos pero eso no significa que la vida mejore porque seguirá habiendo impactos negativos ocultos que se trasladan a otros sujetos, en general a otras mujeres. No se habla, por ejemplo, de las condiciones de vida de las mujeres migrantes. La apuesta por la incorporación plena de las mujeres al mercado laboral formal ha sido muy fuerte, pero, una vez incorporadas, las desigualdades siguen: brecha salarial, sectores feminizados y desvalorizados, precariedad… ¿Por qué continúa esta situación?, ¿ha sido un error centrarse en ese objetivo sin poner otros sobre la mesa, como el reparto de los cuidados? La estrategia feminista de emancipación a través del empleo ha sido una apuesta fuerte y eso ha llegado a límites insuperables. Un primer límite es lo que Celia Amorós llama la política de ‘tierra quemada’: cuando no hay un cuestionamiento de las relaciones de desigualdad entre mujeres y hombres, los derechos que adquieres están previamente vacíos de contenido, accedes al empleo cuando ha dejado de ser una fuente segura de ingresos y derechos sociales. Por otro lado, está el límite de la reformulación de la divisón sexual del trabajo: no es que no se incida en la parte oculta de la economía, es que si las prioridades siguen siendo supeditar el conjunto de las vidas al proceso de acumulación de los mercados capitalistas, eso ataca la vida. Es una lógica que exige que haya trabajos invisibilizados, que no tengan acceso a la ciudadanía, que no reciban remuneración o que ésta sea mísera… Aunque algunas mujeres puedan salir a realizar trabajos socialmente mejor valorados, ¿qué pasa con el resto de trabajos socialmente imprescindibles que necesariamente tienen que permanecer ocultos? Que se adjudican a otras mujeres o bien las mujeres siguen realizando una doble función y volviéndose locas. De hecho, tú introduces el concepto de “vida que merece la pena ser vivida”, ¿es un cambio de enfoque? Hay un punto donde el debate es qué entendemos por vida que merece ser la pena vivida, para qué queremos vivir, cuestionar a disposición de qué y de quién pones tu tiempo, tu energía, tu cabeza, tu cuerpo. ¿A disposición de un empleo cuyos resultados me son ajenos, expropiados, que no tiene un significado en términos de bienestar o de utilidad social? Entonces, el objetivo ya no es el empleo entendido como un trabajo alienado, que haces porque te pagan, no porque tenga un sentido. La pregunta es cómo reformular la organización del trabajo de forma que el trabajo responda a las necesidades de la vida y no a las necesidades del proceso de acumulación. Hay un cambio de dónde poner los objetivos de liberación, pero eso se enfrenta a dos tensiones: por un lado, que hoy en día es necesario tener un trabajo para poder vivir y tener autonomía, y, por otro, que no hay que idealizar el mundo fuera del empleo, lo que muchas veces llamamos los cuidados. Entonces, ¿cuál debería ser la estrategia, cómo combinar los objetivos, qué hacer? Las estrategias no tienen que ser de un único nivel, tenemos que jugar al nivel reformista, de conseguir mejoras en la vida de la gente a día de hoy, desprecarizar la vida y frenar la exclusión, pero al mismo tiempo tenemos que ser capaces de mirar más allá, de ver hacia dónde queremos ir como conjunto, qué queremos como sociedad. Creo que a futuro el trabajo asalariado debería desaparecer, no el trabajo pagado, sino el que haces porque necesitas un salario para vivir y no por su sentido social. Por otro lado, también hay que ir hacia la destrucción de la cara oculta, de los cuidados, entendidos como el conjunto de trabajos residuales invisibilizados, que está asociados a la construcción de la feminidad y que se hacen para garantizar que la vida continúa en un sistema que la ataca. ¿Y a corto plazo? A día de hoy, el empleo es imprescindible pero no es lo mismo fomentar la economía social y solidaria que el autoempleo sometido a la lógica de obtención de beneficios. Tampoco es lo mismo sacar fuera de las casas el cuidado de personas dependientes en residenciaa públicas que en privadas. Necesitamos un doble proceso: garantizar ingresos y apostar por los servicios públicos, que el estado vuelva a recuperar responsabilidades sobre el bienestar de la gente. También se pueden cuestionar los modos consumistas de vivir que tenemos. La otra parte sería tomarnos muy en serio la visibilización de los trabajos ocultos. Es muy bonito abogar por la igualdad de género en el mercado laboral y no replantearse quién limpia el váter en casa. Hay que pensar en cómo gestionamos nuestra vida cotidiana, cómo se reparten los trabajos, qué trabajos se valoran y cuáles no, cuáles están sistemáticamente asociados a los hombres y cuáles a las mujeres… Hasta que no nos replanteemos cómo nos entendemos como hombres y mujeres no hay crítica
al capitalismo. ¿Qué hacer hoy en día con los cuidados, con ese trabajo oculto, sacarlo fuera de las casas? La pregunta de qué hacer con los cuidados es la pregunta de qué hacer con la econmía, porque los cuidados son al final lo que está ajustando el ciclo económico: pasan una serie de cosas en los mercados y en las instituciones y todo lo demás necesario para que la vida siga adelante son los cuidados. Diría que hay que dar un vuelco sistémico y que la economía tiene que estar al servicio de la gente y no la vida de la gente al servicio de los procesos de acumulación de los mercados. Los cuidados no son una parte más, es donde se juega la responsabilidad de sostener la vida, por eso no pueden ser el último punto del programa electoral ni del manifiesto. Dentro de los cuidados hay un montón de tareas a las que hay que ir dando respuestas distintas. Por ejemplo, permisos de paternidad y maternidad iguales e intrasferibles, educación infantil, reparto equitativo de las cosas que se hacen en casa entre toda la gente que viva junta y que eso sea un objetivo político de primera magnitud. Así, muchos sujetos que no se enfrentan al problema de qué hacer con todo eso tengan que hacerlo y vean lo dificil que es compatibilizarlo con tener un empleo en el que brillas o al que dedicas cuerpo y alma o con tener una proyección publica fuerte. Un montón de tareas que se hacen dentro de las casas tienen que ir saliendo fuera, como la atención a la dependencia. Pero por mucho que se saquen los cuidados fuera de las casas siempre quedará algo de trabajo dentro, ¿qué hacer con eso?, ¿cómo asegurar que se redistribuye? Eso no se puede asegurar a través de leyes o instituciones, sino de un cambio social radical. No puede haber una revalorizción de los cuidados si no los haces, y no los vas a hacer si no los tomas en serio. Revalorización y redistribución van de la mano. Hay que educar, transformar los valores sociales, pero también actuar en la parte material. Los permisos de maternidad y paternidad iguales pueden ser una estrategia importante pero los sindicatos tienen que meterse en la cabeza que lo suyo no es solo incidir en el reparto del trabajo de mercado sino también en el reparto del trabajo no remunerado: el cómo está organizado el primero está en intimísima relación con el reparto del trabajo de fuera del mercado, no puedes incidir en uno sin incidir en el otro. Pensemos, por ejemplo, en qué tipos de militantes y candidaturas políticas está habiendo ahora: el candidato que está siempre disponible, que sabe de todo, que está siempre ahí. ¿Qué pasa con el resto de su vida, quién le hace la comida, quién limpia su casa, quién se hace responsable de los cuidados que esa persona debería asumir y que no puede hacer porque está siempre disponible para lo otro? Tenemos que preguntarnos si queremos fomentar eso o si cuando apostamos por candidaturas electorales distintas también hay que poner en cuestión eso: para que esos sujetos estén plenamente disponibles hay una ingente cantidad de trabajo oculto que alguien está haciendo sin recibir nada a cambio. ¿Y crees en la idea del salario del ama de casa, de pagar por ese trabajo oculto? No. Silvia Federici argumenta que más allá de la viabilidad práctica de la medida conseguía mucho conseso y movilización. A mí no me lo parece, así que en términos de estrategia política para llevar el asunto a primera línea de debate no me parece útil. En términos de si eso es deseable, creo que no lo es en una sociedad donde el dinero siga siendo un medio de acumulación. Este debate tiene que ir acompañado de otro sobre el papel del dinero, si queremos que siga un medio de acumulación o un medio de intercambio. Mientras no nos lo replanteemos, remunerar todos los trabajos es imposible. ¿Qué hacer con el empleo doméstico? Está resolviendo necesidades muy distintas, así que lo que hacer depende de cada una. Lo que tiene que haber en general es un cuestionamiento de los horarios laborales -que se adapten a las necesidades de la vida y no la vida a las necesidades de las empresas-, de los servicios públicos disponibles y reivindicar condiciones laborales dignas para el empleo de hogar en línea con lo que piden las asociaciones de empleadas. Pero a futuro, el empleo doméstico debe desaparecer: es esa amalgama de trabajos mal reconocidos y mal pagados que están resolviendo todas las necesidades de la vida cuando la gente que se lo puede permitir está dedicando su vida a cosas más importantes. No voy a decir que se prohíba mañana, y menos si supone que vuelvan a ser las mujeres las únicas que lo hagan, pero hay que insistir en que el reparto equitativo de las tareas de cuidados debe ser una prioridad política. ¿Estás de acuerdo con la reivindicación de una renta básica para todo el mundo? Me parece una forma de plantear las reivindicaciones que no pone en primera línea los debates más relevantes. Tiene dos debilidades grandes: no cuestiona el nexo entre calidad de vida y dinero individual, no está hablando de construir una responsabildiad colectiva para poner los medios para vivir sino de que a cada quien se le de un dinero para que invidualmente se las apañe. No cuestionar ese nexo y volver a poner las soluciones en términos indiviualizados de acceso al mercado me parece un problema. Tampoco cuestiona en qué mercados vamos a consumir, a dónde vamos a ir buscar los bienes y servicios que necesitamos para vivir. Me parece mucho más potente tener servicios públicos fuertes, incluidas
cosas que ahora no se consideran como tal, como la vivienda, el transporte, la promoción de la autonomía de las personas con diversidad funcional. Además, puede haber muchos elementos contraproducentes, por ejemplo, puede ser una manera de bajar sueldos: tú das 800 euros y la mayoría de personas no va a vivir solo con eso, así que se fomenta que la gente vaya a trabajar por otros 800. 
Imagen extraída de: eldiario.es 
Qué sabemos sobre las redadas para interrogar a inmigrantes 
23/10/2014 
Este lunes comenzó la operación policial conjunta 'Mos Maiorum'. Se trata de una macro redada para interrogar inmigrantes que promueve el Consejo de la Unión Europea y a la que se ha sumado España junto a otros estados miembros. 
Este tipo de redadas se iniciaron antes de 2010 y parten formalmente de la iniciativa de la presidencia de turno de la UE, aunque el verdadero germen se encuentra en el Consejo de la Unión Europea. En este caso ha sido Italia la encargada de ponerla en marcha, como hicieron en años anteriores Grecia, Lituania o Portugal. El Consejo detalla en su informe que los gastos de organización de la redada corren a cargo del país que ostente la presidencia en cada edición. La Agencia Europea para el control de la Frontera Exterior ha confirmado este martes a Europa Press su participación en el operativo aunque asegura que tan solo prestará apoyo estadístico. 
Las redadas anteriores se han desarrollado de forma parecida. No obstante, a partir de 2014 el Consejo de la Unión Europea ha comenzado a justificar las operaciones como un intento de detectar la presencia de mafias de tráfico de personas. La relación entre la población inmigrante y este tipo de redes apareció por vez primera reflejada en el documento de la operación Aeródromos, realizada en mayo de 2014. En ocasiones anteriores, la explicación de las redadas se basó en la necesidad de identificar las rutas y los países de origen de la inmigración irregular. 
El cambio de prioridades nace a partir de un comunicado de Europol en mayo de 2013. La organización policial europea redactó un informe en el que detallaba la
"evolución de la inmigración ilegal". Para la agencia europea, había llegado el momento de convertir el fenómeno en prioridad. 
Antes de 2010 y durante las respectivas presidencias de Bélgica y Hungría se llevaron a cabo las operaciones Hermes y Mitras, una suerte de precuela para dar paso en 2012 a una gran operación conjunta entre los estados. 
Entre finales de octubre y principios de noviembre de ese año, Chipre convoca la operación Aphrodite. El objetivo: "combatir la inmigración ilegal, sobre todo los cruces ilegales de fronteras, recoger información sobre los movimientos posteriores de los migrantes dentro de los Estados Miembros de la Unión, las rutas tomadas y recabar datos extra relacionados con el tráfico de migrantes". 
Apenas se tienen datos de esta primera gran operación. Aún así, un año más tarde, entre el 30 de septiembre y el 13 de octubre, Lituania se encarga de coordinar la operación Perkunias -similar a Aphrodite- de la que sí se han publicado datos concretos. Participan 23 países, cinco menos que en la anterior, cuando se unieron 25 estados miembros además de Liechtenstein, Noruega y Suiza. La operación, una vez más, la sufraga el país organizador. 
Los controles se efectúan en aeropuertos, estaciones de tren, pasos fronterizos por carretera y en aeropuertos. En un informe, se recoge el país donde se ha localizado al migrante, su nacionalidad, género y edad, así como las rutas previas y el lugar de destino previsto. El resultado, "un éxito" según el Consejo de la UE, se saldó con la detección de más de 10.400 "irregularidades". Sin embargo, no han sido desvelados datos concretos sobre las detenciones realizadas, el perfil de los arrestados o las expulsiones en el caso de que las hubiesen ejecutado. 
Aeródromos, la última redada conjunta, ejecutada entre el 5 y el 11 de mayo de este año, fue apoyada por 18 estados miembros. Desarrollada por Grecia, la operación se desarrolló en 39 aeropuertos con la intención (por primera vez) de detectar grupos criminales de tráfico de inmigrantes. 
Tal y como reflejaron el gobierno Griego y Europol en un comunicado, la operación acabó con la detección de 130 extranjeros, "la mayoría por no portar documentación en regla". El comunicado asegura que una organización criminal fue desmantelada durante el transcurso del operativo. "Un número de traficantes fue detenido", asegura el comunicado sin llegar a especificar la cantidad concreta. 
Posibles violaciones de derechos fundamentales 
Estas redadas pueden derivar en violaciones de derechos humanos, según explica María Serrano, portavoz de Amnistía Internacional. Para la organización, tienen un carácter intimidatorio. "Hay que recordar que la inmigración ilegal es una falta administrativa, no un delito -subraya Serrano-, estas redadas provocan la criminalización de los inmigrantes". 
Además de una más que posible estigmatización del colectivo, estas operaciones policiales "generan temor entre los inmigrantes", destaca. Los inmigrantes salen con miedo a la calle sabiendo que pueden ser interceptados en cualquier momento.
Otro aspecto polémico de estas redadas se encuentra en las acciones posteriores a la detección de los migrantes. "Cada estado aplica su legislación", recuerda Serrano. Una vez interceptados, la policía les abre un expediente de expulsión y, o bien se ejecuta directamente, o se les envía de forma cautelar a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). 
A finales de 2012, se detuvieron 7.249 inmigrantes ilegales. Las operaciones policiales detectaron un intenso flujo migratorio entre Austria y Hungría- Statewatch preguntó a Europol en aquel momento qué pasaba con las personas detenidas. Un portavoz de la agencia respondió que "no disponían de esa información". Deslizó, sin embargo, que muchos de los arrestados habrían solicitado asilo. En tal caso, los inmigrantes fueron derivados a "campos de recepción" y otros a Hungría. 
En cambio, Statewatch insiste en que ni Hungría ni Serbia –país por el que los inmigrantes habían accedido a la Unión Europea y al cual según la legislación debían haber sido devueltos- registraron entrada de solicitantes de asilo. Aún así, Acnur aseguró el año pasado que Serbia no es un país seguro al que devolver solicitantes de asilo. 
Denuncia de las organizaciones sociales 
Ante el mutismo de Europa hacia los detalles de la operación así como de Interior acerca de la implicación del Gobierno, un conjunto de 37 organizaciones españolas han redactado un comunicado en el que exigen el "respeto absoluto de los derechos humanos de los ciudadanos". Autor: Alberto Ortiz Fuente: Diario.es 
Familia, pedagogía, juventud, sociedad e Iglesia, respuestas del Papa 
2014-10-25 Radio Vaticana 
(RV).- Papa: curar heridas, recuperar y acompañar a la familia (con audio) «Hay que recuperar muchas cosas en la familia herida de hoy día», dijo el Papa Francisco al responder a la primera pregunta en su audiencia al Movimiento Católico Internacional de Schoenstatt, cuyo tema era sobre la Familia como propuesta viva. Siguiendo la enseñanza de Jesús, «el gran maestro de perder el tiempo... Ha perdido el tiempo acompañando, para hacer madurar las conciencias, para curar heridas, para enseñar». El Obispo de Roma destacó la importancia de la preparación al matrimonio: «no se puede preparar novios al matrimonio con dos encuentros, con dos conferencias. Eso es un pecado de omisión de nosotros, los pastores y los laicos que realmente están interesados en salvar a la familia». Ante la cultura del provisorio y ante los dramas familiares que tanto hacen sufrir a los hijos, el Santo Padre hizo hincapié en la importancia de acompañarlos, con paciencia y cercanía: Pregunta: ROSA: Santo Padre, La Providencia nos ha regalado la hermosa experiencia de acompañar y fortalecer con la espiritualidad de la Alianza a muchos matrimonios y familias. Constatamos, al mismo tiempo, que muchos cristianos no han tenido la posibilidad de vivir la belleza del Sacramento del Matrimonio.EDUARDO: El Sínodo que acaba de terminar nos ayuda a tomar conciencia de que en
muchas culturas ya no existe un concepto de familia unívoco. También nos ha presentado la urgencia de acompañar a tantos creyentes que viven realidades diferentes y también fracturadas. Santo Padre, quisiéramos que cuente con nosotros en este camino que se ha iniciado con el sínodo. ROSA: Ante los desafíos de la familia actual, desde su experiencia pastoral, ¿qué orientaciones nos quisiera dar para acompañar mejor a aquellos hermanos y hermanas que aún no se sienten acogidos en nuestra Iglesia, y para acompañar a novios y familias, de manera que lleguen a ser “propuesta viva e irresistible” para los que buscan un camino de plenitud?Repuesta del Papa: «Dentro del problema que ustedes tocan para hacer las preguntas, hay una cosa muy triste, muy dolorosa. Pienso que la familia cristiana, la familia, el matrimonio, nunca fue tan atacado como ahora. Atacado directamente o atacado de hecho. Puede ser que me equivoque. Los historiadores de la Iglesia sabrán decirnos, pero que la familia está golpeada, que a la familia se la golpea, y a la familia se la bastardea como bueno, si es una manera más de asociación, pero se puede llamar familia a todo, no. Además, cuánta familia herida, cuánto matrimonio deshecho, cuánto relativismo en la concepción del sacramento del matrimonio. En su momento ya sea desde el punto de vista sociológico, que ve, desde el punto de vista de los valores humanos, como desde el punto de vista del sacramento católico, del sacramento cristiano, de una crisis de la familia. Crisis porque le pegan de todos lados y queda muy herida. Entonces claro, no queda otra que hacer algo. Entonces tu pregunta, ¿qué podemos hacer?: Sí podemos hacer buenos discursos, declaraciones de principios, a veces hay que hacerlo, ¿no cierto?. Las ideas claras. Miren esto que ustedes están proponiendo no es matrimonio. Es una asociación. Pero no es matrimonio. O sea a veces hay que decir cosas muy claras. Y eso hay que decirlo. Pero la pastoral de ayuda solamente en este caso tiene que ser cuerpo a cuerpo. O sea acompañar. Y esto significa perder el tiempo. El gran maestro de perder el tiempo es Jesús, ¿no? Ha perdido el tiempo acompañando, para hacer madurar las conciencias, para curar heridas, para enseñar. Acompañar ese hacer camino juntos. Evidentemente que se ha devaluado el sacramento del matrimonio y del sacramento inconscientemente se fue pasando al rito. La reducción del sacramento al rito. Entonces se da que el sacramento bueno es un hecho social, sí con, religioso, no cierto, bautizados, pero lo fuerte es lo social. Cuántas veces yo he encontrado aquí, en la vida pastoral, ¿no? Gente que no, no, y ¿por qué no te casás? Están conviviendo ¿por qué no te casás? No, es que… hacer la fiesta, esto, no tenemos dinero. Entonces lo social cubre lo principal que es la unión con Dios no. En Buenos Aires me acuerdo que unos curas me dieron la idea de hacer el matrimonio a cualquier hora. Porque normalmente se hace un jueves, un viernes, el matrimonio civil, y el sábado el matrimonio sacramental. Y claro no podían hacer frente a los dos actos porque siempre hay algún festejo en el primero. Entonces estos curas muy pastores para ayudar a esto: “a la hora que quieran”. Terminaba la ceremonia civil, pasaban por la parroquia, matrimonio eclesiástico, o sea es un ejemplo de facilitar, facilitar la preparación. No se puede preparar novios al matrimonio con dos encuentros, con dos conferencias. Eso es un pecado de omisión de nosotros, los pastores y los laicos que realmente están interesados en salvar a la familia. La preparación al matrimonio tiene que venir de muy lejos. Acompañar novios. Acompañar, pero siempre cuerpo a cuerpo y preparar. Saber qué es lo que van a hacer. Muchos no saben lo que hacen y se casan sin saber qué significa. Las condiciones. Qué prometen. Sí, sí, todo está bien pero no han tomado conciencia de que es para siempre. Y esto, ponéle encima esta cultura de lo provisorio que estamos viviendo, no sólo en la familia, sino también ente los curas, no. Me decía un obispo que se le presentó un muchacho excelente, y que quería ser cura pero no más por diez años y después volver… Es la cultura del provisorio. Es a tiempo. El “para siempre” es como que se olvida. Hay que recuperar muchas cosas en la familia herida de hoy día. Muchas cosas. Pero no escandalizarse de nada de lo que sucede en la familia. Los dramas familiares, destrucciones de familias, los chicos, no. En el Sínodo un obispo se hizo esta pregunta: ¿somos conscientes nosotros los pastores de lo que sufre un chico cuando los papás se separan? Son las primeras víctimas. Entonces cómo acompañar a los chicos. Cómo ayudar a los padres que se separan a que no usen de rehenes a los chicos. Cuántas psicologías pseudopatológicas de gente que destruye con la lengua a los demás vienen de haber sido educados del papá hablando mal de la mamá y de la mamá hablando mal del papá. Son cosas que hay que acercarse a cada familia, acompañar, o sea que tengan conciencia de lo que hacen y hay situaciones variadas hoy día. ¿No? No se casan, se quedan en su casa. Tienen su novio o su novia pero no se casan. Una mamá me decía ¿Padre qué puedo hacer para que mi hijo que tiene 32 años se case? Bueno primero que tenga novia, señora. Sí, sí, tiene novia pero no se casa. Y bueno señora si tiene novia y no se casa, no le planche más las camisas, a ver si así se anima ¿no?
