2. El edificio que alberga actualmente al Museo Nacional es el mejor ejemplo de las complejidades y las tensiones propias de los recuerdos patrios. Éste espacio, ocupado por más de 70 años por los prisioneros más temidos del país, recorrió un largo camino para convertirse en el guardián de nuestro patrimonio artístico comunal.
3. ITS Inicialmente construido como sede de la Penitenciaría Municipal de Bogotá en 1874, el edificio fue diseñado de tal manera que toda su parte interior se debía ver desde un solo punto, lo que se conoce como un Panóptico.
4. ITS Su construcción tomó cerca de 30 años y los planos fueron hechos por el danés Thomas Reed. En esta cárcel se encontraban presos políticos, especialmente combatientes de la Guerra de los mil días. También se utilizaba para algunos delincuentes acusados de hurto, riña callejera, y excesos alcohólicos.
5. ITS Entre sus múltiples labores, los presos del panóptico empastaron los documentos coloniales y de principio de la república para el Archivo Nacional en donde todavía se conservan varios folios con estas pastas hechas en cuero.
6. ITS El traspaso de la prisión al museo obedeció a la necesidad de excluir de la zona a los recuerdos desagradables y sangrientos almacenados en la edificación, pues para los años cincuenta el sector se había convertido en el centro de actividades de la ciudad. Curiosamente la inauguración del Museo tuvo que se postergada un año por los motines causados por la muerte de Gaitán.
7. ITS El Museo Nacional surgió en 1823 con el objetivo de recuperar los aportes de la Expedición Botánica en un intento desesperado de los próceres independentistas por amarrar patria. Conocido en aquel entonces como “Museo de Historia Natural y Escuela de Minería,¨ visitó varias secretarías, ministerios e incluso la Biblioteca Nacional antes de alcanzar su sede actual.
8. ITS Con el paso de los años amplió sus colecciones y dio origen a otros museos como la Quinta de Bolívar, la Casa museo 20 de Julio de 1810, el Museo Militar y el Museo de Arte Colonial.
9. ITS Hoy en día las disputas continúan. En 1955 el gobierno aprobó la ampliación del museo a lo que fue la zona de los jardines traseros de la cárcel, pero el espacio otorgado está ocupado por dos colegios que se rehúsan a trasladarse.