1. EL VERBUM DEI EN VENEZUELA
Para iniciar este recorrido de la misión y carisma que se realiza en Venezuela como Familia
Misionera Verbum Dei es difícil hacerlo sin que todo vaya entremezclándose, es decir, lo
referente a la fe, lo social, la política, lo experiencial y vivencial de cada persona, la cultura, lo
humano, lo psicológico, lo ambiental, etc.
Elaborar y plasmar la experiencia misionera de nuestro carisma conlleva todos estos elementos y
otros que de seguro en el tiempo de Jesús y de la Iglesia naciente tuvieron que afrontar y saber
dar respuesta al tiempo y circunstancias en las que se vivía el evangelio. Por ello, a la hora de
hacer un breve recorrido de las características de la cultura me veo en la necesidad de hacer
alusión a algunos de estos elementos; ya que no se puede realizar dicha misión fuera de este
contexto.
DE DONDE VENIMOS
La transculturación y asimilación, condicionó para llegar a la cultura venezolana actual, similar en
muchos aspectos al resto de América Latina, pero el medio natural hace que haya diferencias
importantes. La influencia indígena se limita al vocabulario de algunas palabras y la gastronomía.
La influencia africana del mismo modo, además de la música como el tambor. La influencia
española fue más importante y en particular de las regiones de Andalucía y Extremadura, que eran
la mayoría de colonos en la zona del Caribe de la época colonial. Ejemplos culturales de ellose
pueden notar en la arquitectura de algunos edificios, parte de la música, la religión católica y el
idioma. Una influencia evidente española son las corridas de toros y parte de la gastronomía.
Venezuela también se enriqueció por otras corrientes culturales de origen antillano y europeo en el
siglo XIX, en especial de procedencia francesa.
En etapa más reciente en las grandes ciudades y las regiones petrolíferas irrumpieron
manifestaciones culturales de origen estadounidense y de la nueva inmigración de origen español,
italiano y portugués. Aumentando el ya complejo mosaico cultural. Así por ejemplo de Estados
Unidos llega la influencia del gusto del deporte de béisbol, del cine, el arte y las construcciones
arquitectónicas actuales.
Así llegó la situación del 11 de abril. Una confrontación de clase contra clase. Por un lado el
Presidente Chávez, apoyado por una parte mayoritaria del pueblo común; por el otro una alianza
neoconservadora: la burguesía que ocupaba las calles del barrio rico con cacerolas, apoyada por la
patronal; los medios de comunicación (prensa, radio y televisión)
Tenemos enfrente una oferta de "socialismo del siglo XXI" y hay que producir una respuesta que
he considerado no puede ser otra que "la democracia del siglo XXI". Al respecto hemos creado "La
sociedad de las ideas", sin junta directiva, como un intercambio horizontal de pensamiento político,
para analizar las fallas que la democracia ha presentado y presenta, para incluso modificar
conceptos, para tratar de darle vuelo a un sistema que es el único posible.
La sociedad venezolana ha olvidado qué es la democracia. Con su rechazo a un pasado al que no
quiere regresar, está incurriendo en un error garrafal de percusión, con la excepción de valores
claves como libertad y limpieza electoral, y es aquí donde se justifica plenamente el planteamiento
de conceptuar la democracia. Lo que no se renueva perece; lo que ante los ojos de la gente es ya
conocido, con sus virtudes y vicios, carece de la atracción de la novedad. Hay que conceptuar para
la demostración práctica de una democracia sin adjetivos, sólo ubicada en un contexto de tiempo:
siglo XXI, con todo lo que ello implica.
2. La sociedad venezolana ha perdido la capacidad de reacción, está sentada frente al televisor
esperando que la pantalla le diga cómo debe comportarse. Consecuencia de ello es la
imposibilidad de formar buenos dirigentes para nuestro país. La sanación del cuerpo social implica
un largo proceso que debe partir de la inserción en la cotidianidad.
La ausencia de política es la causa directa del fatalismo actual de la población venezolana. Se
releva que no hay nadie que encarne los "intereses generales". La política está ausente, es
necesario bajarla de la ausencia y sembrarla en lo cotidiano, única posibilidad de que
reencontremos lo social.En eso andamos en "La sociedad de las ideas". Diagnosticando la oferta
del adversario y tratando de preparar la propia. El que se quiera sumar bienvenido será: la única
condición es saber pensar (vínculo: http.www.monografias.com).
Y ANTE ESTE CORTO RECORRIDO
¿CUÁL ES EL PAPEL QUE JUEGA LA IGLESIA VENEZOLANA EN LA QUE ESTAMOS
INCLUIDOS COMO VERBUM DEI?