Es decir, cuántos hay que no se casan. Conviven totalmente o como yo he visto en mi misma familia, convivencias partime. De lunes a jueves con mi novia y de viernes a domingo con mi familia. O sea, son nuevas formas totalmente destructivas, limitadoras de la grandeza del amor del matrimonio. ¿No? Bueno y como eso vemos tanto, convivencias, separaciones, divorcios, por eso la clave que puede ayudar es “cuerpo a cuerpo” acompañando, no haciendo proselitismo, porque eso no resulta. Acompañarlos. Paciencia, paciencia. Y una palabra hoy, una actitud mañana, no sé. Les sugiero eso. María Madre y Educadora “María es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza del Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros. Es la que continuamente nos está dando vida. Es Madre de la Iglesia. Es Maternidad”.Recordando las palabras del Santo Padre en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium cuando afirma que “María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura”, y recordando también que si bien los años de la niñez y juventud del P. José Kentenich, estuvieron marcados por la ausencia de su padre y las dificultades económicas de su madre, el fundador del movimiento Mariano experimentó a la Santísima Virgen no sólo como Madre, sino también como Educadora, los representantes del movimiento, aludiendo al gran amor de Papa Francisco a la Virgen María, le pidieron que les hablara de su visión sobre la misión de María en la Nueva Evangelización y en la renovación de la Iglesia. “Madre” – dijo Francisco. María es “Madre no sólo que nos da la vida sino que nos educa en la fe. Es distinto buscar crecer en la fe sin la ayuda de María. Es otra cosa. Es como crecer en la fe sí, pero en la Iglesia orfanato. Una Iglesia sin María es un orfanato” porque “María es la que ayuda a bajar a Jesús. Lo trae del cielo a convivir con nosotros”. Respuesta del Papa: “Bueno, la verdad que María es la que sabe transformar una cueva de animales en casa de Jesús con unos pocos trapos y una montaña de ternura. Y es capaz también de hacer saltar un chico en el seno de su madre como escuchamos en el Evangelio. Ella es capaz de darnos la alegría de Jesús. María es fundamentalmente Madre. Bueno sí, Madre es poca cosa, no, María es Reina, es Señora. No. Pará: María es Madre. ¿Por qué? Porque te trajo a Jesús. Voy a contar una anécdota muy dolorosa para mí. Habrá sido por los años 80. En Bélgica, había ido por una reunión y, católicos buenos. Trabajadores. Y me invitó a cenar un matrimonio. Varios hijos. Católicos. Pero que, eran profesores de teología, y estudiaban mucho, ¿no? Y de tanto estudiar, no sé, tenían un poquito de fiebre en la cabeza. Y entonces, en un momento de la conversación hablaban de Jesús. Muy bien. Verdaderamente una teología, una cristología muy bien hecha. Y al terminar me dicen y bueno nosotros ya conociendo a Jesús así no necesitamos a María. Por eso no tenemos devoción mariana. Yo me quedé helado. Es decir, me quedé triste, mal. Es decir, cómo el demonio bajo una forma de “mejor”, quita lo mejor, ¿no? Pablo dice que nos tienda bajo ángel de luz, ¿no? Y es una Madre, una María sin maternidad. María es Madre. Primero. No se puede concebir ningún otro título de María que no sea “la Madre”. Ella es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza del Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros. Es la que continuamente nos está dando vida. Es Madre de la Iglesia. Es maternidad. No tenemos derecho, y si lo hacemos estamos equivocados, a tener psicología de huérfanos. O sea, el cristiano no tiene derecho “a ser huérfano”. Tiene Madre. Tenemos Madre. Un anciano predicador con mucha “chispa”, hablando con estos de psicología de huérfanos terminó su sermón diciendo: “¡Bueno y el que no quiera a María como Madre la va a tener como suegra!”. Madre. Es Madre no sólo que nos da la vida sino que nos educa en la fe. Es distinto buscar crecer en la fe sin la ayuda de María. Es otra cosa. Es como crecer en la fe sí, pero en la Iglesia orfanato. Una Iglesia sin María es un orfanato. ¡Eh! Entonces Ella educa nos hace crecer, nos acompaña, toca las conciencias. Cómo sabe tocar las conciencias, para el arrepentimiento. A mí me gusta, todavía ahora lo hago, cuando tengo un rato de tiempo, leer las historias que San Alfonso María de Ligorio, son cosas de otro tiempo, el modo de redactar, pero son verdad. Cuenta después de cada capítulo, una historia edificante de cómo María… En el sur de Italia, no sé si en Calabria o en Sicilia, está la devoción a la Virgen de los mandarinos. En una zona donde hay mucha mandarina ¿no? Y son devotos de la Virgen de los mandarinos los granujas, ¿no? , los ladrones, estos son devotos. Y cuentan que la Virgen de los mandarinos los quiere, y le rezan porque cuando lleguen al cielo, Ella está mirando la cola de la gente que llega ¿no? y cuando los ve a algunos de ellos “les hace así” con la mano y les dice que no pasen, que se escondan. Y a la noche cuando está todo oscuro y no está San Pedro les abre la puerta. O sea es una manera muy folclórica y muy popular de una verdad muy grande, ¿no? De una teología muy grande. Una Madre cuida a su hijo hasta el fin y trata de salvarle la vida hasta el fin. De ahí la tesis de San Alfonso María de Ligorio que un devoto de María no se condena, ¿no? Pero esa es la última, ¿no?
O sea, durante toda la vida sabe tocar las conciencias. Sabe tocar las conciencias. Te acompaña en eso. Nos ayuda. María es la que ayuda a bajar a Jesús. En el abajamiento de Jesús. Lo trae del cielo a convivir con nosotros. Y es la que mira, cuida, avisa. Está. Y, hay una cosa que a mí me llega mucho. La primera antífona mariana de Occidente es copiada de una de Oriente que dice “Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios”. Es la primera, la más antigua de Occidente. Pero eso viene de una tradición vieja, que los místicos rusos, los monjes rusos explicitan así: en el momento, en los momentos de turbulencia espiritual, no queda otra que acogerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Es la que protege, la que defiende. Acordémonos del Apocalipsis, la que sale con el chico en brazos corriendo para que el dragón no devore al chico. Por más que conozcamos a Jesús, nadie puede decir que es tan maduro como para prescindir de María. Nadie puede prescindir de su madre. Nosotros los argentinos…, nosotros los argentinos cuando encontramos una persona que tiene huellas de maldad o de mal comportamiento, y un poco por carencia, porque no la quiere, o porque la abandonó, el cariño de su madre, tenemos una palabra fuerte que no es mala palabra, es un adjetivo fuerte, y le decimos esta persona es un “huacho”. El cristiano no puede “ahuacharse” porque tiene a María como Madre”. Testimonio, Misión, Oración (RV).- Los jóvenes en Schoenstatt identificados por el espíritu misionero que los moviliza a vivir y dar testimonio de la fe, movidos por la inquietud que les surge porque, con frecuencia – dijeron - se encuentran con jóvenes que “aún si se los ve felices, incluso viviendo solidariamente ayudando a los demás”, “no viven contentos”, “no tienen la experiencia del encuentro con Cristo y no sienten la necesidad de la fe”, le pidieron al Santo Padre que los aconsejara para invitar a los amigos a compartir una vida más plena con Cristo. Tres palabras les dejó el Papa: Testimonio, Misión, Oración. Citando al Papa Emérito Benedicto XVI, el Santo Padre señaló que la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción: es la atracción la que da el testimonio. Y ese testimonio, agregó, tiene que tener la capacidad de movernos, de hacernos salir, de ir en misión, porque “una Iglesia o un movimiento, una comunidad cerrada, se enferma”. Pero para todo esto, puso en guardia Francisco, es necesaria ante todo la oración: “Nadie puede decir ‘Jesucristo es el Señor’ si el Espíritu Santo no lo inspira. Y para ello es necesaria la oración”. Por último el Pontífice alertó a los jóvenes sobre la tentación del cansancio, porque detrás de ésta, dijo, “se esconde el egoísmo, y, en última instancia, el espíritu mundano”. “Abran la boca a tiempo”, exhortó. “Pidan consejo a tiempo”. (GM – RV)Respuesta del Papa: “Parto de una frase de Papa Benedicto XVI. La Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción… La atracción la da el testimonio. Consejo primero: testimonio. O sea, vivir de tal manera que otros tengan ganas de vivir. Como nosotros. Testimonio. No hay otro. No hay otro. Vivir de tal manera que otros se interesen en preguntar ¿por qué? El testimonio. El camino del testimonio. Que de eso no hay nada que lo supla. Testimonio en todo. Nosotros no somos salvadores de nadie. Somos transmisores de alguien que nos salvó a todos. Y eso solamente lo podemos transmitir si asumimos en nuestra vida en nuestra carne, en nuestra historia, la vida de ese alguien que se llama Jesús. O sea testimonio. Testimonio. Y esto no sólo en las obras de caridad. Por supuesto hay que hacerlas porque el protocolo con el cual nos van a juzgar a todos está en Mateo 25 ¿no cierto? Bueno entonces sí, testimonio en las obras de caridad, etc. ¿No? En el trabajo de promoción, de educación, de hacer cosas por los demás. No sólo eso no. Sino testimonio de vida. ¿Cómo vivo yo? ¿Tengo doble vida? Es decir ¿me proclamo cristiano y vivo como pagano? La mundanidad espiritual, el espíritu del mundo que Jesús condena tanto. Basta leer el Evangelio de Juan, como es repetitivo en eso. ¿Yo lo comparto más o menos con mi fe cristiana? ¿Mitad y mitad? El testimonio te tiene que agarrar todo. ¿No? Es una opción de vida. O sea, perdón, yo testimonio porque esa es la consecuencia de una opción de vida. Así es que eso es el primer paso. Sin testimonio no podés ayudar a ningún joven ni a ningún viejo. ¡A nadie! Y, evidentemente que todos flaqueamos, que todos somos débiles, que todos tenemos problemas y no siempre damos un buen testimonio. Pero la capacidad de humillarnos dentro, la capacidad de pedir perdón cuando nuestro testimonio no es el que debe ser. Y un testimonio que también tenga dentro la capacidad de movernos, de hacernos salir, de ir en misión, que no es ir a hacer proselitismo. Es ir a ayudar, a compartir, y que vean cómo lo hacemos y qué hacemos. Yo me repito mucho en esto. Una Iglesia que no sale es una Iglesia “de exquisitos”. Un movimiento eclesial que no sale en misión, es un movimiento “de exquisitos”. Y a lo más, en vez de ir a buscar ovejas para traer, o ayudar o dar testimonio, se dedican al grupito, a peinar ovejas. ¿No? Son peluqueros espirituales. ¿No? Eso no va.
O sea salir, salir de nosotros mismos. Una Iglesia o un movimiento, una comunidad cerrada se enferma. Tiene todas las enfermedades de la cerrazón. Un movimiento, una Iglesia, una comunidad que sale se equivoca, se equivoca. Pero es tan lindo pedir perdón cuando uno se equivoca. Así que no tengan miedo. Salir en misión. Salir en camino. Somos caminantes. Pero cuidado, santa Teresa lo avisaba, por ahí en el camino, nos gusta un lindo lugar y nos quedamos ahí, ¿no? Nos olvidamos que tenemos que seguir para allá. No quedarnos. Descansar sí, pero después seguir caminando y caminantes, no errantes. Porque se sale para dar algo. Se dale en misión. Pero no se sale para dar vueltas sobre uno mismo, ¿no?, dentro de un laberinto que ni nosotros mismos podemos comprender. Caminantes y no errantes. Y ahí sí, con la misión, la oración. Nadie puede decir “Jesucristo es el Señor” si el Espíritu Santo no te lo inspira. Y para eso tenés que rezar. Tenés que reconocer que tenés al Espíritu Santo adentro que y que es el mismo Espíritu Santo el que te da fuerza para ir adelante, ¿no? Oración. No dejar la oración. Y la oración a la Virgen que es una de las cosas que en la confesión yo suelo preguntar. Bueno ¿cómo va tu relación con la Virgen? Rosario. Pero la oración. Volvemos a lo que dije antes de la Madre. Para que la Madre me acompañe, me busque, me diga dónde falta el vino, etc., esas cosas que hace ella. Oración, misión, salir. Y una cosa que ustedes los jóvenes van a tener: la tentación del cansancio. O porque no ves los resultados, o porque bueno el espectáculo se acabó y ya está muy aburrido, y voy a buscar otra cosa. En eso, en el primer síntoma de cansancio que encuentren, cansancio del camino, pero de cualquier forma, abran la boca a tiempo. Pidan consejo a tiempo. Me está pasando esto. Salí “en cuarta” y ahora “estoy marcha atrás”. Pero la tentación del cansancio es muy sutil. Porque detrás de la tentación del cansancio de salir a la misión, se esconde el egoísmo. Y se esconde, en última instancia, el espíritu mundano, ¿no?, volver a la comodidad, al estar bien, a pasarla bien o como quieran. Así es que yo te diría: testimonio, para que la luz brille, que no esté escondida debajo de la cama, ¿no?, que brille la luz, y vean las obras buenas que hace el Padre a través de nosotros, obviamente, ¿no? Testimonio. Para que pregunten por qué vivís así, coherencia de vida caminar, caminantes no errantes y cuidarse de la tentación del cansancio. No se me ocurre otra cosa, no cierto. ¿Qué consejo nos da para invitar a nuestros amigos a compartir una vida más plena en Cristo? Creo que con eso basta, ¿no?” La mano en el pulso del tiempo, y el oído en el corazón de Dios (RV).-El movimiento de Schoenstatt nace en el contexto de la primera guerra mundial. Desde ese momento el padre fundador invita a tener “la mano en el pulso del tiempo, y el oído en el corazón de Dios”, escuchando en los momentos luminosos y también en los más oscuros, esa voz de Dios que llama a colaborar en la realización de su proyecto de amor. Los representantes del movimiento de Schoenstatt, indicando que en el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, nos vuelve a sorprender la amenaza del odio y la división, piden al Santo Padre compartir con ellos un secreto: sería el de cómo mantener la alegría y la esperanza a pesar de las dificultades y las guerras de nuestro tiempo, y cómo perseverar en el servicio al enfermo, al pobre, y al desamparado. La oración y el abandono en los brazos del Padre son los primeros ‘secretos’ que Papa Francisco confía. La confianza en que el Señor no nos abandona, y también, el coraje: coraje para ir hacia adelante y aguante para soportar el peso del trabajo. Y a este punto Francisco hace un anotación: este ‘coraje’ y este ‘aguante’ que se da en la vida apostólica debe darse también en la oración. Rezar con coraje porque como dijo Jesús, “todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá” (Jn. 15, 16). Y luego, señaló el Obispo de Roma, el ‘aguante’, cuando “el Señor hace pasar la prueba del rechazo”. En todo esto ayuda, “no mirar las cosas desde el centro” porque el único centro “es Jesucristo”. Ayuda la mirada amplia y clara que se da sólo cuando no se miran las cosas desde el centro, sino desde las periferias.Repuesta del Papa: “ Bueno no tengo la más pálida idea pero no importa… Un poco por personalidad, yo diría que soy medio inconsciente, ¿no? Entonces la inconsciencia lleva a veces a ser temerario, pero no sé explicar eso que usted me pregunta. Eh, no sé sinceramente, ¿no? Eh, rezo y me abandono. Pero me cuesta hacer planes. No sé. Esas dos cosas me atrevo a decir, ¿no? Que el Señor me dio la gracia de tener una gran confianza. De abandonarme a su bondad. Incluso en los momentos de mucho pecado, ¿no? Y como Él no me abandonó, entonces es como que eso me hace más confianzudo, ¿no? Y entonces ir adelante con Él. Tengo mucha confianza. Yo sé que Él no me va a abandonar. Y rezo, ¿no? Eso sí, pido. Porque también soy consciente que de tantas cosas malas y de tantas “macanas” que hice, eh, cuando no me abandoné y quise yo controlar el timón, ¿no? Quise entrar en ese camino tan “embromado” que es el auto salvarse, ¿no?, es decir, no yo me salvo cumpliendo, con el cumplimiento, “cumplo y miento”, cumplimiento, ¿no? El cumplimiento, ¿no?, que era la salvación de los Doctores de la Ley, de los saduceos, de esa gente que le hacía la vida imposible a Jesús, ¿no? Pero no sé. Sinceramente, en serio, no sabría explicarlo. Me
abandono rezo. Pero nunca me falla eh. Él no falla. Él no falla. Y he visto que Él es capaz, a través, no digo a través mío, sino a través de la gente de hacer milagros. Yo he visto milagros que el Señor hace a través de la gente que va por este camino de abandonarse en sus manos, ¿no? Una cosa que también diría, cuando dije que soy un poco inconsciente, ¿no? La audacia. ¿No? La audacia es una gracia. El coraje. San Pablo decía dos grandes actitudes que tiene que tener el cristiano para predicar a Jesucristo: el coraje y el aguante, ¿no? O sea el coraje de ir adelante y el aguante de soportar el peso del trabajo. Ahora es curioso. Esto que se da en la vida apostólica debe, debe ¡eh!, darse en la oración también. O sea una oración sin coraje es una oración “chirle”, que no sirve. Acordémonos de Abrahán cuando, como buen judío, le regatea a Dios. Que si son 45, que si son 40, que si son 30, que si son 20. O sea es “caradura”. Él tiene coraje en la oración. Acordémonos de Moisés cuando Dios le dice “mirá a este pueblo yo no lo aguanto más, lo voy a destruir, pero quedáte tranquilo que a vos te voy a hacer líder de otro pueblo mejor”. “No, no, si borrás a este pueblo, me borrás a mí también”. ¡Coraje eh! En la oración con coraje. Rezar con coraje. “Todo lo que ustedes pidan en mi nombre, si lo piden con fe, y creen que lo tienen, ya lo tienen”. ¿Quién reza así? ¡Somos flojos! El coraje, ¿no? Y después el aguante. Aguantar las contradicciones, no cierto. Aguantar los fracasos en la vida. Los dolores, las enfermedades, no sé, las situaciones duras de la vida, ¿no? A mí me impresionó que el Padre Superior General de ustedes, o Director General haya hecho referencia a la incomprensión que tuvo que padecer el Padre Kentenich y al rechazo, ¿no? Ese es signo de que un cristiano va adelante. Cuando el Señor le hace pasar la prueba del rechazo. Porque es el signo de los Profetas, los falsos profetas nunca fueron rechazados, porque les decían a los reyes o a la gente lo que querían escuchar. Así que todo “ah qué lindo”, ¿no? Y nada más. No. El rechazo, ¿no? Ahí está el aguante. Aguantar en la vida hasta ser dejado de lado, rechazado, sin vengarse con la lengua, la calumnia, la difamación. Y después una cosa que es inevitable, no ver, un poco para… o sea vos me preguntabas cuál era mi secreto, no sé, pero a mí me ayuda no mirar las cosas desde el centro, ¿no? Hay un solo centro. Es Jesucristo. Sino mirar las cosas desde las periferias, ¿no? Porque se ven más, más claras, ¿no? Cuando uno se va encerrando en el pequeño mundito, el mundito del movimiento, de la parroquia, del arzobispado, o acá, el mundito de la Curia, entonces no se capta la verdad. Sí se la capta quizás en teoría, pero no se capta la realidad de la verdad en Jesús, ¿no? Entonces la verdad se capta mejor desde la periferia que desde el centro, ¿no? Eso a mí me ayuda. No sé si es mi secreto o no, pero ciertamente… Me acuerdo cómo cambió la concepción, la cosmovisión del mundo, desde Magallanes en adelante, o sea una cosa era ver el mundo desde Madrid, o Lisboa, y otra cosa era verlo desde allá, desde el Estrecho de Magallanes. Ahí empezaron a entender otra cosa, ¿no? Esas revoluciones que hacen entender la realidad de otro lado. Lo mismo pasa con nosotros, si nos quedamos encerrados en nuestro mundito, que nos defiende y todo, bueno, no terminamos de entender, ¿no? Y no terminamos de saber cuál es la verdadera situación de una verdad. Me decía en estos días, que hubo un gran encuentro acá de penalistas, mundial, ¿no? Uno de ellos, hablando de experiencias, en privado estábamos hablando en ese momento, me decía “y a veces me sucede Padre, cuando voy a la cárcel, “de llorar” junto con un preso. Entonces ahí tenés un ejemplo. O sea, él ve la realidad, ¿no?, del derecho, de lo que tiene que juzgar, como juez penalista, sino desde la llaga que está allá y esta verdad la ve allá, la ve mejor y para mí es una de las cosa más lindas de estos días, que un juez te diga que tuvo la gracia, tiene la gracia a veces de llorar con un preso, ¿no? O sea ir a la periferia, ¿no cierto? Entonces yo te diría: Una sana inconciencia, o sea que Dios hace las cosas, rezar y abandonarse. Coraje y aguante y salir a la periferia. No sé si ese es mi secreto. Pero es lo que se me ocurre decirte de lo que a mí me pasa”. (GM RV)IGLESIA: DILEXIT ECCLESIAM - Epitafio sobre la tumba del P. José Kentenich - «Renovación de la Iglesia. Uno piensa en la gran revolución, ¿no? Alguno por ahí dice “el Papa revolucionario”, todas esas historias, ¿no? Pero es la frase quizá de las más antiguas de la Eclesiología», así empieza la quinta respuesta del Santo Padre, en la que alentó a la cultura del encuentro, que es cultura de la alianza. GRACIELA: Santo Padre, hemos peregrinado como Familia de Schoenstatt desde nuestros Santuarios. Representamos a quienes están espiritualmente presentes desde nuestros países, y tienen el corazón y la mente puestos en el encuentro con Usted. Asimismo, nos alegramos de estar acompañados por representantes de otros carismas. También ellos nos han inspirado. La diversidad y la riqueza de la Iglesia, frutos del Espíritu de Dios, se hacen visibles en este lugar.BELTRAN: En la Iglesia nos encontramos con Jesús, que nos invita a la comunión para construir juntos el Reino de Dios. El mundo necesita signos de unidad, de generosidad y de voluntades puestas al servicio del prójimo.
