3. El Español Dominicano
El español dominicano es la variedad del
idioma castellano
hablado
en
la
República Dominicana siendo dentro de sí una
variedad del español caribeño. El español de la
República Dominicana es un dialecto que se divide
dentro del mismo en otros sub-dialectos
dependiendo de la región y la clase social. Al ser
una lengua rica en influencias extranjeras el español
de la República Dominicana tiene influencias de
varias culturas y países. De la misma manera éste
puede sonar muy similar al español de Puerto Rico (
español puertorriqueño) y de Cuba (español
cubano), por la gran cercanía a estas islas.
4. En el español dominicano podemos observar el
uso de arcaísmos, los cuales a pesar de no ser
utilizados con frecuencia son todavía conocidos por
la gran mayoría del pueblo y su uso no es extraño
(ejemplos de los mismos son las palabras anafe,
bregar, carátula, malmara, etc.). De la misma
manera el dialecto dominicano usa varios términos
denominados indigenismos de gran popularidad en
la riqueza del idioma. A pesar de tener una
populación indígena completamente extinta, estos
términos quedaron marcados. Muchos dicen que los
indigenismos dominicanos provienen del único taíno
restante en la isla de la Española, Enriquillo, que a
pesar de ser de ascendencia taína estaba ya
completamente hispanizado.
5. HISTORIA
El asentamiento español de 1492 tuvo gran influencia en la cultura y
el idioma dominicano. El dialecto dominicano en general tiene varias
similitudes con el dialecto andaluz. Esto es debido a que las flotas que
partían en expediciones hacia América se organizaban en Sevilla, pero
provenían de puertos andaluces.
Dentro del español dominicano también existen exoticismos que
dicen provenir de los esclavos africanos (en este caso entonces
denominado africanismos como la palabra cachimbo,) traídos a América
luego de la extinción de los taínos. Sin embargo, al igual que los pocos
taínos que quedaron en la isla, los esclavos africanos que llegaron a la
isla dejaron sus huellas en el lenguaje local. Entre las Lenguas africanas
son las que más han influenciado el dialecto dominicano, especialmente
los idiomas Kongo, Igbo, y Yoruba. Esta influencia africana se encuentran
en las palabras, forma de hablar, accento, el coloquialismos y
entonaciones.
Una teoría es que la gente de la zona de Guinea de África
Occidental, junto con el Congo, se vieron obligados a aprender y
neutralizar las formas de Castellano. La gente de la región del Cibao son
los descendientes de esclavos fugitivos, y por consiguiente, su español
tiende a ser más de una lengua criolla, similar a cómo los haitianos hablan
6. Fonética
El español dominicano tiene seseo y en habla no se
distingue entre el sonido que representa las letras "c" (antes
de "i" y "e"), "z" y "s". Las tres letras representan el
fonema /s/. Por ejemplo, en español dominicano, los verbos
"cazar" y "casar" suenan igual.
Yeísmo: En la República Dominicana, el sonido
representado por "ll" se ha convertido de la lateral /ʎ/ a un
sonido igual que el sonido representado por "y". Este
fonema se realiza en los sonidos [j] o [dʒ].
Lambdaización: Fenómeno muy común en las clases
populares, donde se cambia la consonante implosiva (a final
de sílaba o palabra) por /l/. Ejemplo "Nueva yol" ó "niu yol"
(por Nueva York), "coltar" ó "coitai" (por cortar)
7. Hay tres regiones geográficas con diferencia de pronunciación
que son el sur, el norte (Cibao) , en Santo Domingo que está en
el centro del sur y del este (la pronunciación en el este es más
neutra). También la tendencia de acortar palabras y unirlas.
Aunque en los campos se utilizan otras jergas.
En la región Norte predomina el uso de "i" entre las palabras,
(caminar = "caminai") (madre, mal, mar = "mai, mai, mai" se
pronuncian todas igual) y hay expresiones de casi muertas como
(aguaita = "escucha"), (es a menester? = "es obligatorio").
En la región Sur predomina la "r" entre las palabras y también se
arrastra o pronuncia más fuerte donde esta (caminar =
"caminarrr"), (vámonos para el pueblo = vámono parr pueblo).
Con menos frecuencia se puede escuchar un cambio de la "o"
por la "u" (vámonos = "vámunu").
En Santo Domingo, (Ciudad Capital) predomina la "l" (caminar =
"caminal") y se acortan mucho más las palabras y se puede
suprimir la "s" en algunos casos (vamos a ver = "vamoavé").
8. A pesar de las diferencias regionales de los
dialectos (geolectos), el español dominicano también
tiene sociolectos, es decir que existe una diferencia
de dialecto entre clases sociales. Se dice que la
sintaxis y la morfología del español dominicano
tienen gran influencia africana, sin embargo la
fonética es africano, con una diferenciación entra las
clases cultas y no cultas. A pesar de haber una
diferencia
el
español
dominicano
posee
características específicas como el yeísmo, el seseo
y la ausencia completa del voseo.
9. La clase culta
La clase culta tiene algunos rasgos específicos que a pesar de no
estar prescriptivamente correctas son más aceptables. Por
ejemplo algunos de los fenómenos son los siguientes:
Reducción de nasales finales a n velar: corazóŋ, accióŋ,
perdicióŋ.
Africación de la y
Aspiración de la s: vamoh, ¿cómo ehtah?
Lambdacismo y rotacismo (incluso en la clase culta)
Se adopta la k como implosiva: octener, ocservación.
Sonoración o ensordecimiento de una consonante por influencia
con la siguiente: admósfera, optener
Aunque no se utilice, en la docencia cuando se enseña la lectura
muchas veces se enseña la diferenciación entre la z y la s, de la
ll y la, y, aunque sea incorrecto en el español, de la b y la v.