En una entrevista hecha a Monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo, (arzobispo de un estado en
Venezuela), señala la verdadera dimensión del problema, al afirmar que «no es sólo la Iglesia en
Venezuela la que sufre, sino que toda la sociedad venezolana es víctima de un régimen
intransigente que no dialoga en absoluto con nadie. Simplemente, impone todas las leyes, aun
contraviniendo la voluntad popular, y convirtiendo al Gobierno en un ente totalitario y populista
que desea eternizarse en el poder»; dejando de lado el papel de la Iglesia, de la familia y de los
propios padres. Pretende sacar a Dios de la escuela y reducirlo al ámbito familiar. Quiere imponer
una educación socialista con los valores del régimen, imponiendo una relectura de la Historia y
haciendo una copia exacta del régimen cubano».
El informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada señala que Chávez considera a la Iglesia como
«enemiga del socialismo del siglo XXI, cada vez que se muestra crítica hacia el Gobierno, sin ver
que la Iglesia Católica está sólo intentando que su voz sea escuchada cuando se comete alguna
injusticia». «La Iglesia, a través de la jerarquía, está permanentemente llamando la atención para
que haya respeto a los derechos humanos, para que haya diálogo, para que se abran puertas. Es
lo que la Iglesia ha hecho siempre, buscar la paz, la convivencia, la solidaridad y un respeto al
disenso, no una única manera de ver y gobernar el país».
De ahí que la Iglesia Venezolana guiada por la Conferencia Episcopal después de la Quinta
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe―que tuvo lugar en Aparecida,
Brasil con Benedicto XVI―se preguntó: ¿Cómo puede contribuir la Iglesia a la solución de los
urgentes problemas sociales y políticos, y responder al gran desafío de la pobreza y la miseria? Ya
que los problemas de América Latina y del Caribe, así como del mundo de hoy, son múltiples y
complejos, y no se pueden afrontar con programas generales. Sin embargo, la cuestión
fundamental sobre el modo en que la Iglesia iluminada por la fe en Cristo debe reaccionar ante
estos desafíos, nos concierne a todos. De ahí la llamada a crear estructuras justas elaboradas a la
luz de valores fundamentales que provienen de la recta ratio y no de ideologías o promesas de las
mismas a nivel social político y económico. Se dijo en este encuentro de Aparecida que el trabajo
político no es competencia inmediata de la Iglesia. El respeto de una sana laicidad – incluso con la
pluralidad de posturas ideológicas- es esencial en la tradición cristiana; sólo siendo independiente
puede enseñar los grandes criterios y los valores inderogables, orientar las conciencias y ofrecer
una opción de vida que va más allá y termina en la verdad del Evangelio.
3. Benedicto XVI también hizo hincapié en construir uno de los tesoros mas importantes de la
humanidad como lo es la familia que por desgracia aun ignora la novedad del cristianismo; así
como también el trabajo con los laicos, llamada a trabajar con los jóvenes, a tener una renovación
testimonial desde el evangelio y así puedan florecer las vocaciones en medio de la crisis en la que
atraviesa tanto la vida consagrada como la sacerdotal. (Benedicto XVI discurso en el Santuario de
Aparecida, 13 de mayo de 2007).
Toda esta realidad llevó a proponer la realización de una gran misión en todo el continente que
ayudará a desarrollar la dimensión misionera de la vida en Cristo, convirtiendo así a cada
comunidad cristiana en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo; liberando a los
católicos de este continente de la fatiga, la desilusión y acomodación en el ambiente.
Esta propuesta fue acogida en Venezuela por innumerables Obispos en sus diócesis considerándolo
como un momento de gracia y de magnifica oportunidad para:
1. Profundizar en la aplicación de las orientaciones de un concilio plenario de Venezuela.
2. Implementar un Plan Pastoral en cada una de las diócesis existentes en Venezuela.
3. Responder desde el Evangelio a la realidad existente en Venezuela.
4. Forjar la identidad de discípulos y misioneros desde una renovación que partiera desde
dentro.
Se vio con mucha claridad que la fe y la vida en Cristo crecen cuando nos comunicamos y madura
en la medida que se entrega la vida para que otros la reciban; pero se debilita cuando se aísla y
se acomoda a la moda y propuesta reinante, sea a nivel político, social económico o religioso.
Por eso se vio bien claro que para que tuviera éxito la misión tenía que ser una tarea de todos y
para todos: laicos, vida consagrada y sacerdotes.