GRACIELA: Hoy nuestra Familia de Schoenstatt quiere escucharlo a Usted. ¿Cómo podemos ayudarlo más en la renovación de la Iglesia, y dónde nos sugiere poner los acentos de nuestra acción evangelizadora en esta nueva etapa de nuestra Familia?Repuesta del Papa: Renovación de la Iglesia. Uno piensa en la gran revolución, ¿no? Alguno por ahí dice “el Papa revolucionario”, todas esas historias, ¿no? Pero es la frase quizá de las más antiguas de la Eclesiología. Los latinos, los Padres latinos, decían Ecclesia Semper renovanda. La Iglesia tiene que renovarse continuamente. Esto es desde los primeros siglos de la Iglesia. Y luchaban por eso, para…, los santos hicieron lo mismo, o sea los que llevan adelante la Iglesia son los santos. Que son aquellos que fueron capaces de renovar su santidad, y renovar a través de su santidad, renovar a la Iglesia, ¿no? Ellos son los que llevan adelante la Iglesia. O sea que como primero, como el primer favor que les pido, como ayuda, es la santidad. Santidad. No tener miedo a la vida de santidad. Eso es renovar la Iglesia. Renovar la Iglesia no es principalmente hacer un cambio aquí, un cambio allá. Hay que hacerlo porque la vida siempre cambia, y hay que adaptarse. Pero esa no es la renovación, ¿no? Acá mismo, es público, por eso me atrevo a decirlo, hay que renovar la Curia, se está renovando la Curia, el Banco del Vaticano, hay que renovarlo. Todas son renovaciones de afuera. Esas que dicen los diarios. Es curioso. Ninguno habla de la renovación del corazón. No entienden nada de lo que es renovar la Iglesia. Esa la santidad. Renovar el corazón de cada uno. Otra cosa que me ayuda, que fue tu pregunta, la libertad de espíritu. En la medida en que uno reza más y deja que el Espíritu Santo actúe va adquiriendo esa santa libertad de espíritu, que lo lleva a hacer cosas que dan un fruto enorme, ¿no? Libertad de espíritu. Que no es lo mismo que relajo, no, no. No es vaga, pero da lo mismo. No, no. Libertad de espíritu supone fidelidad, , ¿no? y supone oración, ¿no? Cuando uno no ora no tiene esa libertad. O sea el que reza tiene libertad de espíritu. Es capaz de hacer “barbaridades” en el buen sentido de la palabra. ¿Y cómo se te ocurrió hacer eso? ¡Qué bien que te salió! Y yo que sé, recé y se me ocurrió. Libertad de espíritu, ¿no? No encapsularse en, solamente - digo encapsularse, hay que entenderlo bien - en directivas, o cosas que nos aprisionan, ¿no? Volvemos otra vez a la caricatura de los Doctores de la Ley, ¿no?, que por ser tan exactos, tan exactos, en el cumplimiento de los diez mandamientos habían inventado otros 600. No eso no ayuda. No eso te lleva a encerrarte a encapsularte, ¿no cierto? Cuando el apóstol planifica, y acá todo algo que quizá a algunos de ustedes no les guste, pero yo lo digo, ¿no cierto? Cuando el apóstol cree que haciendo una buena planificación las cosas van adelante, se equivoca. Es un funcionalista. Eso lo tiene que hacer un empresario, y todo. Nosotros tenemos que usar esas cosas, sí. Pero no son la prioridad, sino al servicio de otro, de la libertad de espíritu, de la oración, de la vocación, del celo apostólico, del salir, ¿no? O sea, el funcionalismo, “ojo”, ¿no? A veces yo veo en algunas Conferencias Episcopales o en algunos obispados que tienen encargados para cualquier cosa, ¿no? Para todo, ¿no? No se escapa nada, ¿no? Y todo funcional, todo bien arreglado. Pero faltan a veces cosas o hacen la mitad de lo que podrían hacer con menos funcionalismo y más celo apostólico, más libertad interior, más oración, o sea esa libertad interior, ¿no?, ese coraje de salir adelante, ¿no? Eso. Esto del funcionalismo, para que no haya dudas, lo expliqué bien en Evangelii Gaudium. Pueden fijarse ahí lo que quise decir. ¿Cuándo un camino, una ayuda, no cierto, es verdadero? Cuando se descentra. El centro es uno solo: Jesucristo. Cuando yo pongo en el centro mis métodos pastorales, mi camino pastoral, mi modo de actuar y todo, descentro a Jesucristo. Toda espiritualidad, todo carisma, en la Iglesia desde el más variado a los más ricos, tiene que ser descentrado. En el centro está el Señor. Por eso fíjense, cuando Pablo en la Primera Carta a los Corintios habla de los carismas, esas cosas tan lindas, del cuerpo de la Iglesia, cada cual con su carisma, ¿cómo termina? Pero les voy a explicar algo mejor. Y termina hablando del amor. Es decir, de aquello que viene bien de Dios, ¿no? Lo más propio de Dios y que nos enseña a imitarlo a él. Por eso no se olviden esto. Y háganse mucho la pregunta. ¿Yo soy un descentrado, en este sentido, o estoy en el centro, como persona o como movimiento, como carisma? O sea lo que en castellano, perdón que hablo mi lengua porteña, en mi castellano porteño llamamos “figuretti”, ¿no?, es decir, el centro, el centro, es sólo Jesús. Siempre el apóstol es un descentrado. Porque el servidor está al servicio del centro, ¿no? El carisma descentrado no dice nosotros. Nosotros, o yo. Dice Jesús. Y Yo. Jesús y yo. Jesús me pide. Tengo que hacer esto por Jesús. O sea siempre en el centro. Está orbitando en la persona de Jesús, ¿no? No se olviden. Un movimiento, un carisma, necesariamente tiene que ser descentrado. Después una cosa que hoy día se nos pide y se hizo referencia cuando hablamos de las guerras. Somos. Hoy día estamos sufriendo desencuentros cada vez más grandes, ¿no? Y con la clave del desencuentro podemos releer todas las preguntas que hicieron ustedes. Desencuentros familiares, desencuentros testimoniales, desencuentros en el anuncio de la Palabra, y del
mensaje, desencuentros de guerras, desencuentros de familias, o sea el desencuentro, la división, es el arma que el demonio tiene. Y entre paréntesis les digo que el demonio existe. Por si alguno tiene dudas, ¿no? Existe y se las trae. Existe y se las trae. Y el camino es el desencuentro que lleva a la pelea, la enemistad. Babel, ¿no? Así como la Iglesia es ese templo de piedras vivas, que edifica el Espíritu Santo, el demonio edifica ese otro templo de la soberbia, del orgullo, que desencuentra, porque cada cual no se entiende, porque habla cosas distintas, que es Babel, ¿no? De ahí que tenemos que trabajar por una cultura del encuentro. Una cultura que nos ayude a encontrarnos como familia, como movimiento, como Iglesia, como parroquia. Siempre buscar cómo encontrarse. Yo les recomiendo, sería una cosa linda si la pudieran hacer, en estos días, eh, sino se les va de la cabeza, se olvidan: Que agarren en el libro del Génesis la historia de José, ¿no? de José y sus hermanos. Como toda esa historia dolorosa, de traición, de envidia, de desencuentro termina en una historia de encuentro que da lugar a que el pueblo por 400 años crezca y se fortalezca. Ese pueblo elegido por Dios, ¿no? Cultura del encuentro. Léanse la historia de José, que son varios capítulos del Génesis. Les va a hacer bien para ver qué es lo que se quiere decir con esto, ¿no? Cultura del encuentro es cultura de la alianza. O sea Dios nos eligió, nos prometió, y en el medio hizo una alianza con su pueblo. A Abrahán le dice “caminá que yo te voy a decir lo que te voy a dar”. Y poco a poco le va diciendo que la descendencia que va a tener va a ser como las estrellas del cielo. La promesa. Lo elige con una promesa. Llegado un momento le dice: “bueno ahora alianza”. Y las diversas alianzas que va haciendo con su pueblo son las que consolidan ese camino de promesa y con el encuentro. Cultura del encuentro es cultura de la alianza. Y eso crea solidaridad. Solidaridad eclesial. Ustedes saben que es una de las palabras que está en riesgo. Así como todos los años o cada tres años la Real Academia española se reúne para ver las nuevas palabras que se van creando porque somos una lengua viva, sucede con todas las lenguas vivas, así también algunas van desapareciendo, porque son lenguas muertas, es decir, mueren. Y ya no se usan. Y siendo una lengua viva tiene palabras muertas, ¿no? La que está a punto de morir, o porque la quieren matar, la quieren borrar del diccionario, es la palabra “solidaridad”, ¿no? Y alianza significa solidaridad. Significa creación de destrucción de vínculos. No destrucción de vínculos. Y hoy día estamos viviendo en esta cultura, en esta cultura del provisorio, que es una cultura de destrucción de vínculos. Lo que hablamos de los problemas de la familia, por ejemplo. Se destruyen los vínculos, en vez de crear vínculos. ¿Por qué? Porque estamos viviendo la cultura del provisorio, del desencuentro, de la incapacidad de hacer alianza, ¿no? Entonces cultura del encuentro, que eso hace una unidad que no es mentirosa y es la unidad de la santidad,, ¿no?, que lleva a la cultura del encuentro. Y quizás quiero terminar con esto… En el pueblo elegido, en la Biblia, renovar la alianza, hacer la renovación de la alianza, se renovaba la alianza en tales fiestas, en tales años, o después de haber ganado una batalla, después de haber sido liberados y, venido Jesús, nos pide renovar la alianza, ¿no cierto? Y Él mismo participa de esa renovación en la Eucaristía. O sea, cuando celebramos la Eucaristía celebramos la renovación de la alianza. No sólo miméticamente, ¿no? Sino de una manera muy honda, muy real, muy profunda. Es la misma presencia de Dios que renueva la alianza con nosotros. Pero también no lo solemos decir porque se nos va de la cabeza o porque no está tan de moda, la renovación de la alianza en el sacramento de la Reconciliación. Eso no lo olviden nunca. No lo olviden nunca. Cuando no me confieso porque no se me ocurre qué decirle al cura, algo anda mal. Porque no tenemos luz interior para descubrir la acción del mal espíritu que nos daña, ¿no? O sea esa renovación de la alianza en la Eucaristía y en el sacramento de la Penitencia, de la Reconciliación nos va llevando a la santidad siempre con esta cultura del encuentro, con esta solidaridad, con esta creación de vínculos. Y esto es lo que les deseo a ustedes, ¿no cierto? Que en este mundo de desencuentros, de difamaciones, calumnias, destrucciones con la lengua, todo eso, lleven ustedes adelante esta cultura del encuentro renovando la alianza. Y claro nadie puede ser educado solo. Necesita que la Madre lo eduque. Así que los encomiendo a todos ustedes a la Madre para que los siga haciendo caminar adelante en esta renovación de la alianza. Gracias. (Transcripción de María Fernanda Bernasconi)(CdM - RV)
Todos debemos trabajar por la unidad de la Iglesia 
2014-10-24 Radio Vaticana 
(RV).- (Con audio) Todo cristiano está llamado a trabajar por la unidad de la Iglesia. Es la exhortación que el Papa Francisco hizo en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. De este modo, el Pontífice subrayó que debemos dejarnos guiar por el Espíritu Santo que hace la unidad de la Iglesia en la diversidad de las personas. “Yo, prisionero, los exhorto a construir la unidad en la Iglesia”. Francisco desarrolló su reflexión partiendo de esta exhortación de San Pablo, contenida en la Carta a los Filipenses. “Hacer la unidad de la Iglesia – observó el Papa – es trabajo de la Iglesia y de cada cristiano durante la historia”. Y añadió que el Apóstol Pedro “cuando habla de la Iglesia, habla de un templo hecho de las piedras vivas, que somos nosotros”. Y, además hizo una advertencia acerca de “aquel otro templo, el de la soberbia que era la Torre de Babel”. Mientras el primer templo “trae la unidad” – dijo – ese otro “es el símbolo de la desunión, de no comprenderse, de la diversidad de las lenguas”: “Hacer la unidad de la Iglesia, construir la Iglesia, este templo, esta unidad de la Iglesia: éste es el deber de todo cristiano, de cada uno de nosotros. Cuando se debe construir un templo, un palacio, se busca un área edificable, preparada para esto. La prima cosa que se hace es buscar la piedra de base, la piedra angular dice la Biblia. Y la piedra angular de la unidad de la Iglesia, o mejor dicho, la piedra angular de la Iglesia es Jesús, y la piedra angular de la unidad de la Iglesia es la oración de Jesús en la Última Cena: ‘¡Padre, que sean uno!’. ¡Y esta es la fuerza!” El Papa reafirmó que Jesús es “la piedra sobre la cual nosotros edificamos la unidad de la Iglesia” y dijo que “sin esta piedra no se puede. No hay unidad sin Jesucristo en la base: es nuestra seguridad”. ¿Pero quién, entonces – se preguntó Francisco – “construye esta unidad?”. Éste – fue su respuesta – “es el trabajo del Espíritu Santo. Es el único capaz de hacer la unidad de la Iglesia. Razón por la cual Jesús lo ha enviado: para hacer crecer a la Iglesia, para hacerla fuerte, para hacerla una”. Es el Espíritu – prosiguió – quien hace “la unidad de la Iglesia” en la “diversidad de los pueblos, de las culturas, de las personas”. “¿Cómo se construye, entonces, este templo?”, preguntó una vez más el Santo Padre. Si el Apóstol Pedro – dijo – cuando hablaba de esto, “decía que nosotros éramos piedras vivas en esta construcción”, San Pablo “nos aconseja no ser tanto piedras, cuanto ladrillos débiles”. Los consejos del Apóstol para “construir esta unidad son consejos de debilidad, según el pensamiento humano”: “Humildad, dulzura, magnanimidad: son cosas débiles, porque el humilde parece que no sirve para nada; la dulzura, la mansedumbre, parecen no servir; la magnanimidad, el estar abierto a todos, tener un corazón grande… Y después dice además: ‘Soportándose mutuamente con amor’. Soportándose unos a otros en el amor, teniendo como interés ¿qué cosa? Conservar la unidad. Y nosotros nos transformamos cada vez más en piedras fuertes, en este templo, cuanto más débiles nos hacemos con estas virtudes de la humildad, de la magnanimidad, de la dulzura, de la mansedumbre”. El Papa reafirmó que este es “el mismo camino que ha recorrido Jesús” que “se ha hecho débil” hasta la Cruz, “¡y se volvió fuerte!” Y así debemos hacer nosotros: “El orgullo, la suficiencia, no sirven”. Cuando se hace una construcción – añadió Francisco – “es necesario que el arquitecto haga el diseño. ¿Y cuál es el diseño de la unidad de la Iglesia?”: “La esperanza a la que hemos sido llamados: la esperanza de ir hacia el Señor, la esperanza de vivir en una Iglesia viva, hecha con piedras vivas, con la fuerza del Espíritu Santo. Sólo sobre el diseño de la esperanza podemos ir adelante en la unidad de la Iglesia. Estamos llamados a una esperanza grande. ¡Vamos allí! Pero con la fuerza que nos da la oración de Jesús por la unidad; con la docilidad al Espíritu Santo, que es capaz de hacer de ladrillos piedras vivas; y con la esperanza de encontrar al Señor que nos ha llamado, encontrarlo cuando se produzca la plenitud de los tiempos”. (María Fernanda Bernasconi – RV).
Asia Bibi escribe al Papa: «Francisco, reza por mí» 
Asia Bibi 
Un fuerte llamado de la mujer cristiana condenada a muerte por blasfemia en Paquistán. Mientras tanto, se prepara el proceso en la Suprema Corte 
Paolo Affatato roma «Papa Francisco, soy tu hija, Asia Bibi. Te ruego: reza por mí, por mi salvación y por mi libertad. En este momento solo puedo encomendarme a Dios, que es el Omnipotente, aquel que todo lo puede». Son las fuertes palabras que Asia Bibi, mujer y madre cristiana condenada a muerte por blasfemia en Paquistán, escribió a Papa Francisco después de que la Alta Corte de Lahore confirmara el veredicto de la condena. La mujer, que se encuentra en la cárcel para mujeres de Multán desde hace 5 años, supo el veredicto de la corte hace algunos días. Su esposo, los abogados y las personas de la “Renaissance Education Foundation”, que se encargan de su familia, le comunicaron (por el momento y con una versión reducida de los hechos) que los «tiempos del proceso se alargaron más», pues temían que una noticia tan mala pudiera provocar una nueva caída en el ánimo de la mujer, que sigue en condiciones muy frágiles. Lo mismo comunicaron a los 5 hijos. Asia, de cualquier manera, quiso dictar una carta para Papa Francisco (de la cual Vatican Insider recibió una copia), en un momento que podría ser determinante para su vida. «Todavía me aferro con fuerza a mi fe cristiana y nutro confianza en Dios, mi Padre, que me defenderá y me devolverá la libertad. También confío en ti, Santo Padre Francisco, y en tus oraciones». «Papa Francisco –prosigue el texto–, sé que estás rezando por mí con todo el corazón. Sé que, gracias a tu oración, mi libertad podría ser posible. En el nombre de Dios Omnipotente y de su gloria, te expreso todo mi agradecimiento por tu cercanía, en este momento de sufrimiento y desilusión». Asia expresa su más recóndito deseo en la carta: «Mi única esperanza es poder ver un día a mi familia reunida y feliz. Yo creo que Dios no me abandona y que tiene un proyecto de bien y de felicidad para mí, que comenzará dentro de poco. Agradezco a todas las personas que en las comunidades cristianas de todo el mundo rezan por mí y hacen lo posible por ayudarme». Asia también dedica un agradecimiento especial a la “Renaissance Education Foundation” de Lahore, que «apoya a mi esposo Ashiq y a mi
familia». Justamente en esta fase delicadísima, sus abogados defensores están preparando el proceso que se llevará a cabo en la Suprema Corte del país. Joseph Nadeem, que dirige la fundación que ayuda a la familia de Asia, confirmó a Vatican Insider que «se esperan las motivaciones de la sentencia de apelación, para entender cómo, dónde y por qué se erró». 
PASION POR EVANGELIZAR 
Autor: CARLOS OSORO SIERRA 
Editorial: EDICEP 
Colección: PASTORAL 
Páginas: 344 
Tamaño: 15X21 
Presentación: Rustica 
Código: CP088 
ISBN: 978-84-9925-158-5 
Precio: 22.00 € 
Este libro recopila cerca de un centenar de reflexiones del Arzobispo Carlos Osoro Sierra. Su título expresa bien su contenido, ya que todos estos escritos intentan analizar y transmitir con entusiasmo los distintos aspectos de la esencial vocación misionera de la Iglesia y de cada cristiano. La obra consta de dos partes:SALIR es el título de la primera parte que abarca los temas de: Nueva evangelización; La misión y evangelización; Ser cristiano en el mundo y Jóvenes. Refleja a un Obispo andariego "peregrino", como así lo llamó el Papa Francisco. REGALAR es la segunda parte que trata del Amor de Dios; Jesucristo revelador de la obra del Padre; Entrega y testimonio; Vocación sacerdotal; Vida consagrada e Iglesia doméstica. 
JESUS EL SEÑOR, HABITO ENTRE NOSOTROS
Autor: GUILLERMO PONS PONS 
Editorial: EDICEP 
Colección: EMAUS 
Páginas: 184 
Tamaño: 12X19 
Presentación: Rustica 
Código: EM095 
ISBN: 978-84-9925-150-9 
Precio: 10.00 € 
El deseo de aquellos griegos que dijeron al apóstol Andrés: Queremos ver a Jesús (Jn 12,22) continúa a través del tiempo. También los cristianos anhelamos acercarnos a Jesús, conocerle mejor y experimentar su cercanía. Es un ansia que nos hace mucho bien y que seguramente se nos ha despertado desde fuera de nosotros mismos. El camino a seguir pasa sin duda por la lectura íntima y sosegada de los evangelios; pero también puede ayudar el escuchar los ecos que provienen de personas y lugares que desde muy pronto y a lo largo del tiempo se han ido vinculando con Jesús, el Señor. Memoria, paisajes y testimonios nos acercan a Jesucristo, que es el mismo ayer y hoy y por los siglos (Hb 13,8). Los paisajes y la arqueología de Tierra Santa nos evocan la presencia de Jesús; pero sobre todo las personas que han querido buscar las huellas vivas de Cristo y han logrado conocerlas más a fondo son unos guías sinceros y experimentados. Entre todos ellos nos encontramos especialmente con unos muy luminosos testimonios como son los de Benedicto XVI. GUILLERMO PONS PONS. (Menorca 1931), sacerdote desde 1954. Doctor en Historia de la Iglesia en la Universidad Gregoriana (Roma). Ha sido profesor en el seminario de Menorca y en el de Abancay (Perú). Fue párroco en Menorca y actualmente ejerce su ministerio en la parroquia de la Inmaculada Concepción (Mahón). Ha publicado unas treinta obras y numerosos artículos, principalmente sobre temas de Mariología y Patrística, así como investigaciones de historia religiosa y biografías. En esta editorial ha publicado: El Rosario. Contemplación con María (2004); San Carlos Borromeo (2007); Los amigos de San Martín de Porres (2011) y La Pasión de Cristo y el don del martirio (2012). 