10. La clase popular
Los rasgos de la clase popular son los siguientes:
Alternación de la o y la u: Macorís, y Macurís, bohío y buhío
Contracción de grupos vocálicos en diptongos, especialmente en el
diptongo eu: Europa= Uropa
Aspiración de la h, aunque este rasgo ha estado desapareciendo:
hablador= jablador.
Diptongos reforzados con una velar: güeso, gueco
Contracción de vocales idénticas: todo= too, nada=naa
Lambdacismo y rotacismo (más frecuente en la clase popular)
Desaparición de r y l finales
11. Ultracorrecciones
Las ultracorrecciones son un fenómeno popular dentro la clase rural que al
tratar de pronunciar una palabra de manera correcta o aceptada se
crean fenómenos como los siguientes:
Se trata de reponer eses suprimidas en finales de sílabas y se cometen
errores: la mocas, sobre lo posos. Y a veces hay palabras que obtienen
una s adicional, cambutera: cambustera, refitolero: refistolero, nítido:
nístido, etc.
Supresión de la j, por temor al aire campesino del habla en la que se
mantiene la h aspirada: beúco (bejuco), coín, (cojín)
En las regiones donde la l y la r finales de sílaba se vocalizan en i, se
reacciona en forma hiperculta convirtiendo en r la i de los diptongos
descendientes: naide: narde, Seibo: Serbo, soy: sor
Falsa reposición de la d intervocálica: bacalado, crujida
13. ESPAÑOL DE AMÉRICA
C uando Colón llegó a América en 1492, el idioma
español ya se encontraba consolidado en la Península,
puesto que durante los siglosXIV y XV se produjeron
hechos históricos e idiomáticos que contribuyeron a que el
dialecto castellano fraguara de manera más sólida y rápida
que los otros dialectos románicos que se hablaban en
España, como el aragonés o el leonés, además de la
normalización ortográfica y de la aparición de la Gramática
de Nebrija; pero en este nuevo mundo se inició otro
proceso, el del afianzamiento de esta lengua, llamado
hispanización.
La América prehispánica se presentaba como un
conglomerado de pueblos y lenguas diferentes que se
articuló políticamente como parte del imperio español y bajo
el
alero
de
una
lengua
común.
14. La diversidad idiomática americana era tal, que algunos
autores estiman que este continente es el más fragmentado
lingüísticamente, con alrededor de 123 familias de lenguas,
muchas de las cuales poseen, a su vez, decenas o incluso
cientos de lenguas y dialectos. Sin embargo, algunas de las
lenguas indígenas importantes -por su número de hablantes o
por su aporte al español- son el náhuatl, el taíno, el maya, el
quechua, el aimara, el guaraní y el mapuche, por citar algunas.
El español llegó al continente americano a través de los
sucesivos viajes de Colón y, luego, con las oleadas de
colonizadores
que
buscaban
en
América
nuevas
oportunidades. En su intento por comunicarse con los
indígenas, recurrieron al uso de gestos y luego a intérpretes
europeos o a indígenas cautivos para tal efecto, que
permitiesen la intercomprensión de culturas tan disímiles entre
sí.
15. El uso de las llamadas lenguas generales, es decir,
lenguas que, por su alto número de hablantes y por su
aceptación como forma común de comunicación, eran
utilizadas por diferentes pueblos, por ejemplo, para el
comercio, como sucedió con el náhuatl en México o el
quechua en Perú.
La influencia de la Iglesia fue muy importante en
este proceso, puesto que realizó, especialmente a través
de los franciscanos y jesuitas, una intensa labor de
evangelización y educación de niños y jóvenes de
distintos pueblos mediante la construcción de escuelas y
de iglesias en todo el continente.
16. Sin embargo, aquellos primeros esfuerzos resultaron
insuficientes, y la hispanización de América comenzó a
desarrollarse sólo a través de la convivencia entre españoles e
indios, la catequesis y -sobre todo- el mestizaje.
Pero no sólo la población indígena era heterogénea, sino
que también lo era la hispana que llegó a colonizar el territorio
americano, pues provenía de las distintas regiones de España,
aunque
especialmente
de
Andalucía.
Esta mayor proporción de andaluces, que se asentó sobre
todo en la zona caribeña y antillana en los primeros años de la
conquista, habría otorgado características especiales al
español americano: el llamado andalucismo de América, que
se manifiesta, especialmente en el aspecto fonético. Este
periodo, que los autores sitúan entre 1492 y 1519, ha sido
llamado -justamente- periodo antillano, y es en él donde se
habrían enraizado las características que luego serían
atribuidas a todo español americano
17. En el plano fónico, por ejemplo, pérdida de la d entre
vocales (aburrío por aburrido) y final de palabra (usté por
usted, y virtú por virtud), confusión entre l y r (mardito por
maldito) o aspiración de la s final de sílaba (pahtoh por pastos)
o la pronunciación de x, y, g, j, antiguas como h, especialmente
en las Antillas, América Central, Colombia, Venezuela,
Panamá o Nuevo México, hasta Ecuador y la costa norte de
Perú.
Por otra parte, los grupos de inmigrantes de toda España
se reunían en Sevilla para su travesía y, de camino hacia el
nuevo continente, aún quedaba el paso por las islas Canarias,
lo que hace suponer que las personas comenzaron a utilizar
ciertos rasgos lingüísticos que, hasta hoy, son compartidos por
estas regiones, lo cual se ha dado en llamar español atlántico,
cuya capital lingüística sería Sevilla -opuesto al español castizo
o castellano- con capital lingüística en Madrid, y que englobaría
el andaluz occidental, el canario y el español americano,
aunque otros investigadores sostienen que sólo abarcaría, en
América, las zonas costeras.