2. • Una entrevista consiste en hacer
que el cliente (entrevistado) nos
comparta los juicios acerca de un
determinado problema o
fenómeno, es decir, cómo se le
aparece a él la situación en la que
estamos indagando.
3. • El entrevistador está interesado en
conocer los juicios del entrevistado,
pero a nosotros no nos interesan los
juicios puros, sino que hay que
fundamentarlos. ¿Por qué buscar los
fundamentos?, porque lo juicios para
la gente que no tiene entrenamiento
apuntan pobremente a los
fenómenos
4. • No todos los clientes pueden articular sus
juicios, por lo que la habilidad del
entrevistador se sustenta en lograr que a
través de los juicios del entrevistado ir
encontrando los fundamentos. Hacer
preguntas como por ejemplo “¿dónde se
manifiestan?”, “¿cuándo es más probable
observar esa situación?”, etc., o solicitar
ejemplos. Lo que estamos buscando siempre
son las afirmaciones, que son el único medio
válido para fundamentar un juicio.
5. • Una entrevista es el diálogo que se establece
entre seleccionadores y candidatos con el fin
de obtener información mutua. Debe servir
para identificar con eficacia al aspirante más
adecuado. Para ello es necesario reunir los
datos que permitan prever su
comportamiento, la calidad de su trabajo y su
fidelidad al puesto. Se tendrá en cuenta la
relación que pueda establecer con sus futuros
compañeros: un buen clima conlleva buenos
resultados. El entrevistador también debe
alimentar el interés del solicitante
presentando a su organización y detallando las
responsabilidades de la plaza a cubrir.
6. • Se trata de una fase decisiva para incorporar a
nuevos empleados. Y como inversión que
representan, es indispensable ponderar sus
ventajas y sus riesgos. Por lo tanto, la
entrevista deberá prepararse con la máxima
atención.