Schopenhauer no enseñaría en esta universidad
El País | Luis Fernando Moreno Claros 
Entre los lúcidos ensayos de Parerga y paralipómena (1851), el libro que lanzó a la fama al filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860), destaca ‘Sobre la filosofía en la Universidad’; un “panfleto de batalla” —en palabras de su autor— que aún hoy continúa siendo una de las mayores diatribas jamás publicadas contra la filosofía académica y los profesionales de esta disciplina. ¿Es necesario que exista la filosofía en la universidad?, se pregunta el autor. Está bien que así sea, afirma, porque con ello mantiene cierta presencia pública; además, permite que algún joven espíritu se familiarice con su estudio. Pero asimismo objeta que mejor sería que en los institutos de enseñanza media se leyese “aplicadamente” a Platón, porque tal es “el remedio más eficaz para despertar en el espíritu de la juventud el anhelo filosófico”. La experiencia del joven Schopenhauer y la de otros muchos pensadores revela que el trato directo con las obras de los grandes filósofos es lo primero que anima el pensamiento; aunque también lo es el magisterio de un profesor ejemplar, la guía de una de esas personas excepcionales que enseñe cómo encarar con rectitud el estudio de las distintas disciplinas (la filosofía entre ellas) y cómo debemos comportarnos frente al saber. Lo malo es que esos seres profesorales casi ideales escasean, y tampoco Schopenhauer los encontró allí donde se supone que deben de estar más a gusto: en las facultades de filosofía. El filósofo pesimista arremetía en su furibunda filípica contra esos cátedros nada ejemplares que, apolillados en sus prejuicios, viven de la filosofía —“sólo piensan en cobrar el sueldo que les paga el Estado”—, en lugar de vivir para la filosofía, es decir, “consagrándose a la búsqueda de la verdad” o, al menos, a fomentar este noble sentimiento en sus alumnos. Así veía él a los malos profesionales que desatienden su tarea, aunque lo peor de todo es que a menudo entre ellos hay también malas personas que, “envueltas en un solemne manto de gravedad y erudición, ocultan su maldad junto a su medianía intelectual”. La indignación contra estos paupérrimos embajadores de la filosofía no es originaria de Schopenhauer. Platón inició la ofensiva en el siglo IV a.C. al mostrar su desprecio por los sofistas y sus marrullerías en el libro VII de República: “El descrédito se ha abatido sobre la filosofía porque no se la cultiva dignamente; ya que no deben cultivarla los bastardos sino los bien nacidos”. Entendemos que son las personas de corazón puro y mente libre que tienen por ideal la adquisición del Bien, la Belleza y la Verdad aunque sean inalcanzables. Kant se ocupó también de este asunto profesional de la filosofía en su escrito El conflicto de las Facultades (1798). Según su parecer, las universidades y en especial las facultades de filosofía deben constituir espacios libérrimos en los que imperen el amor por el saber y la búsqueda de la excelencia con independencia de los poderes dominantes y sus intereses. Para el sabio de Königsberg —que lo pasó mal en la Universidad Albertina debido a ninguneos y rencillas— servilismo es signo de mediocridad, y lo más opuesto a la lealtad y la nobleza, valores que deberán encarnar los verdaderos filósofos. Sólo “mediocridad” era lo que veía Schopenhauer por quintales entre los profesores de filosofía de su época que, embobados ante vacas sagradas de estilo oscuro y ampuloso como “el catedrático” Hegel (a quien el pesimista tachaba de “filosofastro de pega” y “soplagaitas”), lavan el cerebro a la juventud con “palabrería insustancial”. “Piensan muchos —añadía el autor de Parerga— que basta un estilo oscuro y embrollado para parecer que se dice algo serio, cuando en realidad no se dice nada en absoluto”. Y recordaba estas sentencias tan suyas que deberían esculpirse en el frontispicio de todas las facultades universitarias: “Quien piensa bien escribe bien, y quien sabe algo con claridad lo dice claramente”. “El mejor estilo es el que nace de tener algo que decir”. La inoperancia de estas reglas también en la actualidad causa en gran parte la solemne confusión intelectual que domina en los ámbitos académicos. Muchas de las críticas de Schopenhauer en aquella Alemania hiperfilosófica de su tiempo hacia los profesionales académicos las secundó José Ortega y Gasset en la España de 1914, clamando por la mejora de la universidad. Decía que es costumbre muy española —tanto en lo social como en lo intelectual— premiar la medianía en detrimento de la excelencia. Cien años más tarde tal proceder sigue siendo moneda corriente en la actualidad, cuando menos en nuestras facultades de filosofía; sólo hay que constatar los resultados de los denominados “concursos de méritos” con los que se selecciona a los nuevos docentes para darse cuenta de que Platón, Kant, Schopenhauer y Ortega clamaron en el desierto; hoy, como ayer, no es el mérito lo que abre las puertas de la universidad, sino el servilismo. No es el amor a la filosofía lo predominante en las facultades que la imparten, sino la rencilla académica, la envidia y la maledicencia. La bajeza intelectual se codea con la bajeza moral incluso allí donde sólo deberían reinar el gusto por el saber y la altura espiritual, cualidades que deberían revestir a quienes supuestamente profesan la inteligencia. Schopenhauer reprobaba a los filósofos de profesión por venderse al Estado prusiano que les daba un
sueldo y una cátedra a fin de que proclamasen las bondades de la tradición militarista y clerical; hoy, desde el Gobierno de España se conspira para que desaparezca la filosofía de los planes de estudio de la enseñanza secundaria. Muchos profesionales de esta disciplina claman con razón también desde la universidad que “la filosofía enseña a ser críticos” y que por eso quieren eliminarla de los institutos; lo cual queda muy bien dicho. Lo malo es que olvidan que esa “crítica” tan estimulante han de ejercerla en primer lugar sobre ellos mismos y sobre los usos (y abusos) que se estilan en su magna institución. Salvo honrosas excepciones, los grandes, los verdaderos filósofos o nunca entraron en las universidades o fueron expulsados de ellas. 
Luis Fernando Moreno Claros, doctor en Filosofía, es crítico literario. Ha publicado recientemente Schopenhauer. Una biografía (Trotta, 2014). 
Rouco ante Europa 
ABC | Juan Velarde Fuertes 
En estos momentos tiene lugar el proceso de encaje, definitivamente, en el pensamiento que orienta a Europa, de la denomina Doctrina Social de la Iglesia. Lo acaba públicamente de manifestar nada menos que el presidente del Bundesbank, el Dr. en la Universidad de Bonn Jens Weidmann, en mayo de 2011. Weidmann también había sido responsable de 2006 a 2011 del Departamento de Política Económica y fiscal de la Cancillería Alemana. Al recibir el premio Wolfram-Engels en la primavera de 2014, pronunció una conferencia de gran calidad, titulada «Marktwirtschaftliche Principien in der Währungssunion» (Deutsche Bundesbank. Rede). En ella, dentro de ese papel que el pensamiento católico más importante ha tenido, desde la Rerum Novarum de León XIII a la Centesimus Annus de San Juan Pablo II, Weidmar señaló, indicando que estaban sus antecedentes en Eucken y la Escuela de Friburgo de Brisgovia, sin cuyas propuestas no se entiende el milagro económico que surgió en la derrotada Alemania tras la II Guerra Mundial, que la Política Económica debía… ser conforme con el mercado y respetuosa con el Principio de Subsidiariedad. El Principio de la Política Económica conforme con el mercado, y el Principio de Subsidiariedad, tomado de la Doctrina Social Católica, han de ser también vistos como Principios básicos de nuestro Ordenamiento Económico… Principios… que han pasado a ser, además, columnas sustentadoras de la integración europea. Esto, que es fundamental para el aquí y ahora de la orientación de nuestra política económica, fue recogido en la madrileña catedral de la Almudena, el 21 de septiembre de 2014, en la homilía del cardenal Rouco Varela al finalizar las II Jornadas Sociales Católicas Europeas, que habían tenido lugar, bajo su alto patrocinio, precisamente en Madrid. Es posible que haya sido facilitada su toma de posesión por su fuerte formación intelectual en la Universidad de Múnich, donde se doctoró en Derecho Canónico, formación, me atrevo a decir, que se observa en todas sus aportaciones, a partir de su tesis doctoral «Iglesia y Estado en la España del siglo XVI», leída en 1964. Ahora, exactamente medio siglo después, plantea en esta homilía los «graves problemas de concepción de la vida y del mundo, problemas de lo que nos exige a los cristianos y a la Iglesia la situación de crisis económica y social…, por la que estamos atravesando», lo que con las otras crisis –la familiar, la cultural
y la religiosa– que la acompañan origina una problemática que nos advertía ya «Romano Guardiani como un peligro que veía cernirse sobre la Europa salida de la II Guerra Mundial». Y para responder a eso, Rouco Varela acaba de sostener que ello no es posible, «si no es con el compromiso de una existencia cristiana plenamente fiel a la voluntad del Señor en esta nueva hora tan decisiva de su historia (para Europa), cuando se encuentra empeñada en fundamentar sólidamente y en ampliar su unidad socioeconómica y política». Porque –destaca– lo que es preciso para ello es disponer de «un horizonte luminoso de lo verdadero y valioso», que recoja el «diagnóstico formulado concisa y legítimamente por el Papa Benedicto XVI en el contexto del recientemente clausurado Año de la Fe». Y ello reacciona ante la actual admisión popular de algo así como una convicción de que se encuentra dentro de la realidad que se exige el disfrutar, casi de inmediato, de cantidades crecientes de bienes y servicios, y además en rápida progresión, sacrificándolo todo a lo que dio nombre al discutido Galbraith con el nombre de «sociedad opulenta». O sea, alejada plenamente de los mandatos evangélicos expuestos en aquello de María en la visitación a Isabel: «Mi alma magnifica al Señor… (porque)… dispersó a los que se engríen con los pensamientos de su corazón», o sea, a los obsesionados por la opulencia. Esto está enlazado con la ciencia económica más avanzada. En el libro de Robert William Fogel «et al», Political Arithmetic. Simon Kuznets and the Empirical Tradition in Economics (The University Chicago Press, 2003), se lee cómo en estos procesos de preferencia de vida opulenta se provoca en los jóvenes una alienación. El motivo, se explica, es que se trata, de modo creciente, de personas que, desde que fueron niños de familias minúsculas, se encontraron con unas madres que estaban ya, por lo que sucedía en lo económico, espiritualmente vacías y, por consiguiente, incapaces de transferir a sus escasos hijos activos espirituales vitales, tales como «una mente a favor de proyectos de autoestima, de un sentido de la disciplina, así como que posean un sueño de oportunidades y un anhelo de conocimientos», eso que de modo forzoso conduce a la Verdad. Por eso recuerda el cardenal Rouco cómo Pío XII fue el avisador a la Iglesia y a la opinión pública, sobre todo la de los países vencedores, de que «se había perdido la conciencia del pecado». Y el Papa Francisco llamará la atención (de)… que «Dios no se cansa nunca de perdonar, pero nosotros sí nos cansamos de pedir perdón». Y lanza Rouco esta afirmación que le consagra como un gran apóstol: «¡Que no tengamos miedo… a ayudar a nuestros hermanos europeos para que abran sus ojos, los ojos de sus pueblos, de sus culturas, de nuestro mundo intelectual y de sus dirigentes sociales!, ¡los ojos del alma! ¡Para que se atrevan a descubrir y a reconocer el origen moral y espiritual de sus crisis de hoy y a saber arrepentirse y pedir perdón!». Así nos aclara el camino europeo, que no «es el de la falsa humildad de los que llegan a la tarea de una Europa renovadora en sus fundamentos más profundos “al caer la tarde”, no porque no hubiese nadie que los hubiese contratado, sino por pereza y desidia manifiesta». Bien merece la pena el que, desde sus diversos púlpitos, el cardenal Rouco insista, una y otra vez, en lo que en lo económico y en lo social se merecen Europa y, dentro de ella, nuestra España. Juan Velarde Fuertes, profesor emérito de la Universidad Complutense. 
Mafalda: historia social y política [2014] 
por Teoría de la historia 
Todo empezó con una M. Tenía que ser con M. Eso le dijeron a Joaquín Salvador Lavado hace cincuenta años. Ya firmaba “Quino” en 1964, y había publicado en Rico Tipo, Tía Vicenta y Dr. Merengue. El pedido le llegó por una agencia de publicidad para el lanzamiento de una compañía de electrodomésticos. Le exigieron que el nombre coincidiera con la M de “Mansfield”, la nueva marca de la empresa Siam Di Tella. Así fue bautizada Mafalda, la niña de la familia (¡suena casi Miflia!). El diario percibió la publicidad encubierta y desdeñó el proyecto. Por su parte, el electrodoméstico no llegó ni al enchufe. Mafalda no quiso ser sólo un boceto. Se las ingenió para burlar la efímera causa de su nacimiento e instalarse definitivamente en una tira. Primero apareció en “Gregorio” el suplemento de humor dirigido por Miguel Brascó de la revista Leoplán. Y en septiembre de 1964 (fecha conmemorativa de sus cincuenta años), comenzó a vivir su historieta en la revista Primera Plana que seguiría en El Mundo, Siete Días, y libremente en libritos. En 1969 se editó en Italia el primer libro, bajo el título Mafalda la Contestataria, con la presentación de Umberto Eco, director de la colección. A veces no querer tomar la sopa, no es por la sopa, sino por el gusto de la negativa. Un esbozo del repudio. Según Quino, la sopa representaba los gobiernos autoritarios. En Mafalda: historia social y política, recién
publicado por Fondo de Cultura Económica, su autora, Isabelle Cosse, recorre estos cincuenta años, sus mágicas derivas y peligros inminentes. La aparición de los distintos personajes, desde la incorporación de Manolito, el grandilocuente hijo del gallego almacenero hasta el último y recién nacido, el fresco de Guille, con su “absoluto descrédito del mundo adulto” (Cosse). El peligro le llegó por el lado del éxito. “Venimos a ser clase media”, le contesta el padre a Mafalda cuando ésta le pregunta si son ricos o pobres. Clase media con riesgo de media clase en plena década del setenta… López Rega, ministro de desarrollo Social en 1975, le pidió a Quino su tira para una compaña de prensa. Quino ya la había concluido en 1973, igualmente se negó a prestar a su familia “tipo” para tales fines. Frente a la negativa, le tiraron abajo la puerta de su casa. Por suerte, él no estaba. Y no estaría más por mucho tiempo. El exilio se le impuso y a partir de1976, se instaló en Milán. (¿Será por eso que los italianos creen que Mafalda es un invento italiano?). “Nuestra” clase media, aunque a medias tintas, sobrevivió junto a Mafalda. La risa cercana, subrepticia a veces, camuflaje del dolor, cosquillas del invento verbal. Temas tan inmediatos e íntimos: el escondite de una idea, la timidez frente a una niña (ay, Felipe…), la megalomanía incipiente (grande, Miguelito), el gesto rancio (Manolito en el mostrador), el futuro perfecto de amar (tiempo dilecto de Susanita), ecos filosóficos y caseros reivindicacionismos (Libertad en su monoambiente) y el desvelo por el globo terráqueo (Mafalda, al fin). Quino promovió una nueva “clase” de lectores. Un “nosotros” (clase media o desclasada) “fundado en ironía corrosiva contrabalanceada por la ternura” (Cosse). Los Simpson aprendieron mucho de Mafalda, supieron continuar con los felices dobleces de la vida, cuando lo amargo no quita lo valiente, y un buen abrazo o una simpática pregunta renuevan el gusto de los días… 
[Silvia HOPENHAYN. "¡Feliz Mafalda!", in La Nación (Buenos Aires), 3 de octubre de 2014] 
Isabella Cosse es historiadora de la Universidad de la República de Uruguay, además de investigadora del CONICET y del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Sus investigaciones giran en torno a la historia de las familias y las infancias en conexión con los procesos políticos, sociales y culturales. En su último libro –Mafalda: historia social y política (FCE, 2014)– propone un recorrido por la historia de las últimas cinco décadas siguiéndole la pista a la célebre niña de Quino, quien se convierte en una original puerta de entrada a las conmociones sociales, políticas y culturales de todos esos años. Aprovechando los cincuenta años que Mafalda está cumpliendo por estos días, Nodal le realizó una entrevista a la autora para conocer un poco más todo lo que (nos) representa aquella entrañable niña intelectualizada y rebelde. 
Nodal: Recurrentemente se ha pensado en Mafalda como un icono de la clase media argentina. Pero, concretamente, ¿qué vínculos pueden pensarse entre el personaje más famoso de Quino y los sectores medios? 
Isabella Cosse: En una de las primeras tiras publicadas en Primera Plana, Mafalda descubre a la clase media y, al mismo tiempo, la condición social de su familia. Esas tiras (que no se publicaron en libro hasta la Mafalda Inédita) muestran toda la riqueza de Mafalda para pensar la clase media: colocaba en el centro una definición problemática que presuponía, desde el comienzo, una visión crítica de la clase media sobre sí misma. Mi argumento es que Mafalda, en su origen, dialogó con los procesos sociales, económicos, culturales y políticos que atravesaba la clase media y articuló diferentes ideas que existían sobre ese sector social. Pero que no fue sólo eso: la historieta tuvo un papel activo, productivo, en la consolidación de la identidad de la clase media. El personaje de Mafalda dio cuerpo (en el sentido de forma concreta) a escala masiva a la clase media intelectual y la historieta (con los juegos entre los personajes) puso en el centro las contradicciones que atravesaban a la clase media en su conjunto. Es decir, en mi lectura Mafalda dio lugar a una visión heterogénea de una clase media atravesada por confrontaciones y diferencias ideológicas. Ello resulta decisivo para traspasar las interpretaciones dicotómicas sobre la clase media que alternativamente la conciben de derecha o de izquierda. En las décadas siguientes, Mafalda siguió dialogando –aún sin que aparecieran nuevas tiras– con los avatares históricos de la clase media en la historia reciente. 
N: Tomando en cuenta ese “diálogo” sostenido a través de décadas, ¿en qué medida la historia de Mafalda ayuda a pensar ciertos momentos de la historia argentina?
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  • 1. VÍDEO DE HOY: RELIGIÓN DIGITAL. Miguel Ángel Mesa Venden a las mujeres en las fronteras 23/10/2014 Las víctimas de las mafias que cruzan África rumbo a España sufren violaciones sistemáticas Cada vez hay más menores entre las subsaharianas que son explotadas por las redes de trata Entre 40.000 y 50.000 mujeres son explotadas sexualmente en España. Una mujer negra, con un vestido corto naranja fluorescente, se sujeta con las manos el vientre hinchado mientras descansa sentada en la sala de embarque del puerto de Melilla. Tiene la cara hendida con cicatrices y ronda la veintena. Forma parte de un grupo de subsaharianos que acaba de salir del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad autónoma. Hoy es el gran día, el del salto a la Península con el que los subsaharianos sueñan desde el momento en que abandonan su tierra. A la mujer, no se la ve feliz. Es parca en palabras. Reticente, cuenta que es nigeriana, que está embarazada de cuatro meses y que ha pasado los últimos tres en el centro de inmigrantes. Antes malvivió en uno de los bosques que rodean la ciudad marroquí de Nador. No hay margen para más detalles. Su vigilante, también nigeriano, se presenta con cara de pocos amigos y da la charla por terminada. Él controla sus movimientos. Y ella, es una víctima más de las redes de trata que fuerzan a las inmigrantes a prostituirse durante su infernal travesía por el norte de África y durante largos años en suelo europeo.
  • 2. Ellas, acceden al territorio español en patera o camufladas en coches por los pasos fronterizos. Las transacciones de redes criminales compran y venden mujeres de las que abusan y a las que después obligan a prostituirse. España es uno de los países de destino final de estas esclavas sexuales. "Cada una depende de un solo hombre, pero las utilizan muchos otros" Las rutas que trazan las redes mafiosas son conocidas. También lo son la ubicación de los campos marroquíes en los que esperan para cruzar a Europa y los polígonos industriales españoles en los que las mujeres se prostituyen a la fuerza. El gran interrogante es cómo es posible que, con este grado de conocimiento, no se pueda proteger a estas mujeres de agresiones y delitos tan previsibles. John —nombre ficticio— es un veinteañero nigeriano que ofrece información detallada a las puertas del centro de inmigrantes de Melilla, adonde llegó hace poco más de un mes tras saltar la valla. Antes pasó dos años en Maghnia (Argelia), trabajando para los jefes de las redes de trata, hasta juntar el dinero y poder pagar el peaje para cruzar de Argelia a Marruecos. “Los hombres mienten a las mujeres”, asegura. “Les dicen que es fácil llegar a Europa y que allí encontrarán trabajo. Que irán a Níger y de allí en avión a España. Pero en Níger les dicen que hay que ir hasta Argelia primero. En ese punto, las mujeres ya no tienen dinero y no tienen más opción que seguirles”. Y prosigue: “A las mujeres las venden en las fronteras. Los jefes nigerianos eligen a las que más les gustan. Por el camino, las dejan embarazadas”. Cuenta John que en la travesía hay mujeres de distintas edades. Desde menores hasta de 30 años. Dice también que algunas se arrepienten pero que no tienen cómo volver. Y que otras albergan todavía la esperanza de una vida mejor en Europa. “Cualquier mujer que venga aquí ha sufrido abusos”, asegura. “Ellas no te lo dirán, pero este es el sistema”. Antes de llegar a Melilla o a las costas andaluzas, las mujeres pasan meses malviviendo en Oujda o en los bosques de Nador, a 90 kilómetros de Melilla. Se dividen en dos grandes grupos, los francófonos —Malí, Congo, Camerún— y los anglófonos — Nigeria—, “en todos opera la mafia y en todos hay trata”. “Por las mañanas, las envían a mendigar”, relata. Cada una depende de un solo hombre, pero las utilizan muchos otros.
