3. La división del día en 24 horas, así como el año de 365 días, se lo
debemos a los. Es posible que el sistema de horas se estableciera en
aquellas sociedades por motivos religiosos, pues la palabra
correspondiente equivalía también a "deber sacerdotal", palabra de la
misma raíz que "vigía de las estrellas" (o vigía del tiempo). Estos
vigilantes de las estrellas desempeñaban sus deberes sacerdotales
anotando la aparición de los dejan determinadas en el horizonte oriental.
Dividían la noche en doce horas, de intervalos iguales, señalándose
cada hora por la aparición del dican correspondiente.
Los conocimientos astronómicos de los permite orientar la pirámide de
mediante referencias estelares. Mil años después, en la época se diseña
un instrumento denominado se trata de un pequeño reloj solar para
medir el tiempo mediante la longitud de las sombras que constaba de
dos piezas prismáticas, pétreas, de unos tres de longitud, situadas
perpendicularmente, donde una tenía marcadas las horas y otra servía
de aguja. Debió ser un instrumento muy popular entre los sacerdotes
egipcios pues, por sus dimensiones, permitía que fuese un instrumento
portátil.