Esta misión tenía y sigue teniendo como fin, renovar las estructuras eclesiales y todos los
programas pastorales de cada parroquia, comunidades religiosas, colegios, movimientos e
instituciones eclesiales, la familia, etc. De este modo se crearía una Iglesia viva y unida; se
multiplicarían las comunidades cristianas, que responderían desde el Evangelio a las ansiedades y
necesidades que se están pasando, se acompañaría especialmente a las familias, los niños, los
jóvenes y los más necesitados construyendo una sociedad más humana y digna para todos.
¿CUÁL FUE LA REPERCUSIÓN DE LA MISIÓN VERBUM DEI Y LAS CARACTERÍSTICAS
PECULIARES PARA ESTA MISIÓN EN EL CONTEXTO CULTURAL EN EL QUE NOS
ENCONTRAMOS EN VENEZUELA?
La experiencia para los que estamos en diócesis vivas que aceptaron el encargo de la Conferencia
General a los pueblos de América Latina y el Caribe fue poder poner al servicio el carisma recibido,
en este caso para nosotros como Verbum Dei, fue de una gran promoción ya que hizo que
pudiéramos colaborar en los planes pastorales de un modo directo; influyendo en gran medida en
las directrices para los planes trienales donde nos encontrábamos las comunidades locales de
misioneras, misioneros y matrimonios VD.
Nos dimos a conocer porque se puso sobre la mesa lo que somos como carisma: “oradores y
anunciadores de la Palabra; participamos como cabezas en los diferentes grupos de misión,
recorriendo todo el espacio territorial del estado donde estamos actualmente; con lo cual,
compartimos con una variedad de personas, carismas, realidades que nos enriquecieron y
4. supimos enriquecer con el gran regalo que nos heredo Jaime Bonet de no solo ser discípulos y
misioneros, sino Apósteles que saben hacer hacer y fermentar la masa en los lugares que nos
encontrábamos de misión. Descubriendo que la Iglesia reconocía ya en nosotros lo que en
Aparecida se proponía y de lo cual con el camino que tenemos hecho podíamos no solo dar ideas
sino mostrar que es ya una realidad.
Es grato saber que nuestro carisma es muy actual e irrumpe en la conciencia del Venezolano
dándole respuestas a lo que esta buscando,dando luz a sus aspiraciones profundas; no dejando al
oyente de modo pasivo sino llevándole a un cambio de vida hondo, llevando al otro a no vivir de lo
que le dicen de Dios sino ha hablar con él porque si hay algo en lo que se nos volvió a distinguir es
en el trato cercano, íntimo y familiar con Dios, a través de la Palabra y en el acompañamiento que
forja y transforma a cada realidad en la que se encuentra.
Nuestro carisma responde y ahora gracias a involucrarnos de esta manera, ha llevado a que sea
mas conocido, valorados y reconocidos, ya que no es viejo este don; Aparecida nos lo recuerda y
pareciera que fue sacado de la espiritualidad y misión nuestras.
Algo que se ha fomentado es el trabajo eclesial ya no sólo a nivel interno de la comunidad sino a
nivel de trabajo congregacional y trabajo conjunto con párrocos y otros movimientos de laicos,
grupos de otras congregaciones, en la Conferencia venezolanas de obispos y en la conferencia de
Religiosos y religiosas a nivel local y Nacional; ¡Se ha ensanchado los niveles de misión, de
plasmación! Hemos ido más allá, porque nos hemos introducido en el trabajo pastoral propio de
nuestro carisma y es que nuestro don no es viejo ni ha pasado de moda; todo lo contario esta vivo
y esta provocando cambio en las diferentes realidades y estados a los cuales estamos llegando.
Es hermoso ver que La FaMVD ahora también tiene parte vital en este trabajo misionero, ya son
protagonistas junto con la fraternidad del trabajo misionero. Hemos ido lejos gracias a ella y
estamos seguros que seguirán dando más en la medida que les dejemos más campo y promoción
en los lugares donde estamos.
Nuestro carisma ha favorecido la experiencia cercana y familiar con Dios de un modo mas
profundo e intenso, el anuncio Kerytmáico de la Palabra, el deseo de dar testimonio personal y la
llamada a un cambio personal de una manera integral nos sigue impulsando a defender lo que
hemos recibido como don y tarea, con certezas ciertas de que no podemos menoscabarlo ni
mezclarlo, ya que por si mismo tiene fuerza renovadora y porque no redentora. Nos sentimos
orgullosos de ser Verbum Dei, entre luces y sombras, pues hemos comprobado que podemos dar
mucho a pesar de que aun estos 50 años son pocos para realizar la tarea que se nos esta
encomendada, sin embargo agradecemos a todos aquellos que siguen creyendo en lo que hemos
recibido como don, no por merito propio sino `por gracia y misericordia.
Belén Torres, misionera VD