  • 3. Primero las viola el jefe y luego el resto. Están a su servicio. El objetivo es que se embaracen porque así tienen más posibilidades de quedarse en España”. Los niños son su pasaporte. Y concluye: “Si la situación de los inmigrantes hombres es terrible, la de las mujeres es cien veces peor. Esto es una auténtica tragedia humanitaria”. “No puedo recomendar a nadie que venga a pasar por este sufrimiento" La antesala de la Península son los campos del bosque: lugares hostiles, heladores en invierno y abrasadores en verano, donde la sarna salta de una piel a otra con facilidad. Chantal —nombre ficticio—, camerunesa, habita desde hace siete meses junto con sus hijos y decenas de subsaharianos en Bolingo, uno de los campos. “Dormimos en el suelo, sobre un plástico”, relata. “La vida no es fácil. La policía viene todo el rato. En una redada, me llevaron a Rabat y después volví. En el campamento hay muchas mujeres embarazadas y niños”. Esta antigua camarera explica que con lo que mendiga en la calle y el agua que le dan “los árabes”, va tirando. Que no hay comida todos los días, pero que lo poco que consigue, lo guarda para sus hijos, de seis y cuatro años, que hoy la acompañan. Llevan más de un año sin ir a la escuela. “No puedo recomendar a nadie que venga a pasar por este sufrimiento. El sueño de mi vida es que mis hijos coman, duerman y vayan a la escuela. Que tengan las oportunidades que yo no he tenido. Me salva la esperanza de pensar que algún día lo lograré”. Chantal espera ahora su oportunidad para cruzar el Estrecho en una balsa hinchable. Como Chantal, varias mujeres en tránsito desde África responden con evasivas y visiblemente atemorizadas cuando se les pregunta por detalles del camino o por violaciones, embarazos y abortos clandestinos en los campos. Les cambia la cara y se dan media vuelta. “Yo no sé nada” es una despedida que se escucha con frecuencia. Las organizaciones que trabajan con subsaharianas aseguran, sin embargo, que es prácticamente imposible que una mujer llegue al norte de Marruecos sola, de espaldas a las mafias. Carlos Montero es el director del CETI. Es una persona cercana, que conoce bien a los que pasan por este centro, en el que se amontonan los inmigrantes. Ahora hay 1.480 personas.. “El 99,9% de las nigerianas que vienen de Marruecos son explotadas sexualmente”. Luego están los abortos. Las mujeres tratan de ocultarlos, pero en ocasiones, cuando hay hemorragias, acaban inevitablemente en la enfermería. Si se detectan indicios como estos, que suelen corresponder a casos de esclavitud sexual, desde la dirección del CETI alertan a las ONG que reciben a las mujeres cuando desembarcan en la Península y que las alojarán en pisos provisionales. En cuestión de días, las recién aterrizadas en la Península desaparecen del radar de las ONG y los servicios sociales. Al poco de llegar a los pisos de acogida, un hombre va a recogerlas y no se las vuelve a ver nunca más. Se convierten en invisibles. Ya en manos de la sucursal mafiosa española, la mujer se prostituye a la fuerza durante años, bajo la estrecha vigilancia de sus captores, para pagar la deuda contraída en el camino: en torno a los 50.000 euros, según calculan personas cercanas a las víctimas. La red
  • 4. española contra la trata de personas estima que entre 40.000 y 50.000 mujeres son explotadas sexualmente en España. Una red de tratantes Las redes cuentan con distintos actores, según detalla Women´s Link Worldwide en un reciente informe: La trata de mujeres y niñas nigerianas: esclavitud entre fronteras y prejuicios. Captadores. Pueden ser familiares, vecinos... ‘Madame’. La mujer que se encarga de la explotación de la víctima en el destino. ‘Guideman’. Nigerianos que se encargan del traslado de las mujeres y niñas hasta Marruecos. ‘Marido’ o ‘novio’: La red decide quién será. Son los hombres que las dejan embarazadas. ‘Connection man’. Funcionarios corruptos, para que la red funcione a espaldas de la justicia. La situación se ha agravado en los últimos años con la llegada cada vez más numerosa de menores, según informa Rocío Nieto, presidenta de Apramp, una asociación que ofrece pisos protegidos a las víctimas de la trata. “Son niñas o adolescentes”, explica. “El año pasado pasaron 20 menores por nuestro piso”. Ramón Esteso, responsable de inclusión social de Médicos del Mundo, una ONG que presta asistencia sanitaria a prostitutas subsaharianas en España, asegura que “las que llegan a Almería o a Granada, tarde o temprano van a ser víctimas de prostitución forzada”, “ aunque salgan de sus países libremente, tienen una probabilidad altísima de que las redes las capten por el camino”, añade. “Algo está fallando. Necesitamos herramientas jurídicas para dar protección a estas mujeres”. Organizaciones como la Comisión de Ayuda al Refugiado de Euskadi, que recientemente ha visitado Melilla, piden que se considere la trata de personas con fines de explotación sexual como causa de asilo sin que tenga que mediar una denuncia. Su directora, Patricia Bárcena, entiende que, a pesar de que no sean personas perseguidas por un Estado o de que el propio país de origen condene la conducta criminal, son personas en peligro que necesitan protección internacional, en parte porque se enfrentarían a riesgos aún mayores de ser devueltas a sus países. “Las autoridades españolas ejecutan a menudo expulsiones de ciudadanas nigerianas a su país de forma no segura considerando que no son víctimas de trata a pesar de la existencia de indicios”, señala Women´s Link Worldwide. Aún así, Bárcena reconoce que el asilo por sí mismo no basta y que se necesitan medidas de protección adicionales. Esteban Velázquez, responsable de la Delegación de Migraciones del Arzobispado de Tánger pide presencia internacional en las fronteras. No puede ser que la Unión Europea dé dinero solo para aumentar la seguridad y no se preocupe de las violaciones de derechos humanos”. En la actualidad, a estas mujeres se les aplica en España el artículo 59 bis de la ley de extranjería —según el cual, si denuncian a sus captores y colaboran con la policía
  • 5. para desarticular las redes, obtendrán protección—. El problema es que las mujeres del camino callan, no denuncian. Los extorsionadores les amenazan con matar a su familia si huyen y viajan sometidas a conjuros y ritos de vudú que las aterrorizan. “El miedo impide a la gran mayoría de ellas dar el paso. Son tumbas”, reconoce José Nieto, jefe del centro de inteligencia de la Policía Nacional (UCRIF). Sin denuncia es difícil que se pueda ofrecer protección a estas mujeres. “Estamos ante un delito socialmente permitido. Yo aspiro a que cuando la gente vaya a un club a tomar una copa, por lo menos se plantee que igual esa mujer con la que está hablando no está ahí porque quiere; que la esclavitud existe en nuestro país en el siglo XXI”. Autor: Ana Carbajosa ( *Extracto) “Queda bonito hablar de igualdad en el mercado laboral y no plantearse quién limpia el váter en casa” Creado el 24 octubre 2014 por CiJ Voces. Ana Requena Aguilar. [eldiario.es] Amaia Pérez Orozco es una de las referentes de la economía feminista, o de “las miradas feministas sobre la economía”, como ella prefiere llamarla. Pérez Orozco es economista, participa activamente en movimientos sociales y acaba de publicar “Subversión feminista de la economía”, editado por Traficantes de Sueños. En el libro, hace una crítica profunda del sistema e insiste sobre el concepto “sostenibilidad de la vida”. “Mucha gente dice que eso de poner la vida en el centro no es feminista, que es de sentido común. Sería maravilloso que todo el mudo lo hiciera, pero no es así. Además, es feminista en sentido genealógico porque se vincula con debates históricos del feminismo, entre ellos el de lo personal es político, porque intenta poner en relación las macroestructuras con la vida”, defiende. ¿Qué es la economía feminista? Es diversa pero podríamos decir que tiene tres elementos definitorios: por un lado, desplazar a los mercados como el eje analítico y de intervención política, es decir, que el centro de atención dejen de ser los flujos monetarios y la creación de valor de cambio y pasen a ser los procesos de sostenibilidad de la vida. Eso implica sacar a la luz todos los trabajos normalmente invisibilizados que están sosteniendo a la vida y que en el sistema capitalista heteropatriarcal permanecen ocultos y están históricamente asociaciados a las mujeres y la feminidad. El segundo elemento es situar el género como una variable clave que atraviesa el sistema socioeconómico, es decir, no es un elemento adicional, sino que las relaciones de género y desigualdad son un un eje estructural del sistema, el capitalismo es un capitalismo heteropatriarcal. El tercer elemento es no creer en la objetividad como neutralidad valorativa: creer que todo conocimiento del mundo está relacionado con una determinada posición política, explicitar tu posicionamiento y crear conocimiento con una clara vocación de transformar el sistema. Cada cierto tiempo organismos como el FMI hacen informes hablando sobre lo bueno que sería para la economía que las mujeres se incoporaran al mercado laboral, pero al mismo tiempo imponen condiciones que imposibilitan que la igualdad sea real. ¿Qué tiene eso de feminista?, ¿es una forma de añadir el término mujeres porque conviene sin cuestionar el sistema? Es otro elemento más de la retórica del discurso hegemónico: declaradamente los objetivos son unos pero los reales son los que no se declaran. Con el tema de la igualdad creo que hay una mezcla, que hay gente bienintencionada en esos organismos que cree realmente que la igualdad es posible y buena en términos
  • 6. de crecimiento dentro del sistema capitalista. Lo que pasa es que el análisis que hacemos es que el sistema capitalista es estructuralmente desigual, se construye en base a la desigualdad. Además, ¿de qué mujeres hablamos al decir eso? Pueden existir márgenes de mejora para determinados sujetos bien situados en el sistema capitalista pero es a costa de otros. Si entendemos el feminismo como un proceso de liberación de todas o de ninguna, entonces es incompatible con esa idea. Se sigue enfocando el asunto hacia los mercados, entonces la incorporación de las mujeres al mercado puede mejorar algunos índices económicos pero eso no significa que la vida mejore porque seguirá habiendo impactos negativos ocultos que se trasladan a otros sujetos, en general a otras mujeres. No se habla, por ejemplo, de las condiciones de vida de las mujeres migrantes. La apuesta por la incorporación plena de las mujeres al mercado laboral formal ha sido muy fuerte, pero, una vez incorporadas, las desigualdades siguen: brecha salarial, sectores feminizados y desvalorizados, precariedad… ¿Por qué continúa esta situación?, ¿ha sido un error centrarse en ese objetivo sin poner otros sobre la mesa, como el reparto de los cuidados? La estrategia feminista de emancipación a través del empleo ha sido una apuesta fuerte y eso ha llegado a límites insuperables. Un primer límite es lo que Celia Amorós llama la política de ‘tierra quemada’: cuando no hay un cuestionamiento de las relaciones de desigualdad entre mujeres y hombres, los derechos que adquieres están previamente vacíos de contenido, accedes al empleo cuando ha dejado de ser una fuente segura de ingresos y derechos sociales. Por otro lado, está el límite de la reformulación de la divisón sexual del trabajo: no es que no se incida en la parte oculta de la economía, es que si las prioridades siguen siendo supeditar el conjunto de las vidas al proceso de acumulación de los mercados capitalistas, eso ataca la vida. Es una lógica que exige que haya trabajos invisibilizados, que no tengan acceso a la ciudadanía, que no reciban remuneración o que ésta sea mísera… Aunque algunas mujeres puedan salir a realizar trabajos socialmente mejor valorados, ¿qué pasa con el resto de trabajos socialmente imprescindibles que necesariamente tienen que permanecer ocultos? Que se adjudican a otras mujeres o bien las mujeres siguen realizando una doble función y volviéndose locas. De hecho, tú introduces el concepto de “vida que merece la pena ser vivida”, ¿es un cambio de enfoque? Hay un punto donde el debate es qué entendemos por vida que merece ser la pena vivida, para qué queremos vivir, cuestionar a disposición de qué y de quién pones tu tiempo, tu energía, tu cabeza, tu cuerpo. ¿A disposición de un empleo cuyos resultados me son ajenos, expropiados, que no tiene un significado en términos de bienestar o de utilidad social? Entonces, el objetivo ya no es el empleo entendido como un trabajo alienado, que haces porque te pagan, no porque tenga un sentido. La pregunta es cómo reformular la organización del trabajo de forma que el trabajo responda a las necesidades de la vida y no a las necesidades del proceso de acumulación. Hay un cambio de dónde poner los objetivos de liberación, pero eso se enfrenta a dos tensiones: por un lado, que hoy en día es necesario tener un trabajo para poder vivir y tener autonomía, y, por otro, que no hay que idealizar el mundo fuera del empleo, lo que muchas veces llamamos los cuidados. Entonces, ¿cuál debería ser la estrategia, cómo combinar los objetivos, qué hacer? Las estrategias no tienen que ser de un único nivel, tenemos que jugar al nivel reformista, de conseguir mejoras en la vida de la gente a día de hoy, desprecarizar la vida y frenar la exclusión, pero al mismo tiempo tenemos que ser capaces de mirar más allá, de ver hacia dónde queremos ir como conjunto, qué queremos como sociedad. Creo que a futuro el trabajo asalariado debería desaparecer, no el trabajo pagado, sino el que haces porque necesitas un salario para vivir y no por su sentido social. Por otro lado, también hay que ir hacia la destrucción de la cara oculta, de los cuidados, entendidos como el conjunto de trabajos residuales invisibilizados, que está asociados a la construcción de la feminidad y que se hacen para garantizar que la vida continúa en un sistema que la ataca. ¿Y a corto plazo? A día de hoy, el empleo es imprescindible pero no es lo mismo fomentar la economía social y solidaria que el autoempleo sometido a la lógica de obtención de beneficios. Tampoco es lo mismo sacar fuera de las casas el cuidado de personas dependientes en residenciaa públicas que en privadas. Necesitamos un doble proceso: garantizar ingresos y apostar por los servicios públicos, que el estado vuelva a recuperar responsabilidades sobre el bienestar de la gente. También se pueden cuestionar los modos consumistas de vivir que tenemos. La otra parte sería tomarnos muy en serio la visibilización de los trabajos ocultos. Es muy bonito abogar por la igualdad de género en el mercado laboral y no replantearse quién limpia el váter en casa. Hay que pensar en cómo gestionamos nuestra vida cotidiana, cómo se reparten los trabajos, qué trabajos se valoran y cuáles no, cuáles están sistemáticamente asociados a los hombres y cuáles a las mujeres… Hasta que no nos replanteemos cómo nos entendemos como hombres y mujeres no hay crítica
  • 7. al capitalismo. ¿Qué hacer hoy en día con los cuidados, con ese trabajo oculto, sacarlo fuera de las casas? La pregunta de qué hacer con los cuidados es la pregunta de qué hacer con la econmía, porque los cuidados son al final lo que está ajustando el ciclo económico: pasan una serie de cosas en los mercados y en las instituciones y todo lo demás necesario para que la vida siga adelante son los cuidados. Diría que hay que dar un vuelco sistémico y que la economía tiene que estar al servicio de la gente y no la vida de la gente al servicio de los procesos de acumulación de los mercados. Los cuidados no son una parte más, es donde se juega la responsabilidad de sostener la vida, por eso no pueden ser el último punto del programa electoral ni del manifiesto. Dentro de los cuidados hay un montón de tareas a las que hay que ir dando respuestas distintas. Por ejemplo, permisos de paternidad y maternidad iguales e intrasferibles, educación infantil, reparto equitativo de las cosas que se hacen en casa entre toda la gente que viva junta y que eso sea un objetivo político de primera magnitud. Así, muchos sujetos que no se enfrentan al problema de qué hacer con todo eso tengan que hacerlo y vean lo dificil que es compatibilizarlo con tener un empleo en el que brillas o al que dedicas cuerpo y alma o con tener una proyección publica fuerte. Un montón de tareas que se hacen dentro de las casas tienen que ir saliendo fuera, como la atención a la dependencia. Pero por mucho que se saquen los cuidados fuera de las casas siempre quedará algo de trabajo dentro, ¿qué hacer con eso?, ¿cómo asegurar que se redistribuye? Eso no se puede asegurar a través de leyes o instituciones, sino de un cambio social radical. No puede haber una revalorizción de los cuidados si no los haces, y no los vas a hacer si no los tomas en serio. Revalorización y redistribución van de la mano. Hay que educar, transformar los valores sociales, pero también actuar en la parte material. Los permisos de maternidad y paternidad iguales pueden ser una estrategia importante pero los sindicatos tienen que meterse en la cabeza que lo suyo no es solo incidir en el reparto del trabajo de mercado sino también en el reparto del trabajo no remunerado: el cómo está organizado el primero está en intimísima relación con el reparto del trabajo de fuera del mercado, no puedes incidir en uno sin incidir en el otro. Pensemos, por ejemplo, en qué tipos de militantes y candidaturas políticas está habiendo ahora: el candidato que está siempre disponible, que sabe de todo, que está siempre ahí. ¿Qué pasa con el resto de su vida, quién le hace la comida, quién limpia su casa, quién se hace responsable de los cuidados que esa persona debería asumir y que no puede hacer porque está siempre disponible para lo otro? Tenemos que preguntarnos si queremos fomentar eso o si cuando apostamos por candidaturas electorales distintas también hay que poner en cuestión eso: para que esos sujetos estén plenamente disponibles hay una ingente cantidad de trabajo oculto que alguien está haciendo sin recibir nada a cambio. ¿Y crees en la idea del salario del ama de casa, de pagar por ese trabajo oculto? No. Silvia Federici argumenta que más allá de la viabilidad práctica de la medida conseguía mucho conseso y movilización. A mí no me lo parece, así que en términos de estrategia política para llevar el asunto a primera línea de debate no me parece útil. En términos de si eso es deseable, creo que no lo es en una sociedad donde el dinero siga siendo un medio de acumulación. Este debate tiene que ir acompañado de otro sobre el papel del dinero, si queremos que siga un medio de acumulación o un medio de intercambio. Mientras no nos lo replanteemos, remunerar todos los trabajos es imposible. ¿Qué hacer con el empleo doméstico? Está resolviendo necesidades muy distintas, así que lo que hacer depende de cada una. Lo que tiene que haber en general es un cuestionamiento de los horarios laborales -que se adapten a las necesidades de la vida y no la vida a las necesidades de las empresas-, de los servicios públicos disponibles y reivindicar condiciones laborales dignas para el empleo de hogar en línea con lo que piden las asociaciones de empleadas. Pero a futuro, el empleo doméstico debe desaparecer: es esa amalgama de trabajos mal reconocidos y mal pagados que están resolviendo todas las necesidades de la vida cuando la gente que se lo puede permitir está dedicando su vida a cosas más importantes. No voy a decir que se prohíba mañana, y menos si supone que vuelvan a ser las mujeres las únicas que lo hagan, pero hay que insistir en que el reparto equitativo de las tareas de cuidados debe ser una prioridad política. ¿Estás de acuerdo con la reivindicación de una renta básica para todo el mundo? Me parece una forma de plantear las reivindicaciones que no pone en primera línea los debates más relevantes. Tiene dos debilidades grandes: no cuestiona el nexo entre calidad de vida y dinero individual, no está hablando de construir una responsabildiad colectiva para poner los medios para vivir sino de que a cada quien se le de un dinero para que invidualmente se las apañe. No cuestionar ese nexo y volver a poner las soluciones en términos indiviualizados de acceso al mercado me parece un problema. Tampoco cuestiona en qué mercados vamos a consumir, a dónde vamos a ir buscar los bienes y servicios que necesitamos para vivir. Me parece mucho más potente tener servicios públicos fuertes, incluidas
  • 8. cosas que ahora no se consideran como tal, como la vivienda, el transporte, la promoción de la autonomía de las personas con diversidad funcional. Además, puede haber muchos elementos contraproducentes, por ejemplo, puede ser una manera de bajar sueldos: tú das 800 euros y la mayoría de personas no va a vivir solo con eso, así que se fomenta que la gente vaya a trabajar por otros 800. Imagen extraída de: eldiario.es Qué sabemos sobre las redadas para interrogar a inmigrantes 23/10/2014 Este lunes comenzó la operación policial conjunta 'Mos Maiorum'. Se trata de una macro redada para interrogar inmigrantes que promueve el Consejo de la Unión Europea y a la que se ha sumado España junto a otros estados miembros. Este tipo de redadas se iniciaron antes de 2010 y parten formalmente de la iniciativa de la presidencia de turno de la UE, aunque el verdadero germen se encuentra en el Consejo de la Unión Europea. En este caso ha sido Italia la encargada de ponerla en marcha, como hicieron en años anteriores Grecia, Lituania o Portugal. El Consejo detalla en su informe que los gastos de organización de la redada corren a cargo del país que ostente la presidencia en cada edición. La Agencia Europea para el control de la Frontera Exterior ha confirmado este martes a Europa Press su participación en el operativo aunque asegura que tan solo prestará apoyo estadístico. Las redadas anteriores se han desarrollado de forma parecida. No obstante, a partir de 2014 el Consejo de la Unión Europea ha comenzado a justificar las operaciones como un intento de detectar la presencia de mafias de tráfico de personas. La relación entre la población inmigrante y este tipo de redes apareció por vez primera reflejada en el documento de la operación Aeródromos, realizada en mayo de 2014. En ocasiones anteriores, la explicación de las redadas se basó en la necesidad de identificar las rutas y los países de origen de la inmigración irregular. El cambio de prioridades nace a partir de un comunicado de Europol en mayo de 2013. La organización policial europea redactó un informe en el que detallaba la
  • 9. "evolución de la inmigración ilegal". Para la agencia europea, había llegado el momento de convertir el fenómeno en prioridad. Antes de 2010 y durante las respectivas presidencias de Bélgica y Hungría se llevaron a cabo las operaciones Hermes y Mitras, una suerte de precuela para dar paso en 2012 a una gran operación conjunta entre los estados. Entre finales de octubre y principios de noviembre de ese año, Chipre convoca la operación Aphrodite. El objetivo: "combatir la inmigración ilegal, sobre todo los cruces ilegales de fronteras, recoger información sobre los movimientos posteriores de los migrantes dentro de los Estados Miembros de la Unión, las rutas tomadas y recabar datos extra relacionados con el tráfico de migrantes". Apenas se tienen datos de esta primera gran operación. Aún así, un año más tarde, entre el 30 de septiembre y el 13 de octubre, Lituania se encarga de coordinar la operación Perkunias -similar a Aphrodite- de la que sí se han publicado datos concretos. Participan 23 países, cinco menos que en la anterior, cuando se unieron 25 estados miembros además de Liechtenstein, Noruega y Suiza. La operación, una vez más, la sufraga el país organizador. Los controles se efectúan en aeropuertos, estaciones de tren, pasos fronterizos por carretera y en aeropuertos. En un informe, se recoge el país donde se ha localizado al migrante, su nacionalidad, género y edad, así como las rutas previas y el lugar de destino previsto. El resultado, "un éxito" según el Consejo de la UE, se saldó con la detección de más de 10.400 "irregularidades". Sin embargo, no han sido desvelados datos concretos sobre las detenciones realizadas, el perfil de los arrestados o las expulsiones en el caso de que las hubiesen ejecutado. Aeródromos, la última redada conjunta, ejecutada entre el 5 y el 11 de mayo de este año, fue apoyada por 18 estados miembros. Desarrollada por Grecia, la operación se desarrolló en 39 aeropuertos con la intención (por primera vez) de detectar grupos criminales de tráfico de inmigrantes. Tal y como reflejaron el gobierno Griego y Europol en un comunicado, la operación acabó con la detección de 130 extranjeros, "la mayoría por no portar documentación en regla". El comunicado asegura que una organización criminal fue desmantelada durante el transcurso del operativo. "Un número de traficantes fue detenido", asegura el comunicado sin llegar a especificar la cantidad concreta. Posibles violaciones de derechos fundamentales Estas redadas pueden derivar en violaciones de derechos humanos, según explica María Serrano, portavoz de Amnistía Internacional. Para la organización, tienen un carácter intimidatorio. "Hay que recordar que la inmigración ilegal es una falta administrativa, no un delito -subraya Serrano-, estas redadas provocan la criminalización de los inmigrantes". Además de una más que posible estigmatización del colectivo, estas operaciones policiales "generan temor entre los inmigrantes", destaca. Los inmigrantes salen con miedo a la calle sabiendo que pueden ser interceptados en cualquier momento.
  • 10. Otro aspecto polémico de estas redadas se encuentra en las acciones posteriores a la detección de los migrantes. "Cada estado aplica su legislación", recuerda Serrano. Una vez interceptados, la policía les abre un expediente de expulsión y, o bien se ejecuta directamente, o se les envía de forma cautelar a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). A finales de 2012, se detuvieron 7.249 inmigrantes ilegales. Las operaciones policiales detectaron un intenso flujo migratorio entre Austria y Hungría- Statewatch preguntó a Europol en aquel momento qué pasaba con las personas detenidas. Un portavoz de la agencia respondió que "no disponían de esa información". Deslizó, sin embargo, que muchos de los arrestados habrían solicitado asilo. En tal caso, los inmigrantes fueron derivados a "campos de recepción" y otros a Hungría. En cambio, Statewatch insiste en que ni Hungría ni Serbia –país por el que los inmigrantes habían accedido a la Unión Europea y al cual según la legislación debían haber sido devueltos- registraron entrada de solicitantes de asilo. Aún así, Acnur aseguró el año pasado que Serbia no es un país seguro al que devolver solicitantes de asilo. Denuncia de las organizaciones sociales Ante el mutismo de Europa hacia los detalles de la operación así como de Interior acerca de la implicación del Gobierno, un conjunto de 37 organizaciones españolas han redactado un comunicado en el que exigen el "respeto absoluto de los derechos humanos de los ciudadanos". Autor: Alberto Ortiz Fuente: Diario.es Familia, pedagogía, juventud, sociedad e Iglesia, respuestas del Papa 2014-10-25 Radio Vaticana (RV).- Papa: curar heridas, recuperar y acompañar a la familia (con audio) «Hay que recuperar muchas cosas en la familia herida de hoy día», dijo el Papa Francisco al responder a la primera pregunta en su audiencia al Movimiento Católico Internacional de Schoenstatt, cuyo tema era sobre la Familia como propuesta viva. Siguiendo la enseñanza de Jesús, «el gran maestro de perder el tiempo... Ha perdido el tiempo acompañando, para hacer madurar las conciencias, para curar heridas, para enseñar». El Obispo de Roma destacó la importancia de la preparación al matrimonio: «no se puede preparar novios al matrimonio con dos encuentros, con dos conferencias. Eso es un pecado de omisión de nosotros, los pastores y los laicos que realmente están interesados en salvar a la familia». Ante la cultura del provisorio y ante los dramas familiares que tanto hacen sufrir a los hijos, el Santo Padre hizo hincapié en la importancia de acompañarlos, con paciencia y cercanía: Pregunta: ROSA: Santo Padre, La Providencia nos ha regalado la hermosa experiencia de acompañar y fortalecer con la espiritualidad de la Alianza a muchos matrimonios y familias. Constatamos, al mismo tiempo, que muchos cristianos no han tenido la posibilidad de vivir la belleza del Sacramento del Matrimonio.EDUARDO: El Sínodo que acaba de terminar nos ayuda a tomar conciencia de que en
  • 11. muchas culturas ya no existe un concepto de familia unívoco. También nos ha presentado la urgencia de acompañar a tantos creyentes que viven realidades diferentes y también fracturadas. Santo Padre, quisiéramos que cuente con nosotros en este camino que se ha iniciado con el sínodo. ROSA: Ante los desafíos de la familia actual, desde su experiencia pastoral, ¿qué orientaciones nos quisiera dar para acompañar mejor a aquellos hermanos y hermanas que aún no se sienten acogidos en nuestra Iglesia, y para acompañar a novios y familias, de manera que lleguen a ser “propuesta viva e irresistible” para los que buscan un camino de plenitud?Repuesta del Papa: «Dentro del problema que ustedes tocan para hacer las preguntas, hay una cosa muy triste, muy dolorosa. Pienso que la familia cristiana, la familia, el matrimonio, nunca fue tan atacado como ahora. Atacado directamente o atacado de hecho. Puede ser que me equivoque. Los historiadores de la Iglesia sabrán decirnos, pero que la familia está golpeada, que a la familia se la golpea, y a la familia se la bastardea como bueno, si es una manera más de asociación, pero se puede llamar familia a todo, no. Además, cuánta familia herida, cuánto matrimonio deshecho, cuánto relativismo en la concepción del sacramento del matrimonio. En su momento ya sea desde el punto de vista sociológico, que ve, desde el punto de vista de los valores humanos, como desde el punto de vista del sacramento católico, del sacramento cristiano, de una crisis de la familia. Crisis porque le pegan de todos lados y queda muy herida. Entonces claro, no queda otra que hacer algo. Entonces tu pregunta, ¿qué podemos hacer?: Sí podemos hacer buenos discursos, declaraciones de principios, a veces hay que hacerlo, ¿no cierto?. Las ideas claras. Miren esto que ustedes están proponiendo no es matrimonio. Es una asociación. Pero no es matrimonio. O sea a veces hay que decir cosas muy claras. Y eso hay que decirlo. Pero la pastoral de ayuda solamente en este caso tiene que ser cuerpo a cuerpo. O sea acompañar. Y esto significa perder el tiempo. El gran maestro de perder el tiempo es Jesús, ¿no? Ha perdido el tiempo acompañando, para hacer madurar las conciencias, para curar heridas, para enseñar. Acompañar ese hacer camino juntos. Evidentemente que se ha devaluado el sacramento del matrimonio y del sacramento inconscientemente se fue pasando al rito. La reducción del sacramento al rito. Entonces se da que el sacramento bueno es un hecho social, sí con, religioso, no cierto, bautizados, pero lo fuerte es lo social. Cuántas veces yo he encontrado aquí, en la vida pastoral, ¿no? Gente que no, no, y ¿por qué no te casás? Están conviviendo ¿por qué no te casás? No, es que… hacer la fiesta, esto, no tenemos dinero. Entonces lo social cubre lo principal que es la unión con Dios no. En Buenos Aires me acuerdo que unos curas me dieron la idea de hacer el matrimonio a cualquier hora. Porque normalmente se hace un jueves, un viernes, el matrimonio civil, y el sábado el matrimonio sacramental. Y claro no podían hacer frente a los dos actos porque siempre hay algún festejo en el primero. Entonces estos curas muy pastores para ayudar a esto: “a la hora que quieran”. Terminaba la ceremonia civil, pasaban por la parroquia, matrimonio eclesiástico, o sea es un ejemplo de facilitar, facilitar la preparación. No se puede preparar novios al matrimonio con dos encuentros, con dos conferencias. Eso es un pecado de omisión de nosotros, los pastores y los laicos que realmente están interesados en salvar a la familia. La preparación al matrimonio tiene que venir de muy lejos. Acompañar novios. Acompañar, pero siempre cuerpo a cuerpo y preparar. Saber qué es lo que van a hacer. Muchos no saben lo que hacen y se casan sin saber qué significa. Las condiciones. Qué prometen. Sí, sí, todo está bien pero no han tomado conciencia de que es para siempre. Y esto, ponéle encima esta cultura de lo provisorio que estamos viviendo, no sólo en la familia, sino también ente los curas, no. Me decía un obispo que se le presentó un muchacho excelente, y que quería ser cura pero no más por diez años y después volver… Es la cultura del provisorio. Es a tiempo. El “para siempre” es como que se olvida. Hay que recuperar muchas cosas en la familia herida de hoy día. Muchas cosas. Pero no escandalizarse de nada de lo que sucede en la familia. Los dramas familiares, destrucciones de familias, los chicos, no. En el Sínodo un obispo se hizo esta pregunta: ¿somos conscientes nosotros los pastores de lo que sufre un chico cuando los papás se separan? Son las primeras víctimas. Entonces cómo acompañar a los chicos. Cómo ayudar a los padres que se separan a que no usen de rehenes a los chicos. Cuántas psicologías pseudopatológicas de gente que destruye con la lengua a los demás vienen de haber sido educados del papá hablando mal de la mamá y de la mamá hablando mal del papá. Son cosas que hay que acercarse a cada familia, acompañar, o sea que tengan conciencia de lo que hacen y hay situaciones variadas hoy día. ¿No? No se casan, se quedan en su casa. Tienen su novio o su novia pero no se casan. Una mamá me decía ¿Padre qué puedo hacer para que mi hijo que tiene 32 años se case? Bueno primero que tenga novia, señora. Sí, sí, tiene novia pero no se casa. Y bueno señora si tiene novia y no se casa, no le planche más las camisas, a ver si así se anima ¿no?
  • 12. Es decir, cuántos hay que no se casan. Conviven totalmente o como yo he visto en mi misma familia, convivencias partime. De lunes a jueves con mi novia y de viernes a domingo con mi familia. O sea, son nuevas formas totalmente destructivas, limitadoras de la grandeza del amor del matrimonio. ¿No? Bueno y como eso vemos tanto, convivencias, separaciones, divorcios, por eso la clave que puede ayudar es “cuerpo a cuerpo” acompañando, no haciendo proselitismo, porque eso no resulta. Acompañarlos. Paciencia, paciencia. Y una palabra hoy, una actitud mañana, no sé. Les sugiero eso. María Madre y Educadora “María es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza del Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros. Es la que continuamente nos está dando vida. Es Madre de la Iglesia. Es Maternidad”.Recordando las palabras del Santo Padre en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium cuando afirma que “María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura”, y recordando también que si bien los años de la niñez y juventud del P. José Kentenich, estuvieron marcados por la ausencia de su padre y las dificultades económicas de su madre, el fundador del movimiento Mariano experimentó a la Santísima Virgen no sólo como Madre, sino también como Educadora, los representantes del movimiento, aludiendo al gran amor de Papa Francisco a la Virgen María, le pidieron que les hablara de su visión sobre la misión de María en la Nueva Evangelización y en la renovación de la Iglesia. “Madre” – dijo Francisco. María es “Madre no sólo que nos da la vida sino que nos educa en la fe. Es distinto buscar crecer en la fe sin la ayuda de María. Es otra cosa. Es como crecer en la fe sí, pero en la Iglesia orfanato. Una Iglesia sin María es un orfanato” porque “María es la que ayuda a bajar a Jesús. Lo trae del cielo a convivir con nosotros”. Respuesta del Papa: “Bueno, la verdad que María es la que sabe transformar una cueva de animales en casa de Jesús con unos pocos trapos y una montaña de ternura. Y es capaz también de hacer saltar un chico en el seno de su madre como escuchamos en el Evangelio. Ella es capaz de darnos la alegría de Jesús. María es fundamentalmente Madre. Bueno sí, Madre es poca cosa, no, María es Reina, es Señora. No. Pará: María es Madre. ¿Por qué? Porque te trajo a Jesús. Voy a contar una anécdota muy dolorosa para mí. Habrá sido por los años 80. En Bélgica, había ido por una reunión y, católicos buenos. Trabajadores. Y me invitó a cenar un matrimonio. Varios hijos. Católicos. Pero que, eran profesores de teología, y estudiaban mucho, ¿no? Y de tanto estudiar, no sé, tenían un poquito de fiebre en la cabeza. Y entonces, en un momento de la conversación hablaban de Jesús. Muy bien. Verdaderamente una teología, una cristología muy bien hecha. Y al terminar me dicen y bueno nosotros ya conociendo a Jesús así no necesitamos a María. Por eso no tenemos devoción mariana. Yo me quedé helado. Es decir, me quedé triste, mal. Es decir, cómo el demonio bajo una forma de “mejor”, quita lo mejor, ¿no? Pablo dice que nos tienda bajo ángel de luz, ¿no? Y es una Madre, una María sin maternidad. María es Madre. Primero. No se puede concebir ningún otro título de María que no sea “la Madre”. Ella es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza del Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros. Es la que continuamente nos está dando vida. Es Madre de la Iglesia. Es maternidad. No tenemos derecho, y si lo hacemos estamos equivocados, a tener psicología de huérfanos. O sea, el cristiano no tiene derecho “a ser huérfano”. Tiene Madre. Tenemos Madre. Un anciano predicador con mucha “chispa”, hablando con estos de psicología de huérfanos terminó su sermón diciendo: “¡Bueno y el que no quiera a María como Madre la va a tener como suegra!”. Madre. Es Madre no sólo que nos da la vida sino que nos educa en la fe. Es distinto buscar crecer en la fe sin la ayuda de María. Es otra cosa. Es como crecer en la fe sí, pero en la Iglesia orfanato. Una Iglesia sin María es un orfanato. ¡Eh! Entonces Ella educa nos hace crecer, nos acompaña, toca las conciencias. Cómo sabe tocar las conciencias, para el arrepentimiento. A mí me gusta, todavía ahora lo hago, cuando tengo un rato de tiempo, leer las historias que San Alfonso María de Ligorio, son cosas de otro tiempo, el modo de redactar, pero son verdad. Cuenta después de cada capítulo, una historia edificante de cómo María… En el sur de Italia, no sé si en Calabria o en Sicilia, está la devoción a la Virgen de los mandarinos. En una zona donde hay mucha mandarina ¿no? Y son devotos de la Virgen de los mandarinos los granujas, ¿no? , los ladrones, estos son devotos. Y cuentan que la Virgen de los mandarinos los quiere, y le rezan porque cuando lleguen al cielo, Ella está mirando la cola de la gente que llega ¿no? y cuando los ve a algunos de ellos “les hace así” con la mano y les dice que no pasen, que se escondan. Y a la noche cuando está todo oscuro y no está San Pedro les abre la puerta. O sea es una manera muy folclórica y muy popular de una verdad muy grande, ¿no? De una teología muy grande. Una Madre cuida a su hijo hasta el fin y trata de salvarle la vida hasta el fin. De ahí la tesis de San Alfonso María de Ligorio que un devoto de María no se condena, ¿no? Pero esa es la última, ¿no?
  • 13. O sea, durante toda la vida sabe tocar las conciencias. Sabe tocar las conciencias. Te acompaña en eso. Nos ayuda. María es la que ayuda a bajar a Jesús. En el abajamiento de Jesús. Lo trae del cielo a convivir con nosotros. Y es la que mira, cuida, avisa. Está. Y, hay una cosa que a mí me llega mucho. La primera antífona mariana de Occidente es copiada de una de Oriente que dice “Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios”. Es la primera, la más antigua de Occidente. Pero eso viene de una tradición vieja, que los místicos rusos, los monjes rusos explicitan así: en el momento, en los momentos de turbulencia espiritual, no queda otra que acogerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Es la que protege, la que defiende. Acordémonos del Apocalipsis, la que sale con el chico en brazos corriendo para que el dragón no devore al chico. Por más que conozcamos a Jesús, nadie puede decir que es tan maduro como para prescindir de María. Nadie puede prescindir de su madre. Nosotros los argentinos…, nosotros los argentinos cuando encontramos una persona que tiene huellas de maldad o de mal comportamiento, y un poco por carencia, porque no la quiere, o porque la abandonó, el cariño de su madre, tenemos una palabra fuerte que no es mala palabra, es un adjetivo fuerte, y le decimos esta persona es un “huacho”. El cristiano no puede “ahuacharse” porque tiene a María como Madre”. Testimonio, Misión, Oración (RV).- Los jóvenes en Schoenstatt identificados por el espíritu misionero que los moviliza a vivir y dar testimonio de la fe, movidos por la inquietud que les surge porque, con frecuencia – dijeron - se encuentran con jóvenes que “aún si se los ve felices, incluso viviendo solidariamente ayudando a los demás”, “no viven contentos”, “no tienen la experiencia del encuentro con Cristo y no sienten la necesidad de la fe”, le pidieron al Santo Padre que los aconsejara para invitar a los amigos a compartir una vida más plena con Cristo. Tres palabras les dejó el Papa: Testimonio, Misión, Oración. Citando al Papa Emérito Benedicto XVI, el Santo Padre señaló que la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción: es la atracción la que da el testimonio. Y ese testimonio, agregó, tiene que tener la capacidad de movernos, de hacernos salir, de ir en misión, porque “una Iglesia o un movimiento, una comunidad cerrada, se enferma”. Pero para todo esto, puso en guardia Francisco, es necesaria ante todo la oración: “Nadie puede decir ‘Jesucristo es el Señor’ si el Espíritu Santo no lo inspira. Y para ello es necesaria la oración”. Por último el Pontífice alertó a los jóvenes sobre la tentación del cansancio, porque detrás de ésta, dijo, “se esconde el egoísmo, y, en última instancia, el espíritu mundano”. “Abran la boca a tiempo”, exhortó. “Pidan consejo a tiempo”. (GM – RV)Respuesta del Papa: “Parto de una frase de Papa Benedicto XVI. La Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción… La atracción la da el testimonio. Consejo primero: testimonio. O sea, vivir de tal manera que otros tengan ganas de vivir. Como nosotros. Testimonio. No hay otro. No hay otro. Vivir de tal manera que otros se interesen en preguntar ¿por qué? El testimonio. El camino del testimonio. Que de eso no hay nada que lo supla. Testimonio en todo. Nosotros no somos salvadores de nadie. Somos transmisores de alguien que nos salvó a todos. Y eso solamente lo podemos transmitir si asumimos en nuestra vida en nuestra carne, en nuestra historia, la vida de ese alguien que se llama Jesús. O sea testimonio. Testimonio. Y esto no sólo en las obras de caridad. Por supuesto hay que hacerlas porque el protocolo con el cual nos van a juzgar a todos está en Mateo 25 ¿no cierto? Bueno entonces sí, testimonio en las obras de caridad, etc. ¿No? En el trabajo de promoción, de educación, de hacer cosas por los demás. No sólo eso no. Sino testimonio de vida. ¿Cómo vivo yo? ¿Tengo doble vida? Es decir ¿me proclamo cristiano y vivo como pagano? La mundanidad espiritual, el espíritu del mundo que Jesús condena tanto. Basta leer el Evangelio de Juan, como es repetitivo en eso. ¿Yo lo comparto más o menos con mi fe cristiana? ¿Mitad y mitad? El testimonio te tiene que agarrar todo. ¿No? Es una opción de vida. O sea, perdón, yo testimonio porque esa es la consecuencia de una opción de vida. Así es que eso es el primer paso. Sin testimonio no podés ayudar a ningún joven ni a ningún viejo. ¡A nadie! Y, evidentemente que todos flaqueamos, que todos somos débiles, que todos tenemos problemas y no siempre damos un buen testimonio. Pero la capacidad de humillarnos dentro, la capacidad de pedir perdón cuando nuestro testimonio no es el que debe ser. Y un testimonio que también tenga dentro la capacidad de movernos, de hacernos salir, de ir en misión, que no es ir a hacer proselitismo. Es ir a ayudar, a compartir, y que vean cómo lo hacemos y qué hacemos. Yo me repito mucho en esto. Una Iglesia que no sale es una Iglesia “de exquisitos”. Un movimiento eclesial que no sale en misión, es un movimiento “de exquisitos”. Y a lo más, en vez de ir a buscar ovejas para traer, o ayudar o dar testimonio, se dedican al grupito, a peinar ovejas. ¿No? Son peluqueros espirituales. ¿No? Eso no va.
  • 14. O sea salir, salir de nosotros mismos. Una Iglesia o un movimiento, una comunidad cerrada se enferma. Tiene todas las enfermedades de la cerrazón. Un movimiento, una Iglesia, una comunidad que sale se equivoca, se equivoca. Pero es tan lindo pedir perdón cuando uno se equivoca. Así que no tengan miedo. Salir en misión. Salir en camino. Somos caminantes. Pero cuidado, santa Teresa lo avisaba, por ahí en el camino, nos gusta un lindo lugar y nos quedamos ahí, ¿no? Nos olvidamos que tenemos que seguir para allá. No quedarnos. Descansar sí, pero después seguir caminando y caminantes, no errantes. Porque se sale para dar algo. Se dale en misión. Pero no se sale para dar vueltas sobre uno mismo, ¿no?, dentro de un laberinto que ni nosotros mismos podemos comprender. Caminantes y no errantes. Y ahí sí, con la misión, la oración. Nadie puede decir “Jesucristo es el Señor” si el Espíritu Santo no te lo inspira. Y para eso tenés que rezar. Tenés que reconocer que tenés al Espíritu Santo adentro que y que es el mismo Espíritu Santo el que te da fuerza para ir adelante, ¿no? Oración. No dejar la oración. Y la oración a la Virgen que es una de las cosas que en la confesión yo suelo preguntar. Bueno ¿cómo va tu relación con la Virgen? Rosario. Pero la oración. Volvemos a lo que dije antes de la Madre. Para que la Madre me acompañe, me busque, me diga dónde falta el vino, etc., esas cosas que hace ella. Oración, misión, salir. Y una cosa que ustedes los jóvenes van a tener: la tentación del cansancio. O porque no ves los resultados, o porque bueno el espectáculo se acabó y ya está muy aburrido, y voy a buscar otra cosa. En eso, en el primer síntoma de cansancio que encuentren, cansancio del camino, pero de cualquier forma, abran la boca a tiempo. Pidan consejo a tiempo. Me está pasando esto. Salí “en cuarta” y ahora “estoy marcha atrás”. Pero la tentación del cansancio es muy sutil. Porque detrás de la tentación del cansancio de salir a la misión, se esconde el egoísmo. Y se esconde, en última instancia, el espíritu mundano, ¿no?, volver a la comodidad, al estar bien, a pasarla bien o como quieran. Así es que yo te diría: testimonio, para que la luz brille, que no esté escondida debajo de la cama, ¿no?, que brille la luz, y vean las obras buenas que hace el Padre a través de nosotros, obviamente, ¿no? Testimonio. Para que pregunten por qué vivís así, coherencia de vida caminar, caminantes no errantes y cuidarse de la tentación del cansancio. No se me ocurre otra cosa, no cierto. ¿Qué consejo nos da para invitar a nuestros amigos a compartir una vida más plena en Cristo? Creo que con eso basta, ¿no?” La mano en el pulso del tiempo, y el oído en el corazón de Dios (RV).-El movimiento de Schoenstatt nace en el contexto de la primera guerra mundial. Desde ese momento el padre fundador invita a tener “la mano en el pulso del tiempo, y el oído en el corazón de Dios”, escuchando en los momentos luminosos y también en los más oscuros, esa voz de Dios que llama a colaborar en la realización de su proyecto de amor. Los representantes del movimiento de Schoenstatt, indicando que en el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, nos vuelve a sorprender la amenaza del odio y la división, piden al Santo Padre compartir con ellos un secreto: sería el de cómo mantener la alegría y la esperanza a pesar de las dificultades y las guerras de nuestro tiempo, y cómo perseverar en el servicio al enfermo, al pobre, y al desamparado. La oración y el abandono en los brazos del Padre son los primeros ‘secretos’ que Papa Francisco confía. La confianza en que el Señor no nos abandona, y también, el coraje: coraje para ir hacia adelante y aguante para soportar el peso del trabajo. Y a este punto Francisco hace un anotación: este ‘coraje’ y este ‘aguante’ que se da en la vida apostólica debe darse también en la oración. Rezar con coraje porque como dijo Jesús, “todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá” (Jn. 15, 16). Y luego, señaló el Obispo de Roma, el ‘aguante’, cuando “el Señor hace pasar la prueba del rechazo”. En todo esto ayuda, “no mirar las cosas desde el centro” porque el único centro “es Jesucristo”. Ayuda la mirada amplia y clara que se da sólo cuando no se miran las cosas desde el centro, sino desde las periferias.Repuesta del Papa: “ Bueno no tengo la más pálida idea pero no importa… Un poco por personalidad, yo diría que soy medio inconsciente, ¿no? Entonces la inconsciencia lleva a veces a ser temerario, pero no sé explicar eso que usted me pregunta. Eh, no sé sinceramente, ¿no? Eh, rezo y me abandono. Pero me cuesta hacer planes. No sé. Esas dos cosas me atrevo a decir, ¿no? Que el Señor me dio la gracia de tener una gran confianza. De abandonarme a su bondad. Incluso en los momentos de mucho pecado, ¿no? Y como Él no me abandonó, entonces es como que eso me hace más confianzudo, ¿no? Y entonces ir adelante con Él. Tengo mucha confianza. Yo sé que Él no me va a abandonar. Y rezo, ¿no? Eso sí, pido. Porque también soy consciente que de tantas cosas malas y de tantas “macanas” que hice, eh, cuando no me abandoné y quise yo controlar el timón, ¿no? Quise entrar en ese camino tan “embromado” que es el auto salvarse, ¿no?, es decir, no yo me salvo cumpliendo, con el cumplimiento, “cumplo y miento”, cumplimiento, ¿no? El cumplimiento, ¿no?, que era la salvación de los Doctores de la Ley, de los saduceos, de esa gente que le hacía la vida imposible a Jesús, ¿no? Pero no sé. Sinceramente, en serio, no sabría explicarlo. Me
  • 15. abandono rezo. Pero nunca me falla eh. Él no falla. Él no falla. Y he visto que Él es capaz, a través, no digo a través mío, sino a través de la gente de hacer milagros. Yo he visto milagros que el Señor hace a través de la gente que va por este camino de abandonarse en sus manos, ¿no? Una cosa que también diría, cuando dije que soy un poco inconsciente, ¿no? La audacia. ¿No? La audacia es una gracia. El coraje. San Pablo decía dos grandes actitudes que tiene que tener el cristiano para predicar a Jesucristo: el coraje y el aguante, ¿no? O sea el coraje de ir adelante y el aguante de soportar el peso del trabajo. Ahora es curioso. Esto que se da en la vida apostólica debe, debe ¡eh!, darse en la oración también. O sea una oración sin coraje es una oración “chirle”, que no sirve. Acordémonos de Abrahán cuando, como buen judío, le regatea a Dios. Que si son 45, que si son 40, que si son 30, que si son 20. O sea es “caradura”. Él tiene coraje en la oración. Acordémonos de Moisés cuando Dios le dice “mirá a este pueblo yo no lo aguanto más, lo voy a destruir, pero quedáte tranquilo que a vos te voy a hacer líder de otro pueblo mejor”. “No, no, si borrás a este pueblo, me borrás a mí también”. ¡Coraje eh! En la oración con coraje. Rezar con coraje. “Todo lo que ustedes pidan en mi nombre, si lo piden con fe, y creen que lo tienen, ya lo tienen”. ¿Quién reza así? ¡Somos flojos! El coraje, ¿no? Y después el aguante. Aguantar las contradicciones, no cierto. Aguantar los fracasos en la vida. Los dolores, las enfermedades, no sé, las situaciones duras de la vida, ¿no? A mí me impresionó que el Padre Superior General de ustedes, o Director General haya hecho referencia a la incomprensión que tuvo que padecer el Padre Kentenich y al rechazo, ¿no? Ese es signo de que un cristiano va adelante. Cuando el Señor le hace pasar la prueba del rechazo. Porque es el signo de los Profetas, los falsos profetas nunca fueron rechazados, porque les decían a los reyes o a la gente lo que querían escuchar. Así que todo “ah qué lindo”, ¿no? Y nada más. No. El rechazo, ¿no? Ahí está el aguante. Aguantar en la vida hasta ser dejado de lado, rechazado, sin vengarse con la lengua, la calumnia, la difamación. Y después una cosa que es inevitable, no ver, un poco para… o sea vos me preguntabas cuál era mi secreto, no sé, pero a mí me ayuda no mirar las cosas desde el centro, ¿no? Hay un solo centro. Es Jesucristo. Sino mirar las cosas desde las periferias, ¿no? Porque se ven más, más claras, ¿no? Cuando uno se va encerrando en el pequeño mundito, el mundito del movimiento, de la parroquia, del arzobispado, o acá, el mundito de la Curia, entonces no se capta la verdad. Sí se la capta quizás en teoría, pero no se capta la realidad de la verdad en Jesús, ¿no? Entonces la verdad se capta mejor desde la periferia que desde el centro, ¿no? Eso a mí me ayuda. No sé si es mi secreto o no, pero ciertamente… Me acuerdo cómo cambió la concepción, la cosmovisión del mundo, desde Magallanes en adelante, o sea una cosa era ver el mundo desde Madrid, o Lisboa, y otra cosa era verlo desde allá, desde el Estrecho de Magallanes. Ahí empezaron a entender otra cosa, ¿no? Esas revoluciones que hacen entender la realidad de otro lado. Lo mismo pasa con nosotros, si nos quedamos encerrados en nuestro mundito, que nos defiende y todo, bueno, no terminamos de entender, ¿no? Y no terminamos de saber cuál es la verdadera situación de una verdad. Me decía en estos días, que hubo un gran encuentro acá de penalistas, mundial, ¿no? Uno de ellos, hablando de experiencias, en privado estábamos hablando en ese momento, me decía “y a veces me sucede Padre, cuando voy a la cárcel, “de llorar” junto con un preso. Entonces ahí tenés un ejemplo. O sea, él ve la realidad, ¿no?, del derecho, de lo que tiene que juzgar, como juez penalista, sino desde la llaga que está allá y esta verdad la ve allá, la ve mejor y para mí es una de las cosa más lindas de estos días, que un juez te diga que tuvo la gracia, tiene la gracia a veces de llorar con un preso, ¿no? O sea ir a la periferia, ¿no cierto? Entonces yo te diría: Una sana inconciencia, o sea que Dios hace las cosas, rezar y abandonarse. Coraje y aguante y salir a la periferia. No sé si ese es mi secreto. Pero es lo que se me ocurre decirte de lo que a mí me pasa”. (GM RV)IGLESIA: DILEXIT ECCLESIAM - Epitafio sobre la tumba del P. José Kentenich - «Renovación de la Iglesia. Uno piensa en la gran revolución, ¿no? Alguno por ahí dice “el Papa revolucionario”, todas esas historias, ¿no? Pero es la frase quizá de las más antiguas de la Eclesiología», así empieza la quinta respuesta del Santo Padre, en la que alentó a la cultura del encuentro, que es cultura de la alianza. GRACIELA: Santo Padre, hemos peregrinado como Familia de Schoenstatt desde nuestros Santuarios. Representamos a quienes están espiritualmente presentes desde nuestros países, y tienen el corazón y la mente puestos en el encuentro con Usted. Asimismo, nos alegramos de estar acompañados por representantes de otros carismas. También ellos nos han inspirado. La diversidad y la riqueza de la Iglesia, frutos del Espíritu de Dios, se hacen visibles en este lugar.BELTRAN: En la Iglesia nos encontramos con Jesús, que nos invita a la comunión para construir juntos el Reino de Dios. El mundo necesita signos de unidad, de generosidad y de voluntades puestas al servicio del prójimo.
  • 16. GRACIELA: Hoy nuestra Familia de Schoenstatt quiere escucharlo a Usted. ¿Cómo podemos ayudarlo más en la renovación de la Iglesia, y dónde nos sugiere poner los acentos de nuestra acción evangelizadora en esta nueva etapa de nuestra Familia?Repuesta del Papa: Renovación de la Iglesia. Uno piensa en la gran revolución, ¿no? Alguno por ahí dice “el Papa revolucionario”, todas esas historias, ¿no? Pero es la frase quizá de las más antiguas de la Eclesiología. Los latinos, los Padres latinos, decían Ecclesia Semper renovanda. La Iglesia tiene que renovarse continuamente. Esto es desde los primeros siglos de la Iglesia. Y luchaban por eso, para…, los santos hicieron lo mismo, o sea los que llevan adelante la Iglesia son los santos. Que son aquellos que fueron capaces de renovar su santidad, y renovar a través de su santidad, renovar a la Iglesia, ¿no? Ellos son los que llevan adelante la Iglesia. O sea que como primero, como el primer favor que les pido, como ayuda, es la santidad. Santidad. No tener miedo a la vida de santidad. Eso es renovar la Iglesia. Renovar la Iglesia no es principalmente hacer un cambio aquí, un cambio allá. Hay que hacerlo porque la vida siempre cambia, y hay que adaptarse. Pero esa no es la renovación, ¿no? Acá mismo, es público, por eso me atrevo a decirlo, hay que renovar la Curia, se está renovando la Curia, el Banco del Vaticano, hay que renovarlo. Todas son renovaciones de afuera. Esas que dicen los diarios. Es curioso. Ninguno habla de la renovación del corazón. No entienden nada de lo que es renovar la Iglesia. Esa la santidad. Renovar el corazón de cada uno. Otra cosa que me ayuda, que fue tu pregunta, la libertad de espíritu. En la medida en que uno reza más y deja que el Espíritu Santo actúe va adquiriendo esa santa libertad de espíritu, que lo lleva a hacer cosas que dan un fruto enorme, ¿no? Libertad de espíritu. Que no es lo mismo que relajo, no, no. No es vaga, pero da lo mismo. No, no. Libertad de espíritu supone fidelidad, , ¿no? y supone oración, ¿no? Cuando uno no ora no tiene esa libertad. O sea el que reza tiene libertad de espíritu. Es capaz de hacer “barbaridades” en el buen sentido de la palabra. ¿Y cómo se te ocurrió hacer eso? ¡Qué bien que te salió! Y yo que sé, recé y se me ocurrió. Libertad de espíritu, ¿no? No encapsularse en, solamente - digo encapsularse, hay que entenderlo bien - en directivas, o cosas que nos aprisionan, ¿no? Volvemos otra vez a la caricatura de los Doctores de la Ley, ¿no?, que por ser tan exactos, tan exactos, en el cumplimiento de los diez mandamientos habían inventado otros 600. No eso no ayuda. No eso te lleva a encerrarte a encapsularte, ¿no cierto? Cuando el apóstol planifica, y acá todo algo que quizá a algunos de ustedes no les guste, pero yo lo digo, ¿no cierto? Cuando el apóstol cree que haciendo una buena planificación las cosas van adelante, se equivoca. Es un funcionalista. Eso lo tiene que hacer un empresario, y todo. Nosotros tenemos que usar esas cosas, sí. Pero no son la prioridad, sino al servicio de otro, de la libertad de espíritu, de la oración, de la vocación, del celo apostólico, del salir, ¿no? O sea, el funcionalismo, “ojo”, ¿no? A veces yo veo en algunas Conferencias Episcopales o en algunos obispados que tienen encargados para cualquier cosa, ¿no? Para todo, ¿no? No se escapa nada, ¿no? Y todo funcional, todo bien arreglado. Pero faltan a veces cosas o hacen la mitad de lo que podrían hacer con menos funcionalismo y más celo apostólico, más libertad interior, más oración, o sea esa libertad interior, ¿no?, ese coraje de salir adelante, ¿no? Eso. Esto del funcionalismo, para que no haya dudas, lo expliqué bien en Evangelii Gaudium. Pueden fijarse ahí lo que quise decir. ¿Cuándo un camino, una ayuda, no cierto, es verdadero? Cuando se descentra. El centro es uno solo: Jesucristo. Cuando yo pongo en el centro mis métodos pastorales, mi camino pastoral, mi modo de actuar y todo, descentro a Jesucristo. Toda espiritualidad, todo carisma, en la Iglesia desde el más variado a los más ricos, tiene que ser descentrado. En el centro está el Señor. Por eso fíjense, cuando Pablo en la Primera Carta a los Corintios habla de los carismas, esas cosas tan lindas, del cuerpo de la Iglesia, cada cual con su carisma, ¿cómo termina? Pero les voy a explicar algo mejor. Y termina hablando del amor. Es decir, de aquello que viene bien de Dios, ¿no? Lo más propio de Dios y que nos enseña a imitarlo a él. Por eso no se olviden esto. Y háganse mucho la pregunta. ¿Yo soy un descentrado, en este sentido, o estoy en el centro, como persona o como movimiento, como carisma? O sea lo que en castellano, perdón que hablo mi lengua porteña, en mi castellano porteño llamamos “figuretti”, ¿no?, es decir, el centro, el centro, es sólo Jesús. Siempre el apóstol es un descentrado. Porque el servidor está al servicio del centro, ¿no? El carisma descentrado no dice nosotros. Nosotros, o yo. Dice Jesús. Y Yo. Jesús y yo. Jesús me pide. Tengo que hacer esto por Jesús. O sea siempre en el centro. Está orbitando en la persona de Jesús, ¿no? No se olviden. Un movimiento, un carisma, necesariamente tiene que ser descentrado. Después una cosa que hoy día se nos pide y se hizo referencia cuando hablamos de las guerras. Somos. Hoy día estamos sufriendo desencuentros cada vez más grandes, ¿no? Y con la clave del desencuentro podemos releer todas las preguntas que hicieron ustedes. Desencuentros familiares, desencuentros testimoniales, desencuentros en el anuncio de la Palabra, y del
  • 17. mensaje, desencuentros de guerras, desencuentros de familias, o sea el desencuentro, la división, es el arma que el demonio tiene. Y entre paréntesis les digo que el demonio existe. Por si alguno tiene dudas, ¿no? Existe y se las trae. Existe y se las trae. Y el camino es el desencuentro que lleva a la pelea, la enemistad. Babel, ¿no? Así como la Iglesia es ese templo de piedras vivas, que edifica el Espíritu Santo, el demonio edifica ese otro templo de la soberbia, del orgullo, que desencuentra, porque cada cual no se entiende, porque habla cosas distintas, que es Babel, ¿no? De ahí que tenemos que trabajar por una cultura del encuentro. Una cultura que nos ayude a encontrarnos como familia, como movimiento, como Iglesia, como parroquia. Siempre buscar cómo encontrarse. Yo les recomiendo, sería una cosa linda si la pudieran hacer, en estos días, eh, sino se les va de la cabeza, se olvidan: Que agarren en el libro del Génesis la historia de José, ¿no? de José y sus hermanos. Como toda esa historia dolorosa, de traición, de envidia, de desencuentro termina en una historia de encuentro que da lugar a que el pueblo por 400 años crezca y se fortalezca. Ese pueblo elegido por Dios, ¿no? Cultura del encuentro. Léanse la historia de José, que son varios capítulos del Génesis. Les va a hacer bien para ver qué es lo que se quiere decir con esto, ¿no? Cultura del encuentro es cultura de la alianza. O sea Dios nos eligió, nos prometió, y en el medio hizo una alianza con su pueblo. A Abrahán le dice “caminá que yo te voy a decir lo que te voy a dar”. Y poco a poco le va diciendo que la descendencia que va a tener va a ser como las estrellas del cielo. La promesa. Lo elige con una promesa. Llegado un momento le dice: “bueno ahora alianza”. Y las diversas alianzas que va haciendo con su pueblo son las que consolidan ese camino de promesa y con el encuentro. Cultura del encuentro es cultura de la alianza. Y eso crea solidaridad. Solidaridad eclesial. Ustedes saben que es una de las palabras que está en riesgo. Así como todos los años o cada tres años la Real Academia española se reúne para ver las nuevas palabras que se van creando porque somos una lengua viva, sucede con todas las lenguas vivas, así también algunas van desapareciendo, porque son lenguas muertas, es decir, mueren. Y ya no se usan. Y siendo una lengua viva tiene palabras muertas, ¿no? La que está a punto de morir, o porque la quieren matar, la quieren borrar del diccionario, es la palabra “solidaridad”, ¿no? Y alianza significa solidaridad. Significa creación de destrucción de vínculos. No destrucción de vínculos. Y hoy día estamos viviendo en esta cultura, en esta cultura del provisorio, que es una cultura de destrucción de vínculos. Lo que hablamos de los problemas de la familia, por ejemplo. Se destruyen los vínculos, en vez de crear vínculos. ¿Por qué? Porque estamos viviendo la cultura del provisorio, del desencuentro, de la incapacidad de hacer alianza, ¿no? Entonces cultura del encuentro, que eso hace una unidad que no es mentirosa y es la unidad de la santidad,, ¿no?, que lleva a la cultura del encuentro. Y quizás quiero terminar con esto… En el pueblo elegido, en la Biblia, renovar la alianza, hacer la renovación de la alianza, se renovaba la alianza en tales fiestas, en tales años, o después de haber ganado una batalla, después de haber sido liberados y, venido Jesús, nos pide renovar la alianza, ¿no cierto? Y Él mismo participa de esa renovación en la Eucaristía. O sea, cuando celebramos la Eucaristía celebramos la renovación de la alianza. No sólo miméticamente, ¿no? Sino de una manera muy honda, muy real, muy profunda. Es la misma presencia de Dios que renueva la alianza con nosotros. Pero también no lo solemos decir porque se nos va de la cabeza o porque no está tan de moda, la renovación de la alianza en el sacramento de la Reconciliación. Eso no lo olviden nunca. No lo olviden nunca. Cuando no me confieso porque no se me ocurre qué decirle al cura, algo anda mal. Porque no tenemos luz interior para descubrir la acción del mal espíritu que nos daña, ¿no? O sea esa renovación de la alianza en la Eucaristía y en el sacramento de la Penitencia, de la Reconciliación nos va llevando a la santidad siempre con esta cultura del encuentro, con esta solidaridad, con esta creación de vínculos. Y esto es lo que les deseo a ustedes, ¿no cierto? Que en este mundo de desencuentros, de difamaciones, calumnias, destrucciones con la lengua, todo eso, lleven ustedes adelante esta cultura del encuentro renovando la alianza. Y claro nadie puede ser educado solo. Necesita que la Madre lo eduque. Así que los encomiendo a todos ustedes a la Madre para que los siga haciendo caminar adelante en esta renovación de la alianza. Gracias. (Transcripción de María Fernanda Bernasconi)(CdM - RV)
  • 18. Todos debemos trabajar por la unidad de la Iglesia 2014-10-24 Radio Vaticana (RV).- (Con audio) Todo cristiano está llamado a trabajar por la unidad de la Iglesia. Es la exhortación que el Papa Francisco hizo en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. De este modo, el Pontífice subrayó que debemos dejarnos guiar por el Espíritu Santo que hace la unidad de la Iglesia en la diversidad de las personas. “Yo, prisionero, los exhorto a construir la unidad en la Iglesia”. Francisco desarrolló su reflexión partiendo de esta exhortación de San Pablo, contenida en la Carta a los Filipenses. “Hacer la unidad de la Iglesia – observó el Papa – es trabajo de la Iglesia y de cada cristiano durante la historia”. Y añadió que el Apóstol Pedro “cuando habla de la Iglesia, habla de un templo hecho de las piedras vivas, que somos nosotros”. Y, además hizo una advertencia acerca de “aquel otro templo, el de la soberbia que era la Torre de Babel”. Mientras el primer templo “trae la unidad” – dijo – ese otro “es el símbolo de la desunión, de no comprenderse, de la diversidad de las lenguas”: “Hacer la unidad de la Iglesia, construir la Iglesia, este templo, esta unidad de la Iglesia: éste es el deber de todo cristiano, de cada uno de nosotros. Cuando se debe construir un templo, un palacio, se busca un área edificable, preparada para esto. La prima cosa que se hace es buscar la piedra de base, la piedra angular dice la Biblia. Y la piedra angular de la unidad de la Iglesia, o mejor dicho, la piedra angular de la Iglesia es Jesús, y la piedra angular de la unidad de la Iglesia es la oración de Jesús en la Última Cena: ‘¡Padre, que sean uno!’. ¡Y esta es la fuerza!” El Papa reafirmó que Jesús es “la piedra sobre la cual nosotros edificamos la unidad de la Iglesia” y dijo que “sin esta piedra no se puede. No hay unidad sin Jesucristo en la base: es nuestra seguridad”. ¿Pero quién, entonces – se preguntó Francisco – “construye esta unidad?”. Éste – fue su respuesta – “es el trabajo del Espíritu Santo. Es el único capaz de hacer la unidad de la Iglesia. Razón por la cual Jesús lo ha enviado: para hacer crecer a la Iglesia, para hacerla fuerte, para hacerla una”. Es el Espíritu – prosiguió – quien hace “la unidad de la Iglesia” en la “diversidad de los pueblos, de las culturas, de las personas”. “¿Cómo se construye, entonces, este templo?”, preguntó una vez más el Santo Padre. Si el Apóstol Pedro – dijo – cuando hablaba de esto, “decía que nosotros éramos piedras vivas en esta construcción”, San Pablo “nos aconseja no ser tanto piedras, cuanto ladrillos débiles”. Los consejos del Apóstol para “construir esta unidad son consejos de debilidad, según el pensamiento humano”: “Humildad, dulzura, magnanimidad: son cosas débiles, porque el humilde parece que no sirve para nada; la dulzura, la mansedumbre, parecen no servir; la magnanimidad, el estar abierto a todos, tener un corazón grande… Y después dice además: ‘Soportándose mutuamente con amor’. Soportándose unos a otros en el amor, teniendo como interés ¿qué cosa? Conservar la unidad. Y nosotros nos transformamos cada vez más en piedras fuertes, en este templo, cuanto más débiles nos hacemos con estas virtudes de la humildad, de la magnanimidad, de la dulzura, de la mansedumbre”. El Papa reafirmó que este es “el mismo camino que ha recorrido Jesús” que “se ha hecho débil” hasta la Cruz, “¡y se volvió fuerte!” Y así debemos hacer nosotros: “El orgullo, la suficiencia, no sirven”. Cuando se hace una construcción – añadió Francisco – “es necesario que el arquitecto haga el diseño. ¿Y cuál es el diseño de la unidad de la Iglesia?”: “La esperanza a la que hemos sido llamados: la esperanza de ir hacia el Señor, la esperanza de vivir en una Iglesia viva, hecha con piedras vivas, con la fuerza del Espíritu Santo. Sólo sobre el diseño de la esperanza podemos ir adelante en la unidad de la Iglesia. Estamos llamados a una esperanza grande. ¡Vamos allí! Pero con la fuerza que nos da la oración de Jesús por la unidad; con la docilidad al Espíritu Santo, que es capaz de hacer de ladrillos piedras vivas; y con la esperanza de encontrar al Señor que nos ha llamado, encontrarlo cuando se produzca la plenitud de los tiempos”. (María Fernanda Bernasconi – RV).
  • 19. Asia Bibi escribe al Papa: «Francisco, reza por mí» Asia Bibi Un fuerte llamado de la mujer cristiana condenada a muerte por blasfemia en Paquistán. Mientras tanto, se prepara el proceso en la Suprema Corte Paolo Affatato roma «Papa Francisco, soy tu hija, Asia Bibi. Te ruego: reza por mí, por mi salvación y por mi libertad. En este momento solo puedo encomendarme a Dios, que es el Omnipotente, aquel que todo lo puede». Son las fuertes palabras que Asia Bibi, mujer y madre cristiana condenada a muerte por blasfemia en Paquistán, escribió a Papa Francisco después de que la Alta Corte de Lahore confirmara el veredicto de la condena. La mujer, que se encuentra en la cárcel para mujeres de Multán desde hace 5 años, supo el veredicto de la corte hace algunos días. Su esposo, los abogados y las personas de la “Renaissance Education Foundation”, que se encargan de su familia, le comunicaron (por el momento y con una versión reducida de los hechos) que los «tiempos del proceso se alargaron más», pues temían que una noticia tan mala pudiera provocar una nueva caída en el ánimo de la mujer, que sigue en condiciones muy frágiles. Lo mismo comunicaron a los 5 hijos. Asia, de cualquier manera, quiso dictar una carta para Papa Francisco (de la cual Vatican Insider recibió una copia), en un momento que podría ser determinante para su vida. «Todavía me aferro con fuerza a mi fe cristiana y nutro confianza en Dios, mi Padre, que me defenderá y me devolverá la libertad. También confío en ti, Santo Padre Francisco, y en tus oraciones». «Papa Francisco –prosigue el texto–, sé que estás rezando por mí con todo el corazón. Sé que, gracias a tu oración, mi libertad podría ser posible. En el nombre de Dios Omnipotente y de su gloria, te expreso todo mi agradecimiento por tu cercanía, en este momento de sufrimiento y desilusión». Asia expresa su más recóndito deseo en la carta: «Mi única esperanza es poder ver un día a mi familia reunida y feliz. Yo creo que Dios no me abandona y que tiene un proyecto de bien y de felicidad para mí, que comenzará dentro de poco. Agradezco a todas las personas que en las comunidades cristianas de todo el mundo rezan por mí y hacen lo posible por ayudarme». Asia también dedica un agradecimiento especial a la “Renaissance Education Foundation” de Lahore, que «apoya a mi esposo Ashiq y a mi
  • 20. familia». Justamente en esta fase delicadísima, sus abogados defensores están preparando el proceso que se llevará a cabo en la Suprema Corte del país. Joseph Nadeem, que dirige la fundación que ayuda a la familia de Asia, confirmó a Vatican Insider que «se esperan las motivaciones de la sentencia de apelación, para entender cómo, dónde y por qué se erró». PASION POR EVANGELIZAR Autor: CARLOS OSORO SIERRA Editorial: EDICEP Colección: PASTORAL Páginas: 344 Tamaño: 15X21 Presentación: Rustica Código: CP088 ISBN: 978-84-9925-158-5 Precio: 22.00 € Este libro recopila cerca de un centenar de reflexiones del Arzobispo Carlos Osoro Sierra. Su título expresa bien su contenido, ya que todos estos escritos intentan analizar y transmitir con entusiasmo los distintos aspectos de la esencial vocación misionera de la Iglesia y de cada cristiano. La obra consta de dos partes:SALIR es el título de la primera parte que abarca los temas de: Nueva evangelización; La misión y evangelización; Ser cristiano en el mundo y Jóvenes. Refleja a un Obispo andariego "peregrino", como así lo llamó el Papa Francisco. REGALAR es la segunda parte que trata del Amor de Dios; Jesucristo revelador de la obra del Padre; Entrega y testimonio; Vocación sacerdotal; Vida consagrada e Iglesia doméstica. JESUS EL SEÑOR, HABITO ENTRE NOSOTROS
  • 21. Autor: GUILLERMO PONS PONS Editorial: EDICEP Colección: EMAUS Páginas: 184 Tamaño: 12X19 Presentación: Rustica Código: EM095 ISBN: 978-84-9925-150-9 Precio: 10.00 € El deseo de aquellos griegos que dijeron al apóstol Andrés: Queremos ver a Jesús (Jn 12,22) continúa a través del tiempo. También los cristianos anhelamos acercarnos a Jesús, conocerle mejor y experimentar su cercanía. Es un ansia que nos hace mucho bien y que seguramente se nos ha despertado desde fuera de nosotros mismos. El camino a seguir pasa sin duda por la lectura íntima y sosegada de los evangelios; pero también puede ayudar el escuchar los ecos que provienen de personas y lugares que desde muy pronto y a lo largo del tiempo se han ido vinculando con Jesús, el Señor. Memoria, paisajes y testimonios nos acercan a Jesucristo, que es el mismo ayer y hoy y por los siglos (Hb 13,8). Los paisajes y la arqueología de Tierra Santa nos evocan la presencia de Jesús; pero sobre todo las personas que han querido buscar las huellas vivas de Cristo y han logrado conocerlas más a fondo son unos guías sinceros y experimentados. Entre todos ellos nos encontramos especialmente con unos muy luminosos testimonios como son los de Benedicto XVI. GUILLERMO PONS PONS. (Menorca 1931), sacerdote desde 1954. Doctor en Historia de la Iglesia en la Universidad Gregoriana (Roma). Ha sido profesor en el seminario de Menorca y en el de Abancay (Perú). Fue párroco en Menorca y actualmente ejerce su ministerio en la parroquia de la Inmaculada Concepción (Mahón). Ha publicado unas treinta obras y numerosos artículos, principalmente sobre temas de Mariología y Patrística, así como investigaciones de historia religiosa y biografías. En esta editorial ha publicado: El Rosario. Contemplación con María (2004); San Carlos Borromeo (2007); Los amigos de San Martín de Porres (2011) y La Pasión de Cristo y el don del martirio (2012). Schopenhauer no enseñaría en esta universidad
  • 22. El País | Luis Fernando Moreno Claros Entre los lúcidos ensayos de Parerga y paralipómena (1851), el libro que lanzó a la fama al filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860), destaca ‘Sobre la filosofía en la Universidad’; un “panfleto de batalla” —en palabras de su autor— que aún hoy continúa siendo una de las mayores diatribas jamás publicadas contra la filosofía académica y los profesionales de esta disciplina. ¿Es necesario que exista la filosofía en la universidad?, se pregunta el autor. Está bien que así sea, afirma, porque con ello mantiene cierta presencia pública; además, permite que algún joven espíritu se familiarice con su estudio. Pero asimismo objeta que mejor sería que en los institutos de enseñanza media se leyese “aplicadamente” a Platón, porque tal es “el remedio más eficaz para despertar en el espíritu de la juventud el anhelo filosófico”. La experiencia del joven Schopenhauer y la de otros muchos pensadores revela que el trato directo con las obras de los grandes filósofos es lo primero que anima el pensamiento; aunque también lo es el magisterio de un profesor ejemplar, la guía de una de esas personas excepcionales que enseñe cómo encarar con rectitud el estudio de las distintas disciplinas (la filosofía entre ellas) y cómo debemos comportarnos frente al saber. Lo malo es que esos seres profesorales casi ideales escasean, y tampoco Schopenhauer los encontró allí donde se supone que deben de estar más a gusto: en las facultades de filosofía. El filósofo pesimista arremetía en su furibunda filípica contra esos cátedros nada ejemplares que, apolillados en sus prejuicios, viven de la filosofía —“sólo piensan en cobrar el sueldo que les paga el Estado”—, en lugar de vivir para la filosofía, es decir, “consagrándose a la búsqueda de la verdad” o, al menos, a fomentar este noble sentimiento en sus alumnos. Así veía él a los malos profesionales que desatienden su tarea, aunque lo peor de todo es que a menudo entre ellos hay también malas personas que, “envueltas en un solemne manto de gravedad y erudición, ocultan su maldad junto a su medianía intelectual”. La indignación contra estos paupérrimos embajadores de la filosofía no es originaria de Schopenhauer. Platón inició la ofensiva en el siglo IV a.C. al mostrar su desprecio por los sofistas y sus marrullerías en el libro VII de República: “El descrédito se ha abatido sobre la filosofía porque no se la cultiva dignamente; ya que no deben cultivarla los bastardos sino los bien nacidos”. Entendemos que son las personas de corazón puro y mente libre que tienen por ideal la adquisición del Bien, la Belleza y la Verdad aunque sean inalcanzables. Kant se ocupó también de este asunto profesional de la filosofía en su escrito El conflicto de las Facultades (1798). Según su parecer, las universidades y en especial las facultades de filosofía deben constituir espacios libérrimos en los que imperen el amor por el saber y la búsqueda de la excelencia con independencia de los poderes dominantes y sus intereses. Para el sabio de Königsberg —que lo pasó mal en la Universidad Albertina debido a ninguneos y rencillas— servilismo es signo de mediocridad, y lo más opuesto a la lealtad y la nobleza, valores que deberán encarnar los verdaderos filósofos. Sólo “mediocridad” era lo que veía Schopenhauer por quintales entre los profesores de filosofía de su época que, embobados ante vacas sagradas de estilo oscuro y ampuloso como “el catedrático” Hegel (a quien el pesimista tachaba de “filosofastro de pega” y “soplagaitas”), lavan el cerebro a la juventud con “palabrería insustancial”. “Piensan muchos —añadía el autor de Parerga— que basta un estilo oscuro y embrollado para parecer que se dice algo serio, cuando en realidad no se dice nada en absoluto”. Y recordaba estas sentencias tan suyas que deberían esculpirse en el frontispicio de todas las facultades universitarias: “Quien piensa bien escribe bien, y quien sabe algo con claridad lo dice claramente”. “El mejor estilo es el que nace de tener algo que decir”. La inoperancia de estas reglas también en la actualidad causa en gran parte la solemne confusión intelectual que domina en los ámbitos académicos. Muchas de las críticas de Schopenhauer en aquella Alemania hiperfilosófica de su tiempo hacia los profesionales académicos las secundó José Ortega y Gasset en la España de 1914, clamando por la mejora de la universidad. Decía que es costumbre muy española —tanto en lo social como en lo intelectual— premiar la medianía en detrimento de la excelencia. Cien años más tarde tal proceder sigue siendo moneda corriente en la actualidad, cuando menos en nuestras facultades de filosofía; sólo hay que constatar los resultados de los denominados “concursos de méritos” con los que se selecciona a los nuevos docentes para darse cuenta de que Platón, Kant, Schopenhauer y Ortega clamaron en el desierto; hoy, como ayer, no es el mérito lo que abre las puertas de la universidad, sino el servilismo. No es el amor a la filosofía lo predominante en las facultades que la imparten, sino la rencilla académica, la envidia y la maledicencia. La bajeza intelectual se codea con la bajeza moral incluso allí donde sólo deberían reinar el gusto por el saber y la altura espiritual, cualidades que deberían revestir a quienes supuestamente profesan la inteligencia. Schopenhauer reprobaba a los filósofos de profesión por venderse al Estado prusiano que les daba un
  • 23. sueldo y una cátedra a fin de que proclamasen las bondades de la tradición militarista y clerical; hoy, desde el Gobierno de España se conspira para que desaparezca la filosofía de los planes de estudio de la enseñanza secundaria. Muchos profesionales de esta disciplina claman con razón también desde la universidad que “la filosofía enseña a ser críticos” y que por eso quieren eliminarla de los institutos; lo cual queda muy bien dicho. Lo malo es que olvidan que esa “crítica” tan estimulante han de ejercerla en primer lugar sobre ellos mismos y sobre los usos (y abusos) que se estilan en su magna institución. Salvo honrosas excepciones, los grandes, los verdaderos filósofos o nunca entraron en las universidades o fueron expulsados de ellas. Luis Fernando Moreno Claros, doctor en Filosofía, es crítico literario. Ha publicado recientemente Schopenhauer. Una biografía (Trotta, 2014). Rouco ante Europa ABC | Juan Velarde Fuertes En estos momentos tiene lugar el proceso de encaje, definitivamente, en el pensamiento que orienta a Europa, de la denomina Doctrina Social de la Iglesia. Lo acaba públicamente de manifestar nada menos que el presidente del Bundesbank, el Dr. en la Universidad de Bonn Jens Weidmann, en mayo de 2011. Weidmann también había sido responsable de 2006 a 2011 del Departamento de Política Económica y fiscal de la Cancillería Alemana. Al recibir el premio Wolfram-Engels en la primavera de 2014, pronunció una conferencia de gran calidad, titulada «Marktwirtschaftliche Principien in der Währungssunion» (Deutsche Bundesbank. Rede). En ella, dentro de ese papel que el pensamiento católico más importante ha tenido, desde la Rerum Novarum de León XIII a la Centesimus Annus de San Juan Pablo II, Weidmar señaló, indicando que estaban sus antecedentes en Eucken y la Escuela de Friburgo de Brisgovia, sin cuyas propuestas no se entiende el milagro económico que surgió en la derrotada Alemania tras la II Guerra Mundial, que la Política Económica debía… ser conforme con el mercado y respetuosa con el Principio de Subsidiariedad. El Principio de la Política Económica conforme con el mercado, y el Principio de Subsidiariedad, tomado de la Doctrina Social Católica, han de ser también vistos como Principios básicos de nuestro Ordenamiento Económico… Principios… que han pasado a ser, además, columnas sustentadoras de la integración europea. Esto, que es fundamental para el aquí y ahora de la orientación de nuestra política económica, fue recogido en la madrileña catedral de la Almudena, el 21 de septiembre de 2014, en la homilía del cardenal Rouco Varela al finalizar las II Jornadas Sociales Católicas Europeas, que habían tenido lugar, bajo su alto patrocinio, precisamente en Madrid. Es posible que haya sido facilitada su toma de posesión por su fuerte formación intelectual en la Universidad de Múnich, donde se doctoró en Derecho Canónico, formación, me atrevo a decir, que se observa en todas sus aportaciones, a partir de su tesis doctoral «Iglesia y Estado en la España del siglo XVI», leída en 1964. Ahora, exactamente medio siglo después, plantea en esta homilía los «graves problemas de concepción de la vida y del mundo, problemas de lo que nos exige a los cristianos y a la Iglesia la situación de crisis económica y social…, por la que estamos atravesando», lo que con las otras crisis –la familiar, la cultural
  • 24. y la religiosa– que la acompañan origina una problemática que nos advertía ya «Romano Guardiani como un peligro que veía cernirse sobre la Europa salida de la II Guerra Mundial». Y para responder a eso, Rouco Varela acaba de sostener que ello no es posible, «si no es con el compromiso de una existencia cristiana plenamente fiel a la voluntad del Señor en esta nueva hora tan decisiva de su historia (para Europa), cuando se encuentra empeñada en fundamentar sólidamente y en ampliar su unidad socioeconómica y política». Porque –destaca– lo que es preciso para ello es disponer de «un horizonte luminoso de lo verdadero y valioso», que recoja el «diagnóstico formulado concisa y legítimamente por el Papa Benedicto XVI en el contexto del recientemente clausurado Año de la Fe». Y ello reacciona ante la actual admisión popular de algo así como una convicción de que se encuentra dentro de la realidad que se exige el disfrutar, casi de inmediato, de cantidades crecientes de bienes y servicios, y además en rápida progresión, sacrificándolo todo a lo que dio nombre al discutido Galbraith con el nombre de «sociedad opulenta». O sea, alejada plenamente de los mandatos evangélicos expuestos en aquello de María en la visitación a Isabel: «Mi alma magnifica al Señor… (porque)… dispersó a los que se engríen con los pensamientos de su corazón», o sea, a los obsesionados por la opulencia. Esto está enlazado con la ciencia económica más avanzada. En el libro de Robert William Fogel «et al», Political Arithmetic. Simon Kuznets and the Empirical Tradition in Economics (The University Chicago Press, 2003), se lee cómo en estos procesos de preferencia de vida opulenta se provoca en los jóvenes una alienación. El motivo, se explica, es que se trata, de modo creciente, de personas que, desde que fueron niños de familias minúsculas, se encontraron con unas madres que estaban ya, por lo que sucedía en lo económico, espiritualmente vacías y, por consiguiente, incapaces de transferir a sus escasos hijos activos espirituales vitales, tales como «una mente a favor de proyectos de autoestima, de un sentido de la disciplina, así como que posean un sueño de oportunidades y un anhelo de conocimientos», eso que de modo forzoso conduce a la Verdad. Por eso recuerda el cardenal Rouco cómo Pío XII fue el avisador a la Iglesia y a la opinión pública, sobre todo la de los países vencedores, de que «se había perdido la conciencia del pecado». Y el Papa Francisco llamará la atención (de)… que «Dios no se cansa nunca de perdonar, pero nosotros sí nos cansamos de pedir perdón». Y lanza Rouco esta afirmación que le consagra como un gran apóstol: «¡Que no tengamos miedo… a ayudar a nuestros hermanos europeos para que abran sus ojos, los ojos de sus pueblos, de sus culturas, de nuestro mundo intelectual y de sus dirigentes sociales!, ¡los ojos del alma! ¡Para que se atrevan a descubrir y a reconocer el origen moral y espiritual de sus crisis de hoy y a saber arrepentirse y pedir perdón!». Así nos aclara el camino europeo, que no «es el de la falsa humildad de los que llegan a la tarea de una Europa renovadora en sus fundamentos más profundos “al caer la tarde”, no porque no hubiese nadie que los hubiese contratado, sino por pereza y desidia manifiesta». Bien merece la pena el que, desde sus diversos púlpitos, el cardenal Rouco insista, una y otra vez, en lo que en lo económico y en lo social se merecen Europa y, dentro de ella, nuestra España. Juan Velarde Fuertes, profesor emérito de la Universidad Complutense. Mafalda: historia social y política [2014] por Teoría de la historia Todo empezó con una M. Tenía que ser con M. Eso le dijeron a Joaquín Salvador Lavado hace cincuenta años. Ya firmaba “Quino” en 1964, y había publicado en Rico Tipo, Tía Vicenta y Dr. Merengue. El pedido le llegó por una agencia de publicidad para el lanzamiento de una compañía de electrodomésticos. Le exigieron que el nombre coincidiera con la M de “Mansfield”, la nueva marca de la empresa Siam Di Tella. Así fue bautizada Mafalda, la niña de la familia (¡suena casi Miflia!). El diario percibió la publicidad encubierta y desdeñó el proyecto. Por su parte, el electrodoméstico no llegó ni al enchufe. Mafalda no quiso ser sólo un boceto. Se las ingenió para burlar la efímera causa de su nacimiento e instalarse definitivamente en una tira. Primero apareció en “Gregorio” el suplemento de humor dirigido por Miguel Brascó de la revista Leoplán. Y en septiembre de 1964 (fecha conmemorativa de sus cincuenta años), comenzó a vivir su historieta en la revista Primera Plana que seguiría en El Mundo, Siete Días, y libremente en libritos. En 1969 se editó en Italia el primer libro, bajo el título Mafalda la Contestataria, con la presentación de Umberto Eco, director de la colección. A veces no querer tomar la sopa, no es por la sopa, sino por el gusto de la negativa. Un esbozo del repudio. Según Quino, la sopa representaba los gobiernos autoritarios. En Mafalda: historia social y política, recién
  • 25. publicado por Fondo de Cultura Económica, su autora, Isabelle Cosse, recorre estos cincuenta años, sus mágicas derivas y peligros inminentes. La aparición de los distintos personajes, desde la incorporación de Manolito, el grandilocuente hijo del gallego almacenero hasta el último y recién nacido, el fresco de Guille, con su “absoluto descrédito del mundo adulto” (Cosse). El peligro le llegó por el lado del éxito. “Venimos a ser clase media”, le contesta el padre a Mafalda cuando ésta le pregunta si son ricos o pobres. Clase media con riesgo de media clase en plena década del setenta… López Rega, ministro de desarrollo Social en 1975, le pidió a Quino su tira para una compaña de prensa. Quino ya la había concluido en 1973, igualmente se negó a prestar a su familia “tipo” para tales fines. Frente a la negativa, le tiraron abajo la puerta de su casa. Por suerte, él no estaba. Y no estaría más por mucho tiempo. El exilio se le impuso y a partir de1976, se instaló en Milán. (¿Será por eso que los italianos creen que Mafalda es un invento italiano?). “Nuestra” clase media, aunque a medias tintas, sobrevivió junto a Mafalda. La risa cercana, subrepticia a veces, camuflaje del dolor, cosquillas del invento verbal. Temas tan inmediatos e íntimos: el escondite de una idea, la timidez frente a una niña (ay, Felipe…), la megalomanía incipiente (grande, Miguelito), el gesto rancio (Manolito en el mostrador), el futuro perfecto de amar (tiempo dilecto de Susanita), ecos filosóficos y caseros reivindicacionismos (Libertad en su monoambiente) y el desvelo por el globo terráqueo (Mafalda, al fin). Quino promovió una nueva “clase” de lectores. Un “nosotros” (clase media o desclasada) “fundado en ironía corrosiva contrabalanceada por la ternura” (Cosse). Los Simpson aprendieron mucho de Mafalda, supieron continuar con los felices dobleces de la vida, cuando lo amargo no quita lo valiente, y un buen abrazo o una simpática pregunta renuevan el gusto de los días… [Silvia HOPENHAYN. "¡Feliz Mafalda!", in La Nación (Buenos Aires), 3 de octubre de 2014] Isabella Cosse es historiadora de la Universidad de la República de Uruguay, además de investigadora del CONICET y del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Sus investigaciones giran en torno a la historia de las familias y las infancias en conexión con los procesos políticos, sociales y culturales. En su último libro –Mafalda: historia social y política (FCE, 2014)– propone un recorrido por la historia de las últimas cinco décadas siguiéndole la pista a la célebre niña de Quino, quien se convierte en una original puerta de entrada a las conmociones sociales, políticas y culturales de todos esos años. Aprovechando los cincuenta años que Mafalda está cumpliendo por estos días, Nodal le realizó una entrevista a la autora para conocer un poco más todo lo que (nos) representa aquella entrañable niña intelectualizada y rebelde. Nodal: Recurrentemente se ha pensado en Mafalda como un icono de la clase media argentina. Pero, concretamente, ¿qué vínculos pueden pensarse entre el personaje más famoso de Quino y los sectores medios? Isabella Cosse: En una de las primeras tiras publicadas en Primera Plana, Mafalda descubre a la clase media y, al mismo tiempo, la condición social de su familia. Esas tiras (que no se publicaron en libro hasta la Mafalda Inédita) muestran toda la riqueza de Mafalda para pensar la clase media: colocaba en el centro una definición problemática que presuponía, desde el comienzo, una visión crítica de la clase media sobre sí misma. Mi argumento es que Mafalda, en su origen, dialogó con los procesos sociales, económicos, culturales y políticos que atravesaba la clase media y articuló diferentes ideas que existían sobre ese sector social. Pero que no fue sólo eso: la historieta tuvo un papel activo, productivo, en la consolidación de la identidad de la clase media. El personaje de Mafalda dio cuerpo (en el sentido de forma concreta) a escala masiva a la clase media intelectual y la historieta (con los juegos entre los personajes) puso en el centro las contradicciones que atravesaban a la clase media en su conjunto. Es decir, en mi lectura Mafalda dio lugar a una visión heterogénea de una clase media atravesada por confrontaciones y diferencias ideológicas. Ello resulta decisivo para traspasar las interpretaciones dicotómicas sobre la clase media que alternativamente la conciben de derecha o de izquierda. En las décadas siguientes, Mafalda siguió dialogando –aún sin que aparecieran nuevas tiras– con los avatares históricos de la clase media en la historia reciente. N: Tomando en cuenta ese “diálogo” sostenido a través de décadas, ¿en qué medida la historia de Mafalda ayuda a pensar ciertos momentos de la historia argentina?